Negocio K.

Yo digo, si tienen argumentos para criticar a esta gestión, si pueden darle contenido a sus opiniones con datos reales y precisos, ¿para qué recurrir a la mentira y a la difamación?

Además, pongámonos de acuerdo, ¿iban a almozar con Videla o participaron del asesinato de Aramburu?.. Bah, este tipo de cosas hace que uno se encasille más en su posición.

:expressionless:

De una, ni lo pienses, ya te van a ir a buscar(?). :lol:

Revivo este tema que, pese a no tener mucho éxito que es lo que esperaba, me parece importante que lo lea la gente.

Este miércoles en la Facultad de Económicas hubo una charla de políticos, estuvo un representante de Pino Solanas (que a último momento no pudo venir) y Zamora. El debate, además de riquísimo, me dejó varios datos que desconocía:

  • El índice de desigualdad en promedio del Kirchnerismo es más acentuado que en el Menemismo. :expressionless: (¡Viva la redistribución de la riqueza)

  • En pleno contexto de incertidumbre el gobierno K pagó de deuda 25.000 millones de dólares en efectivo (10.000 millones de dólares en un solo día al FMI).

  • El crecimiento del país (el famoso superávit fiscal) se debe a un contexto internacional externo insólito e hiper favorable. El país creció a un promedio de tasa china, al 9% (en 5 años se creció más que en 100 años de historia).

También tocó temas del problema del monocultivo de la soja, con incidencias ambientales y provocando que dentro de poco tengamos que importar carne. Yo no puedo creer que tengamos que importar carne. En el último año hay 3millones de terneros menos en los campos del país.

También se habló de los problemas de la minería que daría para hacer un post entero de eso.

te pongo los items por numero

1- con solo salir a la calle te das cuenta q es asi… la redistribucion es la tomada de pelo mas grande q nos hace este gobierno

2- no soy economista asi q no lo entiendo, pero escuche a economistas hablar q por el tema de la crisis economica mundial a la argentina no le convenia salir a pagar la deuda externa. Porq sera q lo hicieron??

3- Buenisimo… Ahora q hizo el gobierno con el famoso superavit fiscal? lo aprovecho o no??

4- El problema es la falta de una politica agropecuaria. Hoy conviene sembrar soja, pero porque?? porque no se incentiva los otros cultivos. Porque no sirve sembrar un girasol q tiene el mismo nivel de retenciones que la soja. Porque tanto el maiz como el trigo tienen retenciones muy altas, y ensima al ultimo le cierran las exportaciones. Hoy conviene sembrar soja y no tener animales, porque los animales llevan un proceso muy largo. Aparte de que las politicas favorecen a los pools de siembra (y no hablo de productores de 5 o 10 mil hect. sino pools de 50 mil hect.) y a estos lo unico q les interesa es sembrar soja!

5- Las minerias es un tema interesante, tanto por q se maneja mucha plata q al pais le vendria muy bien, y tanto por el tema contaminacion!

Interesante lo que decís Migue, me quedo con el punto 4 de la soja. Los pequeños productores, al no poder competir con eso, les conviene alquilar o vender la tierra a los grandes pooles de soja. La 125, así como estaba planteada no había más que favorecer a los grandes pooles.

Por otro lado, cuando le preguntaron al representante de Pino por qué él estuvo en contra de la 125 respondió: "Proyecto sur está a favor de las retenciones, pero deberían haber sido móviles, segmentadas (“es inverosimil hablar de “el campo”) y coparticipables”.

Si el gobierno hubiera escuchado un poco al menos, la 125 se aprobaba. ¿Quién puede estar en contra de que los ricos paguen más?

Gato, vos decís que no tuvo exito…Los videos se los mostré a todo el mundo, espero que a ellos les haya abierto la cabeza como a mí.

pero desde ya! El problema de la 125 era justamente q era igual para todos, no importaba si tenia 500 hect., 5000 hect. o 50 mil. No diferenciaban si estabas dentro de la pampa humeda o en otra zona. Al gobierno le falto escuchar a la gente q sabia del tema, le falto hacer autocritica. Igual pienso q seria mejor fijar un impuesto a las ganancias y no esto de las retenciones. Pero q a ese impuesto a las ganacias lo paguen todos, no solo algunos!

