Passarella pagó los platos rotos de una administración nefasta

Omar Labruna: “Passarella pagó los platos rotos de una administración nefasta”

En un entrevista exclusiva con canchallena.com, el entrenador de Colo Colo respaldó al Káiser y arremetió contra Aguilar e Israel; además, defendió a Almeyda y se comparó con su padre; “Estoy preparado para dirigir a River”, avisó. Por Jeremías Prevosti Pilatti / Enviado especial

SANTIAGO DE CHILE.- El duro frío de una mañana que parece haberse olvidado de la primavera se diluye abruptamente cuando las puertas del hotel Atton, ubicado en la lujosa comuna de la Vitacura, en el corazón de esta ciudad, se cierran segundos después del ingreso de canchallena.com. Allí, se encuentra un sonriente Omar Labruna, entrenador de Colo Colo, el equipo chileno de mayor popularidad. Elegido el mejor técnico de Chile en 2010, cuando cruzó la Cordillera para dirigir a Audax Italiano, hoy disfruta de estar en uno de los tres grandes del país trasandino y, sin tapujos, está dispuesto a hablar de todo y de todos.
En una extensa entrevista con este medio, el ex entrenador de Belgrano, Huracán y Olimpo, entre otros, hablará de las diferencias entre dirigir en la Argentina y en Chile, comparará al Colo Colo con River, revelará cómo vivió el descenso millonario y se medirá con su padre, el querido Angel. Además, atacará duramente a José María Aguilar, defenderá con uñas y dientes a Matías Almeyda y justificará a Daniel Passarella. “Estoy preparado para dirigir a River”, avisa el entrenador de 55 años.
[b] -¿Qué similitudes y diferencias hay entre dirigir en la Argentina y el Chile?

[/b] -Los entrenadores dependemos de los resultados en todas partes… En la Argentina, en Chile y en la China. El fútbol creció mucho acá. La llegada de Bielsa y la continuidad de Borghi, que son más de ver el arco rival que el propio, hicieron que el jugador chileno se adapte a esa forma de pensar el fútbol. En Chile se juega más al fútbol que en la Argentina, donde se corre más que jugar. Por eso, allá hay más exigencias.
[b] -¿Y esa diferencia pasa por la mentalidad o por la clase de jugadores?

[/b] -Por las dos cosas. Acá hay muy buenos jugadores, incluso argentinos. Insisto, acá se intenta seguir jugando. Allá, en cambio, se ha nivelado todo para abajo.
-¿Con qué club argentino podés comparar a Colo Colo?

-Con River, totalmente. Porque es uno de los equipos más grandes de Sudamérica, te da todo y tiene un estadio hermoso, también llamado Monumental. Me hace acordar todo a River. Se me acabó la tranquilidad, no se puede pasar desapercibido en todos lados. Además, las exigencias son grandes porque hace más de dos años que no se gana un título, agigantado por el buen presente de la U.
[b] -En eso último también se asemeja a River, que aún se está recuperando.

[/b] -Claro. Estos clubes necesitan ganar torneos. Por eso, cuando llegué acá, dije que no venía a ganar partidos, sino campeonatos.
-¿Cómo viviste el descenso con River?

-Con lágrimas. No sólo yo, sino toda mi familia. Y con la decepción de un proceso nefasto para la institución. De muchos años de hacer mal las cosas. Pero todo esto se veía venir.
-¿Por qué?

-Por toda la administración, el manejo del dinero, las cosas oscuras, el no querer terminar con los procesos… Nosotros [se refiere a cuando fue ayudante de Ramón Díaz] nos tuvimos que ir saliendo campeones y después de conseguir siete títulos porque no le servíamos a la institución.
[b] -¿Qué significa que no le servían a la institución?

[/b] -Porque no participábamos en nada. Nosotros siempre queríamos lo mejor para River y buscábamos traer los jugadores que le puedan ser útiles al club, y no los que eran negocio. Fue una conducción nefasta. Los entrenadores que vinieron después no tuvieron la culpa. Siempre parece que defiendo a Passarella, pero él agarró un club totalmente arruinado y le dio más importancia a lo social que a lo futbolístico. No reforzó bien el equipo y, sumado a lo que había pasado, se terminó descendiendo.
[b] -Cuando decís “administración fraudulenta”, ¿sólo te referís a la de Aguilar?

[/b] -Sí, que junto a Mario Israel fueron los últimos que estuvieron. Ojo, ellos me llamaron dos veces para ir. La primera vez se decidieron por Simeone y la segunda, por Gorosito. Esta última estuve cerca, pero no nos pusimos de acuerdo ni en el proyecto ni en lo económico. Con ellos no compartía cosas.
[b] -¿Te querían imponer los refuerzos?

