Amadeo Raúl Carrizo nació el 12 de junio de 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe, Argentina. De adolescente se trasladó a Buenos Aires y entró en las categorías inferiores de River Plate, equipo en el que debutó a los 19 años de edad.
Apodado “Tarzán” por su imponente físico y enorme agilidad, en 1945 se hizo con la titularidad del arco del club gigante de Argentina, y no la dejó hasta 1968. Carrizo coincidió en el equipo millonario con figuras mundiales como Alfredo Di Stefano y Enrique Omar Sívori y ganó siete campeonatos argentinos con la famosa mundialmente camiseta de la “banda sangre”.
Integró las inolvidables formaciones conocidas como La Máquina junto a la delantera: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustou.
Pero si por algo se recuerda a Amadeo Raúl Carrizo es por ser un innovador. Fue uno de los primeros arqueros de América en llevar guantes, pero sobre todo, su gran aportación al fútbol fue la de ser el primero que impuso el estilo de salir del área con regularidad y valentía, adelantando así una tradición muy de arqueros sudamericanos que ha tenido en jugadores como Higuita, Gatti, o Ceni dignos sucesores.
Además, fue uno de los primeros arqueros que adoptó el papel de primer atacante, aprovechando para ello sus saques de portería. Además de estas características, Carrizo era un excelente atajador, lo que lo llevó a ser internacional con Argentina en 20 ocasiones.
Tras jugar más de 500 partidos con su amado club River Plate, en 1969 se fue al Alianza de Lima peruano y ese mismo año acabó recalando en el Millonarios colombiano, donde se retiró con 44 años.
Amadeo vivió algunas experiencias como entrenador y acabó vinculado con River. A sus 92 años, Carrizo ostenta el cargo de presidente de honor de River Plate, que lo homenajeó en 2014. Los hinchas de River lo adoptaron como ídolo a perpetuidad y el sonido de las tribunas coreando el inolvidable “Amadeooo Amadeooo” parece escucharse todavía en el histórico Estadio Monumental.
Amadeo Raúl Carrizo nació el 12 de junio de 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe, Argentina. De adolescente se trasladó a Buenos Aires y entró en las categorías inferiores de River Plate, equipo en el que debutó a los 19 años de edad.
Apodado “Tarzán” por su imponente físico y enorme agilidad, en 1945 se hizo con la titularidad del arco del club gigante de Argentina, y no la dejó hasta 1968. Carrizo coincidió en el equipo millonario con figuras mundiales como Alfredo Di Stefano y Enrique Omar Sívori y ganó siete campeonatos argentinos con la famosa mundialmente camiseta de la “banda sangre”.
Integró las inolvidables formaciones conocidas como La Máquina junto a la delantera: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustou.
Pero si por algo se recuerda a Amadeo Raúl Carrizo es por ser un innovador. Fue uno de los primeros arqueros de América en llevar guantes, pero sobre todo, su gran aportación al fútbol fue la de ser el primero que impuso el estilo de salir del área con regularidad y valentía, adelantando así una tradición muy de arqueros sudamericanos que ha tenido en jugadores como Higuita, Gatti, o Ceni dignos sucesores.
Además, fue uno de los primeros arqueros que adoptó el papel de primer atacante, aprovechando para ello sus saques de portería. Además de estas características, Carrizo era un excelente atajador, lo que lo llevó a ser internacional con Argentina en 20 ocasiones.
Tras jugar más de 500 partidos con su amado club River Plate, en 1969 se fue al Alianza de Lima peruano y ese mismo año acabó recalando en el Millonarios colombiano, donde se retiró con 44 años.
Amadeo vivió algunas experiencias como entrenador y acabó vinculado con River. A sus 92 años, Carrizo ostenta el cargo de presidente de honor de River Plate, que lo homenajeó en 2014. Los hinchas de River lo adoptaron como ídolo a perpetuidad y el sonido de las tribunas coreando el inolvidable “Amadeooo Amadeooo” parece escucharse todavía en el histórico Estadio Monumental.
