El técnico aclaró que tiene fe en que los dirigentes le darán el gusto. “Ellos saben. No es un capricho”.
Ya sabés quién va a usar la camiseta número 9?
-¿Eh? No. Demasiados líos tengo para formar el equipo como para preocuparme por eso. La verdad, hoy me es indiferente quién usa la 9, la 8, la 4 o la 11.
La sonrisa, más que nunca, le salió del corazón. No encontró otra manera de exteriorizar lo que sentía. De aceptar una realidad que nunca se había imaginado. Y si bien todavía sueña con que el panorama cambie porque aún no escuchó un no definitivo de la boca de los dirigentes, su percepción es que va a tener que conformarse con lo que tiene. O con lo que le acercan, como en el caso de Cohene Mereles. Por eso, después de dejar atrás “detalles como quién tendrá determinado número de camiseta”, Néstor Gorosito justificó su pedido de refuerzos. “Los directivos saben y están de acuerdo conmigo en que hay posiciones que necesitamos reforzar. No es un capricho”, remarcó Pipo.
No hubo forma de llevarlo más allá. Prefirió hablar de jugadores que no va a usar como Abán y San Martín, de otros que no pensaba utilizar pero que ante el desolador panorama tendrán otra chance como Ríos y de mirar con un exagerado optimismo al otro paraguayo que llegará a prueba: Pablo Velázquez. Nada de repetir que le interesa tener otro arquero, un central, un volante central (siempre y cuando no se vaya Ahumada) y un punta. “Yo tengo fe. Y nunca pensé en renunciar. Alguien va a llegar”, afirmó, casi, sin creerlo ni evaluar que de no llegar nadie sería la primera vez que sucede en la gestión de José María Aguilar al frente del club. Una particularidad que obliga a Pipo a rezar seguido para que no se le caiga ningún soldado y/o para que los que no rindieron al máximo en el primer semestre, levanten la puntería. “Un escollo, nada más”, como el propio entrenador evaluó. Pero que de ninguna manera lo hará cambiar de idea ni flaquear. Al contrario. Aunque otros ya hubiesen protestado a los gritos, Pipo ya avisó que va a esperar…
El técnico aclaró que tiene fe en que los dirigentes le darán el gusto. “Ellos saben. No es un capricho”.
Ya sabés quién va a usar la camiseta número 9?
-¿Eh? No. Demasiados líos tengo para formar el equipo como para preocuparme por eso. La verdad, hoy me es indiferente quién usa la 9, la 8, la 4 o la 11.
La sonrisa, más que nunca, le salió del corazón. No encontró otra manera de exteriorizar lo que sentía. De aceptar una realidad que nunca se había imaginado. Y si bien todavía sueña con que el panorama cambie porque aún no escuchó un no definitivo de la boca de los dirigentes, su percepción es que va a tener que conformarse con lo que tiene. O con lo que le acercan, como en el caso de Cohene Mereles. Por eso, después de dejar atrás “detalles como quién tendrá determinado número de camiseta”, Néstor Gorosito justificó su pedido de refuerzos. “Los directivos saben y están de acuerdo conmigo en que hay posiciones que necesitamos reforzar. No es un capricho”, remarcó Pipo.
No hubo forma de llevarlo más allá. Prefirió hablar de jugadores que no va a usar como Abán y San Martín, de otros que no pensaba utilizar pero que ante el desolador panorama tendrán otra chance como Ríos y de mirar con un exagerado optimismo al otro paraguayo que llegará a prueba: Pablo Velázquez. Nada de repetir que le interesa tener otro arquero, un central, un volante central (siempre y cuando no se vaya Ahumada) y un punta. “Yo tengo fe. Y nunca pensé en renunciar. Alguien va a llegar”, afirmó, casi, sin creerlo ni evaluar que de no llegar nadie sería la primera vez que sucede en la gestión de José María Aguilar al frente del club. Una particularidad que obliga a Pipo a rezar seguido para que no se le caiga ningún soldado y/o para que los que no rindieron al máximo en el primer semestre, levanten la puntería. “Un escollo, nada más”, como el propio entrenador evaluó. Pero que de ninguna manera lo hará cambiar de idea ni flaquear. Al contrario. Aunque otros ya hubiesen protestado a los gritos, Pipo ya avisó que va a esperar…
Acordémonos que este tipo agarró River sabiendo lo que le esperaba, ni Ramón ni el Tolo ni Nery lo hicieron ante la desolación que los esperaba pero apareció Pipo, siempre hay alguien en lista de espera con 0 dignidad al que solamente le importa crecer en su faz personal. Recuerdo cuando el lechón decía que el D.T. iba a ser alguien de la casa, hincha de River y que conozca los pasillos del Monumental.:twisted:
Por más que sea un títere espero que no renuncie porque ya sabemos el perfil de técnico que podría traer papada, un inútil que venga gratis con tal de decir que dirigió River y cobrando como si estuviese en Europa.