Al final eran buenos pibes + relato conmovedor.

LA DONACION DE HINCHADAS UNIDAS ARGENTINAS

                          [IMG]http://www.diarioshow.com/imgs_notas/2010/07/09/37050_205853_650x420.jpg[/IMG]

Donaron alimentos para niños huérfanos. (Alejandro Pagni/Enviado especial)

Diarioshow en Sudáfrica. Exclusivo. Los barras que quedan de la HUA juntaron los alimentos no perecederos que les quedaban y se los cedieron a un hogar de chicos huérfanos. Una acción reivindicatoria de un grupo de hinchas que fueron involucrados en el caso del barra de Boca muerto.

            La mañana ya tenía en calorcito de la sequía sudafricana. En  la puerte del [b]Christian Progresive College[/b], una decena de  argentinos -se los distingue enseguida por sus atuendos y por ser los  únicos blancos de la cuadra del centro comercial de [b]Pretoria[/b]-  toman mate mientras miran el ir y venir de los habitantes de la ciudad  política del país. A simple vista, parecen vecinos que miran el barrio,  pero realmente están esperando una camioneta.

De repente, estaciona una en la puerta. Bajan dos negros. “Somos de Heart Beat, la fundación que protege a los chicos huérfanos de Pretoria”, dice uno de ellos. Uno de los muchachos, mate en mano y camiseta de Independiente en la piel, se para como si hubiera estado sentado sobre un resorte y, previa indicación de “wait a second”, parte raudamente hacia el interior de la escuela. el resto lo sigue. En menos de 30 segundos, en la vereda se quedan los dos negros de la fundación y los periodistas de Diarioshow y Crónica. No hay más testigos. Enseguida, los barras empiezan a bajar. Todos tienen las manos ocupadas. Unos cargan leche en polvo, otros arroz, otros caldos de sopa, otros puré en polvo, otros mousse para preparar, otros chocolates, otros yerba mate… La fila india empieza a llenar la camioneta.

Se organizan rápidamente mientras otros hinchas alientan desde las ventanas del colegio. La mayoría son de Independiente, aunque también hay de Platense, Argentinos de Quilmes, Almirante Brown, Talleres de Córdoba, Godoy Cruz… Christian, del Rojo, que parece ser el líder del grupo, ordena que se acomoden bien las cosas… “Así les llegan enteras a estos pibes…”, argumenta. Una vez llena la camioneta, como aún queda el triple de lo cargado, los de la fundación se comprometen a llevar esta parte ahora y a buscar en los días venideros el resto.

Inmediatamente empieza el recorrido. La camioneta adelante y una combi gris detrás -la misma que llevaba a parte de los barras a las canchas de Johannesburgo, Polokwane o Ciudad del Cabo-. Se dirigen a la fundación, que queda en los alrededores de Pretoria, más precisamente en Atteridgville, un barrio muy pobre. Los vecinos están alborotados. en Pretoria todos conocen a los barras: de ellos aprendieron los cantos de aliento a la Selección Argentina. Es más: cuando llegan la camioneta y la combi a la fundación, varios chiquitos revolean remeras y cantan en castellano: “Vamos, vamooooossss, Argentina…”. Sorprende la escena.

El más chiquito debe tener 4 años. La más grande 16. La mayoría habla sólo zulú y casi no entienden inglés, la lengua oficial que, seguramente, cuando tengan 17 años van a dominar a la perfección. Los negritos hacen brillar las sonrisas. Las perlas de los dientes encandilan de ternura a los barras que se acercan para darles los alimentos. Los chicos los agarran con desesperación. Eso sí: ninguno abandona la sonrisa. Los barras les explican, en castellano, cómo tomar la yerba mate, con bombilla y en vaso. Pero los pibes no entienden. Hasta que alguno, en inglés, les dice que deben tomarlo como té, como mate cocido. Algo es algo. Jamás entenderían nuestro mate.

Los chicos agarran las cajas y se van corriendo. El marco es impresionante. La tierra roja y polvorienta por el clima, no parece fértil. de hecho no lo es. Y dentro del perímetro de alambre se levantan tres casas prefabricadas, de madera, en la que se cocina una especie de guiso para servirle a los pequeños “una vez que terminen su hora de gimnasia”. A cincuenta metros, una cancha de fútbol parece ser el escenario en donde van a encontrarse todos. Y así es. Algunos barras se tientan con las pelotas de los chicos, y empiezan a patearle al arquero. Otros se prenden en un “loco”. Hasta que uno de los profesores de los chicos pide amablemente: “Ustedes fueron muy generosos con los chicos. Ahora los chicos les quieren devolver algo con un ejercicio que prepararon para ustedes”.

Los barras se sientan a un costado y empiezan a observar como una fila de 15 negritos hacen ejercicios con los conos naranja. Ante cada ejercicio cumplido, los hinchas aplauden. Ovacionan al más pequeñín, que casi se pisa el pantalón corto con los talones. Después de 15 minutos, todos se trasladan a ver la exhibición de un grupo de chicas, que también prepararon su movimiento futbolístico. Un cabeza de más de diez toques por pareja provocan los aplausos de los hinchas.

Pareciera que la misón se termina, pero los barras quieren charlar un poco más con los pequeños. La gran mayoría de ellos se quedaron sin padres por culpa del SIDA. Y viven en la fundación. Sólo algunos quedaron a cargo de sus tíos, primos o abuelos, quienes no los pueden mantener y recurrieron, al menos para que se alimenten, a la fundación. Las caritas tiernas de los chicos parten el corazón. Más cuando la combi se aleja con los barras y los pequeños saludan desde el lado interior del alambrado, con una cara mezcla de agradecimiento y nostalgia.

Cada uno seguirá con su destino: los chicos tratando de zafar del flagelo del abandono; los barras, intentando convencer a la sociedad argentina de que pretenden un tiempo de cambios. ¿Podrán?

“NOS QUISIERON SUBIR A UN COLECTIVO EQUIVOCADO”



Rodolfo Cappuccio (Izq.) da la versión de la HUA. (Alejandro Pagni/Enviado especial)

Diarioshow en Sudáfrica. Exclusivo. Rodolfo Cappuccio es un integrante de HInchadas Unidas Argentinas. Niega cualquier tipo de participación de sus compañeros en el episodio del fallecimiento del barra Luis Forlenza, y además, asegura que este es sólo el principio de esta agrupación.

Rodolfo Cappuccio no parece un barra. Ni desde su aspecto físico (pequeño, rapado, morrudo y muy prolijo) ni desde su palabra (habla muy despacio, apenas se lo oye). Pero sí lo es. Participa todos los fines de semana en la procesión que lleva a los hinchas de Independiente a los estadios. Es uno de las tantas manos derecha que tiene Pablo Alvarez, alias Bebote, en el seno de la barra roja.

-Yo empecé a venir hace cuatro años. Antes iba a la cancha, obvio, pero de repente mi hijo se hizo amigo de una chica que también era hija de un barra, empezó a ir a la hinchada y yo no quise dejarlo sólo. Y así fue como empecé a ir a todos los partidos. Conocí a Pablo Alvarez, me presentó el proyecto de HInchadas Unidas Argentinas, me gustó y me prendí.

-¿Estuviste detenido alguna vez?
-Jamás. Jamás entré a una comisaría.

-¿Y participaste de peleas entre las barras?
-Sí, claro. Pero no de las graves. Lo mío no es pelear sino todo lo contrario. Pero a veces te buscan, te pelean y te tenés que defender. Yo te digo la verdad: yo estuve en aquel Indpendiente-River y vi cómo lo peor no son los barras…

-¿Qué es lo peor?
-La policía. Ellos son los verdaderos barras. El día que dejen de hacerse los malos, se va a recuperar bastante de las familias en el fútbol.

-¿Quién te pagó el viaje?
-Yo pagué el 50 por ciento de mi pasaje. Lo otro lo puso la agrupación.

-¿Y trabajás en Argentina?
-Por supuesto. Yo manejo un camión de residuos. Todos los días me clavo hasta la madrugada cumpliendo con mi labor. Y soy super responsable. Por eso me da bronca cuando se nos acusa tan livianamente de haber asesinado al hincha de Boca.

-¿Y no tuvieron nada que ver?
-Para nada. Nos quieren subir a un colectivo que nunca tomamos. Nosotros viajamos a Ciudad del Cabo en tren y en combis. Y sólo hubo tiempo para llegar, ver el partido y volvernos.

-Hummm…
-Es fácil: si quieren hacer una investigación, yo te muestro los boletos, ahí dicen los horarios. Y te vas a dar cuenta de que estuvimos cuatro o cinco horas en Ciudad del Cabo. Según nos dijeron, cuando este hombre se cayó en la calle, nosotros ya estábamos hacía horas en el viaje de vuelta. ¡¡¡Si hasta el cónsul de Ciudad del Cabo dijo que el finado contó que nosotros no teníamos nada que ver!!! ¿Te parece que si nosotros lo hubiéramos apretado no nos iba a encanar? No, nosotros no nos comemos esa. El tipo estaba jodido del cuore, alguien lo asustó .-no fuimos nosotros- y se habrá resentido. Sí nosotros los señalamos a los de Los de Lomas, que son los que están distanciados de Mauro Martín, el líder de la Doce, porque en el entretiempo de Argentina-México ellos extendieron una bandera de Boca. Nosotros le dijimos a la policía y ellos la guardaron. Y ahí quedó todo. Nosotros no tuvimos nada que ver en la muerte de este señor…

-Pero ustedes padecieron deportados, no son carmelitas descalzas…
-Mirá, nosotros hace cuatro años que trabajamos en un proyecto. Y lo que nos propusimos, lo hicimos. Esto fue un éxito. Bajamos los quilombos en las canchas, que era el principal motivo del nacimiento de la agrupación. Las hinchadas que tienen problemas internos, que se siguen peleando, no participan, no las queremos. Pero aquellos que pretenden sumar, adelante, que vengan. Pretendemos que se viva otro clima en las canchas. Y vamos a seguir trabajando en eso.

-¿Pero ustedes consideran esto un éxito cuando hubo dos decenas de deportados?
-Sí, pero eso no tiene nada que ver. Alguien nos quiso perjudicar y no lo logró. Y si bien deportaron a los tres líderes que venían organizando todo -Bebote, Diego de Lanús y Emiliano de Huracán- eso no nos destruyó como grupo. Nosotros sabemos que esto es el principio.

-¿Ustedes tenian entradas?
-Por supuesto.

-¿Y de dónde sacaron los fondos para venir acá?
-Estuvimos trabajando 4 años en esto. Hicimos colectas, rifas, presentaciones de artistas… Y hubo gente que nos ayudó. Como el gremio de los Camioneros, por ejemplo. Y así varios. No apretamos jugadores ni dirigentes. Eso se acabó. Al menos para nosotros.

-¿Y cuáles son los próximos pasos?
-Cuando volvamos nos vamos a reunir y haremos un balance. Pero ya te lo anticipo. Aquí fuimos 360 hinchas. Y queremos que el año próximo, en la Copa América, seamos 3.000 tipos que giremos por el país alentando a la Selección.

-¿No era sólo para este Mundial?
-Noooo, para nada. Cuando volvamos ya vamos a tratar el tema del Mundial 2014 en Brasil. Y si en la Copa América seremos tres mil, en Brasil vamos a pretender, mínimo, seis mil. De a poquito vamos a ir convenciendo y trabajando con seriedad. La gente tiene que advertir que esta agrupación se está matando para que la violencia se vaya para siempre de los estadios.

LA DONACION DE HINCHADAS UNIDAS ARGENTINAS

                          [IMG]http://www.diarioshow.com/imgs_notas/2010/07/09/37050_205853_650x420.jpg[/IMG]

Donaron alimentos para niños huérfanos. (Alejandro Pagni/Enviado especial)

Diarioshow en Sudáfrica. Exclusivo. Los barras que quedan de la HUA juntaron los alimentos no perecederos que les quedaban y se los cedieron a un hogar de chicos huérfanos. Una acción reivindicatoria de un grupo de hinchas que fueron involucrados en el caso del barra de Boca muerto.

