Una puñalada de carne no se le niega a ninguna.
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Una gorda con cara linda cuenta como Bagre?
Cuenta como buen pete
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Muy pocas veces, soy de los que prefieren no ponerla a ponersela a un bagallo. Diganme que no soy el único
Sos el único!!!
Para mi son etapas,de pendejo le entraba a todo a modo de práctica, excepto gordinis que nunca me gustaron.
Ya pasado ese periodo “lactal” de la adolescencia me hice mas exquisito y si no era un 7 en adelante prefería seguir de largo.
Ahora es cuestión de gustos.
Al menos eso pasa conmigo
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Una flaquita, linda de cara, pero tabla tambien es 7/ 7.5?
Si es tabla y parece menor su puntaje incrementa un 200%
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Depende qué tan tabla sea supongo. Si es carilinda pero es de esas flacas TABLA TABLA que no tienen un mínimo perceptible de curvatura en el cuerpo, para mí está en un 6 o incluso por debajo de esa puntuación. Pensá que la calentura se limita casi exclusivamente a que te salude al amigo
Y tambien hay que incluir el color de piel, ahora que lo pienso
Nada que un bagallo no solucione
En épocas de vacas flacas siempre aparecía esa gordita o feucha a salvarte la noche, no digan que no. Hace un mes mas o menos fui a una joda con tal de segundear a unos amigos y me terminó tirando la goma una media fea pero bueno, sirvió para decir “no salí al pedo”.
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Alguno confirmo el mito de las paraguayas? dicen que son tremendas putas en la cama, que son insaciables.
Estuve con la hija de una (argentina la piba) y era asi, pero no cuenta, igual la vieja era re zorra
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a las brasileras me las imagino igual de putas (en la intimidad) que las paraguayas, sumado a que las veo mas lindas, no se xq pero me imagino que solo usan el culo para cojer.
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no sabia que se usaba hasta la nariz y las orejas para garchar
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yo tampoco sabia, gracias por el dato.
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Me embriagué y le escribí al bagallo que conté en paginas anteriores. Me clavó el visto 
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Doy fe. De pendejo estuve un tiempo con una paraguayita divina. Me la garché en la terraza de la casa de uno de los tíos en un cumpleaños, en una plazoleta de noche a metros de una escuela de policía y cada vez que iba al baño en casa de los viejos o camino a los dormitorios me manoteaba en busca del pequeño bandido y me mandaba la lengua hasta la laringe. Un fuego
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