Un lastre vigente del menemismo.

EL COMENSAL DE PRIEBKE QUE ASPIRA A GOBERNAR RIO NEGRO La vergüenza de haber sido

		En las últimas elecciones provinciales previas a la  presidencial, justicialistas y radicales disputan la gobernación de Río  Negro con los colores nacionales de la presidente CFK. Uno de los  candidatos, Carlos Soria, simboliza lo peor de la década  menem-duhaldista, reciclado de ocasión. Su candidatura plantea cuáles  son los límites de lo tolerable para el kirchnerismo, mientras la UCR  retrograda hacia el carácter de un partido municipal.

Por Horacio Verbitsky

Hoy se realizará en Río Negro la última elección provincial previa a las presidenciales. Las restantes serán el mismo 23 de octubre, en Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Con la solitaria excepción de Catamarca, en todas las anteriores se impusieron los respectivos oficialismos. Río Negro es la única provincia que el radicalismo gobierna sin pausa desde 1983 y una de las últimas cuatro administradas por ese partido, que se reducirán a tres en diciembre por la derrota en Catamarca, o a dos según los resultados de hoy en el Comahue. En cualquier caso, parece en vías de reconversión a poco más que un partido municipal, con sus victorias en las capitales de Córdoba y Mendoza, mientras retrocede en la Nación y las provincias. La mitad de las que gobierna, Río Negro y Santiago del Estero, adhirieron al kirchnerismo desde la UCR en 2007 y no defeccionaron junto con Julio Cobos. De las que retiene, sólo Corrientes tiene un gobierno radical puro, el de Ricardo Colombi.
La dentadura del Gringo

Un padrón de 440.134 personas votarán en 1312 mesas mixtas  instaladas en 232 colegios de Río Negro, para escoger gobernador y vice,  46 diputados provinciales titulares y sus respectivos suplentes e  intendentes en 20 municipios. Tanto el candidato radical César Barbeito  (con el sello Concertación para el Desarrollo), como el justicialista  Carlos Soria (Frente para la Victoria), apoyan a la presidente CFK, que  en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del mes pasado,  obtuvo allí el 60 por ciento de los votos, seguida por Ricardo Alfonsín  con el 13,4. Los dos candidatos han hecho campaña con fotografías de  Cristina, que nunca se pronunció sobre las elecciones provinciales,  aunque a fines del año pasado y a principios de éste recibió a Soria, a  quien acompañaba su resignado rival interno, Miguel Pichetto. Otro  kirchnerista de Río Negro, Osvaldo Nemirovsci, recibió un cordial pedido  de permanecer en la coordinación general del Sistema de Televisión  Digital Argentina. La cuñada de Cristina, Alicia Kirchner, sus vices  nacional y bonaerense, Amado Boudou y Gabriel Mariotto, realizaron actos  en Río Negro en favor de Soria, a quien le encontraron una dentadura  más perfecta que la de Felipe Solá. Desde un punto de vista  cuantitativo, el gobierno nacional no pone nada en juego, en una  provincia cuya incidencia en el padrón nacional no pasa del 1,3 por  ciento del total y en la que ambas fórmulas apoyan a Cristina. Pero en  cambio la proximidad con Soria marca un serio déficit cualitativo. El  candidato, y actual intendente de General Roca, es uno de los personajes  más oscuros de la larga década menemista-duhaldista y pesan sobre él  cargos éticos y políticos ilevantables. También tiene pendiente una  gravísima causa en los tribunales, que no ha avanzado por el manifiesto  desinterés judicial. Es cierto que el primer deber de un liderazgo  político cuando hay elecciones es ganarlas. Pero no a cualquier precio.  Además, si el resultado fuera distinto, cosa que puede ocurrir cuando se  trata del voto popular, podría darse una temible combinación  gardeliana: la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
[b]Un chanta[/b]