Era más o menos la idea, Tom. También debatir un poco sobre esos temas puntuales.

Parezco que le hago campaña (pero nada que ver, seguramente vote a Pino), pero es muy interesante lo que dice Zamora cuando le preguntan sobre los K.:

//youtu.be/ei7OEK2ndJw

Yo llegué a escuchar que si no pagaban tranquilamente el FMI podía intervernir en los entes que dan las estadísticas tipo INDEC.

¿Dónde escuchaste eso?

no sabría decirte bien, porque es mi viejo que lo escuchó de un economista.

A más o menos dos semanas de las elecciones revivo este tema.

ojala sirva para q los q votan y leen el foro se den cuenta y piensen a la hora de votar!

Iba a votar a Michetti pero no voto porque no estoy en el maldito padrón.

¡Viva!

La Justicia convalidó las listas con testimoniales para la Provincia - Criticadigital.com

VÍA LIBRE PARA LOS KANDIDATOS

La Justicia convalidó las listas con testimoniales para la Provincia

La Corte Suprema bonaerense rechazó el recurso extraordinario presentado por el Acuerdo Cívico y Social y Daniel Scioli y Sergio Massa están listos para el 28-J. La Cámara Nacional Electoral bajó al Narváez que no es Francisco.

Los candidatos K, chochos de contentos. i[/i]

Se acercan las elecciones y, con la recta final de la campaña, llegan los últimos fallos en las contiendas de Tribunales. Esta tarde, la Corte Suprema de Justicia bonaerense rechazó [b]el recurso extraordinario del Acuerdo Cívico y Social[/b] y las “candidaturas testimoniales” del kirchnerismo quedaron aprobadas para el 28-J.

Fuentes judiciales informaron que la Corte declaró “inadmisible” el recurso de queja planteado por la UCR, el ARI y el partido GEN, integrantes de la coalición opositora. Al mismo tiempo, el máximo tribunal provincial “reiteró, por mayoría, la exhortación al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo para que dicten las normas legislativas necesarias que aseguren el control judicial adecuado de los actos de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires”, añadió la información.

El recurso había sido presentado por el segundo candidato a diputado del Acuerdo, Ricardo Gil Lavedra, en un texto que se tituló “Nunca más a las truchadas”. Allí, Gil Lavedra señalaba que “es patético ver al gobernador Scioli enfrentar a las requisitorias periodísticas y no poder decir francamente que va a asumir como diputado”.

“Las candidaturas testimoniales le hace mal a la democracia, a la política y en consecuencia, cuando la Corte decida esperamos que ponga un verdadero límite para que esto no se vuelva a repetir nunca más”, expresaba el candidato en su recurso. Sin embargo, la Justicia le soltó la mano.

BAJARON AL NÁRVAEZ “TRUCHO”. El fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello, dictaminó este viernes que el candidato a diputado nacional Fernando Jesús Narváez, cuestionado por el líder de Unión-PRO, Francisco De Narváez, no puede postularse para las próximas elecciones de junio.

Lo hizo mediante un dictamen que presentó ante la Cámara Nacional Electoral, en el que rechazó una apelación de Fernando Narváez contra la decisión de su partido, Acción Solidaria Bonaerense (PASIB), de “bajarlo” del listado de candidatos.

La presentación del “Narváez trucho” inquietaba al candidato del PRO ante la posibilidad de que sus electores escojan la boleta equivocada el 28 de junio. En ese sentido, el fiscal recordó que el 23 de mayo pasado el juez federal de La Plata Manuel Blanco oficializó la lista presentada por PASIB, pero el 28 de ese mismo mes el partido “resolvió retirar la candidatura del Señor Narváez y correr a todos los candidatos de la lista”.

estaría bueno publicar la deuda que tenemos que pagar después de las elecciones (que dicen que para este año está asegurado el pago por las reservas) y de lo que debemos para el año que viene (que se dice que no vamos a tener un mango para pagar).
me da vagancia ponerme a buscar un artículo sobre eso, si alguien tiene algo a mano…

¿Cómo andan por acá?
Alguno sabrá mis argumentos para votar al kirchnerismo en las elecciones de Junio, alguna vez los he escrito por acá.
De cualquier manera, disto de ser oficialista, soy muy crítico del gobierno (a pesar de que considero que el de Nestor fue el segundo mejor desde la vuelta a la democracia, quizás el mejor) y, viendo que gatactico se sorprendió con las cosas que comentaron en la charla que fué, les dejo una crítica muy interesante del kirchnerismo, hecha por un excelente profesor de derecho, socialista, que se llama Gargarella.

