Hace 60 años se concretó uno de los más reconocidos gestos de solidaridad protagonizado por el Club Atlético River Plate a lo largo de su historia. El 26 de mayo de 1949, el primer equipo millonario se presentó en la ciudad de Turín para enfrentar a un combinado de jugadores italianos formado para la ocasión y que llevó el nombre de Torino Símbolo. Unos días antes, el 4 de mayo, se había estrellado el avión que transportaba a todo el plantel del Torino, cuádruple campeón italiano, en una tragedia que conmocionó al ambiente futbolístico mundial.
Aquél brillante equipo del Torino, que competía de igual a igual con el poderoso rival ciudadano Juventus, había concurrido a Lisboa a disputar un partido amistoso contra el Benfica. El 4 de mayo, en el vuelo de regreso, el piloto del avión tuvo que cambiar de aeropuerto de destino por problemas climáticos, y en vez de dirigirse al de Malpensa (Milán), tuvo que ir hacia el de Caselle, que si bien estaba más cerca de Turín, no reunía las comodidades para recibir naves de ese porte. De todos modos fue un fallo humano el que provocó la tragedia, pues el comandante equivocó los cálculos de la altura del avión y se estrelló contra la colina de Superga, de ahí que al accidente se lo conoció desde ese momento como la “Tragedia de Superga”.
No hubo sobrevivientes en la catástrofe y en ese momento se fueron apellidos ilustres del calcio, como Mazzola, Castigliano, Rigamonti, Tossa, Bacigalupo, Gabetto, Ossola y Ballarin, entre otros. Aquél conjunto granate conquistó el scudetto 42/43, el último finalizado durante la Segunda Guerra Mundial y se había quedado, ya con mayores refuerzos, con los de las temporadas 45/46, 46/47 y 47/48 y marchaba como holgado líder en la 48/49, que finalmente los suplentes sobrevivientes terminarían conquistando.
Tras conocerse la noticia del accidente, inmediatamente River Plate, mediante su presidente Antonio Vespucio Liberti, tuvo la idea de que el club millonario tenía que acudir a Italia en una cruzada de solidaridad humana y deportiva, con el único fin de recaudar fondos a beneficio de los familiares de las víctimas, hecho que finalmente se concretó el 26 de mayo y al que acudieron todas las figuras riverplatenses, dejando en Buenos Aires a los suplentes para enfrentar nada menos que a Racing, el puntero del campeonato argentino.
El partido se jugó ante una multitud que superó largamente los 70 mil espectadores y que ovacionó a la delegación riverplatense en todo momento, desde que desfiló ondeando banderitas de Italia y Argentina hasta el silbato final del árbitro. Antes del inicio, las delegaciones intercambiaron banderines, flores y obsequios, entre los que estaba la camiseta número 10 del Torino que había usado el gran Valentino Mazzola. Instantes después, una banda militar interpretó los himnos italiano y argentino, siendo éste estruendosamente ovacionado por todo el público. Finalmente el partido terminó con empate en dos tantos en el marco de un encuentro muy bien jugado. Los goles de River fueron marcados por Ángel Labruna en la primera parte y Alfredo Di Stéfano en la segunda. Tras el final, el propio entrenador del Torino Símbolo, Ferruccio Novo, declaró que “los argentinos tienen un magnífico control del balón”, mientras que Liberti aseguró que el juego de ambos equipos había sido “magnífico”.
Tres días después, los suplentes de River derrotaron a Racing en La Bombonera, con dos tantos de Emilio Fizel y uno de Ramón Moyano. Sin embargo, el gran triunfo riverplatense había sido en Italia, con el reconocimiento unánime brindado a River por su solidaridad y su generosidad. Fue el comienzo de una estrecha relación con el Torino, puesto que a partir de ese momento y durante varios años, River cambió su camiseta suplente, y pasó de la tradicional tricolor a la granate cuando la ocasión lo requería. Incluso se volvió a jugar ante el Toro tres años después, el 16 de enero de 1952 (empate a tres, con dos goles de Vernazza y uno de Labruna) y ahí se renovaron los lazos entre ambas entidades y se homenajeó a las víctimas de Superga.
Es hasta nuestros días que la hinchada del Torino siente a River como una institución hermana y lo ha puesto de manifiesto en numerosas banderas de agradecimiento, con muchos hinchas con camisetas de River en sus tribunas e incluso con una casaca especial con banda cruzada que el club realizó para festejar su centenario. Para ellos, River también está en su corazón.
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Con Libonatti, Torino -nacido en diciembre de 1906- aparecía en el gran escenario del Calcio, hasta entonces dominado por Genoa, Pro Vercelli, Juventus y Milan. Los mejores días del club, sin embargo, llegarían poco más de una década más tarde. En los años 40 no hubo ningún equipo en todo el mundo que pudiera acercársele. Al comienzo de esa década, el presidente del club -Ferruccio Novo- decidió que era hora de armar un equipo con aspiraciones grandes. Así, con la llegada de Ezio Loik y Valentino Mazzola (provenientes ambos del Venezia), surgía lo que el mundo del fútbol conoció como Il Grande Torino. Fueron cinco títulos consecutivos que llevarían al Toro -archirrival de la Juventus- a lo más alto del fútbol de Italia y lo harían el equipo más popular de la ciudad, industrial y futbolera. Sólo la tragedia pudo con ellos: primero, a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial no se jugaron las temporadas de 1943 a 1945. Antes (en la 42/43) y luego (entre la 45/46 y la 48/49) de la violencia universal, Torino ganó todas las Ligas. Luego, el drama se vistió de aeronave: el 4 de mayo de 1949, en el episodio conocido como la Tragedia de Superga, murieron 18 jugadores del plantel, junto a dirigentes y periodistas.
[b]El avión Fiat G.212 CP que llevaba a los mejores se estrelló contra el murallón de terraplén posterior de la Basílica de Superga, en las afueras de Turín. Venían de jugar un partido homenaje en Lisboa, frente al Benfica. El accidente se cobró 31 víctimas. Para identificar los cuerpos fue llamado -entre otros- el técnico del seleccionado italiano, Vittorio Pozzo, quien conocía muy bien a los jugadores del Torino. También sucedió una suerte de azaroso milagro: el del jugador Sauro Tomá, que por tener un menisco lesionado no formó parte de la delegación. Así se salvó.
El impacto que tuvo la tragedia en Italia fue tremendo. El Torino se proclamó campeón esa temporada: los rivales presentaron, de manera simbólica, formaciones juveniles para facilitar la tarea, a modo de homenaje a los ausentes. El día del funeral, medio millón de personas fueron a la plaza principal de Turín para ofrecer el último adiós. Fue tal el golpe para todos que al año siguiente el seleccionado italiano viajó al Mundial de Brasil en barco
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Hubo argentinos involucrados en el homenaje, de manera solidaria. River se ofreció para disputar un amistoso a beneficio de los familiares de los jugadores fallecidos. Se desarrolló el 26 de mayo de 1949 contra un combinado de la Serie A llamado Torino Simbolo. El equipo argentino viajo con todas sus figuras (Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna, Amadeo Carrizo y Pipo Rossi, entre otros). A estadio lleno, el club de Núñez recibió una ovación y se ganó el cariño perpetuo de los hinchas del Torino.
Q.E.P.D. Mi abuelo que es italiano… me habló muy bien de torino. Muchas veces me dijo de este episodio…
