Que es el peronismo ??

Que preguntita que tiraste…

Para empezar a entender la “cuestión Peronista”, creo que habría que remitirse a su líder. Tratando de delimitar la ideología de Perón se puede llegar a cierto entendimiento del Movimiento que la apoyó y el que lo sobrevivió.

Entiendo que hay aspectos clave para entender a Perón.

Ante todo su formación militar. Asimismo nunca demostró, ni tuvo ganas de hacerlo por otra parte, una gran preocupación por grandes temas de Filosofía Política o al menos nunca se mostró preocupado por cuestiones teóricas. Para Perón, la política es “el arte de hacerse obedecer” y la derecha y la izquierda no representan dicotomías insalvables en su pensamiento. Sus pensamientos están plagados de conceptos extraídos del ámbito militar y no tanto de grandes pensadores (“Nación en armas”, “Guerra prolongada”, “Táctica y Estratégia”), y citando sobretodo a pensadores como Clausewitz, o Von der Goltz.

Pero esto no le impide ser uno de los tipos más lúcidos de nuestra Historia para entender la realidad de su tiempo. Perón vé en la clase obrero a un sujeto histórca eternamente relegado por la clase política del país hata entonces y vé en ella un potencial político que lo puede ayudar a ser el conductor del país. Pero no es que les vendió espejitos de colores. Efectivamente, la clase obrera no conoció jamás en la historia del país períodos más próspero que la primer presidencia de Perón.

Su visita y conocimiento de primera mano de Europa reforzó su Anti Liberalismo, y creyó ver en la Italia de Mussolini el modelo a seguir. Desconfiaba de los partidos políticos y de la prensa (que hacen “politiquería”), y de hecho la persecución y la clausura de difusores de ideas contrarios al régimen durante sus gobiernos fueron reales.

En cuanto a sus enemigos, hay de todo y es normal que así suceda. Todo Movimiento político cuando supera ciertos límites necesita de enemigos, tanto como ellos necesitan de aquél. Es una manera de alimentarse mutuamente dejando a terceros actores de lado. Los gorilas existen, pero también hay gente que que es crítica del Peronismo sin por ello serlo.

Este tema tratado con rigor ( y aún sin él), es practicamente interminable, pero me encanta…

Perdon no quiero desvirtuar, pero queria contestarte. La bolsa de trabajo de AMIA hoy en dia es muy importante, le da puestos de trabajo a muchisima gente y cuenta con una base de datos que va creciendo dia a dia con mas gente que deja sus datos en la bolsa de AMIA. Malas experiencias puede tener cualquiera, no se que es lo que le paso a tu conocido, pero la mayoria de la gente esta mas que conforme con la bolsa de AMIA que ademas de dar oportunidades de trabajar, tambien cuenta con capacitaciones, cursos, seminarios y talleres gratuitos para capacitar a quienes lo deseen y esten mas que preparados para trabajar. Hace mas de 30 años que funciona esta bolsa, y sigue creciendo dia a dia.

El curro esta en los cursos …al menos años atras averigua bien y vas a ver que no te miento

Che Luciano, que opinas de eso?¿Sabes quien es la persona de la imagen?

¿No se parecera a Isabel Perón?
Saludos.

El peronismo, al igual que el radicalismo, es un sentimiento. No hay una doctrina o ideología con la que se identifiquen como lo hacen los socialistas o los liberales, ellos son seguidores del partido que fundó el que ellos consideran que fue el mejor presidente de la historia.

Es comparable con lo que pasa con los clubes de fútbol, uno se hace hincha de un club más allá de que ese club tenga una ideología determinada. Desde ya que me pueden decir que en ese sentido los de Racing y Boca tienen una ideología parecida y, por su parte, los de River Argentino e Independiente también. Pero en la mayoría de los casos los hinchas nacen o se hacen hinchas sin saber nada de la historia de los clubes.


El Peronismo No Existe

[SIZE=3]¿Menemismo, Peronismo, Kirchnerismo?
La semana pasada escribí aquí que el peronismo no existe. En la semana me mandaron cientos de mensajes.

Por Martín Caparrós.

[/SIZE]La semana pasada escribí aquí que el peronismo no existe porque decir peronismo puede definir propuestas políticas tan diversas que no define ninguna. Y que deberíamos dejar de hacerles el favor de llamarlos por ese nombre que usan para hacernos creer que tienen una identidad común y definida. En la semana me mandaron cientos de mensajes: ayer me pasé un buen rato –un rato largo– leyéndolos. Por una vez, había muchos que no opinaban sobre el estado de mis genitales o de mi cerebelo; el ¿peronismo? tiene, todavía, el poder de ponernos a pensar –o, por lo menos, a escribir.

Algunos, como el puteador clandestino Aguante John William Cooke, me reprochan que “cuestione a aquel peronismo del 46 al 55”, que hizo tal y cual. Ése fue su primer truco: el peronismo aprendió rápido a vivir de la renta de esos años originales porque estuvo, después, mucho tiempo proscripto. “Quizá no fuimos buenos, pero los que vinieron después nos hicieron mejores”, solía decir el general Perón para definir esa avivada. Pero ahora, cuando llevan 20 años de gobierno nacional casi continuo –y más en muchas provincias–, ya no tienen derecho a remitirse a esa edad de oro, ese pasado supuestamente glorioso que los legitima: prescribió. O si no, de la misma manera, deberíamos seguir pensando que el ejército argentino actual es el sargento Cabral en San Lorenzo.