            La mañana ya tenía en calorcito de la sequía sudafricana. En  la puerte del [b]Christian Progresive College[/b], una decena de  argentinos -se los distingue enseguida por sus atuendos y por ser los  únicos blancos de la cuadra del centro comercial de [b]Pretoria[/b]-  toman mate mientras miran el ir y venir de los habitantes de la ciudad  política del país. A simple vista, parecen vecinos que miran el barrio,  pero realmente están esperando una camioneta.

De repente, estaciona una en la puerta. Bajan dos negros. “Somos de Heart Beat, la fundación que protege a los chicos huérfanos de Pretoria”, dice uno de ellos. Uno de los muchachos, mate en mano y camiseta de Independiente en la piel, se para como si hubiera estado sentado sobre un resorte y, previa indicación de “wait a second”, parte raudamente hacia el interior de la escuela. el resto lo sigue. En menos de 30 segundos, en la vereda se quedan los dos negros de la fundación y los periodistas de Diarioshow y Crónica. No hay más testigos. Enseguida, los barras empiezan a bajar. Todos tienen las manos ocupadas. Unos cargan leche en polvo, otros arroz, otros caldos de sopa, otros puré en polvo, otros mousse para preparar, otros chocolates, otros yerba mate… La fila india empieza a llenar la camioneta.

Se organizan rápidamente mientras otros hinchas alientan desde las ventanas del colegio. La mayoría son de Independiente, aunque también hay de Platense, Argentinos de Quilmes, Almirante Brown, Talleres de Córdoba, Godoy Cruz… Christian, del Rojo, que parece ser el líder del grupo, ordena que se acomoden bien las cosas… “Así les llegan enteras a estos pibes…”, argumenta. Una vez llena la camioneta, como aún queda el triple de lo cargado, los de la fundación se comprometen a llevar esta parte ahora y a buscar en los días venideros el resto.

Inmediatamente empieza el recorrido. La camioneta adelante y una combi gris detrás -la misma que llevaba a parte de los barras a las canchas de Johannesburgo, Polokwane o Ciudad del Cabo-. Se dirigen a la fundación, que queda en los alrededores de Pretoria, más precisamente en Atteridgville, un barrio muy pobre. Los vecinos están alborotados. en Pretoria todos conocen a los barras: de ellos aprendieron los cantos de aliento a la Selección Argentina. Es más: cuando llegan la camioneta y la combi a la fundación, varios chiquitos revolean remeras y cantan en castellano: “Vamos, vamooooossss, Argentina…”. Sorprende la escena.

El más chiquito debe tener 4 años. La más grande 16. La mayoría habla sólo zulú y casi no entienden inglés, la lengua oficial que, seguramente, cuando tengan 17 años van a dominar a la perfección. Los negritos hacen brillar las sonrisas. Las perlas de los dientes encandilan de ternura a los barras que se acercan para darles los alimentos. Los chicos los agarran con desesperación. Eso sí: ninguno abandona la sonrisa. Los barras les explican, en castellano, cómo tomar la yerba mate, con bombilla y en vaso. Pero los pibes no entienden. Hasta que alguno, en inglés, les dice que deben tomarlo como té, como mate cocido. Algo es algo. Jamás entenderían nuestro mate.

Los chicos agarran las cajas y se van corriendo. El marco es impresionante. La tierra roja y polvorienta por el clima, no parece fértil. de hecho no lo es. Y dentro del perímetro de alambre se levantan tres casas prefabricadas, de madera, en la que se cocina una especie de guiso para servirle a los pequeños “una vez que terminen su hora de gimnasia”. A cincuenta metros, una cancha de fútbol parece ser el escenario en donde van a encontrarse todos. Y así es. Algunos barras se tientan con las pelotas de los chicos, y empiezan a patearle al arquero. Otros se prenden en un “loco”. Hasta que uno de los profesores de los chicos pide amablemente: “Ustedes fueron muy generosos con los chicos. Ahora los chicos les quieren devolver algo con un ejercicio que prepararon para ustedes”.

