Un papá Monumental

Definitivamente y con todo el dolor del alma te digo… ya no hay bandera viva, para izar con honor.
La robaron tambien.

Gracias :(:(:cry:

“No podemos comprar jugadores baratos porque somos como el teatro Colon: no canta cualquiera”

Grande Antonio.

Que Maestro , Por Favor

Hay una anécdota muy buena con Labruna. Cuando era pibe, Angelito no se decidía, ya que practicaba fútbol y básquet a la vez. Parece que le habían prometido un laburo si firmaba para el básquet, entonces así dejaría el fútbol; y ahí apareció Liberti y les dijo a los empleados ¨al que le de un empleo al pibe Labruna lo rajo a la mierda¨.

Lamento que no hayamos tenido ese legado en los dirigentes que vinieron después, ni hablar en estos nefastos últimos 10 años donde hicieron mierda a River. Yo creo que si existieron un Labruna y un Liberti algún día van a volver a existir un Labruna y un Liberti que refunden a River. Seguramente no van a llegar con bombas y platillos, sino silenciosos y desde abajo.

Como dijeron muchos, tenemos hinchas tan pelotudos que ni siquiera saben quien le dio el nombre al glorioso Monumental.

Perdon !

Un gran visionario Liberti.

Ojala exisitieran dirigentes como lo fue el. No solo en River, si no en todo el futbol argentino. Comenzando por la AFA.

[SIZE=2]"Dios no me dio la suerte de tener hijos; ese lugar lo ocupa River". Una frase que define a Antonio Vespucio Liberti. Su amor por River, el club que se convirtió en su hogar. Empezó llevándole la valija a los jugadores y terminó ocupando la presidencia del Club por más de veinte años. Era hijo de genoveses, manejó una fortuna y murió en la pobreza a los 76 años.

Fue el principal gestor de los famosos pases que dejaron con la boca abierta al fútbol nacional. Viajaba a menudo a Europa buscando nuevos talentos. Y, como todo innovador, fue una persona tan admirada como criticada. Era un hombre autoritario y personalista, con una capacidad extraordinaria para anticipar el futuro.
Ocupó la presidencia por primera vez entre 1933 y 1935. Volvió en 1939. Después, desde el '43 al '52. Y el último, entre el '60 y el '67.

Su gran sueño era construir el Monumental tomando los terrenos que estaban sobre el río, la gente decía que estaba loco. Aconsejó a muchos riverplatenses adquirir terrenos en la zona (Angelito Labruna, Pipo Rossi y Pinino Más, entre otros hicieron sus casas en lo que hoy es Nuñez). Esos terrenos que se inundaban hoy son Barrio River. Pidió donaciones de cemento para construir la cancha.

Liberti era un hombre más bien calvo y gordo, muchos le decían El Gordo Liberti, y tenía un gran carisma, fundamental en la conducción de un club como River. Tenía muchos seguidores y, por su forma de ser, también muchos opositores fuertes. Pero a la larga, él los llamaba y los ponía en la conducción. Tenía amplitud de criterio cuando veía a alguien que era un verdadero riverplatense que trabajaba por el Club. Y además de su predilección por los jugadores del semillero de River, también traía jugadores de gran cartel para darle jerarquía al equipo, ganar campeonatos y venderlos bien al exterior.

El influía mucho en las decisiones sobre el equipo, se metía mucho en el fútbol. Hablaba con los técnicos, les daba instrucciones, quería estar en todos los detalles. Los niños mimados de Liberti eran los jugadores que venían de las Inferiores.
Aunque en su época los jugadores ganaban todos más o menos igual, Liberti los peleaba mucho por la plata, defendía a River a muerte en ese aspecto económico. Y en el Club todos lo conocían, porque andaba siempre entre los socios. Estaba en todo, y entendía que River no tenía que ser sólo un club de fútbol. 

Es el primero que tuvo un complejo deportivo en su estadio y varios atletas destacados.
Hacia los años '60 compitió con Alberto J. Armando (presidente de boca), gastó mucha plata en figuras extranjeras, no le fue bien y lo criticaron.
Liberti veía los partidos desde el palco pero, cuando iba a algunas canchas, se entreveraba para mirarlo desde otros lugares, por ahí iba a la popular con su camisa, corbata y traje, y con sombrero, o el rancho en verano.

No sólo consiguió su objetivo, sino que también logró que cuando se hablara de la cancha, inevitablemente aparezca su recuerdo. El 29 de noviembre de 1986, tras cumplirse diez años de su muerte, el Monumental fue bautizado con su nombre. 

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