Hijo de un dirigente peronista bonaerense que se radicó en General  Roca luego de su detención por la dictadura de 1955, Soria hizo en esa  ciudad su carrera política. Con el triunfo de la fórmula Menem-Duhalde  se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza de José Luis  Manzano en el Congreso y lo asesoró sobre inversiones en tierras en el  Comahue. Por esta vía llegó a integrar y/o presidir las importantes  comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Juicio Político, las  que investigaron la mafia en aeropuertos y correos, el lavado de dinero y  los contratos con IBM y la Bicameral que hizo el seguimiento a la  investigación de los atentados a la embajada de Israel y a la sede de la  DAIA y la AMIA. Esta última le valió una imputación por encubrimiento.  Con la voz rasposa de la noche porteña, se ganó la confianza de Menem,  para quien cantó tangos en el Polideportivo de Olivos. Como es de  palabra fácil, lo cual no quiere decir que tenga facilidad de palabra,  también le encargaron misiones más delicadas. En 1996, cuando el juez  español Baltasar Garzón decidió indagar por crímenes de lesa humanidad a  un centenar de militares y marinos argentinos, Menem dijo que era una  vedette empeñada en acosar a las Fuerzas Armadas con el apoyo de  “argentinos de ultraizquierda”, y Soria integró una delegación  parlamentaria que partió a Madrid para provocar al magistrado. La  excursión terminó en un incidente diplomático. Soria y sus acompañantes  le exigieron que sólo investigara el asesinato de la señora Noemí  Gianotti de Molfino, una argentina secuestrada en Perú en 1980,  trasladada en forma clandestina a Madrid y asesinada allí. De ese modo  cuestionaron la jurisdicción universal invocada por el juez. Garzón los  citó a declarar como testigos y huyeron de España con el rabo entre las  patas. La delegación incluyó a Gustavo Molfino, hijo de la víctima, que  trabajaba en la Cámara de Diputados. Pero una vez en Madrid, Molfino se  distanció de la estrategia de sus empleadores y por el contrario avaló  la actuación del juez español. Soria había descalificado a Garzón como  “un chanta al que vamos a reclamarle que respete el derecho a la  territorialidad argentina”. Pero cuando en el territorio nacional los  jueces argentinos salieron del letargo, también se opuso. En 1998,  Roberto Marquevich ordenó la detención del ex dictador Jorge Videla por  apropiación de hijos de personas detenidas-desaparecidas. Soria lo  cuestionó con una referencia al ex fiscal Luis Moreno Ocampo, quien  alegó que la Cámara Federal que condenó a las Juntas Militares no  encontró pruebas sobre la sustracción de menores. Cierto, pero debido a  la deficiente investigación del propio Moreno Ocampo, subsanada en años  posteriores. También en 1998, Soria firmó un proyecto de ley por el cual  la inmunidad de un legislador en juicios penales y civiles lo  protegería no sólo durante su mandato sino aún después de concluido,  como un fuero personal. En 1999, Soria reclamó una consulta vinculante  sobre un conjunto de leyes de endurecimiento de penas y ablandamiento de  garantías procesales para combatir “los hechos delictivos que tienen en  vilo a todo el pueblo”. El paquete debía votarse, a libro cerrado, por  sí o por no.
[b]Tachuelas en el camino[/b]

Como no consiguió la candidatura del justicialismo rionegrino para  renovar su banca, Duhalde le dio asilo en las listas bonaerenses. Pronto  le pidió que se tomara licencia para asumir como ministro de Justicia y  Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Su primera medida fue dar  marcha atrás con las bajas en la policía bonaerense que había dispuesto  su predecesor, Carlos Arslanian. “Me pregunto si esos efectivos tenían  de verdad malos antecedentes, porque me juego la cabeza que los  verdaderos delincuentes quedaron adentro de la policía y que echamos a  los que ponen el pecho diariamente”, se justificó.


Al asumir la presidencia interina, Duhalde lo designó Secretario de  Inteligencia y le encomendó que negociara con la Corte Suprema de  Justicia para impedir que declarara inconstitucional el corralito. No es  un buen negociador: luego de firmar el fallo temido uno de los supremos  lo caracterizó como “un muchacho conflictivo y prepotente”. Aplicó la  misma técnica, en enero de 2002, para amenazar con el juicio político a  un grupo de jueces y camaristas federales de la Capital si no aceptaban  su exigencia de encarcelar al ex ministro de Economía Domingo Cavallo y a  los banqueros Eduardo Escasany, José y Carlos Rohm, a quienes Duhalde  quería arrojar como lastre para que su gobierno no se hundiera. La  ofrenda de esa banda de los cuatro a la vindicta pública fue concebida  para apaciguar las protestas callejeras que atronaban bajo la consigna  “que se vayan todos”. La historia fue publicada en esta página y dio  lugar a una causa judicial. Curiosidad suprema, la instruyó uno de los  jueces que asistieron a la reunión, quien tomó declaración a sus  colegas. Todos confirmaron que la reunión mencionada se realizó en el  domicilio de una camarista pero sólo Jorge Urso ratificó lo sucedido. El  resto acudió a una versión que describe bien el clima de época. Dijeron  que Soria llegó sin que lo esperaran y que sólo hablaron de la  participación del fuero en el control del orden, amenazado por los  piqueteros. Urso agregó que Soria sostuvo que en los piquetes había  infiltrados de las FARC. Usó para ello los informes del Estado Mayor  Conjunto de las Fuerzas Armadas. La sala II de la Cámara Federal  consideró lo sucedido “un verdadero agravio a la independencia que  debería regir la conducta de los jueces en su relación con otros poderes  del Estado”, pero ante la omisión de los testigos no pudo dar los  hechos por probados. Aquella versión castrense fue retomada por Soria  meses después en un informe que sirvió de justificación para prohibir  las movilizaciones piqueteras y disponer un gigantesco operativo de  control que culminó, en junio de 2002, con el asesinato en la estación  Avellaneda de los jóvenes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
[b]Brutos e inútiles[/b]

