Carta de Norberto Galasso a Jorge Altamira, jefe del P.O.

Empiezo por la última frase: retórica nomás:D

Yo no dudo que haya convicciones detrás de lo que escribe Galasso, todo lo contrario. Lo que sostengo, justamente, es que es lo que tendrían que evaluar que probablemente detrás de quienes critican también hay convicciones.

En la carta de Galasso se ve claramente que el argumento de hacerle juego a la derecha lejos está de ser simplemente una boludez que baja de 6,7,8.

¿Mas allá de la espontaneidad que sostenes, tenes mas detalles de como se formó CA que acompañen esa idea de espontaneidad?

A mi parecer el autor refleja una actitud constante que yo encuentro preocupante: como hay un partido que no comulga con el oficialismo, inmediatamente lo asocia (al PO) de estar con Pando, Duhalde y Macri, metinedolos en una misma bolsa. Sin embargo, después se queja de que para Altamira son todos iguales. Galasso propone que denunciar a Pascual Lama o ir a una marcha de Blumberg son lo mismo. Al gobierno hay que marcarle las cosas que no está haciendo bien, es una obligación hacerlo: como dijo yomaxx, las concesiones a las mineras, o la mafia de Cristobal López en los casinos. El oficialismo se aprovecha más que nadie de los nombres de sus rivales (autoelegidos, no los veo darle tanta a bola a Pino, a pesar de tener más intención de voto que el PO o Carrió) para usar una versión maniquea y hasta extorsiva: “no nos critiques, que si nos criticas vienen los malos”. O acaso de repente Victoria Donda le hace el juego a la derecha?? Y también Bonasso?? Muchos kirchneristas, al ser tan obsecuentes y poco críticos, no entienden que son ellos los que le hacen el juego a la derecha. Insfrán y Aníbal con todas sus burradas le hacen el juego a la derecha. Además, no entiendo porque mira por debajo del hombro como si él tuviera la verda absoluta. Fue el gobierno el que se alejó de varias de las organizaciones sociales que lo acompañaban en 2003, como Libres del Sur o la FTV, y se encierra en sus propias estructuras como La Cámpora, lo que hace que de repente manden a Recalde a manejar Aerolíneas (https://betocammpos.wordpress.com/2010/11/11/enrique-pineiro-critica-designaciones-en-aerolineas-la-proxima-dupla-va-a-ser-mancuso-maradona%E2%80%9D/ )Otra cosa: habla de 1942, años previo a la aparición de Perón gracias al golpe del ´43. Después habla de 1930, Yrigoyen y demás. Quizás se olvida de que está ultra comprobado que Perón escoltó y vitoreó bien de cerca a Uriburu a la Plaza de Mayo el día que se hizo del poder por la fuerza.
Me pareció una pelotudez lo del PO, es una idiotez cortar las vías del Roca un 23 de diciembre, pero si criticar al gobierno con fundamentos es estar al lado de Pando, la miopía no está de un solo lado.

No, Max, el único indicio que tengo son sus palabras, y no haber escuchado nunca alguna versión que sugiera lo contrario.

Sobre lo que dice Dario, coincido bastante.

Acá va la respuesta de Altamira:

