Kirchner - Por Artepolítica, el 27 de octubre de 2010.Artepolítica
Mendieta escribió:
En un principio fue el verbo por tuiter: Murió.
Luego fue el silencio de hablar con compañeros de muchos lados. Y con mi viejo y con mis hermanos. Y Cachorra despertando con la radio y mirando con los ojos bien grandotes y una pregunta en forma de lágrimas: ¿cómo?
Una vez más la ruleta poniéndote del lado de los que llevan consuelo. Y estas ganas de llorar.
Al principio fue el silencio. Pensar en la familia. En los pibes. En sus pibes. Y un profundo malestar por los que esbozaban lecturas políticas.
Después, otra vez en el tuiter, la noticia de un festejo a dos cuadras y salir disparando. Y llegar y encarar a un policía para preguntarle y por suerte no, fue uno que pasó en auto tirando papelitos y sonando la bocina. Es temprano y en las calles de Caballito no hay casi nadie. Pero los porteros en las puertas de los edificios hablan bajo y comentan: “en la balanza, poniendo todo en la balanza, estoy triste” alcanzo a escuchar mientras miro el asfalto. No está mal que los laburantes estén tristes Néstor. Supongo que estarás contento.
Después vuelvo a pensar. Que la política es cruel. Que si se hubiera cuidado la salud y todas esas pavadas que se escuchan en la tele. Y la explicación a Cachorra me sigue dando vueltas: “se murió haciendo lo que le gustaba y eso es muy importante”.
Así que, de golpe, cambio rotundamente de manera de pensar. Y si Néstor se murió haciendo política –por cierto, algo de poesía hay en morirse en tu tierra, Néstor. Si, vos, que no debés haber leído nunca más de tres versos seguidos, escribiste uno al morirte allá, en el sur-, decía: si se murió haciendo política, el mejor homenaje que podemos hacerle es pensar políticamente su muerte.
Y entonces pienso:
Que a partir de hoy dependerá de muchos (de nosotros) el demostrar que esto era un proyecto político mucho más ambicioso que el de una persona.Y estoy con ellos.
Que hoy hay cientos de pibes y pibas que nacieron a la política con Néstor y que se acaban de hacer mayores de edad. Y en ellos, en sus desmedidos sueños juveniles, confío. Mucho. Y estoy con ellos y los abrazo.
Que hoy hay cientos de jovatos que temen, con miedo temen, que esto, esta primavera a los cincuenta y sesenta, se termine. Y estoy con ellos y los abrazo.
Que hay cientos de miles, la mayoría, que mirarán las noticias, harán un comentario y seguirán sus vidas. Y los entiendo. Y estoy con ellos. Y los abrazo.
Que hay una mujer que deberá hacer un tremendo esfuerzo en superar su sufrimiento y su dolor y mañana ponerse a trabajar. Al igual que cada uno de aquellos que pierden un ser querido, que mañana se levantan y laburan. Sólo que ella es presidenta y eso, hay que decirlo, es más jodido. Y estoy con ella. Y la abrazo.
Que hay un tipo que acaba de dar lo último que podía dar a la política. Yo soy, y ahora lo digo, una vez más lo digo, de los que critican cierta frialdad del kirchnerismo. Cierta lejanía con lo emotivo, con los sentimientos. Esa pasión por los superávits gemelos, por decirlo matefóricamente. Bueno. Que mayor contribución a la causa del humanismo que morirte Néstor. Me saco el sombrero ante vos. Y estoy con vos. Y te abrazo.
Ojalá te llevemos a la victoria, Néstor. Que es, nunca está de más recordarlo, la felicidad del pueblo.
Tomás escribió:
Mañana vamos a pensar en todo lo que fue. Mañana vamos a pensar en las cosas que se hicieron, en las que faltaron, en las que hay que seguir haciendo, en los que están, en los que se fueron, en los que siguen viniendo.
Para algunos de nosotros, hoy se acaba de morir un tipo que nos hizo creer que la política no era una cosa que estaba. Que había que ir y hacerla. Que la política podía ser una cosa también nuestra., de los pibes. Y no sabemos qué carajo fue, si la bajada del cuadrito, si el saco medio torcido, si ese abrazo fundacional de mayo del 2003, si esa cosa tan adolescente de vivir con el cuerpo. No sabemos qué fue, y tal vez no sea este el mejor momento para pensarlo. No sabemos qué fue pero acá estamos, un montón de pibes y pibas que encontramos la política desde todos los espacios.Y los méritos que haya hecho Néstor Kirchner para que todo eso pase, será una pregunta que se hará cada uno internamente, y que quizás no se conteste nunca. Algo que, además, no me voy a preguntar hoy.
Se acaba de morir un tipo que resume una idea que nuestra generación se tiene que afanar y no dejar que nadie la vuelva a tocar. Se acaba de morir el tipo que -consciente o inconscientemente, no me importa, menos hoy-, resumió la idea de que había que hacer política, que hacer política era una forma de hacerse cargo. Se acaba de morir un tipo que, hasta en términos particulares, encarnó lo que para algunos de nosotros resultará quizás en una vocación. Se murió un tipo que hizo de la voluntad una forma de hacer política. Se murió alguien que fue la expresión de que se podía romperle las bolas a los límites de lo posible. Se murió el tipo que no sólo se inventó a sí mismo, sino que hizo todo lo posible para que los demás lo reinventen. Se murió el que cagó a hachazos la Caja de Pandora. Se murió pidiendo que le pidan.
Néstor Kirchner es la metáfora que necesitaba nuestra generación para hacerse cargo de la tarea que le toca. Este país, todos estos países.
Néstor Kirchner significó la posibilidad de decir que sí, que uno quería hacer esto. Lo significó para quienes eran kirchneristas, para quienes no lo eran y para quienes estábamos en el medio. Fue una posibilidad, una ventana que se nos abrió a algunos, un lugar dónde nos invitaron a pasar. Fue la juventud de ese liderazgo, esa suerte de estrella de rock con libros de balances bajo el brazo, ese padre sacado al que uno a veces hasta le pedía más recato, fue todo eso lo que nos permitió salir socialmente del clóset y decir que sí, que éramos parte de alguna cosa más general, siempre indefinida, siempre tan en disputa.
Imaginate que se te muere la metáfora. Imaginate si no tenés ganas de llorar.
Kirchner