Servicio civico voluntario para jóvenes.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-154087-2010-09-30.html
Otra vez los cuarteles, ahora para estudiar

		La iniciativa que crea el Servicio Cívico Voluntario  prevé que jóvenes de 14 a 25 años en situación de vulnerabilidad social  sean contenidos en las unidades militares. Votaron a favor la UCR y el  PJ disidente y se opusieron el oficialismo y sus aliados.
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		  			[IMG]http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif[/IMG] Por Horacio Cecchi
					El  proyecto de la educación de jóvenes en cuarteles logró su media sanción  en el Senado con un resultado ajustado, en el que los votos a favor los  pusieron el radicalismo y el peronismo disidente y el rechazo estuvo  dominado por la bancada oficialista. El texto propone que los jóvenes  “en situación de riesgo” tengan una oportunidad de concluir sus estudios  nada menos que en cuarteles militares, salteando las instituciones  educativas públicas existentes. El Ejército, que según los senadores  votantes debería ser el espacio de recepción y contención de esos  jóvenes, rechazó –como ya informó este diario– el convite de  transformarse en un bachillerato incorporado para pobres, sosteniendo  que no forma parte de sus funciones ni sus integrantes están preparados  para dedicarse a este tipo de actividad docente. Como un indicio del  grado educativo del proyecto, baste recordar que fue tratado por las  comisiones de Justicia y Asuntos Penales y Seguridad Interior y  Narcotráfico y no fue enviado a la Comisión de Educación. La votación,  para más datos, fue tratada dentro de un paquete de leyes de seguridad.

La iniciativa corrió por cuenta de los radicales mendocinos Ernesto Sanz y Laura Montero, el sa(a)dismo puntano y el oficialista José Pampuro, aunque este último finalmente no se presentó a la votación, en línea con la decisión del FpV de rechazar el proyecto. El Servicio Cívico fue votado por 33 senadores (UCR y PJ disidente) y rechazado por 31 (el oficialismo y sus principales aliados, entre ellos los senadores fueguinos que responden a la gobernadora Fabiana Ríos). Hubo dos abstenciones (Norma Morandini y Eugenia Estenssoro) y seis ausencias, entre las que figuran las de Pampuro y Roxana Latorre (que estuvo de viaje con la Presidenta) y la del socialista Rubén Giustiniani, quien sí se presentó luego a votar la ley de salideras.

El Servicio Cívico Voluntario prevé un programa de capacitación en oficios para jóvenes de entre 14 y 24 años, que se encuentren en situación de riesgo, y a cambio recibirán una beca equivalente a tres asignaciones universales y podrán finalizar sus estudios formales primarios y secundarios.
La idea tiene su antecedente en una experiencia llevada a cabo por Julio Cobos en Mendoza, que fue de mal en peor: el número de asistentes voluntarios se redujo en un par de años en un 40 por ciento.

El proyecto votado ayer es el resultado de un dictamen por mayoría alcanzado la semana pasada y que unificaba los proyectos de los radicales mendocinos Sanz y Montero, del puntano Rodríguez Saa y del oficialista Pampuro. El dictamen por mayoría fue votado el 21 en un plenario de las comisiones antes mencionadas, impulsado por la presidenta de Justicia y Asuntos Penales, la opositora salteña Sonia Escudero, y la representante eclesiástica Liliana Negre de Alonso, entre otros. Pero también el de la oficialista díscola Adriana Bortolozzi de Bogado.
La senadora Blanca Osuna, vicepresidenta de la Comisión de Educación, denunció que el proyecto “propone una especie de internado en las dependencias militares para algunos jóvenes. Pero no cualquiera. Está dedicado a los jóvenes en situación de riesgo, los más pobres”. La senadora también denunció que “el dictamen no fue girado a la Comisión de Educación”, lo que revela las pretensiones de los redactores del proyecto: pese a que está planteado como un sistema de educación, fue ingresado a comisiones de seguridad y tratado en el proyecto de leyes consideradas de seguridad, junto a la de salideras bancarias y a la de desaparición forzada de personas.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, criticó la iniciativa porque “en el fondo subyace el riesgo de reinstaurar un servicio militar light”, porque “podría actuar como disciplinador social”, al tiempo que significaría “el retorno de las fuerzas militares en temas de la seguridad publica”, que fue eliminado por ley durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
“Es un horror, un eufemismo decir que es un proyecto educativo cuando lo único que hace es discriminar a los pobres”, sostuvo Claudia Cesaroni, directora adjunta de la Asociación para la Prevención de la Tortura. “Más que de educación es un plan de criminología cosmética, parece un problema de disciplina, parece que todo queda reducido a los jóvenes que tienen anulados sus derechos de educarse en escuelas públicas”, sostuvo el defensor general de San Nicolás, Gabriel Ganón.