QUÉ BAJO QUE CAÍSTE, GALASSO

7 de enero de 2011

No sorprende que el historiador Norberto Galasso se sume a la campaña macartista desatada por el gobierno nacional y sus cortesanos para criminalizar al Partido Obrero y para combatirlo, como dice uno de sus escribas, “con el Código Penal” – la primera manifestación concreta de la ‘nueva’ política de “seguridad democrática”, para enfrentar la movilización social, que le sopló al oído la estirpe de los Verbitsky a la nueva ministra de Seguridad. En una ‘carta’ que fue difundida en forma instantánea y profusa, en su mayor parte por los ‘blogs’ alcahuetes del oficialismo (que seguramente no harán lo mismo con esta respuesta), Galasso no pronuncia dos frases inevitables en la boca de cualquier luchador: “la patota de Pedraza” y “juicio y castigo a TODOS los culpables”. Al revés: “puede caer sobre vos”, dice Galasso, en referencia a Altamira,“la responsabilidad de lo que ocurra a militantes que son víctimas de enfrentamientos como los que hemos visto”. Se trata, ojo, de una amenaza – claro, desde el campo popular, que no formula al pasar sino que repite: “pensá, nos dice, en los pibes que podés arriesgar”. ¿Este hombre sospecha siquiera el nivel de su bancarrota política y hasta de su bajeza? Estamos en peligro, no por las patotas de Pedraza, Maturano, West Ocampo, Gerardo Martinez, Guillermo Moreno, el ‘caballo’ Suárez, Capaccioli, Otacehé, la policía de Barracas y Avellaneda, la de Soldati, la de Primavera en Formosa, sino por los piquetes ferroviarios, o, para el caso, todos los piquetes de todos los luchadores, y de activistas como Mariano Ferreyra. No hay que purgar al poder político de estas mafias, sino desencadenar una campaña macartista contra el PO. Galasso no llega siquiera a formular una teoría de los dos demonios – para él y los otros cortesanos el demonio es uno solo. Si nosotros somos los responsables del asesinato de nuestro compañero, la patota de Pedraza es un asunto secundario.
Galasso va más lejos todavía: respalda la tesis de los abogados defensores de los asesinos – el “enfrentamiento” – que fue refutada sin atenuantes, tanto por la jueza de primera instancia como luego por los tres jueces de la Cámara del Crimen. ¿No te has dado cuenta, Galasso, del pozo de inmundicia en el que has caído? Galasso cierra de este modo el círculo de la campaña de criminalización que inició, el mismo 20 de octubre, la Presidenta de la Nación, cuando responsabilizó por el crimen a “los que usan palos en las manifestaciones” y “a los estudiantes que forzaron la puerta del Consejo Nacional de Educación”. Después de esto, vinieron las diatribas del tipo “el PO le tiró un muerto al gobierno nacional y popular”, “los troscos son funcionales a Duhalde” – algo de lo que no se acordaron cuando Kirchner fue llevado de la mano a la Presidencia por el responsable político de los asesinatos de Kosteki y Santillán – que de paso le impuso más de medio gabinete, incluida la mayor parte de los actuales ministros, intendentes y punteros. Después del asesinato de Mariano, el kirchnerista Insfrán se cobró la vida de dos campesinos formoseños tobas, y la policía del jefe nombrado por Néstor Kirchner y la Metropolitana la de dos pobladores de Villa Soldati. Ni las policías, ni Insfrán están imputados; al revés, el gobierno apoya la reelección del formoseño y acabó firmando un pacto con Macri para castigar con la privación de derechos sociales la lucha de los pobladores por la vivienda.
Si el asesinato de Mariano Ferreyra obedeció a la necesidad de defender las tercerizaciones –un régimen de superexplotación para beneficiar a los grandes capitales -, la de los tobas fue ‘funcional’ a los intereses de los terratenientes sojeros y la de Soldati a la especulación inmobiliaria en la Ciudad. En lugar de lanzar la alarma acusadora: ¿A dónde vas Cristina? o la advertencia preventiva: ¿ A dónde te estás dejando llevar?, Galasso apunta contra ‘el enemigo principal’, que es, según él mismo, la prioridad que debe tener cualquier ataque político – Altamira y el Partido Obrero. Nos ha convertido en el ‘enemigo principal’ – a nosotros, no a Pedraza. Este es el significado sin falacias que tiene su frase introductoria, en la que asegura tener con Altamira” un punto teórico (sic) común: …crear la sociedad solidaria, igualitaria, donde brote y se consolide el Hombre Nuevo”. En realidad, nos quiere aplicar el Código Penal. Que patraña, no?
Galasso califica a nuestros militantes jóvenes como pibes, no por un acto de cariño sino para despreciar la madurez que han alcanzado y la conciencia que tienen de sus propios actos. En cambio, La Cámpora, que homenajeó a Insfrán en las vísperas del asesinato de los tobas, o la Juventud Sindical de triste memoria, que festejó con CFK en River pocas horas antes del asesinato de Mariano, son para él una juventud maravillosa. La ‘carta’ de Galasso es una provocación en cada línea y un monumento al caradurismo.