[Spoiler]
El kirchnerismo como conservadorismo

Hoy publiqué un pequeño manifiesto político en TP, el sitio del amigo Huili,
acá. Como el link lleva a TP y TP se renueva periódicamente, agrego la nota a continuación, por las dudas, aunque todo luce mejor en lo del colega TPísta. Va la nota, mínimamente corregida

La invitación era para pensar sobre el presente político, y la acepto a través de uno de los pocos modos en los que me siento cómodo haciéndolo, esto es decir, recurriendo al pasado, situando al presente en un contexto histórico más amplio. Me interesa sugerir algunas claves para pensar mejor la actual coyuntura y para eso, voy a partir de una cierta reconstrucción histórica, polémica y disputable como tantas otras.

En nuestro país, como en otros países de la región, la política estuvo marcada, desde sus orígenes, por la disputa entre al menos tres orientaciones políticas diferentes y parcialmente opuestas entre sí. Encontramos allí al proyecto conservador-autoritario, de raíces hispánicas; a un proyecto liberal descendiente del liberalismo norteamericano; y finalmente a otro proyecto de rasgos populistas-mayoritaristas, que en sus orígenes estuvo asociado con el pensamiento revolucionario francés.

Cada uno de tales modelos enfrentó, políticamente, su propio drama. El mayoritarismo de origen radical encontró insalvables problemas para hacer frente al terror generado por su amenazante presencia –terror que terminaría no sólo generando políticas represivas en su contra, sino forzando, además, un acercamiento entre las otras dos fuerzas, tradicionalmente enemigas. El conservadorismo tuvo siempre dificultades para contener las pulsiones autoritarias que habitaban en su interior, y que se desataban cada vez que llegaba al poder. El liberalismo, por su parte, fue incapaz de generar las bases de su propia estabilidad.

De aquellos tres proyectos, aquí voy a escoger sólo a uno, el liberalismo, para referirme, en primer lugar, al dilema que acostumbró a enfrentar para resolver su propio drama. En cada ocasión en que se acercaron al poder, los liberales latinoamericanos se plantearon cómo hacer para ganar la estabilidad política que, presumían, eran incapaces de asegurarse por sí mismos. ¿Tenía sentido, entonces, buscar y apelar al respaldo de las mayorías o resultaba conveniente, en cambio, buscar refugio en el altar del conservadurismo? La respuesta de los liberales tendió a ser, sistemática e inequívocamente, siempre idéntica: sólo el conservadorismo podía garantizarles la perdurabilidad que anhelaban y que se sentían incapaces de garantizar de otra forma, por medios propios.

Esa fue la respuesta habitual del liberalismo frente a su principal drama, pero también el origen de su tragedia. Una y otra vez, el abrazo al conservadorismo se convirtió en un abrazo mortal: aliados con los conservadores, los liberales prorrogaron su estadía en el poder, pero a un precio demasiado alto que implicó, normalmente, que el liberalismo resultara fagocitado, al poco tiempo, por su fuerza rival.

Esta referencia histórica fue la que me vino en mente en los primeros días del kirchnerismo, cuando trataba de desentrañar hacia dónde iría dicha corriente, y me preguntaba si tenía sentido confiar en ella. En ese entonces, a mi parecer, el kirchnerismo se presentaba como una alternativa con ribetes liberales, frente al conservadurismo duhaldista: pedía renovar la justicia (lo que le llevaría a cambiar la Corte, su medida más inmediata y atractiva), criticaba duramente al “aparato” peronista tradicional, pedía por la renovación política generacional y alentaba en consecuencia una reforma política profunda. Fueron días, nada más, lo que duró esa ilusión reformista. Inmediatamente, el kirchnerismo se enfrentó con el drama de siempre: cómo estabilizarse en el poder, sobre todo en una situación tan difícil (veníamos, recordemos, de la explosión política del 2001). De modo poco sorpresivo, Kirchner se preguntó cuál de dos alternativas seguir: tratar de expandir su base de apoyo popular —una estrategia que, como a tantos, se le ocurrió una apuesta volátil, escurridiza, finalmente incierta— o buscar lo que parecía más seguro, abrazándose al conservadorismo —en este caso, el conservadorismo representado por el “aparato” justicialista poco antes repudiado.

