Sangre

[b]Lo escribí hace un año, después de caer en promoción en el último partido contra Lanús. Lo subí porque hoy después de perder con Patronato hice esta reflexión: Déja Vu - Campo de Juego - tuRiver

Desde que nací ya tus colores tiñeron mi corazón. Crecí viéndote campeón, ganando todo, con glorias e ídolos hinchas del club, nacidos en el club, hechos para el club, festejando entre toda la gente. Conocí el obelisco gracias a vos. Iba al Monumental con el abuelo, papá y mis hermanos… Tengo grabado el olor a habano que fumaba el abuelo y yo con frío y los cachetes pintados de rojo y blanco… Pasaron los años y el amor por vos se hizo cada día más fuerte, y hasta te puedo decir que hoy, que ganes o pierdas decide mi humor por el resto de la semana. No había terminado la primaria y te había visto dar como 10 vueltas. El príncipe Ramón, Crespo, Muñeco, Burrito, Conejo, Masche, Matador, Cabezón, Payaso, Enano, Tigre, JP, son algunos de los que pasaron por mis paredes alguna vez, recortados de alguna revista del Campeón. Me sacás sonrisas, broncas, llantos, alegrías, tristezas, y alguna que otra puteada. Me hacés creer que se puede. Aunque a veces, no. Porque ahora te veo raro. Una pila de promesas incumplidas, glorias perdidas, ídolos maltratados, craks malvendidos, el vaciamiento hasta casi llevarte a la quiebra y la peor campaña de nuestra historia te tapó de oscuridad, tanto que ya ni juntando todas las bengalas de noches gloriasas logran iluminarte para sacarte de ahí. Y eso que sos la institución sociodeportiva modelo en Argentina, la de más socios del país, dónde día a día miles de chicos aprenden y se desarrollan en todos los aspectos. Te mancharon, te ensuciaron, te lastimaron. Y ahí estás, León herido. Y mientras te miro así, sólo me salen lágrimas, y me doy cuenta que hoy más que nunca, te amo, y te declaro mi amor incondicional para toda la vida. Porque más allá de cualquier resultado, o todo lo que te pueda pasar, no te puedo sacar de mi corazón. Porque como te dije, estás ahí desde que nací. Vos me elegiste, y desde ahí que te elijo cada día de mi vida. Como en toda relación, podremos pasar del amor al odio, pero siempre volvemos al amor. Porque pisar el Monumental me devuelve las ilusiones, porque ver a mis hermanitos festejando sus goles en tus canchas (cómo me gustaría ser ellos) me llena el alma, porque todas las semanas paso por ahí aunque sea un rato para visitarte, comer algo por ahí, saludarte… Porque llevar puesta tu camiseta me llena de orgullo; porque me quedo afónico cada semana por cantar tus canciones y porque no se compara con nada la sensación de gritar un gol tuyo, si es que todavía me queda voz. Hoy lloré. Lloré porque siempre que estás mal, yo estoy mal. Hoy lloramos todos. Y ahora te la jugás en serio; pero sabés qué? En esta no estás sólo. Sos mi compañero de toda la vida; el de cientos, miles, millones, que nos emocionamos cada semana al verte jugar. Pase lo que pase, vamos a estar ahí, siempre. Vos sos el más grande, más allá de todo. Porque nada nos enorgullece más que sentir la banda roja en el pecho cruzándonos el alma. Si en las buenas me hiciste feliz, en las malas, yo voy a hacer todo lo posible por verte feliz a vos, y te voy a bancar todas y cada una. Te mancharon, pero todavía podés aclarar esta historia; una más de las tantas en tus 110 años. La peor. Pero para eso estamos juntos, todos unidos, por vos. GRACIAS RIVER, GRACIAS POR TANTO. Confío en que vas a salir de esta, tu historia lo dice sola. Te amo.

[b]Lo escribí hace un año, después de caer en promoción en el último partido contra Lanús. Lo subí porque hoy después de perder con Patronato hice esta reflexión: Déja Vu - Campo de Juego - tuRiver

