Hay expectativa, hay un clima apacible pese a lo tormentoso del contexto y la situación numérico/deportiva, y hay tranquilidad no solo por los resultados sino por los caminos utilizados para afrontar el duro momento. Venimos de jugar los mejores 90 minutos en muchísimo tiempo y la tendencia apunta para el norte, pero la historia sigue su rumbo y el domingo nos vuelve a poner frente una situación u oportunidad que no podemos darnos el lujo de dejar pasar, pensando no solo en los otros enfrentamientos de la fecha sino en seguir encontrando llaves anímicas para que si es que alguna puerta se empieza a cerrar a futuro inmediato tengamos armas para no caer y saber abrirlas.
Sin entrar en la ridiculez innecesaria de menospreciar ni a los tres rivales que hemos tenido ni a la magnífica evolución futbolística que hemos mostrado desde lo táctico y de a poco en lo futbolístico, hay que remarcar que, desde las exigencias y los presentes, muy posiblemente Argentinos se muestre un escalón por encima de aquellos equipos que hemos enfrentado.
Si bien empató más de lo que ganó, el Bicho esta invicto en los seis partidos de competencia oficial que lleva en el año, y además encontró hasta el momento dos características o virtudes que no suelen darse en los equipos de Troglio. Por un lado, buenos planteos y lecturas por parte del entrenador, sobre todo jugando de visitante. Supo plantarse muy firme en sus dos visitas a nivel internacional y hasta mereció mejor suerte en territorio brasilero, aunque el rival no haya mostrado una oposición demasiado exigente. Por el otro, la mejor cara física que muestra en los segundos tiempos, un aspecto que siempre ha sido un lunar muy profundo en los anteriores equipos de Troglio. Hoy Argentinos, a pesar del trajín de encuentros, muestra piernas y respuestas en ambas mitades.
Una defensa aplicada y muy interesante en centímetros pensando en las dos areas. Un mediocampo que muestra muy buen manejo de los tiempos más alla de la falta de su tándem de los últimos años. Y una delantera picante y dispuesta a aprovechar todo error o toda oportunidad que se le presente. No es un cuco ni mucho menos, pero si ha dado señales de haber interpretado el mensaje para funcionar como un buen equipo, tal y como tambien mostramos nosotros en este aspecto.
Es por esto que para River la del domingo pasa a ser una muy buena medida para testearse a sí mismo en otros nuevos conceptos que hasta aquí no habíamos tenido la oportunidad de experimentar. El semestre nos pone a prueba todos los fines de semana, de alguna manera u otra, desde el carácter y la personalidad. Nos toca por primera vez en el torneo el hecho de no enfrentar a un rival directo, y toda esa mochila que no pesa por jugar un partido de seis puntos, ahora pasa a sumar kilos en la espalda desde el lado de la motivación por seguir mostrando un camino de progreso y por afianzar el buen presente ante un equipo que llega con buenos antecedentes y seguramente con lo mejor que tiene a su alcance desde los nombres propios.
López nos transmite la seguridad de tener muy en claro el hecho de que no se va a relajar ni a dejarse llevar por el envión del gran comienzo tenido hasta aquí, y seguramente sabe mejor que nadie que esta clase de encuentros pueden ser 100% traicioneros.
De lo que estoy totalmente convencido es que River, desde el funcionamiento de equipo, cuenta con la caja de herramientas equipada como nunca antes en los últimos tres años para sacar adelante esta nueva batalla…