Valve ha vuelto a introducir una modificación significativa en sus directrices para los desarrolladores que quieren publicar sus juegos en Steam, que podría en este caso tener implicaciones muy preocupantes para muchos estudios, especialmente los Indie. Y es que Valve, como propietaria de Steam que es la plataforma más utilizada en el mundo, ostenta una posición dominante en el mercado que le permite implementar políticas con un impacto significativo en todo el ecosistema de desarrolladores.
A partir de ahora, Valve se reserva el derecho de prohibir la publicación de juegos que violen las reglas de bancos y procesadores de pago (tales como VISA, MasterCard e incluso PayPal), incluso si dichos títulos no infringen las normas de Steam ni las leyes de los países donde se publiquen.
Este nuevo criterio ha sido publicado de forma bastante discreta en la plataforma de desarrolladores de Steam, y añade una cláusula bastante ambigua aunque preocupante: «No permitimos contenido o comportamientos que violen las políticas de nuestros procesadores de pago o bancos asociados«. La falta de más datos en esta inclusión ha generado bastante inquietud en la comunidad, y el por qué en seguida de lo explicamos.
Una puerta abierta a la censura financiera en Steam
El principal problema de esta política es la falta de transparencia. Otras restricciones en Steam, tales como el contenido sexual, violencia extrema o apuestas están claramente delimitadas, pero este nuevo veto no especifica qué temáticas, mecánicas o elementos podrían ser considerados contrarios a las políticas de las entidades financieras. Además, en la práctica esto convierte a bancos y procesadores de pago en actores con capacidad directa de censura sobre qué juegos pueden o no publicarse en la tienda de juegos de PC más importante del mundo.
Algunos desarrolladores no se han hecho esperar para publicar su preocupación en foros y redes sociales, recordando casos previos donde contenidos relacionados con criptomonedas, NFTs, juegos para adultos o simuladores de apuestas han sido objeto de controversia. No es descabellado pensar que esta nueva cláusula que añaden ahora podría consolidar el veto a cualquier material «sensible» desde un punto de vista financiero aunque no se infrinja ningún marco legal.
- Mike Rose, CEO de la editora indie No More Robots, expresó su preocupación a través de GameDeveloper.com: «Esta ambigüedad obliga a estudios pequeños a contratar asesores legales, con costes que superan los 5.000 € mensuales.»
- En paralelo, la Asociación Internacional de Desarrolladores de Videojuegos (IGDA) emitió un comunicado advirtiendo sobre el riesgo que esta política supone para la innovación, especialmente en juegos que exploran mecánicas con NFTs.
Desde un punto de vista empresarial, entendemos que Valve podría haber implementado esta cláusula casi de forma preventiva para evitar conflictos con las entidades que gestionan las transacciones económicas en Steam. Si un banco considera que determinados contenidos ponen en riesgo su reputación, por ejemplo, podrían exigir su retirada o incluso cancelar su colaboración con Valve, y esto es algo que lógicamente quieren evitar.
Sin embargo, es evidente que el coste de esta estrategia lo van a pagar los desarrolladores, que ven cómo se introduce un nuevo obstáculo (bastante opaco e impredecible, todo sea dicho) en el ya complejo proceso de publicar juegos en Steam. Para los estudios más pequeños, que ni siquiera tienen departamentos legales ni recursos para adaptarse a este tipo de movimientos, este tipo de políticas podrían resultar en un golpe muy serio.
¿Qué podemos esperar a partir de ahora?
Todavía es pronto para poder evaluar el impacto que tendrá esta medida, así que los próximos meses serán clave para ver si Valve comienza a vetar títulos en base a esta nueva normativa. También será interesante ver si otras plataformas como GOG o Epic Games siguen sus pasos o incluso si aprovechan la oportunidad para posicionarse como entornos más amigables donde los desarrolladores no tengan tantas pegas para publicar sus juegos.
Lo que a nosotros nos queda claro, es que a partir de ahora los estudios no solo tendrán que estar atentos a las políticas de Steam, sino también a las de los bancos, y esto podría terminar cambiando las reglas del juego para muchos.
Pero que mierda tienen que decidir los bancos sobre lo que la gente hace con su propio dinero.