[/b] -Ellos te tiraban nombres. Vos tirabas los tuyos. Pero, generalmente, los que vos querías no podían o no se podía o no había dinero. En ese aspecto, era muy difícil manejarse. Para hacer bien las cosas, tiene que haber una unión entre todos: directivos, cuerpo técnico, jugadores e hinchas. En River había una desunión.
-En el último tiempo, con Almeyda en la cuerda floja, apareció tu nombre. ¿Te llamaron?

-No. A Matías [Almeyda] lo aprecio mucho. Me parece un gran profesional. Más allá de su corta experiencia, agarró a River en un momento muy difícil. Cuando salió el rumor, lo llamé y le dije que no era cierto, que trabaje tranquilo y que le deseaba lo mejor.
[b] -¿Cómo lo notaste?

[/b] -Esto fue cuando estaban jugando en el Nacional B. Estaba con muchas ganas. Me dijo que todo era un aprendizaje, que tenía muchas ganas de ascender y que su idea era volver al River de las bases, de la historia, de jugar y proponer. Le desee mucha suerte. Me parece perfecto que lo respalden. Es un hombre del club y tiene muchas ganas.
-¿Crees que desde que Almeyda asumió hasta hoy tuvo una evolución con entrenador?

-Seguramente él ha ido creciendo en todos los aspectos. Cuando uno pasa la línea de cal, todo es diferente. Lo único que critiqué en un momento fue que a River le hacía falta un once titular y no hacer tantos cambios. Creo que Almeyda fue entendiendo eso en los últimos compromisos. Seguramente, tendrá mucho más por aprender, como todos.
-¿Cómo analizás la gestión de Passarella como presidente?

-Con altibajos. Por su personalidad, siempre dependió de él mismo. Pero manejar una institución debe ser sumamente difícil y diferente. Por eso, creo que hay que delegar un poquito. Y desde afuera me da la sensación que eso le cuesta. Un gigante como River cuesta levantarlo. Hay que tratar de equilibrarlo desde una gestión que le tocó descender Él también pagó los platos rotos de una administración nefasta.
-¿El objetivo mayor es dirigir a River?

-Ante todo, soy un profesional. Pero en este caso se me juntan las dos cosas: lo profesional y el sentir. El sentir por todo lo que viví ahí y por lo que significó mi padre para el club. Sé que se va a dar. No por portar un apellido, sino por mis condiciones y por lo que estoy haciendo, que la gente lo reconoce.
-¿No crees que el apellido puede convertirse en un arma de doble filo?

-Yo ya lo sé portar. Siempre fue una carga para mí, desde que nací, llevar un apellido tan grande y tan lindo por todo lo que fue mi padre como profesional y como persona. Nunca voy a poder igualar todo lo que hizo, pero trato de imitarlo. Fue el mejor espejo que tuve. En todos los aspectos, mi viejo fue lo mejor que me pudo haber pasado.
-¿Qué cosas de tu padre tenés como entrenador?

-Primero, saber elegir jugadores. Para eso, mi viejo tenía un ojo especial. Segundo, la buena relación con los jugadores, ser abierto. No sé cómo él lo hacía, yo trato de imitarlo. A todos los tenía contento, al que jugaba y al que no. Y, por último, el ser protagonista. Hay que marcar algunas cositas del rival, pero el juego lo tiene que proponer uno.
[b] -¿Cómo va a jugar el River de Labruna hijo?

[/b] -River ya tiene un esquema. A mí, en Chile, me gusta jugar mucho con línea de tres. Pero sería con una línea de cuatro con laterales que salgan al ataque, un volante de contención y dos que lleguen al área rival, un enganche y dos puntas. El día que me toque dirigirlo pelearemos bien arriba. Ya estoy preparado para hacerlo.

Omar Labruna: “Passarella pagó los platos rotos de una administración nefasta” - canchallena.com*

Omar Labruna: “Passarella pagó los platos rotos de una administración nefasta”

En un entrevista exclusiva con canchallena.com, el entrenador de Colo Colo respaldó al Káiser y arremetió contra Aguilar e Israel; además, defendió a Almeyda y se comparó con su padre; “Estoy preparado para dirigir a River”, avisó. Por Jeremías Prevosti Pilatti / Enviado especial

SANTIAGO DE CHILE.- El duro frío de una mañana que parece haberse olvidado de la primavera se diluye abruptamente cuando las puertas del hotel Atton, ubicado en la lujosa comuna de la Vitacura, en el corazón de esta ciudad, se cierran segundos después del ingreso de canchallena.com. Allí, se encuentra un sonriente Omar Labruna, entrenador de Colo Colo, el equipo chileno de mayor popularidad. Elegido el mejor técnico de Chile en 2010, cuando cruzó la Cordillera para dirigir a Audax Italiano, hoy disfruta de estar en uno de los tres grandes del país trasandino y, sin tapujos, está dispuesto a hablar de todo y de todos.
En una extensa entrevista con este medio, el ex entrenador de Belgrano, Huracán y Olimpo, entre otros, hablará de las diferencias entre dirigir en la Argentina y en Chile, comparará al Colo Colo con River, revelará cómo vivió el descenso millonario y se medirá con su padre, el querido Angel. Además, atacará duramente a José María Aguilar, defenderá con uñas y dientes a Matías Almeyda y justificará a Daniel Passarella. “Estoy preparado para dirigir a River”, avisa el entrenador de 55 años.
[b] -¿Qué similitudes y diferencias hay entre dirigir en la Argentina y el Chile?

[/b] -Los entrenadores dependemos de los resultados en todas partes… En la Argentina, en Chile y en la China. El fútbol creció mucho acá. La llegada de Bielsa y la continuidad de Borghi, que son más de ver el arco rival que el propio, hicieron que el jugador chileno se adapte a esa forma de pensar el fútbol. En Chile se juega más al fútbol que en la Argentina, donde se corre más que jugar. Por eso, allá hay más exigencias.
[b] -¿Y esa diferencia pasa por la mentalidad o por la clase de jugadores?

[/b] -Por las dos cosas. Acá hay muy buenos jugadores, incluso argentinos. Insisto, acá se intenta seguir jugando. Allá, en cambio, se ha nivelado todo para abajo.
-¿Con qué club argentino podés comparar a Colo Colo?

-Con River, totalmente. Porque es uno de los equipos más grandes de Sudamérica, te da todo y tiene un estadio hermoso, también llamado Monumental. Me hace acordar todo a River. Se me acabó la tranquilidad, no se puede pasar desapercibido en todos lados. Además, las exigencias son grandes porque hace más de dos años que no se gana un título, agigantado por el buen presente de la U.
[b] -En eso último también se asemeja a River, que aún se está recuperando.

[/b] -Claro. Estos clubes necesitan ganar torneos. Por eso, cuando llegué acá, dije que no venía a ganar partidos, sino campeonatos.
-¿Cómo viviste el descenso con River?

-Con lágrimas. No sólo yo, sino toda mi familia. Y con la decepción de un proceso nefasto para la institución. De muchos años de hacer mal las cosas. Pero todo esto se veía venir.
-¿Por qué?

-Por toda la administración, el manejo del dinero, las cosas oscuras, el no querer terminar con los procesos… Nosotros [se refiere a cuando fue ayudante de Ramón Díaz] nos tuvimos que ir saliendo campeones y después de conseguir siete títulos porque no le servíamos a la institución.
[b] -¿Qué significa que no le servían a la institución?

[/b] -Porque no participábamos en nada. Nosotros siempre queríamos lo mejor para River y buscábamos traer los jugadores que le puedan ser útiles al club, y no los que eran negocio. Fue una conducción nefasta. Los entrenadores que vinieron después no tuvieron la culpa. Siempre parece que defiendo a Passarella, pero él agarró un club totalmente arruinado y le dio más importancia a lo social que a lo futbolístico. No reforzó bien el equipo y, sumado a lo que había pasado, se terminó descendiendo.
[b] -Cuando decís “administración fraudulenta”, ¿sólo te referís a la de Aguilar?

[/b] -Sí, que junto a Mario Israel fueron los últimos que estuvieron. Ojo, ellos me llamaron dos veces para ir. La primera vez se decidieron por Simeone y la segunda, por Gorosito. Esta última estuve cerca, pero no nos pusimos de acuerdo ni en el proyecto ni en lo económico. Con ellos no compartía cosas.
[b] -¿Te querían imponer los refuerzos?

[/b] -Ellos te tiraban nombres. Vos tirabas los tuyos. Pero, generalmente, los que vos querías no podían o no se podía o no había dinero. En ese aspecto, era muy difícil manejarse. Para hacer bien las cosas, tiene que haber una unión entre todos: directivos, cuerpo técnico, jugadores e hinchas. En River había una desunión.
-En el último tiempo, con Almeyda en la cuerda floja, apareció tu nombre. ¿Te llamaron?

-No. A Matías [Almeyda] lo aprecio mucho. Me parece un gran profesional. Más allá de su corta experiencia, agarró a River en un momento muy difícil. Cuando salió el rumor, lo llamé y le dije que no era cierto, que trabaje tranquilo y que le deseaba lo mejor.
[b] -¿Cómo lo notaste?

[/b] -Esto fue cuando estaban jugando en el Nacional B. Estaba con muchas ganas. Me dijo que todo era un aprendizaje, que tenía muchas ganas de ascender y que su idea era volver al River de las bases, de la historia, de jugar y proponer. Le desee mucha suerte. Me parece perfecto que lo respalden. Es un hombre del club y tiene muchas ganas.
-¿Crees que desde que Almeyda asumió hasta hoy tuvo una evolución con entrenador?

-Seguramente él ha ido creciendo en todos los aspectos. Cuando uno pasa la línea de cal, todo es diferente. Lo único que critiqué en un momento fue que a River le hacía falta un once titular y no hacer tantos cambios. Creo que Almeyda fue entendiendo eso en los últimos compromisos. Seguramente, tendrá mucho más por aprender, como todos.
-¿Cómo analizás la gestión de Passarella como presidente?

-Con altibajos. Por su personalidad, siempre dependió de él mismo. Pero manejar una institución debe ser sumamente difícil y diferente. Por eso, creo que hay que delegar un poquito. Y desde afuera me da la sensación que eso le cuesta. Un gigante como River cuesta levantarlo. Hay que tratar de equilibrarlo desde una gestión que le tocó descender Él también pagó los platos rotos de una administración nefasta.
-¿El objetivo mayor es dirigir a River?

-Ante todo, soy un profesional. Pero en este caso se me juntan las dos cosas: lo profesional y el sentir. El sentir por todo lo que viví ahí y por lo que significó mi padre para el club. Sé que se va a dar. No por portar un apellido, sino por mis condiciones y por lo que estoy haciendo, que la gente lo reconoce.
-¿No crees que el apellido puede convertirse en un arma de doble filo?

-Yo ya lo sé portar. Siempre fue una carga para mí, desde que nací, llevar un apellido tan grande y tan lindo por todo lo que fue mi padre como profesional y como persona. Nunca voy a poder igualar todo lo que hizo, pero trato de imitarlo. Fue el mejor espejo que tuve. En todos los aspectos, mi viejo fue lo mejor que me pudo haber pasado.
-¿Qué cosas de tu padre tenés como entrenador?

-Primero, saber elegir jugadores. Para eso, mi viejo tenía un ojo especial. Segundo, la buena relación con los jugadores, ser abierto. No sé cómo él lo hacía, yo trato de imitarlo. A todos los tenía contento, al que jugaba y al que no. Y, por último, el ser protagonista. Hay que marcar algunas cositas del rival, pero el juego lo tiene que proponer uno.
[b] -¿Cómo va a jugar el River de Labruna hijo?

[/b] -River ya tiene un esquema. A mí, en Chile, me gusta jugar mucho con línea de tres. Pero sería con una línea de cuatro con laterales que salgan al ataque, un volante de contención y dos que lleguen al área rival, un enganche y dos puntas. El día que me toque dirigirlo pelearemos bien arriba. Ya estoy preparado para hacerlo.

Omar Labruna: “Passarella pagó los platos rotos de una administración nefasta” - canchallena.com*

portador de apellido…

Se ve que salio a la madre…

Si te escuchará tu padre te cagaria a trompadas…

Tendra todo arreglado para ser el proximo DT ?

Aaaahhhh bueno…floja campaña empezo a armar.

Igual que R. Diaz diciendo que quiere dirigir a River.

FALTA TOTAL DE CODIGOS ETICOS la de esta gente.

Anda a la reconcha de tu madre, Omar. Te cagás en la memoria de tu viejo, y claro, si siempre fuiste y serás un fracasado.

Claro que si, campeón!

AM 870 está hablando Omar.
http://www.radionacional.com.ar/vivo/1-am-870.html

Espero que deje de decir pelotudeces porque baja el viejo y lo faja.

Un porcel jr cualquiera

Ni merecés tener ese apellido. Ramón tampoco le pegó a Passarella, y es así, si algún DT quiere venir a River va a tener que acreditar a Passarella, no queda otra.

de la que él también fue parte le faltó decir.

Típica nota chupamedias con el Presi para que lo tenga en cuenta y le de laburo. ASCO.

Y también recuerdo que Passarella estuvo dos años rompiendo platos con la “administración nefasta”. El 25% exacto de la duración de ese mandato. Y también recuerdo que varios de la lista de Passarella y dos en la CD contribuyeron a romper platos con la CD anterior.

Es doloroso que uno tenga que decirle algo como esto a alguien que tenga ese apellido: Labruna, CERRÁ EL ORTO.

Ay Omarcito, si tan solo fueras un 25% de lo que era tu padre!

no jodas labruna, queres quedar bien con el dany para ver si te tira el puesto; pero desconocer la gran culpa del kanser en el descenso es de necios.

No hace falta pensarlo demasiado: quiere ser técnico de River y se quiere ganar al presidente.

Hay Omarcito… estas derrapando aca, queres quedar bien con el Kanser para que te ofrezca el puesto, esta clarisimo!

Mierda loco, hagan mierda a este presidente porque tanto olida de culo, dejate de joder