Encubrir a los Pedraza
Galasso no se aparta del encubrimiento de la patota que asesinó a Mariano Ferreyra en ningún momento de su texto. Galasso repite la versión de que “las bandas de derecha” procedieron al saqueo de la estación Constitución, aunque, una a favor de él, se abstiene en este caso de acusarnos a nosotros mismos por esos saqueos, claro que sin denunciar que eso es lo que hizo su ministra Nilda Garré y su compañero de ruta (¿ocasional?) Horacio Verbitsky – ninguno de los cuales apoyó sus infamias en la sede judicial. En cambio, sí lo hizo Juan Pablo Schiavi, secretario de transportes y jefe de del subsecretario Antonio Luna-hombre de Maturano y de Pedraza-, quien acusó por los hechos de Constitución a nuestros militantes ferroviarios en el juzgado que dispuso procesarlos por el corte de vías de Avellaneda.
Si es como dice Galasso, ¿por qué no hay ningún imputado por los desmanes de Constitución, cuando el diario La Nación publicó fotos de sus actores y existen los monitores propios de la estación? ¿No pensaste en esto Galasso – al menos en las noches, cuando “el músculo duerme y la ambición descansa”? Pero el encubrimiento de lo ocurrido en Constitución, por parte de la camarilla de la ‘seguridad democrática’, es decir del Código Penal y de los gases vomitivos, obedece a una razón simple: los desmanes fueron armados por la patota de la burocracia ferroviaria, con la intención de revertir la posibilidad de la prisión preventiva para los siete acusados por el asesinato de Mariano, como ya se había expresado antes, pero que a Galasso lo tiene sin cuidado, en los paros de la Fraternidad para “liberar a los presos” y en ‘asambleas’ armadas por la UF en Temperley con el mismo slogan.
Galasso se mofa, con el mismo estilo antiobrero de la prensa ‘destituyente’ (que ahora copia la oficialista) de un corte de “20 muchachos rebeldes”, para ningunear, como lo hace la derecha, la reivindicación del corte: el cese de los despidos y de las tercerizaciones – que reclaman miles y miles en el ferrocarril. Despidos y tercerizaciones que expresan la explotación acrecentada del capital sobre el trabajo y el despojo de los obreros por la burocracia sindical. ¡Pero qué carajo le puede importar esto a la “izquierda nacional”! Los 250 compañeros que cortaron las vías dejaron al desnudo que el gobierno maravilloso de Galasso no estaba cumpliendo, y sigue sin cumplir, las actas de incorporación a planta permanente de los tercerizados. Pero el gobierno incumple lo firmado porque tiene una asociación política y económica con esa burocracia, que por ello es un enorme factor de poder en el gobierno nac& pop. Galasso repite como un loro el verso de todo el oficialismo de que, ‘naturalmente’, a este gobierno fabuloso “le quedan muchas cuentas pendientes, mucho para hacer” (la contraseña para la reelección). Si fuera así (admitamos tal cosa por un momento), ¿por qué no pone manos a la obra y echa a los Pedraza de la gestión del ferrocarril, los echa de la secretaría de Transporte, expulsa a los capitalistas coimeros de Ugofe y pone al ferrocarril bajo administración estatal directa, con control de delegados obreros electos? Pero esto que el gobierno no hace, ni ha dicho que vaya a hacer, tampoco lo reclaman Galasso y sus compinches de la corte oficial: avalan la continuidad de la patota en uno de los principales núcleos de poder y al frente de uno de los ejemplos de mayor corrupción económica y desfalco de los fondos nacionales. Galasso es un simple encubridor que se disfraza con la muletilla de “la contradicción principal”. Los Pedraza son parte del poder kirchnerista – y no en pequeña medida. Galasso quiere un Hombre Nuevo pero no un ferroviario mejor pago, que trabaje en condiciones menos inhumanas. Galasso: volvé a leer tu ‘carta’ y ponete a llorar. Pero después de todo: ¿la ‘izquierda nacional’ no apoyó toda la vida a la burocracia sindical – incluso en los criminales años 70?