“Más allá de los intereses que han motivado a los senadores a redactar y votar el proyecto, hoy en Argentina rige la Ley Nacional de Educación que hace obligatorio el acceso de todos los jóvenes a la educación primaria y secundaria –señaló Gimol Pinto, especialista en protección de la infancia de Unicef Argentina–. Y muchos adolescentes no están pudiendo ejercer ese derecho fundamental. También está vigente la ley de prohibición del trabajo infantil que prohíbe el trabajo hasta los 16 años. Lo central es que el Estado debe garantizar que los chicos que se encuentran en exclusión tienen que estar en la escuela y tienen la educación garantizada por el Estado y la solución no pasa por abrirles talleres alternativos.”
“¿Y qué tiene de malo que el Estado ayude a chicos que no tienen acceso a la escolaridad y que se encuentran en situación de riesgo?”, fue la defensa que abrumó durante la sesión de ayer. Los senadores que adoptaron ese discurso hicieron el olímpico salteo de la propuesta educativa: la mecánica de tratamiento figura en la labor parlamentaria, que evidenció que se trató de una propuesta más sobre el problema de la seguridad.
El proyecto pone como requisitos tener entre 14 y 24 años, pasar un control médico psicofísico, sostiene que el contenido de los cursos y capacitaciones será elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación (pese a que no ingresó a la Comisión apropiada) y se desarrollará en instalaciones del Ejército que se encuentren en desuso, pese a que el Ejército rechazó el convite.
El proyecto, ahora, deberá ingresar en Diputados donde deberá superar el primer escollo: ¿la comisión de cabecera será la de Seguridad o la de Educación?

Una vergüenza. El grupo A sigue mostrando lo retrógrados que son.

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Otra vez los cuarteles, ahora para estudiar

		La iniciativa que crea el Servicio Cívico Voluntario  prevé que jóvenes de 14 a 25 años en situación de vulnerabilidad social  sean contenidos en las unidades militares. Votaron a favor la UCR y el  PJ disidente y se opusieron el oficialismo y sus aliados.
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					El  proyecto de la educación de jóvenes en cuarteles logró su media sanción  en el Senado con un resultado ajustado, en el que los votos a favor los  pusieron el radicalismo y el peronismo disidente y el rechazo estuvo  dominado por la bancada oficialista. El texto propone que los jóvenes  “en situación de riesgo” tengan una oportunidad de concluir sus estudios  nada menos que en cuarteles militares, salteando las instituciones  educativas públicas existentes. El Ejército, que según los senadores  votantes debería ser el espacio de recepción y contención de esos  jóvenes, rechazó –como ya informó este diario– el convite de  transformarse en un bachillerato incorporado para pobres, sosteniendo  que no forma parte de sus funciones ni sus integrantes están preparados  para dedicarse a este tipo de actividad docente. Como un indicio del  grado educativo del proyecto, baste recordar que fue tratado por las  comisiones de Justicia y Asuntos Penales y Seguridad Interior y  Narcotráfico y no fue enviado a la Comisión de Educación. La votación,  para más datos, fue tratada dentro de un paquete de leyes de seguridad.

La iniciativa corrió por cuenta de los radicales mendocinos Ernesto Sanz y Laura Montero, el sa(a)dismo puntano y el oficialista José Pampuro, aunque este último finalmente no se presentó a la votación, en línea con la decisión del FpV de rechazar el proyecto. El Servicio Cívico fue votado por 33 senadores (UCR y PJ disidente) y rechazado por 31 (el oficialismo y sus principales aliados, entre ellos los senadores fueguinos que responden a la gobernadora Fabiana Ríos). Hubo dos abstenciones (Norma Morandini y Eugenia Estenssoro) y seis ausencias, entre las que figuran las de Pampuro y Roxana Latorre (que estuvo de viaje con la Presidenta) y la del socialista Rubén Giustiniani, quien sí se presentó luego a votar la ley de salideras.

El Servicio Cívico Voluntario prevé un programa de capacitación en oficios para jóvenes de entre 14 y 24 años, que se encuentren en situación de riesgo, y a cambio recibirán una beca equivalente a tres asignaciones universales y podrán finalizar sus estudios formales primarios y secundarios.
La idea tiene su antecedente en una experiencia llevada a cabo por Julio Cobos en Mendoza, que fue de mal en peor: el número de asistentes voluntarios se redujo en un par de años en un 40 por ciento.