La acusación de un presunto complot para derrocar a las autoridades  se basó en la grabación de los discursos y ponencias en la Segunda  Asamblea Nacional de Piqueteros. Proponían la toma del poder mediante un  nuevo 19 y 20 de diciembre, porque “o los echamos o nos destruyen”.  Nada que no estuviera al alcance de cualquier interesado en la prensa  partidaria y en los comunicados de las propias organizaciones. Hace más  de un siglo Juan Bautista Alberdi escribió en Facundo y su biógrafo que  “no es terrorista todo el que quiere serlo. Sólo aterra en realidad el  que tiene el poder efectivo de infligir el mal impunemente”. Un  comisario y un suboficial de la policía bonaerense fueron condenados a  prisión perpetua por esos crímenes. Alberto Santillán exigió que también  fueran procesados los responsables intelectuales del asesinato de su  hijo, entre ellos Duhalde y Soria. Pocos días después de la emboscada de  Avellaneda, la entonces senadora CFK reveló que Soria había ordenado un  seguimiento e investigación sobre todas las actividades suyas y de  Néstor Kirchner, e identificó inclusive a los tres agentes encargados de  la tarea. Luego de los asesinatos y de la denuncia de Cristina, Soria  renunció a la SI y Duhalde adelantó para abril los comicios de octubre  de 2003. Desde entonces Duhalde y Soria mantienen una relación  indestructible. Inclusive el año pasado y ya en campaña por la  gobernación. Soria dijo que coincidía con muchas políticas del gobierno,  pero que su corazón estaba con Duhalde. Esto no fue obstáculo para que  homenajeara a Kirchner en los actos en apoyo de su candidatura  intragable, en presencia de Alicia, Boudou, Mariotto y Pichetto. Con  pudor por el pasado, la hermana del ex presidente dijo que Soria tenía  un compromiso con el futuro, y que “para el proyecto nacional y popular  nos necesita a todos y a todas, con la fuerza de Cristina”.


En 2009 Soria dijo que la máxima autoridad judicial de la provincia  era “un tribunal de brutos” y sus miembros tres “inútiles”. En una frase  de campaña, Soria se dirigió a la fórmula rival con jactancia por el  apoyo nacional: “Ellos no van a tener ni la foto, que la tenemos con  Cristina, ni el apoyo que lo tenemos hoy y no tendrán más la provincia  ya que triunfaremos nosotros”, balbuceó. En febrero Cristina lo recibió  unos minutos y permitió que les tomaran la foto, que la Presidencia no  incluye en su página electrónica.
[b]Una buena persona[/b]

En mayo de 1994, Menem dijo que “por opiniones que recibo pareciera  que Erich Priebke es una buena persona”. Su corresponsal privilegiado en  la zona era Soria. Este y otros diarios publicaron una foto histórica,  en la que Soria comparte buena mesa y sonrisas con ese criminal de  guerra nazi, acusado por el asesinato de 335 personas en las Fosas  Ardeatinas de Roma. La Cámara de Apelaciones de General Roca negó la  extradición del ex capitán de las SS por considerar que aquellos  homicidios constituían un crimen prescripto. Pero la Corte Suprema  revocó ese fallo y consignó que ningún plazo impide juzgar los delitos  contra la humanidad. Priebke fue enviado a Italia, donde recibió una  condena a prisión perpetua que, a sus 98 años, cumple en arresto  domiciliario. Ese fallo de 1995 abrió el camino para los que diez años  después confirmarían la reapertura de los procesos contra los ejecutores  de la dictadura argentina. Según Soria, la publicación de la foto fue  una operación sucia del radicalismo, pero no explicó en qué consistía.  “No me arrepiento de esa foto, sacada con una intendenta de Bariloche”,  dijo en El Bolsón, donde él y su hijo, el legislador provincial Martín  Soria, agredieron a dos periodistas que inquirían sobre el tema. Agregó  que había estudiado en la escuela de Bariloche que dirigía Priebke, y  que cuando fue diputado nacional le regaló una bandera de ceremonias.  “Te voy a romper el culo, así te lo voy a dejar, te falta poco, a partir  del 10 de diciembre te vas a tener que buscar otro laburo. Deberías  tirarte al lago y tomar toda esa mierda que tiene”, dice el periodista  Fabián Balasz que le contestó Soria ante una pregunta por la foto con  Priebke. Agregó que además lo hizo sacar del lugar. Durante su escala en  Viedma de la misma gira dijo que el gobernador Saiz era “un pelotudo”.  El ex gobernador Pablo Verani replicó que no se trataba de exabruptos,  sino de un estilo de vida. Parece hereditario. El legislador provincial  Martín Soria, hijo del candidato, fue denunciado por el cronista de FM  Líder Darío Chavarría por tomarlo del cuello desde atrás amenazarlo con  que “cuando fueran gobierno me cerrarían la radio”. Las amenazas no se  quedaron en palabras. La candidata a la Legislatura en la lista de  Soria, Ana Piccinini, mandó a espiar a 300 personas, entre ellas  periodistas. Según la subsecretaria de Derechos Humanos provincial,  Gladys Cofré, la Defensoría del Pueblo confirmó que Nosis había sido  contratada por su ex titular Piccinini, quien poseía las claves de  ingreso y realizaba las consultas para investigar a legisladores,  funcionarios, periodistas y sus familiares. La ex defensora admitió en  una entrevista radial haber investigado a varios periodistas que se  refirieron en forma crítica a Soria y reprodujeron la foto con Priebke.  Según su curiosa explicación, lo hizo porque consideró malsana y mal  intencionada “la publicación de la foto porque en realidad Priebke está  con la intendenta de Bariloche y no con el candidato a gobernador Carlos  Soria” (sic). Esto tendría “una intencionalidad manifiesta en desmedro  de la imagen del candidato. No me parece ni delictivo ni una tarea de  espionaje. Yo no fui a seguirlo, porque no va con mi ideología ni con mi  manera de comportarme. Lo que sí me parece importante es saber quiénes  son los actores de los procesos, tener toda la información disponible y  eso es lo que nosotros consideramos que nos dio un éxito muy importante  en nuestra gestión”, concluyó.