El “enemigo principal”
Todo este desvergonzado embuste, que lo coloca en el campo de los encubridores del asesinato de nuestro compañero Mariano y en el de los enemigos de los obreros ferroviarios, Galasso lo justifica con la tesis del “enemigo principal”; hay que apoyar a CFK (y por sobre todo su reelección) para que no triunfe el ‘enemigo principal’, la derecha. En realidad estamos ante un embuste, porque en ningún momento Galasso caracteriza a CFK como un enemigo de clase, aún ‘secundario’, de los trabajadores, ni tampoco propone, bajo ninguna forma, desarrollar una organización clasista que combata al gobierno - al menos como enemigo de clase ‘secundario’.Después de todo, el objetivo de un socialista que combate al ‘enemigo principal’ no es fortalecer al ‘enemigo secundario’, que por secundario que sea es un enemigo de clase, sino aprovechar el debilitamiento del frente de clase en su conjunto que implica una derrota del ‘enemigo principal’, para acabar con la dominación de clase en general. En definitiva, en lugar de plantear alguna forma de oposición de clase al gobierno capitalista ‘secundario’, o de correlacionar la lucha contra el enemigo de clase ‘principal’ con la oposición a todo gobierno de clase de la burguesía,
Galasso dedica sus esfuerzos a amenazar a nuestros ‘pibes’ con futuros ‘pedrazazos’, es decir, a valerse de los Pedraza como muro de defensa del gobierno kirchnerista. Como ocurre en política con los francotiradores, Galasso se pone al servicio de todas las provocaciones. Precisamente, es una provocación, que Galasso no denuncia ni podría denunciar, el fallo que procesó a nuestros compañeros ferroviarios por “extorsión”, con motivo del corte de vías de Avellaneda, porque convierte a esa condición a cualquier demanda reivindicativa que se apoya en medidas de acción directa efectiva. CFK ha logrado su propósito inicial de criminalizar (código penal) a nuestro partido. Un juez que califica de ‘extorsión’ a una demanda dirigida a una persona ideal, no física, como el Ministerio de Trabajo, no pudo haber actuado de este modo sin que mediara una exigencia del poder político.
El más ‘célebre’ modo de uso de la tesis de la contradicción principal, la ofreció el partido comunista en 1976 cuando llamó a apoyar a la dictadura militar, con la consideración de que el ‘enemigo principal’ eran los Suárez Mason y Menéndez, caracterizados como pinochetistas, frente a Videla. Es el mismo método que aplica Galasso: fuera del análisis concreto de una situación concreta, siempre hay algún villano al que se puede imputar la condición de ‘enemigo principal’ y, por esta vía, absolver de culpas al enemigo que le sigue en jerarquía. En el ejemplo clásico de la revolución rusa, nadie puede cuestionar que el ‘enemigo principal’, durante 250 días seguidos menos dos, fue el gobierno kirchnerista ruso de Kerensky. Pero durante dos días, cuando el intento de un golpe militar de Kerensky fue usurpado por un golpe militar efectivo de la derecha monárquica de Kornilov contra Kerensky, los bolcheviques en esos dos días convirtieron a Kornilov en el enemigo principal, sin apoyar al kirchnerista Kerensky. La derrota de Kornilov preparó el derrocamiento de Kerensky. Lo mismo hicimos nosotros con Isabel. Durante dos años, combatimos al gobierno peronista que creó las tres A, produjo el navarrazo en Córdoba, liquidó a la izquierda peronista y asaltó la UOM y la ciudad de Villa Constitución – mientras el resto del arco político armaba un bloque, primero de los 8 y luego de los 9, para defender la ‘institucionalización’ contra un golpe militar. A partir de julio de 1975, con el nombramiento de Videla, produjimos un cambio de orientación, y levantamos la consigna “abajo el golpe”, mientras que los que antes advertían contra el golpe, ahora lo desechaban debido a la asunción de un ‘general democrático’. Pero mientras nosotros, Política Obrera, convertíamos al golpe militar en el ‘enemigo principal’, el gobierno de Isabel hacía lo contrario: atacaba como su ‘enemigo principal’ a los luchadores, y abría aún más, por esta vía, el camino para la victoria del golpe militar.