El proyecto votado ayer es el resultado de un dictamen por mayoría alcanzado la semana pasada y que unificaba los proyectos de los radicales mendocinos Sanz y Montero, del puntano Rodríguez Saa y del oficialista Pampuro. El dictamen por mayoría fue votado el 21 en un plenario de las comisiones antes mencionadas, impulsado por la presidenta de Justicia y Asuntos Penales, la opositora salteña Sonia Escudero, y la representante eclesiástica Liliana Negre de Alonso, entre otros. Pero también el de la oficialista díscola Adriana Bortolozzi de Bogado.
La senadora Blanca Osuna, vicepresidenta de la Comisión de Educación, denunció que el proyecto “propone una especie de internado en las dependencias militares para algunos jóvenes. Pero no cualquiera. Está dedicado a los jóvenes en situación de riesgo, los más pobres”. La senadora también denunció que “el dictamen no fue girado a la Comisión de Educación”, lo que revela las pretensiones de los redactores del proyecto: pese a que está planteado como un sistema de educación, fue ingresado a comisiones de seguridad y tratado en el proyecto de leyes consideradas de seguridad, junto a la de salideras bancarias y a la de desaparición forzada de personas.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, criticó la iniciativa porque “en el fondo subyace el riesgo de reinstaurar un servicio militar light”, porque “podría actuar como disciplinador social”, al tiempo que significaría “el retorno de las fuerzas militares en temas de la seguridad publica”, que fue eliminado por ley durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
“Es un horror, un eufemismo decir que es un proyecto educativo cuando lo único que hace es discriminar a los pobres”, sostuvo Claudia Cesaroni, directora adjunta de la Asociación para la Prevención de la Tortura. “Más que de educación es un plan de criminología cosmética, parece un problema de disciplina, parece que todo queda reducido a los jóvenes que tienen anulados sus derechos de educarse en escuelas públicas”, sostuvo el defensor general de San Nicolás, Gabriel Ganón.

“Más allá de los intereses que han motivado a los senadores a redactar y votar el proyecto, hoy en Argentina rige la Ley Nacional de Educación que hace obligatorio el acceso de todos los jóvenes a la educación primaria y secundaria –señaló Gimol Pinto, especialista en protección de la infancia de Unicef Argentina–. Y muchos adolescentes no están pudiendo ejercer ese derecho fundamental. También está vigente la ley de prohibición del trabajo infantil que prohíbe el trabajo hasta los 16 años. Lo central es que el Estado debe garantizar que los chicos que se encuentran en exclusión tienen que estar en la escuela y tienen la educación garantizada por el Estado y la solución no pasa por abrirles talleres alternativos.”
“¿Y qué tiene de malo que el Estado ayude a chicos que no tienen acceso a la escolaridad y que se encuentran en situación de riesgo?”, fue la defensa que abrumó durante la sesión de ayer. Los senadores que adoptaron ese discurso hicieron el olímpico salteo de la propuesta educativa: la mecánica de tratamiento figura en la labor parlamentaria, que evidenció que se trató de una propuesta más sobre el problema de la seguridad.
El proyecto pone como requisitos tener entre 14 y 24 años, pasar un control médico psicofísico, sostiene que el contenido de los cursos y capacitaciones será elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación (pese a que no ingresó a la Comisión apropiada) y se desarrollará en instalaciones del Ejército que se encuentren en desuso, pese a que el Ejército rechazó el convite.
El proyecto, ahora, deberá ingresar en Diputados donde deberá superar el primer escollo: ¿la comisión de cabecera será la de Seguridad o la de Educación?

Una vergüenza. El grupo A sigue mostrando lo retrógrados que son.

Esta buena la idea u proyecto:D

hoy escuchaba algo al respecto (no leí la nota aún) Al parecer la impulsa Cobos porque en Mendoza está en vigencia pero ha bajado un 40% la cantidad de jóvenes que concurren. Después la leo bien y opino.

Ayuda en algo? pienso que no. Desde el vamos, está mal planteado el proyecto. Se estigmatiza a los que menos recursos tienen. Si los quieren ayudar que le asignen mayor presupuesto a la educación secundaria.

Adhiero un fragmento de la nota de Verbintsky el domingo en página:
Mayores tasas de delito

