Disculpame pendejo, pero el radicalismo es un partido caudillista y personalista, sino te estás olvidando del gran mentor de la política del siglo XX que estableció y dejó un legado de caprichosito “se hace lo que yo digo o me voy” como Yrigoyen, que inclusive se mandó grandes represiones mientras se decía popular. Sin ir muy lejos, NINGÚN gobierno radical logró ni por asomo cambiar el rumbo económico del país, fuese porque “los bajaron”, y bueno macho, con ideas progres no te podés ir llorando a tu casa porque no te dejan gobernar. Me encantan y comulgo con los grandes ideales y virtudes planteadas por el radicalismo, que fue un gran partido que hegemonizó buena parte de la política de principio de siglo y que posibilitó al peronismo, su instancia superadora. Cuando incluso fueron los propios radichetas que se fracturaron en diversas facciones a lo largo de la historia, se juntaron con lo más rancio de la política con tal de ganar una mísera elección, y justamente viene mal parido de entrada, la alianza Macri-UCR es igual al mito fundacional de 1890, con Mitre-Alem, que solamente se juntaron el agua y el aceite para derrocar a un gobierno y luego se disolvieron. Es una pena que el radicalismo no tenga muchas fechas por las cuales celebrar, ni partidarios que asistan a sus fiestas.
Este es el problema de los tibios, como ellos no toman partido en nada, entonces se sienten lo suficientemente capaces de mofarse de quienes sí lo hacen. Además de creer que los seguidores de un partido político son sumisos tontos sin ideas y que no tienen crítica alguna u opinión propia sobre los hechos que los supera como las decisiones políticas de los jerarcas de su partido, inclusive se ríen y se burlan cuando Perón critica a Montoneros y éstos toman una postura distinta a la de su “jefe”. El problema también de que los políticos sean camaleones, es porque los ciudadanos del país son la misma cosa. Teniendo un público histérico, indeterminado y amorofo, sin ideales, es lo que en definitiva termina aplacando y achatando la política, e inclusive rebajando la calidad del intercambio de opiniones de este foro cuando un “no-político” asume la presidencia.
Es fácil que haya sectarismo cuando desde un lado, como los radicales, te agreden de esa manera, te banalizan diciendo que solamente se quieren perpetuar en el poder, roban y mienten, como si fuesen carmelitas descalzas. Lo que me queda muy claro de las últimas elecciones es como los radicales también tienen una ambición egocéntrica de poder enooooooooorme, que regalan todo con tal de ganar elecciones, como el caso de Morales y Cano, o mismo Sanz, todos personajes detestables que se asemejan más a De La Rúa, Lebensohn o Balbín, que a un Alfonsín. De la misma manera ocurrió durante los 90, que con mayoría parlamentaria radical, igualmente le votaban todas las leyes nefastas del menemismo. También tienen mucho de lo que hacerse cargo y son grandes cómplices de los 90, el peronismo no lo hubiese logrado solo por su cuenta, sin el apoyo del radicalismo. Ah, y justamente eso me recuerda el Pacto de Olivos, nefasto, que es lo que más le critico a Alfonsín. El radicalismo tuvo grandes oportunidades de pasar a la historia como un partido político decente que transformara la realidad política y social de éste país, pero se quedó más con la vena antiperoncha y con las ganas de destruirlo, que solamente se quedaron con algunos cargos para no hacer nada, y cederle de lleno ante su ignominia en bandeja de plata el poder al peronismo. Por algo llegó primero y más rápido la derecha dentro del peronismo que dentro del desquebrajado e inútil radicalismo, que no tiene timing ni poder de acción.
El socialismo tiene discursos derechosos, de dos tipos: sea diciendo defender los intereses y conquistas de los trabajadores, terminen ayudando a los grandes capitales concentrados, quedando todo siempre en una mera cuestión de plata; y sea limitando las libertades individuales de los derechos de primera generación al igual que la derecha vernácula, privatizando el espacio público y monopolizando las fuerzas. El ejemplo más claro de lo segundo son las agrupaciones estudiantiles en las universidades públicas, en una asamblea en FSoc, se llamó una moción para remover un Nestornauta, al igual que se llaman “Contrahegemonia” y pretende hegemonizar todos los espacios de la facultad, es decir, que los socialistas quieren acaparar y avasallar todo como la derecha que tanto critican, por el solo hecho de que se sienten unos iluminados que se las saben todas y su causa es fundamental para vivir en el mundo de arcoíris que ellos plantean. El ejemplo de lo primero, es Facundito Moyano defendiendo trabajadores del peaje, siendo que el peaje fue legalizado durante los 90 a pesar de ser inconstitucional por coartar la libertad de circulación, pero claro, si quisieras quitar el peaje, con tal de defender su cajita de plata fácil, dirá que es en beneficio de los trabajadores que se quedarían en la calle en lugar de defender al pueblo en general que ve su derecho vulnerado.
¿Desde cuándo el radicalismo marca la agenda política de éste país? Dicho de otra manera, el radicalismo ¿tiene agenda? ¿qué quiere hacer, un gran comité? Me encanta el condicionamiento que le está metiendo al PRO siendo quien, les armó y posibilitó la estructura del interior, se vendieron por chaucha y palitos.
Sanz es una veleta, igual que Carrió y que los grandes necios del radicalismo del norte, por Morales, Sanz y la tontita de Giudicci que sacó menos del 2% en CABA y ahora se cree la gran vedette. Ni hablar que como siempre pienso, menos mal que Ricardito es IGUAL a Raúl Ricardo, sino ya le estaría pidiendo un ADN a ver donde carajo tiene algo del viejo que no sea su parecido y sus calzoncillos.
El PRO existe y es una desambiguación gracias al Radicalismo, Cambiemos son la derecha peronista de los 90 en el radicalismo. Con lo cual, también demuestra que no es el peronismo en sí, sino también deberías ser justo al decir que es intrínseco el veletismo en el radicalismo, sino que son los actores e intereses espurios que se meten en los partidos populares porque son incapaces por sí de ganar elecciones. Me encantaría saber dónde están las grandes convicciones del radicalismo en estas circunstancias, de los grandes exponentes que hoy quedaron arafue