La ‘izquierda nacional’ dio todo su apoyo político al gobierno de Isabel y con ello a la política de capitulación frente a los golpistas. En el caso del gobierno de Illia fue incluso peor, porque el peronismo y la ‘izquierda nacional’ apoyaron el golpe de Onganía, sea en directo o con el llamado a ‘desensillar hasta que aclare’. La"izquierda nacional" y Ramos llegaron a pedirle una definición “nacional” a la dictadura ( “De la crisis argentina a un frente patriótico”, folleto de octubre 1978) y caracterizaron más tarde como “militares patrióticos al estilo de Perón” a Seineldín y Rico - éste milita hoy en las filas K. La ‘izquierda nacional’, que también apoyó al entreguista Frondizi y que sólo se opuso de palabra a la Libertadora, no tiene autoridad para darle lecciones al Partido Obrero.
Galasso aprovecha la ignorancia de su público para reivindicar un apoyo de la ‘izquierda nacional’ al 17 de octubre, lo cual es cierto para el periódico Frente Obrero, pero donde no estaba Abelardo Ramos, el cual en su revista Octubre lo caracterizó, por el contrario, como una lucha interburguesa (“un forcejeo por el gobierno dentro de las clases poseedoras de nuestro país…dentro del cual actuó dividido el proletariado”) (revista Octubre N° 1, noviembre de 1945). Abelardo Ramos no terminó al lado de Menem por casualidad; a Menem también lo votó Galasso en 1989 – siempre con el argumento del ‘enemigo principal’, el UCR Raúl Angeloz, y de la inmadurez de la lucha de clases para luchar por el desarrollo de una oposición de clase socialista. Los campeones de ocupar uno de los campos en disputa, rechazan hacer eso cuando se trata de la lucha de los Mariano Ferreyra contra los Pedraza – y se ponen por encima del muro hablando de un “enfrentamiento”.
Galasso sabe que, al menos en los 60, el más conocido divulgador del tema de las contradicciones, fue Mao Tsetung. Los divulgadores de Mao se encargaron de divulgar, a su vez, la especie del enemigo principal, cuya versión es de origen más antiguo, pues fue el eufemismo del stalinismo para justificar los frentes populares contra ‘la derecha’. Pero en ese opúsculo vulgar, Mao toma sus precauciones; dice por ejemplo que, en ciertas ocasiones, la contradicción secundaria podía transformarse en la principal. Sabía de lo que hablaba: en dos décadas de “guerra prolongada”, el ejército rojo de Mao había pasado 15 años en una guerra civil contra su ‘enemigo secundario’ – el nacionalista Kuomintang de ChiangKaisek; los otros cinco contra el militarismo japonés, aunque combinado con choques reiterados con sus rivales kirchneristas de China. Visto el resultado final – la victoria de la revolución china – se debe concluir que sin la guerra civil contra los nac& pop del Kuomintang las masas chinas hubieran terminado en la derrota. Mao desarrolló esta orientación en el peor momento de “la lucha de clases’ (como le gusta a Galasso), cuando tuvo que recorrer diez mil kilómetros a pie para escapar de sus perseguidores kirchneristas, o sea, los representantes de la burguesía nacional de China.