Página/12 :: El país :: La vergüenza de haber sido

EL COMENSAL DE PRIEBKE QUE ASPIRA A GOBERNAR RIO NEGRO La vergüenza de haber sido

		En las últimas elecciones provinciales previas a la  presidencial, justicialistas y radicales disputan la gobernación de Río  Negro con los colores nacionales de la presidente CFK. Uno de los  candidatos, Carlos Soria, simboliza lo peor de la década  menem-duhaldista, reciclado de ocasión. Su candidatura plantea cuáles  son los límites de lo tolerable para el kirchnerismo, mientras la UCR  retrograda hacia el carácter de un partido municipal.

Por Horacio Verbitsky

Hoy se realizará en Río Negro la última elección provincial previa a las presidenciales. Las restantes serán el mismo 23 de octubre, en Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Con la solitaria excepción de Catamarca, en todas las anteriores se impusieron los respectivos oficialismos. Río Negro es la única provincia que el radicalismo gobierna sin pausa desde 1983 y una de las últimas cuatro administradas por ese partido, que se reducirán a tres en diciembre por la derrota en Catamarca, o a dos según los resultados de hoy en el Comahue. En cualquier caso, parece en vías de reconversión a poco más que un partido municipal, con sus victorias en las capitales de Córdoba y Mendoza, mientras retrocede en la Nación y las provincias. La mitad de las que gobierna, Río Negro y Santiago del Estero, adhirieron al kirchnerismo desde la UCR en 2007 y no defeccionaron junto con Julio Cobos. De las que retiene, sólo Corrientes tiene un gobierno radical puro, el de Ricardo Colombi.
La dentadura del Gringo

Un padrón de 440.134 personas votarán en 1312 mesas mixtas  instaladas en 232 colegios de Río Negro, para escoger gobernador y vice,  46 diputados provinciales titulares y sus respectivos suplentes e  intendentes en 20 municipios. Tanto el candidato radical César Barbeito  (con el sello Concertación para el Desarrollo), como el justicialista  Carlos Soria (Frente para la Victoria), apoyan a la presidente CFK, que  en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del mes pasado,  obtuvo allí el 60 por ciento de los votos, seguida por Ricardo Alfonsín  con el 13,4. Los dos candidatos han hecho campaña con fotografías de  Cristina, que nunca se pronunció sobre las elecciones provinciales,  aunque a fines del año pasado y a principios de éste recibió a Soria, a  quien acompañaba su resignado rival interno, Miguel Pichetto. Otro  kirchnerista de Río Negro, Osvaldo Nemirovsci, recibió un cordial pedido  de permanecer en la coordinación general del Sistema de Televisión  Digital Argentina. La cuñada de Cristina, Alicia Kirchner, sus vices  nacional y bonaerense, Amado Boudou y Gabriel Mariotto, realizaron actos  en Río Negro en favor de Soria, a quien le encontraron una dentadura  más perfecta que la de Felipe Solá. Desde un punto de vista  cuantitativo, el gobierno nacional no pone nada en juego, en una  provincia cuya incidencia en el padrón nacional no pasa del 1,3 por  ciento del total y en la que ambas fórmulas apoyan a Cristina. Pero en  cambio la proximidad con Soria marca un serio déficit cualitativo. El  candidato, y actual intendente de General Roca, es uno de los personajes  más oscuros de la larga década menemista-duhaldista y pesan sobre él  cargos éticos y políticos ilevantables. También tiene pendiente una  gravísima causa en los tribunales, que no ha avanzado por el manifiesto  desinterés judicial. Es cierto que el primer deber de un liderazgo  político cuando hay elecciones es ganarlas. Pero no a cualquier precio.  Además, si el resultado fuera distinto, cosa que puede ocurrir cuando se  trata del voto popular, podría darse una temible combinación  gardeliana: la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
[b]Un chanta[/b]

