Las veces que lo escuché hablar me pareció muy centrado. Todo lo que dijo me resultó coherente. En un fútbol que da asco no me atreveria a despedazar a un tipo que pretende volver a las fuentes y privilegiar el buen trato de pelota. Todo lo contrario justamente. En la Argentina daría la sensación que si hablás de tratar bien a la bocha sos un versero.
Y no entiendo porque le pegan a alguien que ni siquiera tuvo la chance de plasmar en una cancha todo lo que dice. Demosle con un caño el dia que no sea coincidente en la practica todo lo que pregona desde lo teórico.
Con la parsimonia con la que habla se hace insoportable escucharlo. Exageradamente denso, pero sus opiniones futboleras me parecen acertadas aunque a veces creo que lleva al extremo ese “antirresultadismo”.
No es tan descabellado pensarlo, los laterales en el fútbol argentino dan asco desde hace mucho tiempo. El último lateral de buen nivel en el fútbol local debe haber sido el Ibarra de Bianchi.