Puede ser que el gobierno de CFK esté ocupando el segundo lugar en la tabla de posiciones de los ‘enemigos’ de los explotados – con Macri o de De Narváez disputando el primero y segundo puesto con Duhalde. Pero a diferencia de éstos es el gobierno, es decir, el gerente de los negocios capitalistas y el encargado de proteger las relaciones de explotación existentes. Esto lo transforma de secundario en principal; un obrero no puede reclamar al pelirrojo o a Carrió, y sólo en un espacio limitado a Mauricio. El que no lucha contra el gobierno de turno no lucha contra el poder; orientar a las masas contra la oposición parlamentaria no les rendiría nada, por eso tampoco les interesa. Solamente en una crisis de poder se plantea la necesidad de distinguir a los campos que se disputan su resultado; en este caso, solamente en éste, hay que distinguir al enemigo, del enemigo de nuestro enemigo, y enfilar las baterías contra el primero – sin apoyar políticamente al segundo. La ‘izquierda nacional’, por el contrario, se ha integrado a uno de los campos burgueses de un modo estratégico, hasta la última gota de la cicuta – por eso acompañó a Perón, los bolivianos Paz Estensoro y Siles Suazo, los peruanos Haya de la Torre y Alan García, Frondizi, Isabel, hasta la completa capitulación de éstos ante el imperialismo. Siguiendo la metáfora de la niña de 20 años que Galasso quiere enamorar aunque a los 60 ella pueda quedarse sin dientes, los ejemplos advierten que mucho antes de desdentarse la damisela nacional y popular se convertirá en prostituta.
El kirchnerismo
El gobierno kirchnerista es el síndico de la quiebra de 2002: vino a pagar las deudas del menemismo y de la dictadura. O sea, a rescatar el capitalismo, no a transformar las relaciones sociales capitalistas que llevaron a la quiebra. No es menos cipayo sino más, el gobierno que paga la deuda usuraria, que aquél que la contrajo. Los K la renegociaron a partir de los niveles usureros que alcanzó en 2000/1, incluidos sus intereses. Fue el eje de la reestructuración capitalista del país, en los términos que lo dejó Duhalde-Lavagna. Mantuvo con fórceps (subsidios) el régimen de privatizaciones y todas las formas de trabajo precario y en negro. La Bolsa llegó al tope; se expandió la frontera territorial y financiera de la explotación latifundista de la soja. Galasso saluda la reestatización de las AFJP, pero sin la advertencia que hicimos nosotros – que sería usada para pagar a la usura internacional. La Anses es ahora una AFJP estatal, pues se rige por un sistema de capitalización, no de reparto, y el dinero se invierte en la compra de títulos de la deuda pública. Kirchner hizo lo que ningún capitalista hubiera imaginado en sus menores sueños: pagar la deuda externa al extremo de reducir su parte flotante, del 200% al 18% del PBI, mediante el recurso de enchufársela a la Anses, al Pami, a la AFIP y al Banco Central.
Se ha ejecutado la mayor confiscación económica del pueblo de toda la historia: el próximo default se lleva puesto, no a los acreedores extranjeros, que de todos modos siempre son rescatados, sino a los jubilados y a la moneda nacional. Gracias a esto, empieza ahora un nuevo ciclo de endeudamiento, que ha arrancado por las provincias y por el sector privado. Los capitales extranjeros invaden la Bolsa y los títulos públicos; esto significa, políticamente, que este es su gobierno – sin atarse las manos para cualquiera que ofrezca ir más lejos. Ningún capitalista quiere destituir a un gobierno al que le compra la deuda. Agreguemos a esto la ley antiterrorista que los K hicieron votar al Congreso a pedido de Bush, que proscribe a cualquier organización que se solidarice en forma efectiva con las luchas nacionales de otros pueblos; o el alineamiento con el sionismo frente a Irán – y vemos que Galasso está alineado con los peores intereses del imperialismo. Ah!, la ley de medios, volcada a los intereses de los pulpos de la telefonía y al alcahueterismo oficial de los que encubren a Pedraza; o la asignación por hijo, promovida por el Banco Mundial, que consolida un régimen de exclusión social por referencia al derecho al trabajo, y que pagan los jubilados de la Anses – y hasta por último algunas concesiones sociales o legales, sin las cuales un gobierno del gran capital no podría gobernar ni por un instante en un sistema democrático-electoral. El gobierno actual es el de los mayores pulpos mineros y petroleros y de los banqueros – los que más han lucrado con la valorización de la deuda pública; del gran capital financiero sojero-exportador; de las privatizadas; y del juego. ¿Por qué diablos un partido socialista no debiera combatirlo?