La decisión de Kirchner fue inmediata en favor de la opción conservadora, y ésa es la tragedia que hoy enfrentamos. La reforma política se archivó; se tomaron medidas sistemáticas que vaciaron la política de sentido y realidad (notablemente, destruyendo las cifras estadísticas oficiales, que son las que, por caso, permiten planificar una política); se pasó a amenazar a los jueces a través de la toma de control del Consejo de la Magistratura; se socavó la autoridad del Congreso trasladándole al Ejecutivo el control discrecional del presupuesto.

La retórica del kirchnerismo, desde un comienzo, apeló a valores progresistas pero fue, en cada área, indudable y decididamente, favorable a los grandes grupos económicos y a una de las peores versiones del capitalismo “de derrame”: se habló de ecología, pero se vetó la ley de glaciares; se habló del medio ambiente, mientras se le abría el camino a la explotación minera a cielo abierto; se habló de una reforma de avanzada en materia de medios de comunicación, mientras se distribuía la publicidad oficial de modo discrecional y se renovaban las licencias de los grandes medios; se inauguró una guerra retórica contra “el campo,” luego de tomar al monocultivo de soja como única política agrícola (de 30 millones de hectáreas cultivables, el área de la soja aumentó un 50%, en los años de Kirchner, de 10 a 15 millones de hectáreas!). Se invocaron los derechos humanos como si ellos se agotaran en el juzgamiento de los crímenes del pasado (una iniciativa que tampoco se respaldó como se debía, con más personal, más jueces, mejores reglas, más infraestructura, más recursos, y un programa de protección de testigos), y como si ello amparase la consistente violación de derechos humanos presentes (derechos económicos y sociales, por caso). Lo peor de todo ello: el país crecía a un 8% anual pero la desigualdad —durante todo el período— se mantenía o aumentaba. Ello, en condiciones en donde los peor situados quedaban en su piso más bajo de décadas, con el control, solamente, del 20% de la “torta” económica nacional (es bueno recordar que la participación de los trabajadores en la riqueza generada llegó a casi el 50% con el primer peronismo y se mantuvo en esos niveles durante años, para bajar al 25% durante la última dictadura, y subir al 30% durante la presidencia de Alfonsín). La pregunta que uno se hace es: ¿si el gobierno impidió cambios progresistas en la distribución de la riqueza durante épocas de bonanza económica, quién puede esperar cambios progresistas, redistributivos, en épocas de recesión?

Tales datos representan, para mí, señales inequívocas del conservadorismo kirchnerista. Y por ello, es importante rechazar la invitación que nos hacen muchos amigos progresistas, cuando argumentan que el mismo encierra en su seno fuerzas contradictorias, y nos dicen que le corresponde al progresismo trabajar (desde adentro) para consolidar las corrientes de avanzada que recorren las estructuras del gobierno. Según tratara de sostener, el kirchnerismo, en la práctica, no aparece atenazado entre dos fuerzas contradictorias —una regresiva, la otra progresiva. Lo que hay, en todo caso, es una retórica de apelación progresista, frente a una práctica permanente, indubitable, y sistemática, de orientación conservadora: conservadora en la preservación de una desigualdad extrema, en tiempos de crecimiento económico; conservadora en su decisión de entregar la economía a pocas manos (los dueños de las empresas mineras y petroleras, por caso); conservadora en su política agraria; conservadora en su política de medios; conservadora en términos de política institucional. ¿Es que las alternativas son mucho peores? No, ése es otro mito que conviene erradicar, ya que hay alguna vida interesante fuera de los planteles del gobierno. De todos modos, sobre eso, podemos volver en otra oportunidad. [/Spoiler]

lo mismo hice por mi parte…

Je, me hiciste acordar de una frase de una profesora que lei la otra vez. “Si chicos, nos aumentaron el sueldo. Ahora cobro casi lo mismo que un camionero.”

y ensima la puta oligarquia q no siembra trigo y no piensa vender soja!:twisted: