Zanetti: "El tiempo me ha dado la razon"

“El tiempo me ha dado la razon”


El argentino Javier Zanetti levantó el pasado mes de mayo el trofeo de la Liga de Campeones de la UEFA en calidad de capitán del Inter de Milán, un triunfo que otorgó además al vigente campeón de Europa el pase a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2010. Sin embargo, cuando empezó su dilatada trayectoria en el club lombardo hace poco más de quince años, a Zanetti le tocó vivir una década plagada de dificultades y tan sólo salpicada por algún éxito esporádico
Ahora faltan pocas semanas para que “el Pupi”, como sus compañeros lo llaman cariñosamente, pueda resarcirse a lo grande e intentar conquistar el trofeo que figura en las vitrinas de los clubes campeones del mundo. En vísperas de poner rumbo a Emiratos Árabes Unidos, Zanetti confiesa en exclusiva a FIFA.com lo que siente al recordar el camino recorrido y todos los obstáculos que ha tenido que superar para llegar hasta aquí.

Javier, usted fichó por el Inter en 1995, con 22 años. Ahora, con 37 cumplidos, está disfrutando de grandes satisfacciones. ¿En algún momento perdió la esperanza de disputar algún día la Copa Mundial de Clubes de la FIFA?
No, nunca perdí la esperanza. Sinceramente, sabía que sería difícil, pues para ello es preciso ganar primero la Liga de Campeones de la UEFA. No obstante, confiaba en que, antes o después, al Inter le llegaría su hora. El tiempo me ha dado la razón.

Muy probablemente, como siempre ocurre incluso en los mejores matrimonios, en tantos años habrá vivido algún momento malo con el club, alguna que otra crisis…
Hemos pasado periodos difíciles que superamos con mucha fuerza de voluntad, y que nos han hecho crecer. En el año 2000, por ejemplo, vivimos tiempos caóticos y tuvimos que cambiar cuatro veces de entrenador. Diría que fue entonces cuando se produjo la crisis más delicada de mi sólida relación con el club.

¿Ha cambiado mucho el ambiente en el Inter desde que han empezado a llegar las victorias? La mezcla de argentinos (Zanetti, Milito, Walter Samuel, Cambiasso) y brasileños (Julio César, Maicon, Lucio y ahora el joven Coutinho) parece que se ha convertido en la fórmula del éxito.
El ambiente es el mismo de siempre: el de una gran familia que le ha tomado gusto a la cosa y quiere seguir coleccionando trofeos, empezando por el Mundial de Clubes. Aquí todos somos importantes y nadie barre para su casa: las nacionalidades no cuentan. En cuanto a mí, la larga militancia me da derecho a declarar que, al igual que todos los auténticos hinchas de este equipo, me merezco disfrutar de este momento de felicidad después de tantos sufrimientos.

Ha disputado más de 700 partidos con el Inter y posee el récord de convocatorias para la selección argentina. ¿Cuál es el secreto de su regularidad?
Siempre hay que tener fe en uno mismo, además de gran profesionalidad y esa pizca de suerte que sirve para no encontrase de repente con un problema físico. Yo aconsejaría a los futbolistas más jóvenes que se preparen muy bien durante la semana, porque el día del partido se nota sobre el terreno de juego todo lo que has puesto de tu parte en los entrenamientos. Luego, están esos momentos en los que te sientes más en forma y otros en los que las piernas no responden demasiado, pero se trata más bien de una cuestión psicológica. La cabeza es siempre el aspecto más decisivo del futbolista.

De todos los partidos en los que ha defendido la camiseta azul y negra, ¿cuál recuerda con más cariño?
El partido en el que gané mi primer trofeo con el club: la final de la Copa de la UEFA en el Parque de los Príncipes de París, contra el Lazio en 1998. Tuve la suerte de marcar un gol en una ocasión tan grande. Pero lógicamente, tampoco se me olvida aquella noche de mayo en Madrid contra el Bayern de Múnich. Yo era el capitán, y alzar el trofeo significó para mí entrar en la historia del fútbol mundial. Será por siempre un motivo de orgullo.

¿Guarda en el corazón alguna imagen en especial del Inter-Bayern del pasado mes de mayo?
Todavía me emociono cuando recuerdo el momento en el que entramos en el campo durante la sesión de calentamiento. Al ver a nuestros aficionados detrás de la portería, en las gradas de aquel escenario fantástico, sentí una sensación única. Luego, cuando levanté la copa todo me salió de forma espontánea, no llevaba nada preparado: son situaciones con las que se sueña, eso sí, pero luego se viven instintivamente. ¡Espero que ocurra lo mismo en Abu Dhabi!

Pese a que posee el récord de partidos con la camiseta de la selección argentina, en su palmarés faltan las dos últimas ediciones de la Copa Mundial de la FIFA, para las que no fue convocado. ¿A cuál de ellas renunció con más dolor?
Sentí el mismo dolor en ambos casos, porque, tanto en 2006 como este año, estaba absolutamente preparado para representar a mi país. Pero, como la decisión final no dependía de mí, siempre me he sentido bien tranquilo. Yo sé positivamente que di todo lo mejor que llevo dentro, que hice méritos para estar presente.

Descríbanos brevemente a tres jugadores de talla excepcional con los que ha jugado: Roberto Baggio, Ronaldo y Zlatan Ibrahimovic.
Roberto Baggio es un gran amigo mío. Estoy orgulloso de haberlo conocido y de que hayamos jugado juntos. En mi opinión, se trata de un fuera de serie, del genio absoluto del fútbol italiano. Ronaldo era una fuerza de la naturaleza que se bastaba y se sobraba él solito para resolver partidos: en los entrenamientos nunca conseguí pararlo. Ibrahimovic es un jugador desequilibrante por su presencia física y por su fuerte personalidad.

¿Con qué futbolista excepcional le habría gustado jugar y nunca ha tenido la oportunidad?
Creo que he jugado con casi todos los mejores del mundo, y precisamente esto me ha ayudado muchísimo a crecer y a formarme como futbolista. Pensándolo bien, con Lionel Messi sólo he compartido la selección, y me gustaría saltar al terreno de juego a su lado con la camiseta del Inter.

¿Cómo se ve dentro de cinco años?
Creo que todavía en el Inter, aunque posiblemente no sea sobre en el terreno de juego junto a Messi o cualquier otro. Supongo que en algún cargo importante, aunque todavía no sé bien cuál, pero siempre vinculado a la familia nerazzurra. Italia y este club al que deseo llevar a la cima del mundo en diciembre forman parte de mí. [/align]

Fuente:FIFA.com - Fédération Internationale de Football Association (FIFA)

“El tiempo me ha dado la razon”


El argentino Javier Zanetti levantó el pasado mes de mayo el trofeo de la Liga de Campeones de la UEFA en calidad de capitán del Inter de Milán, un triunfo que otorgó además al vigente campeón de Europa el pase a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2010. Sin embargo, cuando empezó su dilatada trayectoria en el club lombardo hace poco más de quince años, a Zanetti le tocó vivir una década plagada de dificultades y tan sólo salpicada por algún éxito esporádico
Ahora faltan pocas semanas para que “el Pupi”, como sus compañeros lo llaman cariñosamente, pueda resarcirse a lo grande e intentar conquistar el trofeo que figura en las vitrinas de los clubes campeones del mundo. En vísperas de poner rumbo a Emiratos Árabes Unidos, Zanetti confiesa en exclusiva a FIFA.com lo que siente al recordar el camino recorrido y todos los obstáculos que ha tenido que superar para llegar hasta aquí.

Javier, usted fichó por el Inter en 1995, con 22 años. Ahora, con 37 cumplidos, está disfrutando de grandes satisfacciones. ¿En algún momento perdió la esperanza de disputar algún día la Copa Mundial de Clubes de la FIFA?
No, nunca perdí la esperanza. Sinceramente, sabía que sería difícil, pues para ello es preciso ganar primero la Liga de Campeones de la UEFA. No obstante, confiaba en que, antes o después, al Inter le llegaría su hora. El tiempo me ha dado la razón.

Muy probablemente, como siempre ocurre incluso en los mejores matrimonios, en tantos años habrá vivido algún momento malo con el club, alguna que otra crisis…
Hemos pasado periodos difíciles que superamos con mucha fuerza de voluntad, y que nos han hecho crecer. En el año 2000, por ejemplo, vivimos tiempos caóticos y tuvimos que cambiar cuatro veces de entrenador. Diría que fue entonces cuando se produjo la crisis más delicada de mi sólida relación con el club.

¿Ha cambiado mucho el ambiente en el Inter desde que han empezado a llegar las victorias? La mezcla de argentinos (Zanetti, Milito, Walter Samuel, Cambiasso) y brasileños (Julio César, Maicon, Lucio y ahora el joven Coutinho) parece que se ha convertido en la fórmula del éxito.
El ambiente es el mismo de siempre: el de una gran familia que le ha tomado gusto a la cosa y quiere seguir coleccionando trofeos, empezando por el Mundial de Clubes. Aquí todos somos importantes y nadie barre para su casa: las nacionalidades no cuentan. En cuanto a mí, la larga militancia me da derecho a declarar que, al igual que todos los auténticos hinchas de este equipo, me merezco disfrutar de este momento de felicidad después de tantos sufrimientos.

Ha disputado más de 700 partidos con el Inter y posee el récord de convocatorias para la selección argentina. ¿Cuál es el secreto de su regularidad?
Siempre hay que tener fe en uno mismo, además de gran profesionalidad y esa pizca de suerte que sirve para no encontrase de repente con un problema físico. Yo aconsejaría a los futbolistas más jóvenes que se preparen muy bien durante la semana, porque el día del partido se nota sobre el terreno de juego todo lo que has puesto de tu parte en los entrenamientos. Luego, están esos momentos en los que te sientes más en forma y otros en los que las piernas no responden demasiado, pero se trata más bien de una cuestión psicológica. La cabeza es siempre el aspecto más decisivo del futbolista.

De todos los partidos en los que ha defendido la camiseta azul y negra, ¿cuál recuerda con más cariño?
El partido en el que gané mi primer trofeo con el club: la final de la Copa de la UEFA en el Parque de los Príncipes de París, contra el Lazio en 1998. Tuve la suerte de marcar un gol en una ocasión tan grande. Pero lógicamente, tampoco se me olvida aquella noche de mayo en Madrid contra el Bayern de Múnich. Yo era el capitán, y alzar el trofeo significó para mí entrar en la historia del fútbol mundial. Será por siempre un motivo de orgullo.

¿Guarda en el corazón alguna imagen en especial del Inter-Bayern del pasado mes de mayo?
Todavía me emociono cuando recuerdo el momento en el que entramos en el campo durante la sesión de calentamiento. Al ver a nuestros aficionados detrás de la portería, en las gradas de aquel escenario fantástico, sentí una sensación única. Luego, cuando levanté la copa todo me salió de forma espontánea, no llevaba nada preparado: son situaciones con las que se sueña, eso sí, pero luego se viven instintivamente. ¡Espero que ocurra lo mismo en Abu Dhabi!

Pese a que posee el récord de partidos con la camiseta de la selección argentina, en su palmarés faltan las dos últimas ediciones de la Copa Mundial de la FIFA, para las que no fue convocado. ¿A cuál de ellas renunció con más dolor?
Sentí el mismo dolor en ambos casos, porque, tanto en 2006 como este año, estaba absolutamente preparado para representar a mi país. Pero, como la decisión final no dependía de mí, siempre me he sentido bien tranquilo. Yo sé positivamente que di todo lo mejor que llevo dentro, que hice méritos para estar presente.

Descríbanos brevemente a tres jugadores de talla excepcional con los que ha jugado: Roberto Baggio, Ronaldo y Zlatan Ibrahimovic.
Roberto Baggio es un gran amigo mío. Estoy orgulloso de haberlo conocido y de que hayamos jugado juntos. En mi opinión, se trata de un fuera de serie, del genio absoluto del fútbol italiano. Ronaldo era una fuerza de la naturaleza que se bastaba y se sobraba él solito para resolver partidos: en los entrenamientos nunca conseguí pararlo. Ibrahimovic es un jugador desequilibrante por su presencia física y por su fuerte personalidad.

¿Con qué futbolista excepcional le habría gustado jugar y nunca ha tenido la oportunidad?
Creo que he jugado con casi todos los mejores del mundo, y precisamente esto me ha ayudado muchísimo a crecer y a formarme como futbolista. Pensándolo bien, con Lionel Messi sólo he compartido la selección, y me gustaría saltar al terreno de juego a su lado con la camiseta del Inter.

¿Cómo se ve dentro de cinco años?
Creo que todavía en el Inter, aunque posiblemente no sea sobre en el terreno de juego junto a Messi o cualquier otro. Supongo que en algún cargo importante, aunque todavía no sé bien cuál, pero siempre vinculado a la familia nerazzurra. Italia y este club al que deseo llevar a la cima del mundo en diciembre forman parte de mí. [/align]

Fuente:FIFA.com - Fédération Internationale de Football Association (FIFA)

Un crack

Este tipo me despierta mucha admiración. Futbolistas hay millones, profesionales unos miles. Maradona se equivocó feo en no llevarlo al Pupi. El ERROR simbólico, que marca la pauta de lo desastrosa que fue su convocatoria.

drapie

es un gualicho viviente con la camiseta de la selección en cuanto a títulos. 0 en 15 años, hay que ser mufa eh…

este tipo es un ejemplo para todos los pibes que comienzan en primera.

"Descríbanos brevemente a tres jugadores de talla excepcional con los que ha jugado: Roberto Baggio, Ronaldo y Zlatan Ibrahimovic. "

xD zlatan entre bagio y ronaldo ja, cualquiera

Un maestro, un señor que mereció jugar 4 mundiales pero los entrenadores de turno prefierieron a tipos como Scaloni, Cufre, Garce y Jonas.

El Pupy es una leyenda del futbol mundial, solamente que nosotros los argentinos casi que lo menospreciamos… Y eso que es de los nuestros, increible…

Posta, con el tiempo nos vamos a dar cuenta de lo imporatante que es este tipo.

Increible q Pekerman y Diegote lo hayan dejado afuera de los mundiales.

Para colmo dicen q fue xq lo acusaban de piedra! Ojala q juegue la Copa America del año q viene y gane al menos un titulo con la seleccion

con el inter un crack, con la selección un intrascendente total. Merece mis respetos.

Eso demuestra lo mersa que es ser argentino. Prevalece la cábala por sobre el talento, la capacidad y la traectoria… Ah, y nos fue bárbaro sin el pupi en esos 2 mundiales. Un verdadero bochorno.

Aguante Zanetti. Ojalá que siga acumulando títulos.

adhiero a este comentario 100%.

un mostro

Totalmente de acuerdo.

LO ADMIRO COMO JUGADOR Y COMO PERSONA.

Zanetti hace 15 años que estoy esperando que llegues al fondo y tires un centro como la gente con la remera de Argentina. Sos el Ferrari de la seleccion.

Tomatelá muerto. Nunca terminabas una bien. Siempre tirando esos enganches para el medio. En tu vida pudiste marcar a Roberto Carlos. Menos mal que no te llevaron a la selección. Sos mas piedra que Verón.

que pedazo de deportista, por favor…crack con todas las letras!

Intrascendente