Hijo de un dirigente peronista bonaerense que se radicó en General  Roca luego de su detención por la dictadura de 1955, Soria hizo en esa  ciudad su carrera política. Con el triunfo de la fórmula Menem-Duhalde  se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza de José Luis  Manzano en el Congreso y lo asesoró sobre inversiones en tierras en el  Comahue. Por esta vía llegó a integrar y/o presidir las importantes  comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Juicio Político, las  que investigaron la mafia en aeropuertos y correos, el lavado de dinero y  los contratos con IBM y la Bicameral que hizo el seguimiento a la  investigación de los atentados a la embajada de Israel y a la sede de la  DAIA y la AMIA. Esta última le valió una imputación por encubrimiento.  Con la voz rasposa de la noche porteña, se ganó la confianza de Menem,  para quien cantó tangos en el Polideportivo de Olivos. Como es de  palabra fácil, lo cual no quiere decir que tenga facilidad de palabra,  también le encargaron misiones más delicadas. En 1996, cuando el juez  español Baltasar Garzón decidió indagar por crímenes de lesa humanidad a  un centenar de militares y marinos argentinos, Menem dijo que era una  vedette empeñada en acosar a las Fuerzas Armadas con el apoyo de  “argentinos de ultraizquierda”, y Soria integró una delegación  parlamentaria que partió a Madrid para provocar al magistrado. La  excursión terminó en un incidente diplomático. Soria y sus acompañantes  le exigieron que sólo investigara el asesinato de la señora Noemí  Gianotti de Molfino, una argentina secuestrada en Perú en 1980,  trasladada en forma clandestina a Madrid y asesinada allí. De ese modo  cuestionaron la jurisdicción universal invocada por el juez. Garzón los  citó a declarar como testigos y huyeron de España con el rabo entre las  patas. La delegación incluyó a Gustavo Molfino, hijo de la víctima, que  trabajaba en la Cámara de Diputados. Pero una vez en Madrid, Molfino se  distanció de la estrategia de sus empleadores y por el contrario avaló  la actuación del juez español. Soria había descalificado a Garzón como  “un chanta al que vamos a reclamarle que respete el derecho a la  territorialidad argentina”. Pero cuando en el territorio nacional los  jueces argentinos salieron del letargo, también se opuso. En 1998,  Roberto Marquevich ordenó la detención del ex dictador Jorge Videla por  apropiación de hijos de personas detenidas-desaparecidas. Soria lo  cuestionó con una referencia al ex fiscal Luis Moreno Ocampo, quien  alegó que la Cámara Federal que condenó a las Juntas Militares no  encontró pruebas sobre la sustracción de menores. Cierto, pero debido a  la deficiente investigación del propio Moreno Ocampo, subsanada en años  posteriores. También en 1998, Soria firmó un proyecto de ley por el cual  la inmunidad de un legislador en juicios penales y civiles lo  protegería no sólo durante su mandato sino aún después de concluido,  como un fuero personal. En 1999, Soria reclamó una consulta vinculante  sobre un conjunto de leyes de endurecimiento de penas y ablandamiento de  garantías procesales para combatir “los hechos delictivos que tienen en  vilo a todo el pueblo”. El paquete debía votarse, a libro cerrado, por  sí o por no.
[b]Tachuelas en el camino[/b]

Como no consiguió la candidatura del justicialismo rionegrino para  renovar su banca, Duhalde le dio asilo en las listas bonaerenses. Pronto  le pidió que se tomara licencia para asumir como ministro de Justicia y  Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Su primera medida fue dar  marcha atrás con las bajas en la policía bonaerense que había dispuesto  su predecesor, Carlos Arslanian. “Me pregunto si esos efectivos tenían  de verdad malos antecedentes, porque me juego la cabeza que los  verdaderos delincuentes quedaron adentro de la policía y que echamos a  los que ponen el pecho diariamente”, se justificó.


Al asumir la presidencia interina, Duhalde lo designó Secretario de  Inteligencia y le encomendó que negociara con la Corte Suprema de  Justicia para impedir que declarara inconstitucional el corralito. No es  un buen negociador: luego de firmar el fallo temido uno de los supremos  lo caracterizó como “un muchacho conflictivo y prepotente”. Aplicó la  misma técnica, en enero de 2002, para amenazar con el juicio político a  un grupo de jueces y camaristas federales de la Capital si no aceptaban  su exigencia de encarcelar al ex ministro de Economía Domingo Cavallo y a  los banqueros Eduardo Escasany, José y Carlos Rohm, a quienes Duhalde  quería arrojar como lastre para que su gobierno no se hundiera. La  ofrenda de esa banda de los cuatro a la vindicta pública fue concebida  para apaciguar las protestas callejeras que atronaban bajo la consigna  “que se vayan todos”. La historia fue publicada en esta página y dio  lugar a una causa judicial. Curiosidad suprema, la instruyó uno de los  jueces que asistieron a la reunión, quien tomó declaración a sus  colegas. Todos confirmaron que la reunión mencionada se realizó en el  domicilio de una camarista pero sólo Jorge Urso ratificó lo sucedido. El  resto acudió a una versión que describe bien el clima de época. Dijeron  que Soria llegó sin que lo esperaran y que sólo hablaron de la  participación del fuero en el control del orden, amenazado por los  piqueteros. Urso agregó que Soria sostuvo que en los piquetes había  infiltrados de las FARC. Usó para ello los informes del Estado Mayor  Conjunto de las Fuerzas Armadas. La sala II de la Cámara Federal  consideró lo sucedido “un verdadero agravio a la independencia que  debería regir la conducta de los jueces en su relación con otros poderes  del Estado”, pero ante la omisión de los testigos no pudo dar los  hechos por probados. Aquella versión castrense fue retomada por Soria  meses después en un informe que sirvió de justificación para prohibir  las movilizaciones piqueteras y disponer un gigantesco operativo de  control que culminó, en junio de 2002, con el asesinato en la estación  Avellaneda de los jóvenes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
[b]Brutos e inútiles[/b]

