La renovación de Juanfer no es tan fácil
¿En serio hay alguien que piensa que el técnico, la dirección deportiva y la dirigencia de River no quieren a Juanfer? Esta es una columna de las incómodas. Uno está escribiendo mientras se mantienen negociaciones generalmente en secreto que exceden largamente las posibilidades de las personas normales como nosotros. Pero ya que estamos y es evidente que el tema de la renovación de Juanfer se lleva la mayoría de las interacciones del mundo River por estos días, hablemos del tema, hagamos una reflexión entre nosotros.
Vamos a empezar por reconocer que lo más fácil para todos sería arreglar y listo. No pienso referirme al tema económico, que siempre es complicado y más cuando hablamos de futbolistas que tienen ingresos incomparables con la gente de a pie. Más aún cuando vivimos en un país con reglas distorsionadas y dificultades por todos conocidas.
Los dirigentes se sacan el quilombo de encima firmándole a Juanfer el contrato que pide. Y punto. Ya está. Se terminó el problema y todos contentos. Al menos aparentemente, porque luego viene la fase más profunda que es el orden interno, pero dejemos el análisis por ahora en el todos contentos. Sobre todo el hincha. Feliz de tener a uno de nuestros grandes ídolos en el club. Porque Juanfer es el gol de Madrid pero también es ese zurdo exquisito que parece nacido para ser el 10 de River. Es además el que le leyó la carta al Muñeco en el medio del Monumental y también podría ser uno de los abanderados en la búsqueda de grandes objetivos. Me encanta. Es un fenómeno.
¿Coincidimos todos entonces en que sería lo más fácil? Entonces viene la pregunta. ¿Por qué todavía no se arregló? Porque generalmente en la gestión se hace lo que se puede hacer, no lo que uno quiere o lo que le conviene. Lo más fácil entonces para los dirigentes es decidir que el club pague el contrato para ellos tener tranquilidad y que nadie se enoje.
Durante muchos años en River padecimos malas administraciones que pusieron al club en un lugar muy oscuro del que esta gestión lo rescató. Digo esta gestión porque esta dirigencia estuvo codo a codo con D’Onofrio y es la continuidad. Hablar bien de los dirigentes tampoco es bien visto, porque incluso haciendo bien las cosas no suelen gozar del afecto de la gente y el periodista que aprueba la gestión es porque está entongado, según el imaginario popular.
Entonces volvemos a lo mismo. El secreto de la gestión es hacer lo que uno piensa que es lo mejor y aceptar las consecuencias de las decisiones que se toman. Es imposible conformar a todos y no siempre el camino más fácil es el camino correcto. Por lo demás, a todos les caben las generales de la ley. Es imposible acertar siempre y los errores existen en toda gestión. El tema es tomar las decisiones convencidos.
River quiere a Juanfer y Juanfer quiere a River. Acá lo que se está discutiendo es un contrato. Eso, queridos amigos, no es tan fácil de resolver. Sobre todo porque en Argentina dos más dos no son cuatro. Ojalá esta historia continúe pero si no se llega a un acuerdo, estaría bueno pensar que todos los actores de esta historia quieren lo mejor para River.
Veámoslo de esta manera: ¿no les gustaría tener a Julián, Enzo Fernández, Exequiel Palacios y Montiel en el equipo? ¿Estaría bueno, no? En fin, creo que habiendo repatriado a Nacho Fernández y a Kranevitter está claro que el objetivo es tener el mejor plantel posible para ir por grandes cosas pese a la salida del Muñeco.
Todos queremos lo mejor para River.