Lo de Boca termina muy muy mal. Miguel Russo está recontra gagá, sigue con esa pavada de “ir despacio” y “ya vamos a hablar” y no sé qué, cosas de viejo choto, fútbol de otra época. Sacó a Zeballos por algunos partidos malos, también a Zenón, pero deja en cancha a Palacios que es don pachorrín, pone a Battaglia -que es terrible larva- de 5, le da lugar al burro de Di Lollo (hizo el gol, da igual: es el peor de Boca, tiene falencias de todo tipo) y encima al primero que pone cuando hace los cambios es a Cavani, que se mueve menos que mi tía cuando se lo monta a mi tío mientras él le chupa las tetas y le dice que es su bebota predilecta y ella le asegura que al mediodía le va a cocinar pizzas a los cuatro quesos y él le dice “mmm” y se la pone toda porque le re excita que le cocine y le ponga abundante roquefort a la pizza. De yapa, el viejo está cadavérico, nótese que no se mueve en el banco, está quietito y casi no habla. No pasa de este año, Riquelme va a tener serios problemas. Gran error.