La acusación de un presunto complot para derrocar a las autoridades  se basó en la grabación de los discursos y ponencias en la Segunda  Asamblea Nacional de Piqueteros. Proponían la toma del poder mediante un  nuevo 19 y 20 de diciembre, porque “o los echamos o nos destruyen”.  Nada que no estuviera al alcance de cualquier interesado en la prensa  partidaria y en los comunicados de las propias organizaciones. Hace más  de un siglo Juan Bautista Alberdi escribió en Facundo y su biógrafo que  “no es terrorista todo el que quiere serlo. Sólo aterra en realidad el  que tiene el poder efectivo de infligir el mal impunemente”. Un  comisario y un suboficial de la policía bonaerense fueron condenados a  prisión perpetua por esos crímenes. Alberto Santillán exigió que también  fueran procesados los responsables intelectuales del asesinato de su  hijo, entre ellos Duhalde y Soria. Pocos días después de la emboscada de  Avellaneda, la entonces senadora CFK reveló que Soria había ordenado un  seguimiento e investigación sobre todas las actividades suyas y de  Néstor Kirchner, e identificó inclusive a los tres agentes encargados de  la tarea. Luego de los asesinatos y de la denuncia de Cristina, Soria  renunció a la SI y Duhalde adelantó para abril los comicios de octubre  de 2003. Desde entonces Duhalde y Soria mantienen una relación  indestructible. Inclusive el año pasado y ya en campaña por la  gobernación. Soria dijo que coincidía con muchas políticas del gobierno,  pero que su corazón estaba con Duhalde. Esto no fue obstáculo para que  homenajeara a Kirchner en los actos en apoyo de su candidatura  intragable, en presencia de Alicia, Boudou, Mariotto y Pichetto. Con  pudor por el pasado, la hermana del ex presidente dijo que Soria tenía  un compromiso con el futuro, y que “para el proyecto nacional y popular  nos necesita a todos y a todas, con la fuerza de Cristina”.


En 2009 Soria dijo que la máxima autoridad judicial de la provincia  era “un tribunal de brutos” y sus miembros tres “inútiles”. En una frase  de campaña, Soria se dirigió a la fórmula rival con jactancia por el  apoyo nacional: “Ellos no van a tener ni la foto, que la tenemos con  Cristina, ni el apoyo que lo tenemos hoy y no tendrán más la provincia  ya que triunfaremos nosotros”, balbuceó. En febrero Cristina lo recibió  unos minutos y permitió que les tomaran la foto, que la Presidencia no  incluye en su página electrónica.
[b]Una buena persona[/b]

