Di Stéfano tuvo que ser internado nuevamente en Madrid por complicaciones cardiorespiratorias. La Saeta Rubia tiene 84 años.
Da pelea Alfredo Di Stéfano. El ex futbolista, nacido en Argentina y presidente honorario del Real, tuvo que ser internado nuevamente en Madrid tras sufrir una complicación cardiorespiratoria. Fue trasladado al hospital Sanitas La Molaleja con una descompensación “leve y moderada” según informaron desde la Casa Blanca.
La Saeta Rubia, de 84 años, va a permanecer internado para “monitorear sus condiciones dada su patología crónica”. Hace una semana había sido hospitalizado por una infencción en las vías respiratorias. Por ese tema le dieron el alta y le indicaron un tratamiento ambulatorio. En el 2005 le habían puesto un cuádruple by-pass tras sufrir un infarto.
Di Stéfano tuvo que ser internado nuevamente en Madrid por complicaciones cardiorespiratorias. La Saeta Rubia tiene 84 años.
Da pelea Alfredo Di Stéfano. El ex futbolista, nacido en Argentina y presidente honorario del Real, tuvo que ser internado nuevamente en Madrid tras sufrir una complicación cardiorespiratoria. Fue trasladado al hospital Sanitas La Molaleja con una descompensación “leve y moderada” según informaron desde la Casa Blanca.
La Saeta Rubia, de 84 años, va a permanecer internado para “monitorear sus condiciones dada su patología crónica”. Hace una semana había sido hospitalizado por una infencción en las vías respiratorias. Por ese tema le dieron el alta y le indicaron un tratamiento ambulatorio. En el 2005 le habían puesto un cuádruple by-pass tras sufrir un infarto.
Lo vi en LPM… ojalá se mejore. Qué pena que no hay mucha ‘evidencia’ de su talento en grabaciones y videos dada la época en la cual jugó, y no nos queda mucho más que los testimonios de quienes lo vieron
Di’Stéfano, uno de los que estuvo en el 15 de Abril.
En 1945, Unión venció a una formación Millonaria integrada, entre otros, por Pipo Rossi, Pedernera, Labruna y uno de los mejores de todos los tiempos: Alfredo Di’Stéfano.
Cualquier hincha de fútbol sabe de qué se está hablando cuando se nombra a La Máquina, aquella mítica delantera de River que dominó el fútbol argentino entre 1941 y 1946. Los nombres salen de memoria: Juan Carlos Muñóz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau. Pero en realidad, estos cinco hombres que pasaron a la historia apenas jugaron 18 partidos juntos. También integraron -y en muchas ocasiones- esa línea ofensiva, Alberto Gallo y Aristóbulo Deambrossi quien arrancó siendo titular y perdió el puesto a manos de Loustau.
Con ese equipo, los Millonarios se habían consagrado campeones en 1941 y 1942, y habían quedado en el segundo lugar en 1943 y 1944. Ese plantel, con algunos de los futbolistas más brillantes que dio nuestro país, llegó a Santa Fe para enfrentar en un amistoso a Unión.
Con bajas, pero con la Saeta
Sin Muñoz, Moreno (ya se había ido a jugar al fútbol mexicano) ni Loustau, los de la Banda Roja pisaron el 15 de Abril. Aunque los reemplazantes de esos tres no eran desconocidos: Alfredo Di’Stéfano, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos (quien aún no había debutado como profesional) ocupó el lugar de Muñoz, mientras que Gallo y Deambrossi reemplazaron al Charro y Loustau, respectivamente.
Más allá de su quinteto ofensivo, River también trajo a sus otras figuras: el arquero peruano José Eusebio Soriano; los backs Ricardo Vaghi, de extensa trayectoria en la entidad de Núñez y el Zurdo Eduardo Rodríguez. En el mediocampo, la presencia del enorme Néstor Raúl Rossi (Pipo), acompañado por Norberto Yácono y José Ramos, todos titulares indiscutidos.
Unión venía de realizar un pésimo torneo en 1944: había culminado 13º, con 33 puntos, exactamente la mitad que el campeón de la Segunda División, Gimnasia y Esgrima de La Plata.
La visita de aquel River despertó el interés del público santafesino. “La extraordinaria expectativa que el match ha despertado en nuestro medio y en una vasta zona circunvecina tendrá esta noche su válvula de escape. Llega pues la hora de ver cómo espectáculos dignos de mención logran reunir a verdaderas multitudes”, anticipaba El Litoral.
El 15 de Abril presentaba un marco de público espectacular. Según El Orden, los santafesinos estaban ansiosos de ver en acción “al back Rodríguez, un coprovinciano que es considerado el mejor en su puesto en el país, junto con Marante, de Boca”, y por supuesto a “jugadores de la talla de Pedernera y Labruna”, mientras que destacaban el talento de Di’Stéfano, “un prometedor jóven” de las canteras de River.
El encuentro, como se preveía, comenzó con River llevándose por delante al elenco santafesino. “Pedernera y Labruna llamaron la atención por la justeza de su juego aún cuando en menor escala respondían Gallo, Di’Stéfano y Deambrossi. Las cargas se sucedieron sobre el arco defendido por Goncebat, dando la impresión de que no tardaría en abrirse el score, más cuando la defensa riverplatense apoyaban bien las maniobras del ataque”, precisó El Litoral.
Pero más allá de aquel dominio Millonario, el primero en pegar fue el Tate: “Ruidíaz, en plena corrida por su ala, superó a Ramos para luego ubicar un centro bajo que Romero remató con acierto enviando la pelota fuera del alcance de Soriano”.
Unión no dejó reaccionar a su rival, y aumentó la diferencia: “No repuestos todavía del contraste, los visitantes experimentaron otro. El puntero izquierdo local hizo efectivo un puntapié de esquina; la pelota ceñida y alta la cabeceó en gran estilo, con mucha habilidad, Ballesteros, y el segundo gol quedó convertido”.
River fue en búsqueda del descuento, pero chocó con la seguridad de Goncebat y Hussein, mientras que, según El Litoral, el trabajo de Castagno “cosechaba aplausos por su acción, dinamismo e inteligencia”.
Sin embargo, antes del descanso, el dueño de casa liquidó el pleito: “En el último cuarto de hora y cuando corrían 37 minutos Gaetano aprovechó un rechazo corto de Soriano para batirlo con un tiro alto”. En el segundo tiempo River, tocado en su orgullo, intentó sobreponerse. Y consiguió el descuento apenas iniciada la etapa final, con un remate de media distancia de Labruna, que pegó en el palo y entró.
Según El Litoral, River demostró ser “más cuadro”, pero Unión se impuso “con menos preciosismo, pero con más efectividad”. En el comentario, explicaba que la sorpresiva caída del conjunto Millonaria podía deberse, entre otras cosas, por haber jugado con “las alas rotas”. “Está claro que Di’Stéfano y Deambrossi están muy lejos de ser lo que son Muñoz y Loustau. Así, el once visitante no supo encontrar la ruta del gol, ni establecer la defensa necesaria en su arco.
En cambio, Unión supo encontrarla y supo poner disque de contención a la ofensiva enemiga. Y si River demostró que juega un fútbol más cualitativo, no hay que olvidar que Unión puso recursos de amplia generosidad, para conjurar a su rival”.
Ese año, River volvió a ser campeón, con Labruna como goleador y con Di’Stéfano, la Saeta Rubia, comenzando a demostrar que no sería uno más en la historia de este deporte.
:).