Los barras se sientan a un costado y empiezan a observar como una fila de 15 negritos hacen ejercicios con los conos naranja. Ante cada ejercicio cumplido, los hinchas aplauden. Ovacionan al más pequeñín, que casi se pisa el pantalón corto con los talones. Después de 15 minutos, todos se trasladan a ver la exhibición de un grupo de chicas, que también prepararon su movimiento futbolístico. Un cabeza de más de diez toques por pareja provocan los aplausos de los hinchas.

Pareciera que la misón se termina, pero los barras quieren charlar un poco más con los pequeños. La gran mayoría de ellos se quedaron sin padres por culpa del SIDA. Y viven en la fundación. Sólo algunos quedaron a cargo de sus tíos, primos o abuelos, quienes no los pueden mantener y recurrieron, al menos para que se alimenten, a la fundación. Las caritas tiernas de los chicos parten el corazón. Más cuando la combi se aleja con los barras y los pequeños saludan desde el lado interior del alambrado, con una cara mezcla de agradecimiento y nostalgia.

Cada uno seguirá con su destino: los chicos tratando de zafar del flagelo del abandono; los barras, intentando convencer a la sociedad argentina de que pretenden un tiempo de cambios. ¿Podrán?

“NOS QUISIERON SUBIR A UN COLECTIVO EQUIVOCADO”



Rodolfo Cappuccio (Izq.) da la versión de la HUA. (Alejandro Pagni/Enviado especial)

Diarioshow en Sudáfrica. Exclusivo. Rodolfo Cappuccio es un integrante de HInchadas Unidas Argentinas. Niega cualquier tipo de participación de sus compañeros en el episodio del fallecimiento del barra Luis Forlenza, y además, asegura que este es sólo el principio de esta agrupación.

Rodolfo Cappuccio no parece un barra. Ni desde su aspecto físico (pequeño, rapado, morrudo y muy prolijo) ni desde su palabra (habla muy despacio, apenas se lo oye). Pero sí lo es. Participa todos los fines de semana en la procesión que lleva a los hinchas de Independiente a los estadios. Es uno de las tantas manos derecha que tiene Pablo Alvarez, alias Bebote, en el seno de la barra roja.

-Yo empecé a venir hace cuatro años. Antes iba a la cancha, obvio, pero de repente mi hijo se hizo amigo de una chica que también era hija de un barra, empezó a ir a la hinchada y yo no quise dejarlo sólo. Y así fue como empecé a ir a todos los partidos. Conocí a Pablo Alvarez, me presentó el proyecto de HInchadas Unidas Argentinas, me gustó y me prendí.

-¿Estuviste detenido alguna vez?
-Jamás. Jamás entré a una comisaría.

-¿Y participaste de peleas entre las barras?
-Sí, claro. Pero no de las graves. Lo mío no es pelear sino todo lo contrario. Pero a veces te buscan, te pelean y te tenés que defender. Yo te digo la verdad: yo estuve en aquel Indpendiente-River y vi cómo lo peor no son los barras…

-¿Qué es lo peor?
-La policía. Ellos son los verdaderos barras. El día que dejen de hacerse los malos, se va a recuperar bastante de las familias en el fútbol.

-¿Quién te pagó el viaje?
-Yo pagué el 50 por ciento de mi pasaje. Lo otro lo puso la agrupación.

-¿Y trabajás en Argentina?
-Por supuesto. Yo manejo un camión de residuos. Todos los días me clavo hasta la madrugada cumpliendo con mi labor. Y soy super responsable. Por eso me da bronca cuando se nos acusa tan livianamente de haber asesinado al hincha de Boca.

-¿Y no tuvieron nada que ver?
-Para nada. Nos quieren subir a un colectivo que nunca tomamos. Nosotros viajamos a Ciudad del Cabo en tren y en combis. Y sólo hubo tiempo para llegar, ver el partido y volvernos.