En mayo de 1994, Menem dijo que “por opiniones que recibo pareciera  que Erich Priebke es una buena persona”. Su corresponsal privilegiado en  la zona era Soria. Este y otros diarios publicaron una foto histórica,  en la que Soria comparte buena mesa y sonrisas con ese criminal de  guerra nazi, acusado por el asesinato de 335 personas en las Fosas  Ardeatinas de Roma. La Cámara de Apelaciones de General Roca negó la  extradición del ex capitán de las SS por considerar que aquellos  homicidios constituían un crimen prescripto. Pero la Corte Suprema  revocó ese fallo y consignó que ningún plazo impide juzgar los delitos  contra la humanidad. Priebke fue enviado a Italia, donde recibió una  condena a prisión perpetua que, a sus 98 años, cumple en arresto  domiciliario. Ese fallo de 1995 abrió el camino para los que diez años  después confirmarían la reapertura de los procesos contra los ejecutores  de la dictadura argentina. Según Soria, la publicación de la foto fue  una operación sucia del radicalismo, pero no explicó en qué consistía.  “No me arrepiento de esa foto, sacada con una intendenta de Bariloche”,  dijo en El Bolsón, donde él y su hijo, el legislador provincial Martín  Soria, agredieron a dos periodistas que inquirían sobre el tema. Agregó  que había estudiado en la escuela de Bariloche que dirigía Priebke, y  que cuando fue diputado nacional le regaló una bandera de ceremonias.  “Te voy a romper el culo, así te lo voy a dejar, te falta poco, a partir  del 10 de diciembre te vas a tener que buscar otro laburo. Deberías  tirarte al lago y tomar toda esa mierda que tiene”, dice el periodista  Fabián Balasz que le contestó Soria ante una pregunta por la foto con  Priebke. Agregó que además lo hizo sacar del lugar. Durante su escala en  Viedma de la misma gira dijo que el gobernador Saiz era “un pelotudo”.  El ex gobernador Pablo Verani replicó que no se trataba de exabruptos,  sino de un estilo de vida. Parece hereditario. El legislador provincial  Martín Soria, hijo del candidato, fue denunciado por el cronista de FM  Líder Darío Chavarría por tomarlo del cuello desde atrás amenazarlo con  que “cuando fueran gobierno me cerrarían la radio”. Las amenazas no se  quedaron en palabras. La candidata a la Legislatura en la lista de  Soria, Ana Piccinini, mandó a espiar a 300 personas, entre ellas  periodistas. Según la subsecretaria de Derechos Humanos provincial,  Gladys Cofré, la Defensoría del Pueblo confirmó que Nosis había sido  contratada por su ex titular Piccinini, quien poseía las claves de  ingreso y realizaba las consultas para investigar a legisladores,  funcionarios, periodistas y sus familiares. La ex defensora admitió en  una entrevista radial haber investigado a varios periodistas que se  refirieron en forma crítica a Soria y reprodujeron la foto con Priebke.  Según su curiosa explicación, lo hizo porque consideró malsana y mal  intencionada “la publicación de la foto porque en realidad Priebke está  con la intendenta de Bariloche y no con el candidato a gobernador Carlos  Soria” (sic). Esto tendría “una intencionalidad manifiesta en desmedro  de la imagen del candidato. No me parece ni delictivo ni una tarea de  espionaje. Yo no fui a seguirlo, porque no va con mi ideología ni con mi  manera de comportarme. Lo que sí me parece importante es saber quiénes  son los actores de los procesos, tener toda la información disponible y  eso es lo que nosotros consideramos que nos dio un éxito muy importante  en nuestra gestión”, concluyó.

Página/12 :: El país :: La vergüenza de haber sido

Con tal de ganar voto$ da para todo la política de cupula argentina…

Pero fijate que precisamente Rio Negro tiene peso nulo en elecciones nacionales, representa el 1,4 % del padrón. Claramente hay errores de posicionamiento del gobierno nacional y/o interes económicos concretos. En este caso no pasa por el caudal de votos que pueda aportar.

Buena nota del perro como siempre pero me parece que mucha tela para cortar no hay.

En una provincia van a haber elecciones y se necesita que el candidato a gobernador este en sintonía con el gobierno nacional. ¿Es un candidato de consistencia inestable? Y bueh, mala suerte. Real politik lo demás, castillos de cristales…

No entiendo, si los votos los pone Cristina, qué necesidad de albergar lacras como esta?

La verdad no sabía esto de Soria. Es el intendente de la ciudad donde nací yo y voy 3 veces por año. Por lo que me dijeron su mandato en Roca fue buenísimo. Hizo un montón de cosas.
Conozco al hijo porque ha ido a comprar al negocio de mi abuelo…y probablemente en unos años él sea intendente en Roca.
Otra cosa, fija que gana el tipo este, es muy querido allá.
También escuché rumores de que Soria salió con CFK en un momento, que tan cierto es?

Vos citaste el concepto de real politik incluso el día que Mendez voló Río Tercero, no?

La realpolitik se aplica en gobiernos nacionales y populares como los peronistas y kirchneristas. Defendiendo intereses nobles como son los de la mayoría del pueblo argentino.

Desde el discurso somos todos nacionales y populares…

Decir que acompañas a Cristina te habilita para ser una lacra, porque la “realpolitik” dice que es necesario tener aliados ahí. Copado, así sí ganamos todos :roll::roll::roll::roll:

iba a poner exactamente lo mismo…

Así son las reglas de juego.

Es esto o un Piñera o nuestro Piñera local

pense que era una nota de scioli, que mente podrida la mia.

el fin justifica los medios…

No existe la ética cuando un pibe se muere de hambre.

? y vos pensas que tipos como este o jenefes en jujuy van a evitarlo? les chupa un huevo y la mitad del otro…


el actual senador y futuro vicegobernador de Jujuy, Guillermo Jenefes, del FPV, lo unico que le interesa es el Fondo Especial del Tabaco, porque? porque él tiene grandes extensiones de ese cultivo, eso es todo… ese el proyecto nacional en Jujuy

Estos tipos no sé, los que sí, son los que votan desde Río Negro en las cámaras las leyes del proyecto nacional.

La denuncia de espionaje que distanció a Cristina de Carlos Soria

En 2002 la ex senadora acusó al mandatario electo de Río Negro, quien dirigía la SIDE de Duhalde, de espiar a Néstor Kirchner. Cómo Aníbal F. la criticó.