Desde que nací ya tus colores tiñeron mi corazón. Crecí viéndote campeón, ganando todo, con glorias e ídolos hinchas del club, nacidos en el club, hechos para el club, festejando entre toda la gente. Conocí el obelisco gracias a vos. Iba al Monumental con el abuelo, papá y mis hermanos… Tengo grabado el olor a habano que fumaba el abuelo y yo con frío y los cachetes pintados de rojo y blanco… Pasaron los años y el amor por vos se hizo cada día más fuerte, y hasta te puedo decir que hoy, que ganes o pierdas decide mi humor por el resto de la semana. No había terminado la primaria y te había visto dar como 10 vueltas. El príncipe Ramón, Crespo, Muñeco, Burrito, Conejo, Masche, Matador, Cabezón, Payaso, Enano, Tigre, JP, son algunos de los que pasaron por mis paredes alguna vez, recortados de alguna revista del Campeón. Me sacás sonrisas, broncas, llantos, alegrías, tristezas, y alguna que otra puteada. Me hacés creer que se puede. Aunque a veces, no. Porque ahora te veo raro. Una pila de promesas incumplidas, glorias perdidas, ídolos maltratados, craks malvendidos, el vaciamiento hasta casi llevarte a la quiebra y la peor campaña de nuestra historia te tapó de oscuridad, tanto que ya ni juntando todas las bengalas de noches gloriasas logran iluminarte para sacarte de ahí. Y eso que sos la institución sociodeportiva modelo en Argentina, la de más socios del país, dónde día a día miles de chicos aprenden y se desarrollan en todos los aspectos. Te mancharon, te ensuciaron, te lastimaron. Y ahí estás, León herido. Y mientras te miro así, sólo me salen lágrimas, y me doy cuenta que hoy más que nunca, te amo, y te declaro mi amor incondicional para toda la vida. Porque más allá de cualquier resultado, o todo lo que te pueda pasar, no te puedo sacar de mi corazón. Porque como te dije, estás ahí desde que nací. Vos me elegiste, y desde ahí que te elijo cada día de mi vida. Como en toda relación, podremos pasar del amor al odio, pero siempre volvemos al amor. Porque pisar el Monumental me devuelve las ilusiones, porque ver a mis hermanitos festejando sus goles en tus canchas (cómo me gustaría ser ellos) me llena el alma, porque todas las semanas paso por ahí aunque sea un rato para visitarte, comer algo por ahí, saludarte… Porque llevar puesta tu camiseta me llena de orgullo; porque me quedo afónico cada semana por cantar tus canciones y porque no se compara con nada la sensación de gritar un gol tuyo, si es que todavía me queda voz. Hoy lloré. Lloré porque siempre que estás mal, yo estoy mal. Hoy lloramos todos. Y ahora te la jugás en serio; pero sabés qué? En esta no estás sólo. Sos mi compañero de toda la vida; el de cientos, miles, millones, que nos emocionamos cada semana al verte jugar. Pase lo que pase, vamos a estar ahí, siempre. Vos sos el más grande, más allá de todo. Porque nada nos enorgullece más que sentir la banda roja en el pecho cruzándonos el alma. Si en las buenas me hiciste feliz, en las malas, yo voy a hacer todo lo posible por verte feliz a vos, y te voy a bancar todas y cada una. Te mancharon, pero todavía podés aclarar esta historia; una más de las tantas en tus 110 años. La peor. Pero para eso estamos juntos, todos unidos, por vos. GRACIAS RIVER, GRACIAS POR TANTO. Confío en que vas a salir de esta, tu historia lo dice sola. Te amo.

La falta de respuesta anímica y actitud que tuvo el equipo estas últimas fechas se asemeja mucho al final de River en primera, cuando tuvimos todo en nuestras manos para salvarnos y no lo logramos.

El próximo partido con Almirante Brown se parece mucho al que tuvimos con Lanús, que definía si zafábamos o no de la promoción dependiendo de otros resultados también, con varios partidos en simultáneo, y según una serie de resultados quizás teníamos que ir a desempate con Olimpo (el paralelismo hoy sería con Instituto). Recuerdo haber ido a ese partido con las últimas fuerzas de mi optimismo, que creía que se podía, que tenía que ir a poner mi voz de aliento como siempre para darlo vuelta todos juntos; me volví llorando, como muchos otros, y que escribí esto: Sangre - Tribuna - tuRiver

Lo demás es historia sabida, y herida abierta.

Pongo el link porque ese texto demuestra que no soy un tirabombas ni quiero ser pesimista. La realidad es que siento que no hemos aprendido nada, estamos repitiendo los mismos errores de jugar sin brújula, con miedo y con presión. Ese texto que escribí antes, hoy sigue representando el sentimiento de muchos 1 año después. Me alarma mucho la falta de reacción de este equipo, cómo le cuesta ponerse los pantalones y hacerse valer en la cancha. Hy River tenía que salir a comerse crudo en el 2do tiempo a ¡Patronato! y, al contrario, pareciera que ni lo salió a jugar. El penal clave que erramos es la imagen cruda de la realidad; el equipo no puede soportar la presión, juega desordenado y tensionado esperando ayuda de la suerte, que raras veces pasa por Núñez, como contra Boca Unidos.¿Se los imaginan ganando una promoción? Y mucho peor, ¿se los imaginan ganando contra Alte. Brown con el Monumental hecho una hoguera?

Basta, River, que termine ya esto, basta.

Buen texto, todos tenemos ese amor por River, pero estos jugadores me lo estan sacando de a poco, eso siento yo.