Periodismo militante M

//youtu.be/2KCTaOoS4U8

Y pensar que hicieron campaña con lo de Anibal Fernandez. y su supuesta relacion con el triple crimen en el caso de la efedrina.
Nunca mas hablaron del tema

//youtu.be/BM1rqKno8N4

//youtu.be/eGAm8-479BY

Fue todo mentira …lo que pasa es que estos jubilados de mierda que no sirven para nada se lo pasaban mirando TN y toda la boludez del montaje del escape de estos tipos.me atrevo a decir que los dejaron escapar desde el gobierno a cambio de bajarle la pena.

---------- Mensaje unificado a las 17:27 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 17:14 ----------

Fue todo mentira …lo que pasa es que estos jubilados de mierda que no sirven para nada se lo pasaban mirando TN y toda la boludez del montaje del escape de estos tipos.me atrevo a decir que los dejaron escapar desde el gobierno a cambio de bajarle la pena.

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//youtu.be/sy4ACXcLVOI

Internaron a Lanata con dengue :lol:

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Abandono SANTORO en ANimales sueltos, AJAJAJAJAJJAJAJA HASTAAAAAAAAA LAS MAAAAAAAAAAAAAAAANOS.

recién lo escuchaba al turco asis diciendo que se va a a tener que hacer una “linea de corte” en la causa “cuardernos” porque les va a explotar la bomba en la mano

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si tiro metralladora de info, en una parte se tuvo que contener cuando decia que si seguian con este rumbo economico … mejor me callo porque iba a decir una barbaridad !!

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Tremendo el turco, y además creo que se puso en el lugar de Santoro en no querer seguir embarrandolo más de lo que está.

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tiro un par de buenas definiciones… me gustó lo que tiene uqe pedir un presidente en una alianza: politica exterior, politica interior, ministerio de economía, seguridad y espionaje

Los mismos periodistas que se quejaban de los planes sociales K hoy no dicen nada del aumento de la AUH claramente con fines electoralistas .
O sea hay menos trabajo con lo cual hay menos entrada de plata al estado y pedimos un préstamo al FMI para mantener las gavillas de negros vagos .

Los globertos tampoco hablan de esto tanto que se quejaban de Cristina.Te das cuenta que el votante de Macri es un poibre tarado

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Nunca hubo tantos planes sociales en Argentina como en el gobierno de Macri.

para mantener a los negros vagos globoludos y a los periodistas globoludos._

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Quedaron presos de su discurso. Eliminarlos no iban a poder, conseguir una solución superadora de reinserción laboral, mucho menos.

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hay globoludos negros?

Si como que no…!!!

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LN


¿Nace un nuevo Macri en cuna hostil?

por Pablo Servil


Como si no fuese suficientemente complicado ser el gobierno no peronista que está llegando al fin de su mandato por primera vez en 91 años, luego de haber sorteado una crisis financiera colosal como la del año pasado, y expuesto a constantes minorías parlamentarias (con lo cual nunca pudo implementar a fondo el plan económico que tenía previsto), el comportamiento de buena parte de la oposición durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso se pareció al de barras bravas desatadas, un desorden sin igual de gritos e insultos que fueron motivo de conversación posterior como algo nunca visto por políticos de distintos partidos y tan experimentados en las lides legislativas como Miguel Ángel Pichetto y Gerardo Morales.

Las sorprendentes diferencias en el respeto para escuchar a Macri y a la viuda de Kirchner se mantienen aun cuando ella ya no es presidenta y solo sea senadora multiprocesada. Con pocas horas de diferencia, y en el mismo ámbito (el Congreso), contó con la prerrogativa de salirse del libreto de la reunión preparatoria del Senado para dirigir a esa cámara un discurso de autodefensa por su complicada situación judicial. Nadie tampoco osó interrumpirla. Así Cristina Fernández gozó de un estimable silencio y esmerada atención en la Cámara alta aun cuando, al presentar una cuestión precisamente “de privilegio”, aseguró no contar con ninguno (siendo que tiene una orden de detención en suspenso precisamente por el “privilegio” de la protección que goza, por ser senadora, de beneficiarse con la postergación de esa decisión judicial hasta tanto no la confirme la Corte Suprema). Sin embargo, nadie se rio. Ni tampoco hubo burlas ni insultos.

Modales bien contrastados y naturalizados: Cristina Kirchner puede decir lo que se le canta, sin conceder jamás la más mínima autocrítica, frente a una audiencia silenciosa y atenta, en tanto que a Macri se lo somete a un fuego verbal inédito, por más que reconozca algunos pocos errores propios. ¿Se le tiene miedo a la expresidenta? ¿El actual mandatario no merece ni siquiera un elemental respeto para que, al menos, se escuche lo que tiene para decir?

Esto es al margen de la calidad, las omisiones o las falencias que pudo tener el último discurso presidencial, que debe ser discutido a posteriori de su emisión por todas las fuerzas políticas y expresiones periodísticas que quieran, incluso de manera muy severa si lo consideran conveniente. No se está hablando aquí de esa libertad, que está fuera de discusión, sino del derecho del Presidente de emitir su mensaje sin mayores interrupciones y el de los ciudadanos de escucharlo sin interferencias inapropiadas.

Macri, que, como hincha y dirigente de Boca, ha visto mil y un partidos bravos en la Bombonera nunca vivió una experiencia de hostilidad tan sostenida y manifiesta como la que debió soportar el viernes no solo por parte de sus adversarios más acérrimos, sino incluso también por los insólitos embates estentóreos de la diputada frustrada de Cambiemos Joanna Picetti, que no pudo asumir por una denuncia de violencia familiar, y cuya irregular presencia en el recinto se debió a picardías de la bancada kirchnerista.

La mirada de Macri se fue endureciendo, tomaba agua constantemente y buscaba explicaciones con comentarios al oído de Gabriela Michetti y de Emilio Monzó, que lo escoltaban en el estrado principal de la Cámara baja, hasta que se cansó, interpeló a quienes más lo atacaban y terminó el discurso hecho fuego. Nace un nuevo Macri, justito para la campaña.

Evaluación presidencial: la economía no es todo
Juan Carlos de Pablo

Al cabo de su primera gestión presidencial, Mauricio Macri tendrá poco que mostrar en el plano económico. Lo cual lleva a muchos a calificar duramente la totalidad de su presidencia. Es curioso, porque en la lista de grandes presidentes argentinos del siglo XX aparecen Arturo Frondizi y Raúl Ricardo Alfonsín :lol: , cuyos resultados económicos tampoco resultaron satisfactorios. ¿Sobre la base de qué hay que evaluar una presidencia?

La Argentina ya fue Venezuela
Sergio Zuppo

El famoso afán argentino de superioridad impide ver que las desgracias ajenas ya han sido propias. Además de un drama tangible en la llegada de miles de exiliados, Venezuela puede ser un falso consuelo para nuestras propias desgracias.

Bajo esa misma regla binaria, los argentinos están siendo llevados, una vez más, a una elección reducida a dos alternativas. Nada sorprendente. La Argentina tiene un sistema bipartidista que hizo crisis en 2001, pero sus raíces culturales siguen enterradas y sostienen una conducta política que se resiste a marcharse.

La grieta es, en todo caso, la expresión decadente de ese viejo esquema de dos fuerzas en pugna que el país arrastra desde la Revolución de Mayo. Que no sea nuevo no lo hace mejor ni más aceptable.

En esta decisión de elegir a uno para rechazar a otro se anudan contradicciones que cada votante resuelve como puede.

Los kirchneristas que ansían el regreso de Cristina eligen ignorar el saqueo al que con su esposo sometió al país. Los datos tangibles de un sistema organizado para cobrar coimas por cada obra o servicio contratado por el Estado están siendo investigados solo porque perdió las últimas tres elecciones generales. Como ya hicieron los jueces durante su ciclo hegemónico, si volviera al poder, Cristina sería inmediatamente absuelta en todas las causas.

En la negación de pruebas y confesiones irrefutables se oculta algo más que una añeja aceptación de la corrupción. Es bien complicado asumirse votando al que roba, pero en eso está una porción muy significativa del electorado para continuar una larga saga resumida en el “roba, pero hace” de los años noventa. Como justificación, el votante kirchnerista encuentra un espejo en la otra orilla de la grieta: el fracaso del macrismo en resolver la crisis y sus errores que la siguieron alimentando.

Opera entonces otra contradicción entre los votantes de Cambiemos, de una dimensión menos moral y más política b[/b], pero también comprometedora. Ese dilema consiste en renovar su apoyo a un gobierno que no pudo cumplir su contrato de sanear la economía, bajar la inflación y reducir la pobreza. Esos votantes de Macri terminarán apoyando su reelección después de saltar por sobre el fracaso de la gestión económica en prevención del regreso del kirchnerismo. Usarán b[/b] como argumento que la crisis que heredó Macri forzó los errores que cometió.

Unos y otros, al fin, están convencidos de lo mismo: la Argentina tiene apenas dos caras y elegir una incluye aceptar hasta lo inaceptable. Un doble juicio para la construcción de un mismo resultado aguarda al final de este año. Absolver o condenar a Cristina. Abandonar o seguir con Macri. Simple y dramático a la vez.