Antes de firmar el dictamen los miembros de la Comisión recibieron  opiniones de diversos especialistas. Uno de ellos, el sociólogo Gabriel  Kessler, especializado en cuestiones de pobreza, educación y violencia,  recomendó fortalecer, extender y mejorar los programas y planes ya  existentes que buscan la inserción educativa y/o laboral de jóvenes,  como “Más y Mejor Trabajo” y “Jóvenes con Futuro”, en vez de aumentar  “la fragmentación de las políticas sociales, que es una fuente de  ineficacia, por implicar superposición y en muchos casos, incremento de  costos”. El tratamiento de un programa de inclusión social en la  Comisión de Justicia y Asuntos Penales transmite el mensaje de que “la  población objetivo podría estar potencialmente en conflicto con la ley,  como si el SCV fuera una medida preventiva para evitar eventuales  delitos”, agrega, lo cual “tiene un potencial estigmatizador”. Kessler  detecta en los proyectos “cierta reminiscencia del Servicio Militar  Obligatorio”, como si se diagnosticara “la necesidad de disciplina o  mayor autoridad”. A la luz de la historia argentina y de la terrible  situación de otros países de América Latina donde las Fuerzas Armadas  están realizando tareas de seguridad interna, sigue, “no hay nada más  desaconsejable que una medida que pueda erosionar el fuerte consenso  existente en el país” para separar ambos cometidos. Al analizar los  efectos del Servicio Militar Obligatorio, suprimido hace tres lustros,  Kessler cita investigaciones según las cuales, a igualdad de otras  variables, la población que había pasado por él exhibía “mayores tasas  de delito”, lo cual se vincula con “un mayor conocimiento del manejo de  armas” y con “ciertos contenidos de la formación militar que llevaba a  una mayor cercanía con el uso de la fuerza para la resolución de  conflictos y problemas”. Kessler dijo que era integrante del Acuerdo de  Seguridad Democrática, que serían una fuente de ideas para fijar  políticas racionales de seguridad.

Página/12 :: El país :: Locos por la seguridad

no se les cae una IDEA a los radicales eh, siguen con la idea fija…

Si partimos del echo que es obligatorio y que si vas a cobrar un sueldo y te metan preso como hace 40 años. Empezamos mal.
Si lo vemos desde otro punto de vista cuyo objetivo sea reducir la cantidad de chicos que dejan la escuela o una forma de erradicar villas o disminuir la inseguridad no lo veo mal.
No veo mal los programas que te dan guita por HACER ALGO.
Tambien hay que ver si los liceo militares tienen infraestuctura como para sostener un proyecto así.

¿Es necesario seguri abriendo programas si los que ya están no logran resultados? ¿No sería mejor fortalecer los que ya están? Me hace acordar a la imagen de que “cada gobierno empieza todo de cero, sin tener en cuenta lo preexistente”. No soy muy entendida en el tema, así que puedo estar diciendo una barbaridad y si es así lo acepto.

Arafue

A mi la idea, a prioiri y sin entrar en mayores detalles, no me parece totalmente descabellada. Sobre todo porque si bien el Estado debe garantizar la escolaridad, hay muchos jòvenes que tienen 14 años y que jamàs han pisado una escuela o aprobado el primario; y quedan en una situación de indefensión ante el resto de la sociedad: no tienen demasiadas maneras de lograr un sustento mas que saliendo a afanar. Entonces, poder darles ciertas herramientas para desarrollar algún oficio no me parece que sea perjudicial.-

“el sa(a)dismo” :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

Este proyecto de ley es un absoluto mamarracho. El cuartel es para quienes tienen la vocación de estar ahí, no para ser un rejunte de pibes que sean educados por milicos.

No podría esperar otra cosa de un tarado como Cobos. Lindo futuro nos espera si llega a ganar la interna radical ese pelotudo. :evil:

Abrazos, Martín.

Sin haber leído el texto del proyecto (no lo encuentro), hay algo que no entiendo: ¿Por qué servicio “cívico”, si se desarrollaría dentro de unidades militares?

No es sugerente, como dijo Garré, el hecho de que el proyecto antes de ser votado haya pasado por la Comisión de “Justicia y Asuntos Penales” y no por la de “Educación”?

Me da la impresión de que esto es cualquier cosa…

A priori, no me gusta para nada. No creo que las Fuerzas Armadas tengan que estar metidas en la educación. A menos para aquellos que tengan interes en ser educados por militares.

La FFAA no deben estar nunca involucradas en cuestiones que excedan su obligación primaria. Si tanto hablan los opositores de respetar las instituciones, que se dejen de joder con esto entonces.

Para que disfrazarlo tanto? manden el servicio militar obligatorio para los pobres y listo, sáquense las caretas.

PD: Arafue.

La funcion del servicio civico cual es?, acaso para eso no estan las escuelas que tienen que educar y preparar a los chicos para que salgan listos para estudiar o trabajar?

Lei por ahi que Pampuro tambien apoyaba este proyecto y que no fue a votar para no contradecir al bloque.

Que manga de cabezas huecas son estos payasos que votaron a favor de este mamarracho.“Metamos a los pobres en los cuarteles,a ver si baja la inseguridad”¡Que ignorantes que son!

ah, porque al resto si eh? o quizás deberiamos preguntarle que opina sobre la seguridad a los padres del pibe que asesinaron ayer en ese secuestro de la zona norte de BsAs…

Acá la inutilidad para luchar contra la inseguridad es total, es un problema que se les va de las manos a absolutamente todos.

por que queda mas lindo, supongo.