Cristina y Néstor Kirchner en un acto y el ex titular de la SIDE Carlos Soria, ahora gobernador electo de Río Negro. CFK lo acusó de espiarlos cuando Néstor ya se perfilaba como

candidato a presidente dentro del PJ.

“La senadora peronista disidente aseguró que una carpeta de la SIDE contiene instrucciones para hacer seguimientos de Néstor Kirchner a fin de detectar hábitos, comitivas, entorno, infraestructura y posibles puntos débiles”, informó Página 12 el 18 de julio de 2002. El texto lo firmaba Martín Granovsky, quien luego sería una espada K en la dirección de la agencia Télam.

El diario ultraK, entonces crítico del gobierno de Duhalde tras las muertes de Kosteki y Santillán, revelaba el documento instructivo que, para la otrora senador nacional, fue ordenado por el entonces jefe de la SIDE y hoy gobernador electo de Río Negro, Carlos “Gringo” Soria, para espiar al entonces gobernador de Santa Cruz.
Cristina acudió con su carpeta al programa “La Cornisa”, de Luis Majul, y aseguró que un alto prelado de la Iglesia católica también le había advertido que cualquier cosa podría pasar en la campaña electoral, “incluso un magnicidio”, apuntó el diario de Horacio Verbitsky. Para entonces, Néstor Kirchner ya era aspirante a la Rosada.
“Alguien quiere que en lugar de discutir valores sociales toda la Argentina se ponga a discutir de seguridad, y no hay por qué regalarle el valor de orden a la derecha”, dijo Cristina Kirchner a Página 12. “Cuando uno mira el instructivo de la SIDE se da cuenta de que todos estamos en libertadcondicional”, agregó.
El informe. Según el libro de investigación La SIDE, del periodista Gerardo Young, aquel informe de 2002 señalaba que “Kirchner era un tipo extraño, que en Santa Cruz se mostraba conservador y pragmático, pero hacia afuera irradiaba una imagen progresista y combativa. En algo coincidían todos: Kirchner era desconfiado, Kirchner se movía en círculos pequeños, Kirchner no delegaba fácilmente”.
Anibalada pre-histórica. Cristina afirmó entonces que las instrucciones partieron de Soria y mencionó a Gustavo Mango, director de Reunión, Marcelo Pérez, delegado de la SIDE en Santa Cruz y Néstor “el Perro” Fragale.

El gobierno duhaldista negó los hecho. Le tocó hacerlo, como lo fue siempre en el gobierno K, a Aníbal Fernández, entonces secretario general de la Presidencia de Duhalde.
Página 12 señaló aquel día que Aníbal F. pidió “diez minutos, un papel A4, una buena impresora y hago uno más lindo”. Fernández dijo que le suena “raro”, que eso “no pasa en ningún país del mundo”. Según el secretario, “es el típico concepto del barrio, del que manda a seguir a un tipo y lo pasa: no me van a decir a mí que le van a dar un instructivo por escrito para hacer una cosa de esas características cuando en este país la ley de Inteligencia claramente lo impide”.
“Mala onda”. Ese pedido de la SIDE enemistó al matrimonio Kirchner con Soria hasta la asunción del patagónico en mayo de 2003. El fallecido ex presidente reemplazó a Soria por un hombre de confianza, Sergio Acevedo, su sucesor en la gobernación santacruceña. En ese momento la relación Kirchner-Soria se recompuso parcialmente.
Es que según reveló Alfredo Leuco el 17 de octubre de 2010 en su columna del diario PERFIL “Sergio Acevedo recibió el expediente completo de los Kirchner como una muestra de subordinación a la nueva conducción. De todos modos, las copias de esos trabajos ultrasensibles fueron prolijamente sacadas del organismo y siguen en manos de ex funcionarios que las guardan celosamente como una forma de amenaza o de autodefensa por si se meten con ellos”.
Inteligencia bajo sospecha. El gobernador electo de Río Negrofue nombrado a cargo de los servicios de inteligencia por sus contactos con la CIA, el Mossad y agencia alemana. De hecho, en abril 2002 la oposición lo acusó de querer armar una nueva “servilleta”, como la que había confeccionado el ministro del Interior menemista, Carlos Corach, "para tener jueces federales y de la Corte que persigan a enemigos del Gobierno".
En enero de ese año, un juez federal le reveló a la revista NOTICIAS que el entonces jefe de la SIDE lo había llamado en enero “para sugerirle” que detuviera al ex ministro de Economía Domingo Cavallo en la causa en la que se lo investigaba por “contrabando agravado”.

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Los votos los pone Cristina. Personas limpias que comulguen con sus ideas (que es lo que les interesa) seguro hay. No hay ética cuando se muere un pibe de hambre… un pibe se muere de hambre porque alguien se quedó con plata que iba para él o hizo negocio con su hambre. Y estos tipos estás avalando.