A Galasso le parece desacertado caracterizar el conflicto por las retenciones de soja como interburgués – quiere decir con esto que hacemos abstracción de cuál posición era más conveniente para el desarrollo nacional. Pues, precisamente, nuestra posición fue: ninguna. A la defensa de la tasa de ganancia agraria de los sojeros, de un lado, se opuso la defensa del pago de la deuda externa, del otro. El fracaso del gobierno en este conflicto, lo llevó a recapturar los fondos de las AFJP para evitar el default y pagar la deuda. Luego hizo lo mismo con las reservas del Banco Central; no existe una posición progresiva entre la renta agraria y la renta financiera.
A Galasso lo atormenta, sin embargo, la reelección. ¿Che, Altamira, querés que ganen los Duhalde-Macri? “No te enojés si te lo dicen”, agrega, con ese histrionismo recogido de los bajos fondos. Es el penúltimo bastión argumental de los Galasso. Pero si CFK pierde no será por los recursos que exhiben sus ‘destituyentes’ ni por el Partido Obrero – sino porque es ‘funcional’ a los Pedraza, a los banqueros, a los pulpos mineros, etc., y a la desorganización económica que resulta de jugarse por esos intereses. Pero ¿qué sería la reelección de Cristina, Galasso? Sería la reelección del protector de los terratenientes bonaerenses, Scioli; de los Gioja, los Insfrán, de los representantes del gran capital automotriz y de la enseñanza religiosa, como los Schiaretti o hasta la ‘rentrée’ de Reutemann. Estos derechistas sin recuperación, se convertirían en los sucesores de CFK. Nadie que no haya caído en una profunda bancarrota política puede plantear una línea como la de Galasso.
El Partido Obrero
El último argumento de Galasso es que “la lucha de clases” (Galasso insiste en esta expresión cuanto más aboga por la colaboración de clases) no ofrece ninguna oportunidad a la izquierda; hay que conformarse con lo que hay. Los kirchneristas no van más lejos, porque la ‘lucha de clases’ no da; la culpa no la tiene ninguna fuerza política, sino la abstracción ‘lucha de clases’. Pero si este es el caso, ¿qué le están ofreciendo a esa ‘juventud maravillosa’ que acaban de descubrir los colegas de Galasso, de Carta Abierta? Resignación, acomodamiento, cooptación, corruptela y cinismo político. Galasso tuvo la muy mala suerte de vender su carne podrida contra Altamira y el PO cuando las masas bolivianas se estaban alzando contra el gobierno kirchnerista de Bolivia, que acaba de adoptar el programa de la derecha y recibir su apoyo político. Pero este alzamiento, como otros tantos en Europa y en Asia, son la expresión de la tendencia de los explotados frente a la bancarrota mundial del capitalismo, que se desarrolla a la vista de todos, provocando una degradación social sin precedentes. En estas condiciones históricas, que necesariamente comportan una transición entre situaciones no revolucionarias y revolucionarias, nuestro partido desarrolla una organización obrera y socialista, que sería imposible sin el desenmascaramiento del ahora sí definitivamente desdentado nacionalismo burgués. ¿Por qué el gobierno ha puesto en marcha todos los recursos del Estado, incluidos los paraestatales de la patota, por un lado, y de los escribas cortesanos, por el otro, contra nuestro partido, el Partido Obrero; por qué nos han convertido en su ENEMIGO PRINCIPAL , si no es, precisamente, porque temen como a la muerte la emancipación política de la clase obrera?
ABAJO EL PACTO CFK-PEDRAZA, fuera la patota de los ferrocarriles y de los sindicatos.
Juicio y castigo a TODOS los culpables del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.