Otros mandan propuestas. Cesáreo dice que “podríamos crear una palabra que signifique la negación del peronismo”. Lo curioso es que esa palabra es peronismo: otro de sus trucos. Si algo les permitió sobrevivir todos estos años fue –además de la acumulación salvaje de poder– ese mecanismo que consiste en convencernos de que el verdadero peronismo siempre es otro: nunca el que gobierna. Yo lo llamo el Efecto Ave Félix: desde los años setenta, por lo menos, el peronismo lo aplica con gran fenicidad para renacer de sus celizas. Funciona así: cada vez que un peronismo triunfa hace, desde el poder, cosas muy distintas de las que prometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que promete hacer cosas muy distintas y se presenta como el verdadero peronismo. Hasta que llega al poder y empieza a hacer cosas muy distintas de las que prometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que promete hacer cosas muy distintas y se presenta como el verdadero peronismo. Hasta que llega al poder y empieza a hacer cosas muy distintas de las que prometía desde el llano. Entonces aparece, en el llano, un nuevo peronismo que. El resultado es extraordinario: siempre hay un peronismo dispuesto a reemplazar al gobernante, que –te explican– se maleó. Siempre hay un peronismo dispuesto a ejercer el poder que el gobernante gastó. Siempre hay un peronismo dispuesto a enfrentarse con el gobernante –para que la silla de opositor no quede libre. Pregúntenle, si no, en estos días, a Duhalde o a Rodríguez, que acusan a los K de no ser verdaderos peronistas.

La discusión siguió. Algunos, como Leonardo Martínez Verdier –por fin un nombre–, dicen que algo sí define al peronismo a través de los tiempos: “El leitmotiv del peronismo es la justicia social, de la que deviene su denominación ‘justicialismo’”. La justicia social es plastilina. La idea de justicia –social y no social– varía con los momentos y las circunstancias. ¿Qué quiere decir justicia social? ¿Que los trabajadores se lleven la mitad del PBI y los patrones la otra mitad, cuando los trabajadores son diez millones y los patrones diez mil? ¿Que todos tengamos derecho a no morirnos de enfermedades tratables? ¿Que no haya explotadores ni explotados? ¿Que los pobres se jubilen y puedan seguir siendo pobres pero jubilados? ¿Que no haya propiedad privada porque la propiedad es el robo? ¿Que un gobierno fuerte nos proteja de los temibles delincuentes? ¿Que no haya gobierno porque todo gobierno es corrupción? ¿Que les den 150 pesos a los que no comen? Depende: la justicia es una convención ideológica. Lo que para algunos –tiempos, países, personas– es justo, para otros no. La justicia social es otra agachada peronista: decir algo que no dice nada, que se puede variar a voluntad. Igual que peronismo.

Muchos mensajes insisten en que si el ¿peronismo? sobrevive es porque los otros se lo permiten, y no puedo estar más de acuerdo: el éxito del ¿peronismo? –la supervivencia del engendro mutante autodenominado– es función del fracaso de los otros. El ¿peronismo? no subsiste por su propia fuerza, sino por la debilidad de los demás. Sobrevive porque ningún otro movimiento fue capaz de producir un proyecto atractivo para la mayoría de los argentinos –y sobre todo los más pobres. El ¿peronismo? es la medida de nuestra impotencia. Y no necesita definirse para subsistir porque no tiene enemigos que lo fuercen a eso. Sin definición, ahonda su condición de cuerpo amorfo donde todo cabe. De ahí uno de sus daños colaterales más curiosos: en el ¿peronismo?, como no hay políticas ni programas, como no se sienten unidos por un proyecto de país, no hay lealtades seguras fuera del parentesco. Es la Política de la Sangre: en cuanto tenga un rato voy a hacer la cuenta de cuántos senadores, por ejemplo, son hermanos esposas sobrinos de caudillos provinciales –y me va a dar asquito. Cuando no hay más razones para confiar en otro, la sangre es la única que queda. No hay ninguna razón más primitiva –y las mafias lo saben desde siempre.

Cesáreo decía que buscáramos una palabra para definir este ¿peronismo? que no define nada, y Ricky dice que no sabe si “el peronismo existe aún, pero sí el menemismo o neomenemismo; el menemismo nació el 8 de julio de 1989, ya tiene 19 años, es mayor de edad”. Y que habla del menemismo “como práctica político-social-económica que ya se instaló no sólo en la clase gobernante, sino también empezó a derramar hacia importantes sectores de la sociedad”. La hipótesis merece examinarse: que el viejo peronismo, que mantenía ciertas constantes a través del tiempo, fue sepultado por Carlos Menem y que, desde entonces, lo que llamamos ¿peronismo? son variaciones de esa forma de hacer política que impuso el riojano: que Menem lo hizo. Que entre el gobierno de Menem y el de Kirchner hay más semejanzas que diferencias –y, en cambio, grandes diferencias entre ellos y el peronismo histórico. Que quizá el nombre verdadero del ¿peronismo? de estos tiempos sea menemismo –en su variante actual. Para discutirlo, habría que pensar en qué se asemejan y en qué se diferencian la versión 90 y la versión 00 del menemismo en el poder.

Les propongo ese debate –y la seguimos.

Fuente: ¿Menemismo? - Criticadigital.com

Creo que es bastante cierto lo que decis…

Y me parece descabellado que asi sea… en realidad, me parece lamentable :confused:

Muy buen comentario, the clash, como siempre. Tremenda definicion la que te resalte.

Pienso entonces… Es que necesitamos a alguien a quien obedecer/idolatrar/endiosar ?? Y no me refieron solo a los argentinos sino a los “pueblos” en general…

Aun no se mucho acerca del peronismo.Aguante la Union Civica de antes :mrgreen::mrgreen::mrgreen:

Totalmente, coincido especialmente con lo remarcado, mas claro??? agregale Ayudin!!!

Por supuesto que es algo difícil de definir, siempre existió la dicotomía entre movimiento y partido. Por un lado, el militar que quiere un país como la Italia de Mussolinni pero que para su construcción debe adoptar un nuevo actor social que le sirva de apoyo EL OBRERO (olvidado y excluido) creando la GRAN MASA DEL PUEBLO, por otro lado esas continuas tendencias ideológicas que han entrado en permanente conflicto a lo largo de los años, esa TERCERA POSICION nunca bien definida, dicho de paso el Peronismo nunca fue un partido, su nombre formal era PJ / Partido Justicialista. Hoy, en vista de cómo se está conformando, definirlo resulta mas difícil aún: Peronistas puros, peronistas de la noche a la mañana, elementos de izquierda, militares rebeldes, ex delincuentes subversivos montoneros, patoteros sindicales, punteros, manzaneras… todos mezclados en un guiso pestilente. Algunos lo definen como movimiento, precisamente por lo heterogéneo de su composición. De lo que no cabe duda alguna es que posee una praxis que se manifiesta en un singular ejercicio de la democracia basado en la demagogia, el clientelismo, verticalismo y el mito del líder. Podemos agregar a esto su intolerancia ideológica de la que el kirchnerismo es digno exponente.

Agregó el siguiente texto que me pareció excelente:

Si de entender al peronismo se trata tenemos que olvidarnos de todo lo que uno ha leído en tantos tratados sobre filosofía política, desde los grandes maestros Aristóteles y Platón, pasando por la división de los poderes de Montesquieu, sin olvidar a nuestro Alberdi. Eso sí en esto es imprescindible la lectura de Maquiavelo.
La comprensión de la democracia del peronismo está basada en la cantidad: “ganamos, somos la mayoría la minoría no existe, entonces hacemos lo que queremos, a la oposición la barremos y a los enemigos ni justicia”.
Siempre esgrimen el haber arrastrado persecución, proscripción y haber sido derribados por golpes de estado tramados por los “gorilas” y esto fue preludio y justificación de la vorágine de violencia en la que sumergieron al País. Como expresa Guillermo Rojas, después de la Revolución Libertadora se produjo una situación de guerra civil larvada “desatada con posterioridad a la defenestración del poder, sufrida por el movimiento gobernante hasta septiembre de 1955”, lo que avaló a los partidarios de la lucha armada para el derramamiento de sangre que habría de abatirse en la década del setenta.

peron y el peronismo cago a la argentina.

gracias a el estamos como estamos.

Creo que basicamente el peronismo fue y es un movimiento político ideológico con muchos elementos del fascismo como el populismo, la manipulación de las masas, la targiversación de la información, el poder concentrado en un líder que a la vez es endiosado, el desprecio por la ciencia y la educación, esta última lugar de adoctrinamiento, la persecución y encarcelamiento de opositores y disidentes, etc.
Esta ideología se mantiene en el imaginario popular de las clases bajas que ven en todo peronista una reencarnación del admirador de franco.

Se han encargado de sabotear todo gobierno que pudieron como el de illia y el de alfonsín.

Es el verdadero kan$er de este país, sin dudas.

Dudo mucho que el cáncer de la argentina provenga de las clases bajas. Al contrario, me parece mucho mas acertada la postura de ver a esa clase como víctimas de que el país está como está gracias a la estúpida clase media medio pelo y a las clases dominantes económicamente que se jactan de una inteligencia superior y de la educación recibida. Esas fueron las que siempre detentaron y detentan el poder real en el país, vamos, no seamos ingenuos.

La clase que apoyó a los gobiernos mas nefastos para la Argentina, no fueron precisamente las mas humildes, si no las que en teoría eran mas cultas y disponían de mejor formación son las que propiciaron y bancaron todos los golpes de estado.

Y no puede menos que causarme gracia el estereotipo peronista del tipo humilde con musculosa blanca que toma termidor y vota a cambio de un choripán.