PERDÓN.
Por haberte llamado bostero cuando el que enterró a su hijo con la camiseta de River fuiste vos.
Por haberte llamado mercenario cuando te duplicaron el sueldo (como si dirigir al más grande de la Argentina y del mundo fuera tan fácil)
Por haber pedido a Ramón (que con su retórica populachera quiere desestabilizar a esta dirigencia que tanto ha hecho por nuestra gloriosa institución, y encima después sale hablando de cúanto quiere él a River)
Por haber desconfiado de vos, que tantas veces defendiste a muerte esta camiseta como jugador.
Por haberte reprochado que bancaras a Belluschi, aunque te quedaste corto, el pibe vale por lo menos 60 palos verdes. Su convocatoria a la selección es sólo una prueba de ello.
Por haber bancado a este dream team en las buenas y en las malas sin traicionar la confianza de tus soldados, ya que para cualquier otro técnico hubiese sido más fácil promover pibes de las inferiores.
Para cualquier otro pero para vos no, Daniel. Vos no demostraste que los principios son más importantes que el exitismo. Nos demostraste que en el futbol todavía quedan tipos con códigos, tipos con grandeza. Gracias Daniel. Cómo podría explicarte lo que sentí al burrito gambeteando chilenos como en sus mejores épocas, y todo gracias a tu apoyo incondicional contra viento y marea a ese jujeño al que amás como a un hijo, mientras los mediocres de siempre querían que se interne. Son buitres Daniel. Vos sos un campeón del mundo. Sos un campeón de la vida.
Perdón Daniel, perdón por olvidarnos de los ídolos. Seguramente esos mismos que te criticaban ahora están festejando las victorias rutilantes ante el Colo Colo (no caben dudas que por lo mostrado durante este año y el año pasado, los de Borghi se han convertido en el Ajax de sudamérica) y ante un Central plagado de estrellas internacionales como el Kily Gonzales, nada menos que en el mísmisimo Gigante de Arrollito. No se le ganó a cualquiera. Este es el camino Daniel. Y hoy aquellos que te apoyan por estos triunfos espectaculares pueden llegar a ser los mismos que el dia de mañana te critiquen ante una eventual caída. Son los mismos chupacirios que pedían por tu cabeza luego de la inmerecida derrota frente al Caracas (claro, como en Venezuela no podía jugarse programaron que se juegue en Colombia, que es lo mismo; y encima horas antes del partido hicieron 4 cambios inéditos en la formación que ni el mismo Fabio Capello hubiese previsto) y después festejaron el golazo de Maurito Rosales (otro de tus aciertos a la hora de pedir refuerzos para TU River) a los bosteros (que dicho sea de paso con vos en el banco no nos ganan más)
La verdad Daniel, es por tipos como vos que al final del día sonrío, pienso en el club de mis amores, en la gloriosa banda, y se me pianta un lagrimón. GRACIAS, KAISER.