Y vamos con mas… Nota de Maxi Bosio de La Nacion el 22 de Mayo de 2002.
El proyecto por sobre los resultados - 22.05.2002 - lanacion.com *
Miércoles 22 de mayo de 2002 | Publicado en edición impresa
Punto de vista
El proyecto por sobre los resultados
Por Maximiliano Boso
De la Redaccion de LA NACION
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Una antigua máxima del periodismo gráfico dice que no hay nada más viejo que el diario de hoy. Y la presente edición de LA NACION refleja la confirmación de que Manuel Pellegrini se ha convertido en el nuevo entrenador de River Plate, aunque sólo mañana esto será oficial. Ramón Díaz es historia; pasado reciente, si se quiere, pero pasado al fin. Y no tiene demasiado sentido ahondar en su despedida.
En cambio, parece mejor apuntar al futuro, que fue lo que hizo justamente José María Aguilar, el presidente de River. Y la cuestión es personalizada porque así lo tomó el dirigente: como algo cuya responsabilidad debía recaer sólo en él , más allá de la consulta y el respeto lógico para con sus pares de la comisión directiva.
Para aquellos que siguieron la campaña que llevó a Aguilar a la presidencia del club y estuvieron cerca en sus primeros meses de gestión, el importante cambio de timón no es sorprendente; sí, arriesgado.
Aun cuando él fue uno de los defensores del Pelado en tiempos de sismos de confianza, su idea inicial contemplaba otro tipo de perfil para el entrenador, como el mismo Aguilar manifestó en los últimos días.
Y vale tomarse de otra afirmación del presidente (“Ramón no es el mismo que cuando empezó a dirigir, en 1995”) para encontrarle razones al cambio: no quería cargar con un conductor que, mal o bien, ha sufrido cierto desgaste a partir de su personalidad poco diplomática.
Seguramente, Aguilar no lo dirá nunca, pero lo concreto es que lo que buscaba era alguien que fuera para River lo que Carlos Bianchi fue para Boca. Un gerente, un hombre capaz de manejar grupos desde la seducción intelectual y no simplemente desde las decisiones. Alguien con un estilo seguro y depurado desde las palabras hasta los hechos. Y que, a la vez, sea un espejo mismo de la institución.
Aguilar tampoco dirá que Mauricio Macri es un hombre en el que suele mirarse y del cual pretende sacar rasgos positivos para potenciarlos con su propia experiencia dirigencial, algo con lo que el ingeniero -en este caso Macri, no Pellegrini- no contaba al ser elegido como titular de Boca. Los numerosos gestos de acercamiento entre ambos indican también que se busca hacer punta con ideas jóvenes en todos los ámbitos (económico, deportivo, social) para aplicarlas, también, en un futuro, en la AFA, junto con otros hombres fuertes de clubes importantes. Se busca un perfil integral y que el técnico esté asociado a ello.
El riesgo es grande. La apuesta, fuerte. Porque sin duda, el último título de Ramón Díaz no obligaba a un cambio. Y porque los números marcarán el éxito o no de la gestión de Pellegrini. Se respetó un proyecto por sobre los resultados, lo cual hoy puede ser discutible, pero que encierra un valor en sí mismo. Siempre y cuando se sostenga con coherencia en el tiempo.