Jorge Altamira

PARTIDO OBRERO
LA MATANZA

Hablando un poco de el “Hacerle el juego a la Derecha”, yo opino que esta exagerado, por mi parte critico un monton de cosas y me parece bien que se les critique lo de las Mineras y los Recursos Naturales

Ahora no puden negar que HISTORICAMENTE hay partidos o Movimientos que le hacen el Juego a la Derecha como el PO, y hacerle el juego no es ir al programa de Grondona, eso es una chicana pelotuda, hacerle el juego a la Derecha es justamente permitir que la Derecha mas recalcitrante lleve a cabo sus planes a sabiendas que todavia sos un partidito y eso no te va a beneficiar en nada ni vas a Gobernar la Argentina en los proximos años…

Esto no se invento en 2003, Palacios no fue funcional a los intereses de la Libertadora??

Durísima la respuesta de Altamira. Tienen que encontrar un medio de difusión más efectivo que las manifestaciones porque es fácil decir que al PO lo integran “20 muchachos rebeldes” si nunca encuentran la forma de dar a conocer sus ideas. Además, haciendo tantas marchas y cortes, le dan letra a los que piden orden a toda costa, y jamás llega su mensaje a más gente.

Eso no quita que yo siga creyendo que son demasiado idealistas, que piensan en una revolución sin planear pasos o avances, pero que deberían dar a conocer sus planteos, lo deberían hacer, pero por otros medios

Un intercambio bastante enriquecedor el de Galasso y Altamira, pero totalmente inútil por estar los dos en veredas distintas. Las cosas como son, el kirchnerismo no viene a implantar el socialismo ni el ala dura del comunismo apoyará jamás a un gobierno burgués. Habría que preguntarle al historiador que entiende por sociedad solidaria e igualitaria, si entiende un capitalismo de Estado con distribución de la riqueza o un socialismo. Luego también cabría preguntarle que es la derecha. Es fácil apuntarle a dinosaurios como Duhalde, Macri, Cobos, y Biolcatti, pero sería bueno también pensar que el capitalismo es de por si un sistema de derecha que implica el enriquecimiento de algunos y la exclusión de otros. Altamira apunta a un cambio sistemático, mientras que el Kirchnerismo propone una reforma capitalista que apunte al bienestar de la sociedad argentina. Ni siquiera podemos decir que es de izquierda por estar inmersos en un proyecto latinoamericano, la verdadera izquierda no negocia con la pobreza de los otros. ¿O seguimos pensando que una división internacional del trabajo equitativa es posible? El capitalismo no funciona así, sistematicamente hablando funcionará siempre como una fuerza de derecha. En los 70 el gran capital golpeaba los cuarteles en Sudamérica para pelear contra el desarrollismo, adversario de los intereses del capital multinacional. Ahora se trasladó a Estados Unidos, pero se camufló bajo la forma de una corporación político militar que tiene de rehen al sistema bipartidista. También cuenta con la capacidad de mutar de nacionalidad, antes norteamericano y europeo, hoy sacando la nacionalidad brasileña y china. Siempre concentrado, nunca fragmentado. Imaginemos una hipótetica corporación mundial de pequeñas y medianas empresas…imposible, Marx explicó bien el por qué de la acumulación. La derecha a la hora de pensarla es entonces todavía más grande que la cabeza de Duhalde, implica muchisimas cosas. Por eso me parece trillada la frase “hacerle el juego a la derecha”. Sin lugar a dudas que algunos están más parados en la derecha que otros, pero también si uno se corre mucho a la izquierda termina quedando en la derecha, como le sucede a cierta izquierda “reaccionaria”.

Hay millones con una sensibilidad especial que les impide pararse en la vereda del capitalismo pero bueno, es problema de ellos, yo creo (porque tampoco tengo la verdad absoluta) tener la conciencia tranquila de que con mi voto kirchnerista le hago el juego al gran capital pero también pensando que es la única alternativa política capaz de enfrentar a poderes locales totalmente antisudamericanos.

Es cierto, a mi no me molesta que se manifiesten ni que luchen, eso me encanta pero su postura politica es taaan ingenua que por inocente que sea juega en contra de sus propios intereses que son (Al menos de los militantes, los dirigentes nose) la Revolucion y el Socialismo


Hoy leia el correo de lectores de la Barcelona y un flaco hablaba mas o menos de ese tema, decia algo asi como “La mayoria aca somos de Izquierda, desde la mas moderada a la Anarcocolectivista, pero vos podes levantarte un dia y querer implementar el Proyecto Venus, te reunis con gente que mas o menos quiere lo mismo, ponele que logran tomar el Poder, como te crees que vas a hacer? Que las Multinacionales van a estar dispuestas a perder sus ganancias? Que la Oligarquia que hace mas de 2 siglos maneja a su antojo el Pais va a querer vivir en una Sociedad Igualitaria? Que los Sojeros van a sentarse a discutir un plan de industrializacion? Y vas a lograr todo esto y los Poderosos se van a cruzar de brazos?? Terminas tranzando para seguir gobernando quizas tocando levemente los intereses de ellos pero no mas que eso, y porque pasa eso? Pq la Revolucion la queremos nosotros, una parte de la Clase Media Intelectualizada de Buenos Aires y otros tantos en el Interior y nada mas, entonces, el Kircherismo es el Gobierno mas a la Izquierda que vamos a tener por muchos años, a no ser que la mayor parte de la Sociedad cambie su forma de pensar-hacer”

Era mucho mas largo pero en resumen eso decia el chabon y me parecio bastante acertado, aunque nose si el Kircherismo es lo mas a la Izquierda que vamos a tener si es lo que hoy mas a la Izquierda podemos tener y esta en nosotros como Pueblo formarnos aprender nuestra Historia y darnos cuenta para poder avanzar hacia la Igualdad, y hacia el Socialismo, y en cuanto a Galasso, es un tipo de Izquierda Nacional, obvio que quiere el Socialismo, pero sabe que no se puede implementar de un dia para el otro…