-Hummm…
-Es fácil: si quieren hacer una investigación, yo te muestro los boletos, ahí dicen los horarios. Y te vas a dar cuenta de que estuvimos cuatro o cinco horas en Ciudad del Cabo. Según nos dijeron, cuando este hombre se cayó en la calle, nosotros ya estábamos hacía horas en el viaje de vuelta. ¡¡¡Si hasta el cónsul de Ciudad del Cabo dijo que el finado contó que nosotros no teníamos nada que ver!!! ¿Te parece que si nosotros lo hubiéramos apretado no nos iba a encanar? No, nosotros no nos comemos esa. El tipo estaba jodido del cuore, alguien lo asustó .-no fuimos nosotros- y se habrá resentido. Sí nosotros los señalamos a los de Los de Lomas, que son los que están distanciados de Mauro Martín, el líder de la Doce, porque en el entretiempo de Argentina-México ellos extendieron una bandera de Boca. Nosotros le dijimos a la policía y ellos la guardaron. Y ahí quedó todo. Nosotros no tuvimos nada que ver en la muerte de este señor…

-Pero ustedes padecieron deportados, no son carmelitas descalzas…
-Mirá, nosotros hace cuatro años que trabajamos en un proyecto. Y lo que nos propusimos, lo hicimos. Esto fue un éxito. Bajamos los quilombos en las canchas, que era el principal motivo del nacimiento de la agrupación. Las hinchadas que tienen problemas internos, que se siguen peleando, no participan, no las queremos. Pero aquellos que pretenden sumar, adelante, que vengan. Pretendemos que se viva otro clima en las canchas. Y vamos a seguir trabajando en eso.

-¿Pero ustedes consideran esto un éxito cuando hubo dos decenas de deportados?
-Sí, pero eso no tiene nada que ver. Alguien nos quiso perjudicar y no lo logró. Y si bien deportaron a los tres líderes que venían organizando todo -Bebote, Diego de Lanús y Emiliano de Huracán- eso no nos destruyó como grupo. Nosotros sabemos que esto es el principio.

-¿Ustedes tenian entradas?
-Por supuesto.

-¿Y de dónde sacaron los fondos para venir acá?
-Estuvimos trabajando 4 años en esto. Hicimos colectas, rifas, presentaciones de artistas… Y hubo gente que nos ayudó. Como el gremio de los Camioneros, por ejemplo. Y así varios. No apretamos jugadores ni dirigentes. Eso se acabó. Al menos para nosotros.

-¿Y cuáles son los próximos pasos?
-Cuando volvamos nos vamos a reunir y haremos un balance. Pero ya te lo anticipo. Aquí fuimos 360 hinchas. Y queremos que el año próximo, en la Copa América, seamos 3.000 tipos que giremos por el país alentando a la Selección.

-¿No era sólo para este Mundial?
-Noooo, para nada. Cuando volvamos ya vamos a tratar el tema del Mundial 2014 en Brasil. Y si en la Copa América seremos tres mil, en Brasil vamos a pretender, mínimo, seis mil. De a poquito vamos a ir convenciendo y trabajando con seriedad. La gente tiene que advertir que esta agrupación se está matando para que la violencia se vaya para siempre de los estadios.

Buen gesto pero no dejan de ser unos delicuentes

Son como Robin Hood ? :smiley:

Estoy confundido ahora

Los grones sabrán hacerse un mate?

es obvio que no era yerba, tremendas piedras habran pasado ja

La mona vestida de seda, mona queda.

Ah bueno
Genial
Excelente
Que maravilla de personas, ejemplos de la solidaridad mundial

fuera de joda, esto es muy raro y

previa indicación de “wait a second”

Mataría por escuchar ese “wait a second”

:lol: :lol:

para que mierda quieren yerba mate los negros??? , para mi que se las dejaron con la inicacion de que era para fumar , en una semana los llaman y les preguntan si les pego??? si es resultado es posivo se avaratan costos como loco,. si es negativo, se seguira tomando mates…

ahora les enseñan a tomar mate, mas adelante a robar y apretar a dirigentes y jugadores

jajajaja :mrgreen::mrgreen::mrgreen:

:lol:

Buen gesto.

taaaaaaaanta yerba iban a llevar…

Jaja:lol:

La yerba no pega. Igual no lo hagan

yo digo que nos toman por pelotudos, ya saben quien…

Gerardo Morales ?

jajajajaj… porque se dan por aludidos, ustedes los K? :lol: