El Gran River de 1999-2005.

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  • El River Bicampeón 99-2000 : 29 (42%)
  • El River campeón del Clausura 2002 : 29 (42%)
  • El River campeón del Clausura 2003 : 0 (0%)
  • El River campeón del Clausura 2004: 11 (16%)

Siguiendo con la idea de [MENTION=49143]IanGallagher1795[/MENTION]; de realizar threads que hablen sobre las diferentes etapas de nuestra historia, a mi me toca hablar del River del 99 hasta mediados del 2005, que tuvo equipos extraordinarios y que marco muchos récords en el fútbol argentino. Esta etapa de nuestra historia es injustamente ninguneada y menospreciada porque tuvo la desgracia de coincidir con la racha internacional de los bosteros, quienes impusieron una estupidez gigante como que si vos no ganabas la Libertadores entonces no eras nadie y tus campeonatos no tenían valor :lol: así como en los 90 trataron de imponer que era mas importante ganar el clásico que ganar títulos, en los 2000 para ellos solamente tenían valor las copas internacionales (ja, como si ellos no hubiesen festejado los campeonatos que ganaron con Bianchi) y si ganabas el Torneo Local eras “de cabotaje” :lol::lol: Bueno, este tema esta dedicado exclusivamente a revisar esta época hermosa de nuestra historia, que trae consigo muchos títulos, varios récords, muchas goleadas históricas, y, sobre todo, un fútbol espectacular, arrollador y brillante, con cracks de nivel europeo y de selección como Aimar, Saviola, Angel, Ortega, D’Alessandro, Cavenaghi, Cambiasso, Demichelis, Mascherano, Lucho Gonzalez, etc etc…

River Plate subcampeón Torneo Clausura 1999

​River empezó el campeonato de muy buena manera, ganando los primeros tres partidos ante Velez, Argentinos y Estudiantes y compartiendo la punta con Boca. En la cuarta fecha, se empato 2-2 con San Lorenzo pero Boca empato con Gimnasia así que todo siguió igual. Después de golear por 3 a 0 a Talleres, llego la primera derrota del campeonato al perder por 3 a 1 contra Central en Rosario, y eso le permitió a Boca sacar una diferencia clave de 3 puntos al ganarle por 1 a 0 a Belgrano en la Bombonera. El torneo siguió ganándole el clásico a Independiente por 2 a 1, empatando de visitante contra Lanus en donde River fue perjudicado por el arbitro Sequeira al cobrar un penal inexistente de Placente a Belloso, dejando así 2 puntos en el camino. Y para colmo, en este partido Aimar se lesiono de gravedad y tuvo que ser operado del menisco interno de la rodilla izquierda, teniendo mas de un mes de recuperación y perdiéndose la mayoría de los partidos del semestre. De esta forma, River prosiguió peleando el Clausura palmo a palmo con Boca y manteniéndose vivo en la Libertadores. Se le gano a Unión con gol del colombiano Angel, pero se volvieron a dejar 2 puntos claves, esta vez contra Ferro en Caballito. En la fecha siguiente, River enfrento a Gimnasia de Jujuy en el Monumental y lo goleo por ¡8-0! con una gran producción ofensiva del equipo que conducía Ramón Diaz, quien se dio el lujo de dejar a Javier Saviola en el banco de suplentes. A los 30 minutos del primer tiempo, Juan Pablo Angel abrió la cuenta y Cristian Castillo amplió la ventaja cuando iban 42. Sesenta segundos más tarde llegó el tercero a través del delantero colombiano para liquidar el duelo en la etapa inicial. Sin embargo, River no detuvo su marcha y en el complemento fue imparable para la defensa visitante. El equipo jujeño había exigido en un par de ocasiones a Roberto Bonano, pero en los últimos 25 minutos encontraron la contundencia local. Leonardo Ramos logró el 4-0 mediante un penal y enseguida llegó la roja para Marcelo Gómez, uno de los volantes millonarios. De todas formas, Sebastián Rambert metió el quinto con un cabezazo, mientras que Castillo también se impuso en el juego aéreo para marcar su segundo gol y el sexto de River. Quedaban ocho minutos cuando Leonel Gancedo consiguió el séptimo ante una defensa perpleja que contaba con un integrante menos por la expulsión de Pedro Aguírrez. Encima, el arquero Hernán Castellano corrió hasta el círculo central para pedirle al árbitro Luis Bongianino que lo diera por finalizado y el juez le terminó sacando la segunda amarilla. Afuera. En consecuencia, a pocos segundos de que se cumpliera el tiempo reglamentario, el Pipa marcó el 8-0 definitivo, cerrando una jornada histórica para River, que registra ese marcador como su mayor goleada en los últimos 40 años.

La diferencia más amplia en el último cuarto de siglo:

El 26 de octubre de 1986, una huelga del plantel profesional de Talleres provocó que el club cordobés pusiera un equipo juvenil ante Argentinos Juniors, que actuó como local en la cancha de Ferro y le ganó 12-0. En consecuencia, el 8-0 de River a Gimnasia es la mayor goleada de Primera División en los últimos 29 años. En el Clausura 2000, Independiente también hizo ocho, pero el propio Argentinos le marcó un gol.

Las mayores goleadas de la historia de River en partidos oficiales

11/08/1974 (L) 10-1 vs. Huracán (San Rafael)
29/10/1972 (L) 8-0 vs. Independiente (Trelew)
11/03/1970 (L) 9-0 vs. Universitario (Bolivia) (por Copa Libertadores de América)
01/10/1967 (L) 8-0 vs. San Martín (Mendoza) 03/08/1947
03/08/1947 (L) 8-0 vs. Atlanta 23/04/1939
23/04/1939 (V) 8-0 vs. Ferro Carril Oeste
11/05/1938 (V) 8-1 vs. Estudiantes de La Plata
25/05/1934 (V) 8-1 vs. Atlanta-Argentinos Juniors (*)

(*) Estaban fusionados, lo mismo que Lanús y Talleres, de Remedios de Escalada.

En la fecha 12, se produce el encuentro que definiría a la larga el campeonato. Boca venia puntero e invicto y River necesitaba ganar si o si en la Bombonera para achicar las diferencias, pero perdió y quedo tercero, atrás de San Lorenzo. De todas formas, River se recupero en la fecha siguiente ganándole 3 a 1 a Gimnasia LP y recibió una mano sorpresiva de Gimnasia de Jujuy, quien venia de recibir una goleada histórica del mismo River pero le dio una mano al ganarle a San Lorenzo por 3 a 2 en el Nuevo Gasometro. El campeonato seguiría su transcurso con River venciendo a Huracán con lo justo por 1 a 0 (River era un equipo que de local se hacia fuerte, pero de visitante evidentemente le costaba mucho) y con Boca goleando a San Lorenzo por 3 a 0, y así es como el campeonato volvía a ser una lucha palmo a palmo entre los dos clubes mas grandes de la Argentina, aunque hay que decir que ya a esta altura Boca le llevaba 6 puntos de ventaja a River y era difícil alcanzarlo. Igual, River volvería a obtener los 3 puntos ganándole a Belgrano en el Monumental y Boca empataría en Córdoba contra Talleres, con lo cual se abría una luz de esperanza ya que acortamos la distancia de 6 puntos a 4. Pero esa ilusión se desvanecería en la fecha siguiente ya que River perdió 3 a 1 contra Newell’s en Rosario y Boca le gano 1 a 0 a Central, quedando así a un paso de la consagración. Esto no haría mas que confirmarse en la fecha siguiente, ya que Racing le gana a River en el Monumental cortando una larguísima racha de 26 años sin poder ganarnos en nuestro estadio y con este resultado Boca se consagro automáticamente, aunque esa misma fecha perdería 4 a 0 contra Independiente :lol:. El campeonato terminaría con una goleada a Platense por 3 a 0 y un pálido empate contra Colon en el Monumental.

Básicamente el Clausura se perdió porque River perdió puntos claves de visitante (como contra Central, Lanus y Ferro) y porque perdió contra el puntero, que era Boca. De todas maneras, se hizo una gran campaña de 37 puntos que tranquilamente podría ser una campaña de campeón (sin ir mas lejos, a Ramón le alcanzo con hacer 37 puntos en el Final 2014 para consagrarse campeón) y se termino invicto como local.

[u][b]River Plate en la Copa Libertadores 1999

[/b][/u]En esta nueva edición de la Copa Libertadores de América, River compartiría fase de grupo con Velez, Deportivo Cali y Once Caldas. Los primeros tres partidos fueron como visitante y la cosecha no fue buena: 1 empate (contra Velez en el Amalfitani) y 2 derrotas (contra Once Caldas y Deportivo Cali en Colombia). Esto igual seria compensado, ya que en el Monumental River le gano el partido clave por 3 a 0 a Once Caldas con el cual clasificaría a los octavos de final gracias a ese punto de ventaja, le gano a Deportivo Cali por 2 a 1 y empato contra Velez con el mismo resultado que el partido de ida: 1-1. Esto le alcanzaría a River para pasar de ronda y enfrentarse en los octavos a Liga de Quito, uno de los equipos mas grandes de Ecuador. En el Monumental gano River por 1 a 0 y en Ecuador gano Liga de Quito por el mismo resultado, con lo cual la serie se terminaría definiendo por penales: River gano 5 a 4 y avanzo a cuartos de final, en donde se tendría que enfrentar a un rival que ya había enfrentado en la fase de grupos: Velez Sarsfield. River se hizo fuerte de local (una de las claves para ganar la copa) y le gano por 2 a 0, y en el Amalfitani Velez gano pero solo 1 a 0, y River pasaría por segundo año consecutivo a una semifinal de Copa Libertadores. Es mas, River en 5 años llego 4 veces a la semifinal de la Libertadores y salio campeón en el 96, con el agregado de que al año siguiente ganaría de punta a punta la Supercopa con Salas, Francescoli y Gallardo como principales figuras, entre otros tremendos cracks como Berti, Monserrat, Astrada, Solari, Berizzo, Sorin, etc…varios de esos jugadores participarían de las semifinales del 98 y 99, como Berti y Gallardo. En el Monumental, River le gano 1 a 0 al Palmeiras (quien venia de eliminar al Corinthians) con baile incluido, y el resultado se quedo corto porque el arquero Marcos tuvo una de las actuaciones mas impresionantes de su carrera. Esa desgracia hizo que fuéramos a Brasil con solo 1 gol de ventaja, y ellos allá aprovecharon la localia: 0-3 y adiós al sueño de la Libertadores. A la postre, el Palmeiras terminaría siendo el campeón.

Cabe remarcar que River peleo tanto el Clausura como la Libertadores hasta el final, y se quedo con las manos vacías como también podría haberse quedado con todo. Ese era un gran River que tenia a Gallardo, Saviola, Angel, Berti, Sorin entre otras figuras y que le toco perder ambos títulos contra un Boca que venia de ganar el Apertura 98 invicto y que llegaría a 40 partidos sin conocer la derrota y contra un Palmeiras que terminaría siendo el campeón de la Libertadores. En esa época River venia muy dulce y la exigencia era la máxima, con lo cual si le decías esto a un hincha de River en el 99 seguramente te iba a putear, pero después de pasar por el peor de los infiernos y de sufrir una larga sequía sin siquiera poder pelear un campeonato o una copa de forma competitiva se aprende mucho mas a valorar todas estas cosas, y hasta se puede llegar a ver la realidad desde una diferente perspectiva. No cualquier equipo sale subcampeón de su torneo domestico y llega a una semifinal de Libertadores, y mas teniendo en cuenta el gran nivel del fútbol sudamericano de esa época. También hay que decir que River fue el mejor ataque del Clausura, con 37 goles a favor.

River Plate campeón Torneo Apertura 1999

Para encarar el segundo semestre del 99, River vendería a Gallardo al Mónaco, a Berizzo al Olympique de Marsella, a Berti al América de México (esto, mas que una decisión futbolistica, fue una decisión personal porque la Bruja estaba enemistado con Ramón Diaz) y transfirió a préstamo a Hernan Diaz a Colon de Santa Fe, otro referente del plantel que estaba peleado con Ramón. Vinieron el Chacho Coudet de San Lorenzo, Trotta de Unión, el Chapa Zapata de Chacarita, Pipino Cuevas de Sports Colombia de Paraguay, el Lobo Ledesma de Argentinos Juniors y Mario Yepes de Deportivo Cali, quien venia de ser subcampeón de la Libertadores. Estos refuerzos, mas la aparición de Saviola, la consagración de Aimar (quien se convirtió en el 10 de River tras la partida de Gallardo) y la resucitacion de Angel constituyeron un equipo increíble, que ganaría el Apertura de punta a punta respetando el histórico Paladar Negro de River Plate y la famosa Triple G: Ganar, Gustar y Golear. La dupla Aimar-Saviola fue tan explosiva y estuvo tan llena de magia y talento que no se exagera al ponerla a la par de otras míticas duplas millonarias como la de Bernabé y Peucelle, Pedernera y Moreno, Labruna y Loustau, Onega y Más, Alonso y JJ o Gallardo y Salas. Aimar era la fineza, la distinción, el vértigo justo, el pase exacto, la estética precisa, el caño irreverente, la historia riverplatense a flor de piel. Se desplazaba como con patines en sus pies, comandando ataques con una sapiencia veterana que su cara de chiquilín con ángel desmentía. Era un jugador con una tamaña gama de virtudes, quien parecía estar destinado a ser alguien mucho mas importante de lo que termino siendo.

Saviola apareció en Primera y movió todas las estanterías del planeta River. Luego de ese estreno con gol en Jujuy, cuando apenas tenia 16 años, todos los domingos de River cambiaron, porque cada partido suyo significaba una nueva revelación, el encontrarse con algo nuevo, algo vanguardista, algo que se escapaba del molde de lo ordinario, cosas disparatadas que brotaban de la inventiva de un pibe prodigio en la cumbre de su “inconsciencia” futbolística. Un caño absurdo, una gambeta irreverente, un pique electrizante, una definición inapelable, un gol, y otro gol, y otro, y otro, y otro más. Celebraba con una pirueta destartalada, y cuando caía todos rezábamos para que estuviese entero, de tan frágil que era. El pibito fue la mayor aparición del fútbol argentino entre Maradona y Messi, superando ampliamente los comienzos de Agüero, Higuain, Tevez, Palacio, Lavezzi o hasta incluso los de su camada como Aimar, Riquelme y Romagnoli, incluso mas que Ortega, Gallardo y Crespo. De hecho, fue el goleador del campeonato con 15 goles y tan solo 17 años, el segundo mas joven de la historia atrás de un tal Diego Armando Maradona, y fue tan memorable su dupla con Pablo Aimar que Ramón Diaz llego a decir que eran mejores que el y Maradona en el Mundial Juvenil del 79.

Que se decía de Saviola en esa época:

Ramón Díaz, Ex futbolista. Técnico que lo hizo debutar en 1998:

“El ‘pibito’ estuvo espectacular. Ni yo pude debutar con un gol. Tiene un enorme futuro”

“El pibe es un grande; mirá el regalo que me hizo para mi cumpleaños (NA: 2 goles). La dupla Aimar-Saviola es más
que la que yo formaba en el 79 con Maradona”

Menotti, Campeón del Mundo como técnico de Argentina en 1978:

“Es un niño que se transforma en pantera. Tiene talento e imaginación. Una relación angelical con el gol. Está lleno de belleza. Es el nuevo Romário”

“Camina en el área como si estuviese en el patio de su casa, tiene estirpe de goleador”

Bilardo, Campeón del Mundo como técnico de Argentina en 1986:

“Posee las condiciones para triunfar. Es desequilibrante, desborda y tiene gol”

[u]Leo Astrada, Ex futbolista, ahora técnico. Compañero en River:

[/u]“Una aparición explosiva. Tiene un pique de tres cuartos arrollador. Sabe mucho con la pelota y en el área es mortífero. Lo que más me asombra es su calidad para definir. No hay muchos jugadores en el mundo con su frialdad para hacer lo mejor cuando esta frente al arco”

[u]José Pekerman, Seleccionador argentino:

[/u]“Es la aparición más importante del fútbol argentino de los últimos años, por encima de Riquelme y Aimar. Tiene una velocidad asombrosa en los últimos metros y eso lo hace un jugador distinto”

[u]Oscar Mas, Ex jugador de River:

[/u]“Es el jugador más joven que explotó en los últimos tiempos y aún no alcanzó su techo”

Johan Cruyff, Ex futbolista y Técnico del Dream Team:

“Junto con Raúl, es el jugador de la liga española que más me gusta. Tiene las cualidades básicas para llegar lejos en el fútbol. Es un jugador con mucha calidad, de los que siempre ilusiona ver por las cosas que hacen”

“Javier Saviola tiene mucha calidad, pero hay que dejar que pase el tiempo para que llegue a ser mítico”

[u]Louis Van Gaal, Ex entrenador del FC Barcelona:

[/u]“No duda en la definición y su aportación va mas allá. Colabora en la creación y saca partido de su velocidad con inteligencia”

[u]Michel Platini, Ex futbolista. Balón de Oro 1983 y 1984:

[/u]“Con 19 años, Saviola ya es una figura. Sintetiza perfectamente el juego de Argentina”

“No hacer jugar a Saviola es un atentado a los que amamos el buen fútbol”

[u]Radomir Antic, Ex entrenador en el FC Barcelona:

[/u]“Es difícil entender que cuestionen a Saviola, pues tiene un valor, el gol, que es el más importante del fútbol. No es fácil encontrar un jugador que garantice 20 goles por temporada y más teniendo en cuenta que no lanza penaltis ni faltas. De todas formas, él sabe superar la presión y hacerse con un hueco”

Enzo Francescoli, Ex futbolista. Mito en River Plate:

“El frescor que aporta no se encontraba desde Maradona o Borghi”

“Está tocado por una varita mágica. Es un jugador que puede cambiar la historia de un partido y, además. juega para el equipo”

[u]Pablo Aimar, Futbolista. Amigo y compañero en River:

[/u]“Saviola es un regalo del cielo al fútbol”

“Javier es un fenómeno y tiene que jugar en cualquier club, en cualquier equipo. Es un crack. ¿Cuántos goles metió en su primera temporada? ¿Más de 20? Viste, y lo mismo el año pasado. Pero con el tiempo, eso va a quedar claro. Para mí,
es un crack impresionante”

[u]Walter Gómez, Ex jugador de River:

[/u]“Ya dejó de ser promesa: es una realidad. Todavía puede dar mucho más”

[u]Sven Goran Eriksson, Seleccionador inglés:

[/u]“¡Qué bárbaro ese petisito! ¡Cómo se mueve en la cancha! Se ve la clase que tiene en el toque y el trato que le da a la pelota”

[u]Gustavo Lombardi, Ex jugador de River:

[/u]“En las prácticas no lo marcamos. Lo tenemos entre algodones para que no se lesione. Es fundamental para nosotros”

[u]Carlos ‘Puma’ Morete, Ex jugador de River y de Boca:

[/u]“Es una ardilla que se escurre por adentro y por afuera, y te vuelve loco. Parece mentira que teniendo apenas 18 años juegue como si tuviera 50 clásicos o 10 años de carrera”

[u]Luis Artime, Ex jugador de River:

[/u]“Saviola arranca de atrás, juega por los laterales, es rapidísimo… Hay que esperarlo, pero tiene todas las condiciones para ser un crack”

[u]José Mari Bakero, Ex futbolista. Componente del Dream Team:

[/u]“Es indiscutible. Había visto videos de Saviola y ya tenía los pasajes para irme a verlo en el Mundial Sub 20 de la Argentina, me llamó la atención lo rápido que se adaptó a este fútbol. Tiene una virtud terrible: es un gran profesional. Ha pasado momentos muy difíciles como la muerte de su padre, no ha estado nunca más de un par de partidos sin meter un gol y tiene un porcentaje elevadísimo de acierto. Está siempre concentrado. Y eso que yo no regalo mis elogios. Es que cuando lo necesitas, siempre está, y no hay mayor virtud que ésa. Y cuando convierte, no mete el quinto sinó el 1-0, el del empate, el 2-1 a favor… Goles decisivos. Además, cuando ha tenido que ir al banco, lo ha aceptado y al entrar ha anotado. No hay muchos jugadores en el mundo capaces de hacer lo de Saviola.”

[u]Jorge Valdano, Ex futbolista y ex Director General del Real Madrid:

[/u]“Tiene una relación extraordinaria con el gol. Triunfará si le dan tiempo”

[u]Hernán Díaz, Futbolista. Compañero en River:

[/u]“A ver si bailás a los jujeños como lo hacés en todas las prácticas” (NA: el día antes del debut)

[u]Eduardo Berizzo, Futbolista. Compañero en River:

[/u]“Es un Houseman moderno. Para sus marcadores es muy complicado averiguar qué va a inventar”

[u]Xavi, Futbolista. Amigo y compañero en el FC Barcelona:

[/u]“Saviola debe jugar siempre”

“Estamos hablando de un jugador diferente. Es un jugador muy vivo y se las sabe todas. Se mueve fenomenal entre líneas. La verdad es que nadie se desmarca como él”

[u]Zidane, Futbolista. Balón de Oro en 1998:

[/u]“En mi equipo jugarían siempre Saviola y Riquelme”

[u]Roberto Bonano, Futbolista. Compañero en River y Barça:

[/u]“En él hay algo especial y ya lo demostró en aquel partido (NA: debut). No lo conocía nadie y en menos de 90 minutos se ganó a todos. La gente estaba con él. Hay otros que tardan años o tienen que hacer demagogia besando la camiseta para conseguirlo. Él tiene una cosa inexplicable. Un don. Con un solo partido la afición ya lo adoraba. Dicen que todos desprendemos una energía, y la suya fue y es muy positiva”

“Saviola y Aimar definen un partido en pocos minutos”

[u]Riquelme, Futbolista. Compañero en el FC Barcelona:

[/u]“Es un jugador distinto y jugar a su lado es muy fácil”

[u]D’Alessandro, Futbolista. Compañero en la selección y en River:

[/u]“Javier está entre los 10 mejores jugadores del mundo. Se lo cuestiona y no lo puedo creer. Es un crack. Juega, hace goles… No sé qué quieren, ¿que también defienda?”

[u]Ariel Ortega, Futbolista. Compañero en River Plate:

[/u]“Sé que siempre Saviolita me nombra como a su ídolo, se lo oí decir en varios reportajes. Pero no es por eso que tengo un gran cariño futbolístico y humano por él. La verdad que me encanta su forma de jugar, la explosión que tiene en los piques. Además, siempre encara directo al arco, nada de irse para los costados. Otra cosa que me impresionó fue su evolución en casi un año de primera. No es común que un pibe de 17 años estalle y se adapte tan fácilmente a un ritmo tan exigente. Pero Javier pudo, lo que habla de su gran capacidad.
Lamentablemente no lo pude ver mucho en vivo pero sí me acuerdo que hace unos meses, cuando pase por el Monumental a saludar al utilero Pichi Quiroga y a otra gente del club, me crucé con él y estuvimos hablando un poquito. Me encanta como juega, es muy rápido, tiene una habilidad bárbara y también lo noto muy frío para definir. Me asombró su poder de gol. Con un jugador de esas características cualquier equipo arranca con ventaja y hay robo. Y eso es con lo que contó River: individualidades desequilibrantes (como la de Saviolita) para quedarse con un nuevo título”

[u]Diego A. Maradona, considerado mejor futbolista de la historia:

[/u]“Para mi, es un honor que Saviolita diga que le gustaría que yo lo dirigiera, pero me hace sentir viejo. En otras épocas, los pibes con condiciones que iban apareciendo decían que su sueño era jugar conmigo. Pero, bueno, será que cuando me vio jugar yo ya estaba de vuelta. Es un gran jugador. Lo veo y se me pone la piel de gallina. Tiene la calidad de un volante conductor de equipo y a la vez define como Van Basten. La hace fácil: mira al arco y la pone con la cara interna lo más lejos posible del arquero. Se parece mucho a Orteguita, pero así como les exigíamos a los técnicos que el Burrito jugara en los últimos 20 metros de la cancha, hasta que, por suerte, Bielsa lo entendió, ahora, con Saviolita, me parece que sucede lo contrario: para mi, tiene que jugar de diez, con dos delanteros más. Y si yo fuera el técnico de la Selección Argentina (quien te dice…), los otros dos serían el Cani y Palermo. Saviola, arrancando desde atrás, puede ser demoledor para cualquier defensa de cualquier equipo. Porque a medida que los va encarando, los va dejando en el camino, hasta llegar a la asistencia o a la definición. También tiene capacidad para meter un pelotazo cruzado y limpiar las jugadas. Es completo, tiene habilidad y muy buen panorama; por eso te digo que es un desperdicio tenerlo metido adentro del área. Yo le daría libertad y no lo volvería loco con tácticas. Eso hay que hacerlo con los que no saben jugar y él, me parece, la tiene demasiado clara. También lo rodearía de buenos jugadores porque los habilidosos necesitan que les despejen el camino. Algo que ya tiene en River con Pablito Aimar, el colombiano Angel (que te mata cuando le das un metro) o el Pipa Gancedo, entre otros. Si jugara conmigo, lo pondría de Negro Enrique, arrancando por el otro lado. O de Burru. Nadie se da una idea de lo lindo que es tener jugando a favor a un tipo que tiene las condiciones de Saviola. Con esto, que él me disculpe, pero quiero que quede claro que me hubiera gustado mucho más jugar con él que dirigirlo”

“Lo único que le pido a los catalanes es que le dejen ser feliz, que no le presionen. Es un pibe divino al que le quieren meter en la cabeza que es el nuevo Maradona. Saviola es Saviola, no lo jodan mas”

“Saviolita es un fenómeno. En la cancha parece que anduviera en el aire. Ojalá que tenga más suerte que yo, y eso que yo tuve bastante”

[u]L’Equipe, Diario deportivo francés:

[/u]“Esta pequeña gran maravilla del fútbol ya puede compararse con Maradona”

La Gazzetta dello Sport, Diario deportivo italiano:

“Por su técnica se asemeja a Michael Owen y por su juego, al madridista Raúl”

Fuente: Javier Saviola Site - [ P?gina no oficial del Pibito ]

[b]Viernes 26 de febrero de 1999

[u]Soy Diego Burrito Saviola, encantado

[/u]El Pibito está de moda: tras su actuación frente a Vélez todo el mundo lo elogia y lo comparan con los más grandes. Mientras no le creen una crisis de identidad…

[/b]

Muchos comparan a Saviola con Maradona, Ortega, Raúl o Aimar.

Está en boca de todos. De los que vieron nacer los quiebres de cintura de Ariel Ortega, la fina puntería de Marcelo Gallardo y la improvisación de Pablo Aimar. Y que ahora se deleitan con su atrevimiento y se sorprenden seguido. Y lo comparan con el Burrito: Ramón Díaz, Sergio Berti y Leonardo Astrada ven a Javier Saviola como a un jugador con un horizonte sin límites. Juan Pizzi, en cambio, lo puso a la altura del español Raúl. Y por si fuera poco, el mismísimo Carlos Menem vaticinó que será el próximo Maradona.

¿Talento precoz? Por Núñez, los dirigentes empezaron a abrir bien grandes los ojos ante la catarata de elogios que está generando. No vaya a ser cosa que se maree. Desde que debutó en noviembre del 98, con sus 16 añitos, el mundo del fútbol no ha parado de hablar sobre sus virtudes. Y como tienen a la vista el bajón por el que está pasando Pablito Aimar, no quieren que Saviola sufra una presión similar. Ramón lo comenta a cada rato. Así como hacía con el Cai dice: “El pibito no tiene ningana responsabilidad en la cancha. Para eso están los más grandes”. Y precisamente, ellos lo tienen claro. Berti dice que “no hay que apresurarlo. Nosotros afuera tenemos que hablarle, total adentro de la cancha él resuelve solo”. Astrada piensa parecido: “Aunque no le pese, nosotros no queremos darle responsabilidades porque todavía es muy joven”.

¿Pichón de crack? Desde que el fuego sagrado de Maradona empezó a apagarse muy pocos jugadores lograron colgarse el cartel de sucesor del Diez. Acaso el jujeño Ortega fue uno de ellos. Quizás Pablito Aimar. Ahora es el turno de Saviola al entender del presidente Carlos Menem: “Es el futuro Maradona”.

De cualquier manera, sus compañeros no vuelan tan alto y trazan un paralelo con el Burrito. “Es muy parecido a Ortega. Tiene freno, enganche y gambeta. Tiene todas las condiciones para ser un gran jugador y también depende de que los árbitros lo protejan porque por su habilidad recibe muchos golpes”, dijo la Bruja. Y agregó el Negro Astrada: “Tiene mucho para crecer. Juega como si estuviese en un potrero y a nosotros eso nos beneficia. A medida que vaya pasando el tiempo va a ser un jugador impresionante. Tiene mucho de Ariel y si sigue así va a triunfar en Europa”.

Allí donde Ortega todavía no triunfó. Donde todo parece ser más difícil. Un conocedor del tema, Juan Antonio Pizzi, opina. “Me sorprende su nivel. Se lo ve preparado mentalmente y está cumpliendo con la expectativas. Por edad lo veo parecido a Raúl (del Real Madrid) que debutó muy joven y se mantuvo. Los dos son grandes jugadores. Y Javier no tiene techo”.

Fuente: Olé. Soy Diego Burrito Saviola, encantado

De la mano del gran trío formado por Saviola, Aimar y Ángel, River tuvo un comienzo arrollador, goleando a Instituto en el Monumental, para después ganar en Rosario a Central. El empate de local frente a Colón fue subsanado por una impresionante goleada en La Plata frente a Estudiantes y un inolvidable 4-3 con Belgrano en el Monumental. Tras empatar en Avellaneda frente a Independiente y luego de derrotar a Lanús, River sufrió su primera derrota ante Argentinos en cancha de Ferro, en la que sería su única caída en el torneo. El golpe duró unos días, pues no se pudo marcar ante Vélez en un empate sin goles en el Monumental, pero después comenzó la serie arrolladora: 2-0 en Jujuy ante Gimnasia; el 2 a 0 a Boca; otro 2-0 a Newell’s; 2-1 a Unión en Santa Fe; 2-0 a Gimnasia La Plata; 4-1 a Talleres en Córdoba y 1-0 a Racing como locales. En la antepenúltima fecha, un motivado Chacarita logró en cancha de Vélez un molesto y recordado 4-4 que no logró encender la alarma, pues una semana después, un Monumental colmado festejó el 4-1 sobre Ferro, que dejaba al equipo a las puertas de la coronación, aunque la vuelta olímpica tenía que esperar, pues River sumaba 43 puntos, mientras que Boca y Rosario Central tenían 40. En la última fecha, los Millonarios tenían que jugar en cancha de San Lorenzo, mientras que los boquenses recibían a Talleres y los canallas, a Vélez.
Una multitud riverplatense fue al feudo sanlorencista dispuesta a festejar un nuevo campeonato. Guillermo Pereyra, de cabeza, anotó el primer gol en la etapa inicial. Luego del descanso, aumentó Saviola de penal para asegurar el título. Poco importaron después los dos goles de Romeo que dejaron el marcador 2-2, mucho menos la victoria de Central que lo colocó subcampeón, y ni hablar del empate de Boca sin goles, que provocó hasta la risa de Ramón Díaz que dijo socarronamente: “¿Terceros salieron?”. El riojano festejaba por partida doble, pues conseguía su sexto título como técnico de River e impedía el tricampeonato del eterno rival. El capitán de ese equipo era Leonardo Astrada, que llegaba a su décima consagración en River, y que fue la columna vertebral de un gran equipo. La frescura, audacia y fantasía del dúo Aimar y Saviola + los goles y la reivindicación del colombiano Juan Pablo Angel fueron la clave para conseguir el Apertura, que tranquilamente se podría haber ganado de forma invicta ya que solo se perdió un partido, con lo que estamos hablando de una campaña de excelencia que roza la perfección. De yapa, se le gano a Boca después de 9 años sin poder ganarles en el Monumental y fue la primera victoria de Ramón Diaz como técnico contra Boca, y se dio la vuelta olímpica en la cancha de un clásico rival, en el Nuevo Gasometro frente a las narices de miles de hinchas de San Lorenzo que tuvieron que ver frustrados como River se consagraba campeón frente a sus propios ojos.

Este año tuvo varios récords increíbles: En todo 1999, River perdió solo una vez de local, era un equipo casi invencible en el Monumental. De hecho, en la Libertadores y el Apertura termino invicto como local y el único partido que perdió fue contra Racing en el Clausura. Javier Saviola marco 11 goles durante 8 partidos consecutivos, siendo el jugador mas joven de la historia de River en poder lograrlo, y no estuvo lejos de los 19 tantos en 12 encuentros seguidos, marca de Bernabé Ferreyra. Pero Saviola se lesionó en medio del partido con Independiente, tuvo que salir y, así, debió olvidarse del registro histórico. Fue también el goleador del Apertura con 15 goles, el segundo goleador mas joven de la historia del fútbol argentino, con 18 años y 9 dias (solo superado por Maradona, con 8 dias menos). Fue el jugador revelación del año en los premios Clarín 1999, obtuvo el premio Olimpia al mejor jugador del país, concedido por el circulo de periodistas deportivos, y estuvo en el equipo ideal de Sudamérica junto a Pablo Aimar y fue elegido como el mejor jugador de América.

River, una vez mas, fue el mejor ataque del campeonato con 45 goles y obtuvo la mejor diferencia de gol, con 24.

River Plate Bicampeón Torneo Clausura 2000

A principios del 2000, Ramón Díaz presento la renuncia tras pelearse con los dirigentes por la falta de refuerzos para encarar el Campeonato y la Copa. Los dirigentes de River ya no lo querían al Pelado desde hace mas de un año y muchas veces trataron de forzar su salida, pero Ramón no se iba a ir sin salir campeón una vez mas. Lo logro, y se fue por la puerta grande. Vino en su lugar el Tolo Gallego, quien tenia unos pergaminos extraordinarios al ser el único técnico que salio campeón invicto (el Apertura 94) con goleada a Boca en la Bombonera incluida, que se podría haber traducido en la cuarta vuelta olímpica de River en la Bombonera, pero la Afa no quiso que así sea :evil:. Vino Berizzo a préstamo desde Francia, volvió Hernan Diaz de su préstamo de Colon de Santa Fe quien había sido borrado por Ramón y seria tenido en cuenta por Gallego, se fue el Negro Astrada al Gremio de Porto Alegre por 2.500.000 dolares y fue vendido el Juampi Sorin a Cruzeiro por 5.500.000 dolares.

Aimar, Saviola y Ángel seguían desparramando arqueros y River se encaminaba a un nuevo título y a un nuevo Bicampeonato. Con 44 goles en 19 presentaciones, La Banda arrasó. Ganó 12 encuentros, empató seis y tan sólo cayó contra Unión, en el Monumental. En ese mismo partido, se produciría el debut de Andres D’Alessandro con la camiseta de River, al entrar en reemplazo de Diego Placente, y fue la única vez que Aimar, Saviola, D’Alessandro y Ángel estuvieron en una misma cancha jugando para River en un partido oficial. Vaya nombres, no?

River empezó el campeonato arrasando con todo a su paso, venciendo a Instituto en Córdoba, goleando a Colon en el Cementerio de los Elefantes por 4 a 1, ganándole a Belgrano en Córdoba, a Independiente en el Monumental, a Velez en el Amalfitani, a Gimnasia de Jujuy en el Monumental y a Newell’s en Rosario. Era un equipo sostenido por la magia del Tridente Fantástico Aimar, Saviola y Ángel, que entraba a la cancha para divertirse y disfrutaba mucho jugando al fútbol, tenia mentalidad ganadora y la personalidad necesaria para ganar en canchas complicadas como las de Newell’s, Velez y Colon. Las primeras 12 fechas del campeonato River se mantuvo invicto y todo parecía indicar que Gallego iba a volver a salir campeón repitiendo la espectacular campaña del Apertura 94, pero se perdió de manera increíble contra Unión en el Monumental y era algo lógico, ya que el equipo venia bajoneado después de perder 0-3 contra Boca en la Libertadores. Y sin lugar a dudas la presentación siguiente de River ante Gimnasia en La Plata fue considerada bisagra, ya que era ganar y recuperarse para pelear el campeonato o perder y terminar de hundirse tras las dos derrotas anteriores. Y el conjunto de Núñez no decepcionó, no solo ganó, sino que goleó y recupero el buen juego al que tenía acostumbrado a su público. Esta fue la primera de 5 victorias consecutivas que le permitieron gritar campeón una fecha antes de que finalice la competencia. Después de la goleada por 4 a 0 ante Gimnasia en el Bosque, River le gano 2 a 0 a Talleres, goleo 5 a 0 a Chacarita en el Monumental con un golazo increíble del Chacho Coudet desde mas de 40 metros y le gano 2 a 0 a Racing en el Cilindro de Avellaneda, en donde River podría haber dado la vuelta olímpica si no hubiese sido por las victorias de Boca e Independiente. De todas formas, esto no impidió la consagración de River que llegaría en la fecha siguiente, al golear 3 a 0 a Ferro en cancha de Velez en donde le basto apenas 11 minutos de inspiración y furia para desatar un verdadero vendaval futbolistico y liquidar el partido con un gol de Aimar y dos goles de Ángel, quien fue el goleador de River con 9 conquistas. Así es como River Plate se consagro Bicampeón del fútbol argentino en el día de la independencia, haciendo disfrutar a todo el país de un fútbol de alto vuelo. Con 44 goles en 19 encuentros, River fue el equipo mas goleador del campeonato y también el de mejor diferencia de gol, con 27. Sin lugar a dudas, fue un merecido campeón del Clausura, tanto por juego como por contundencia y eficacia en el área rival. 6 puntos de diferencia logro sacarle a sus escoltas Independiente, Colón y San Lorenzo. Este fue el ultimo titulo de Hernan Diaz con la camiseta de River.

River fue el primer campeón de la Argentina del Siglo y del Milenio, y por tanta gloria obtenida en el Siglo pasado se lo denomino orgullosamente a River como El Campeón del Siglo XX. La revancha dentro de 85 años.

River Plate en la Copa Libertadores 2000

River fue subcampeón en el Clausura ‘99, y jugó un partido contra el segundo del Apertura ‘98, Gimnasia, para determinar quién clasificaba a la Copa. El 3-2 le dio la plaza a River. Tiempo después se habilitaron dos lugares más para Argentina, y la AFA determinó que entraran los primeros de la tabla acumulada de 1998/99, Rosario Central y San Lorenzo, dejando a Gimnasia sin Copa.
River fue al grupo 4 junto a Atlas de México, Atlético Nacional y Universidad de Chile. A partir de esta edición empezaron a clasificar los dos primeros de cada grupo, ya no tres. River terminó invicto como visitante, al empatar 1-1 los tres partidos. Como local venció a la U 3-1 y 3-2 a Atlas. Ya clasificado, perdió 3-2 con Atlético Nacional en el Monumental en la última fecha del grupo.
En octavos River viajó a Asunción para enfrentar a Cerro Porteño en el partido de ida. Gallego mandó a su equipo al frente y se llevó un 4-0 demoledor e histórico. Para el trámite de la revancha el ex ayudante de Passarella alistó mayoría de suplentes, y River ganó 1-0.
En cuartos esperaba Boca, que no jugaba la Libertadores desde 1994. Tenía además lesionado al goleador Palermo desde hacía varios meses, y River poco tiempo atrás había roto la racha de 9 años sin ganarle en el Monumental.
El primer partido se jugó en River y se impuso el local por 2-1. Una semana después River fue a la Bombonera a aguantar el resultado. Consiguió su objetivo en el primer tiempo, pero recién empezado el segundo River se quedó con 10 por expulsión de Lombardi. A los 15, Boca igualó la serie, lo que significaba ir a los penales. Pero cuando faltaban 6 minutos, Riquelme marcó de penal y puso a Boca en la semifinal. Ya en tiempo de descuento, Palermo maniobró en el área millonaria y puso el 3-0 que despidió a River de la Copa.

El insólito 6-1-1-2 de Gallego que nos dejo afuera de la Copa.

Gallego cometió el error imperdonable de subestimar al Boca de Bianchi al poner a todos los titulares en un partido difícil contra Newell’s en Rosario y con lluvia, y eso provoco que en el segundo tiempo nos quedáramos sin piernas, y mas se noto en el caso de Aimar que en los últimos minutos se arrastro por la cancha literalmente. Eso, y el planteo ultradefensivo del Tolo nos costaron la serie, sumado a la estúpida expulsión de Lombardi al comienzo del segundo tiempo. Una verdadera lastima, porque River en el 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004 tenia el mejor plantel del continente. Es una pena que la hegemonía que ejercimos en el fútbol argentino no se haya traducido a nivel internacional, pero también hay que tener en consideración que no cualquiera gana o pelea su torneo domestico y llega siempre a instancias decisivas de una Copa Internacional en un mismo semestre. El River de aquellos años lo podía hacer tranquilamente porque tenia muchísimos jugadores de jerarquía y experiencia.

A favor del Tolo Gallego, hay que decir que tuvo un invicto impresionante de 37 partidos como DT de River. En sus primeros 37 partidos, el Tolo no perdió, una marca espectacular que ningún otro técnico en la historia de River pudo alcanzar. El invicto se corto con la derrota por 3-2 ante Atlético Nacional en el Monumental, cuando River ya estaba clasificado a los Octavos de Final de la Copa Libertadores.

Que bárbaro, que extraordinario que era el River de esa época. Pensar que podría haber sido el primer Bicampeón invicto de la historia del fútbol argentino, ya que entre el Apertura 99 y el Clausura 2000 perdió solamente 2 partidos, uno en cada campeonato. En ambos campeonatos fue el equipo con el mejor ataque y la mejor diferencia de gol, con un Saviolita de 17 años que era un pichón de Maradona y la magia del Payaso Aimar que se convertiría en el ídolo de la infancia de un tal Lionel Messi. Por supuesto, no podemos dejar afuera a Angelito que le dabas un metro y te mataba, y se complementaba a la perfección con los atorrantes, y entre los tres + otros grandes jugadores como Coudet, Ledesma, Gancedo, Pereyra y Cardetti entre muchos otros hacían un fútbol esplendoroso, eramos muy superiores al resto. Daba gusto ver jugar a River.

River Plate subcampeón Torneo Apertura 2000

En el Apertura 2000, River tenía la posibilidad de lograr el quinto Tricampeonato de su historia, después de 3 años de haber ganado el anterior Tricampeonato. Para eso, se mantuvo el plantel y se incorporo a préstamo al mediocampista Claudio Husain por un año. El comienzo del campeonato fue bastante bueno, con un empate de visitante ante Estudiantes, una victoria ante Velez en el Monumental y una victoria ante Colon en Santa Fe. Para la cuarta fecha, regreso al club Ariel Ortega, proveniente desde el Parma, sumándose así al trío Aimar, Saviola y Ángel. De esta forma, los medios de comunicación rápidamente bautizarían a este cuarteto como “Los 4 Fantásticos”.

[u][b]Fútbol espectáculo

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El 27 de agosto de 2000 no es un día más en la vida de cualquier hincha de River que se precie de tal. Esa tarde, los hinchas del más grande vieron un verdadero show. Esa tarde desembarcaban en River “Los 4 Fantásticos”, apodo que le puso la prensa al equipo cuya delantera era conformada por Pablo Aimar, Javier Saviola, Juan Pablo Angel y por Ariel Ortega, proveniente de Europa. Cuatro para triunfar. Ese River perdió el Tricampeonato a manos de Boca, pero la tarde del 27 dio un verdadero concierto de fútbol, uno de los más gloriosos de los últimos tiempos en el Monumental.

Una frase de Macaya Márquez en el comentario de ese partido fue “Central parece de papel”. Así lo hizo ver River, que le ganó en cada centímetro cuadrado de césped. Esa tarde, Orteguita (que hacía su debut, tras su regreso) brilló, Aimar lo secundó, Saviola mostró la clásica voracidad y Angel sació su sed goleadora por duplicado. Fueron cuatro, pudieron haber sido 8 o 10. “La fiesta del regreso del Burrito vino con goleada. La gente se fue empachada de fútbol. River destrozó a Central, tanto que le hizo precio con el 4 - 1. Nace una nueva Máquina”, eso colocó Olé en su tapa el lunes 28. River había conmovido, una vez más, al mundo del fútbol.

Cinco minutos tardó el equipo, por ese entonces dirigido por Américo Rubén Gallego, en cristalizar la diferencia en la red. Jugadón de Ortega, gol de Saviola: 1-0. Quince minutos después aumentó Diego Placente (quien hacía el surco por izquierda siempre que se lo proponía) y con el 2-0 se acabó el partido. Para colmo, siete minutos después Angel hizo valer su tremendo cabezazo y estampó el 3-0, tras una pared levantada entre Ortega, Saviola y Aimar. El penal que Rafael Maceratesi transformó en gol antes del final de la primera mitad no cambió en nada el desarrollo -y el baile- del juego. A los siete de la segunda etapa, el colombiano puso cifras definitivas: River 4 - Central 1. En esos 35 minutos que le quedaron al partido, el arquero José María Buljubasich se lució tapando diversas pelotas que pedían, a gritos, besar la red, sólo por él Central se salvó del papelón histórico.

Lunes 28 de agosto de 2000

[u][b]Un River demoledor tuvo el sello de los cuatro fantásticos

[/b][/u]Para los que creen que en el nacimiento de algo están las señales que ayudarán reconocerlo en un futuro, el alumbramiento de esta versión de River multiplica los buenos augurios y los vaticinios de un porvenir futbolístico muy rico y saludable. Se da algo curioso. Existe la tentación de hablar de un nuevo River, cuando en realidad sólo se produjo el debut de un hombre y hubo ligeros retoques tácticos. Esta impresión no hace más que exaltar la importancia y el valor que tuvo el segundo ciclo que Ariel Ortega inauguró ayer en River. Por inspiración propia y natural asociación con las otras tres individualidades ofensivas, el Burrito se iluminó con ganas para marcar aún más el contraste con sus tres años y medio de oscurantismo en Europa.

De por sí, River ya tenía un potencial ofensivo considerable, bastante por encima del estándar de mediocridad que campea en nuestras canchas. La suma de Ortega le dio al equipo un estreno impactante, demoledor en el juego y cargado de virtuosismo. Será porque el fútbol es contagio, o porque los grandes jugadores no necesitan más vínculo que una pelota para entenderse; lo concreto fue que Ortega, Aimar, Angel y Saviola se buscaron sin egoísmos y se encontraron con el brillo y la naturalidad que cada uno es capaz de darle a un toque -Aimar-, a un enganche -Ortega-, a una gambeta corta y a un pique profundo -Saviola- y a una definición exquisita -Angel-. El temible trío le dio cabida a un cuarto integrante de lujo, para que se empiece a hablar de los cuatro fantásticos. Eso ocurrió ayer y se sabe que el fútbol, con su ilógica y carga de imprevistos, derrumba muchas predicciones y a veces es cruel con los elogios que limitan con la exageración, pero este River se ganó el derecho a que le reconozcan su función ante Central. Y una ponderación de más no será tan desubicada como retacearle el reconocimiento porque hay que ver si lo pueden repetir o si ante un rival más fuerte hacen lo mismo. Con una vez alcanza para sacarse el sombrero. Fueron cuatro goles y pudieron ser ocho, o diez o una docena. Buljubasich se equivocó sólo una vez -en el segundo gol de Angel-, pero salió airoso en ocho mano a mano. Las dos expulsiones de Central limitaron aún más a un equipo que ya se sentía menos y superado con once.

Remozado planteo el de River: con Placente casi convertido en lateral volante por la izquierda, Husain y Berizzo para rastrillar el medio, Ortega sobre la derecha -pero no muy abierto y con libertad- y Aimar por la izquierda, en las mismas condiciones que el jujeño. Y un equilibrio colectivo -ayudado por una cuota de sacrificio de los más adelantados- que lo puso a salvo de descompensaciones defensivas. Aunque es cierto que a Central no le dieron tiempo para nada -en 27 minutos estaba 0-3- y se fue desmoralizando y desarmando con tanto toque, descarga y llegadas.

Para estar a tono con la producción, la diferencia se gestó con golazos -especialmente los tres primeros-, con participación decisiva en todos ellos de Ortega y un acompañamiento no menos deslumbrante de Aimar, Saviola, Angel y también Placente. El partido fue un suplicio para los rosarinos y un festival sin nervios para River, que les sacó varios oles y aplausos a sus hinchas. Plasmó la presunción de superioridad con holgura y brillantez. Le hizo lugar a Ortega y él se lo agradeció con el fútbol que hace rato tenía guardado.

Un River demoledor tuvo el sello de los cuatro fantásticos - 28.08.2000 - lanacion.com *

Gallego optaría por la inclusión de Claudio Husain en el centro del campo junto a Eduardo Berizzo, mientras que Aimar y Ortega harían de “wings” provisionales, metiéndose para adentro cuando Lombardi y Placente pasaban al ataque. Una variación táctica frecuente seria verlo a Husain tirándose a la derecha, permitiendole a Aimar meterse en el medio atrás de los delanteros.

El equipo elegido para enfrentar a Rosario Central fue sin dudas uno de los mas fuertes todo el continente de América del Sur, más aún si tenemos en cuenta la talla de jugadores como Eduardo Coudet, Martín Cardetti, Leonel Gancedo o Hernan Diaz sentados en el banco de suplentes. El desafío tal vez podría haber sido visto como los primeros “galácticos” del nuevo milenio, en el que se trataban de encajar a todas las estrellas en un mismo equipo sin perder el equilibrio.

//youtu.be/heAeBnbLxDM

Con este resultado, River alcanzo a Boca en la tabla de posiciones. En la fecha siguiente, River le ganaría a Independiente en Avellaneda apenas por 1-0, a pesar de tener a todos los magos en la cancha, y Boca empataría contra Racing, quedando como único puntero pero solo con un punto de ventaja sobre San Lorenzo, el inmediato perseguidor. En la fecha 6, River enfrentaría a Talleres de local y seria el tercer partido de los 4 Fantásticos, y el resultado fue demoledor: 4-1, como contra Central. Aimar, Saviola, Ortega y Angel dieron otro concierto de fútbol maravilloso y el Burrito convirtió su primer gol desde su vuelta. El Payasito la rompió y se fue ovacionado por todo el estadio.

Lunes 11 de setiembre de 2000

RIVER 4 - TALLERES 1

[b][u]Meta Pablo… y a la bolsa

[/u]Aimar manejó la fiesta como si fuera suya. El Payaso la rompió y River jugó a su alrededor: volvió a brillar, aplastó a Talleres y quedó solo en la punta de la tabla.[/b]

Se ríe Pablito. Se divierte con ganas. Es un chico festejando su cumpleaños, con el pelotero para él solo y todos sus amiguitos esperando que él elija el siguiente juego. Y Pablito elige el mismo una y otra vez: tic para aquí, tic para allá. Como los pibes: cuando les gusta algo lo repiten todas las veces que pueden. Toda la tarde lo mismo, Pablito. Los amiguitos son Orteguita, el Pibito, Juan Pablo, también el Turco… Pablito juega con la pelota, tic-tac, toda la tarde; llueva, caigan piedras, truene… Pablito y la bendita pelota, Así fue. River giró alrededor de Aimar y Talleres lo sufrió. Los defensores cordobeses terminaron el primer tiempo mareados. Porque además del diez había otros a quienes marcar: ¿pero dónde?, ¿cómo? El único fijo era Angel, bien de punta, en el medio, como le pide Gallego. Ortega arrancaba desde la derecha, Aimar desde la izquierda, pero mentían, aparecían por cualquier lado. Y Saviola, pobre. El Tolo Gallego le gritaba que se abriera a la izquierda, pero el Pibito se hacía la rata por el medio y si lo dejaban se corría más a la derecha. Saviola sabía que lo divertido estaba en esa zona: allí se juntaban Aimar y Ortega para “hablar” de fútbol.

En ese sector fue donde empezó la fiesta, cuando Pablito le metió un caño sublime a Sotomayor y en esa mágica potrereada pulverizó todas las ilusiones de igualdad que traía Talleres desde Córdoba. El diez siguió, tiró el centro y el arquero Cuenca, desarmado ante la evidencia, le regaló el gol al colombiano Angel. Iban seis minutos, apenas, y la fiesta de Pablito ya era un suceso.

Viva la diferencia. No había forma de parar el vendaval. Talleres, a diferencia de Independiente el miércoles, no opuso un plan consistente. El Rojo había planteado un partido lejos de su área, la T no planteó nada en particular. Se fue sorprendiendo en cada jugada. Manfredi no sabía si tomar a Aimar o esperar que lo hiciera Lillo; Unali no iba sobre Ortega; nadie encimaba a Saviola. Además, la desconcentración. A los seis minutos ya estaba 0-1 y había más.

A esa altura de la tarde el clima tenía el mismo mareo que los defensores visitantes. De a ratos diluviaba, por momentos salía el sol y enseguida llovía otra vez. De a ratos Aimar iba de siete, por momentos se quedaba como diez y enseguida volvía a la derecha. Pero siempre los bailaba. Y por supuesto, no estaba solo. Saviola impreciso, pero capaz de inventar ese pase gol impecable del segundo tanto. Ortega inexpresivo, pero atento para definir de zurda y poner el 2-0. Angel paradito en el medio, dispuesto a ponerle el moño a todos los regalos. De rivales o compañeros por igual. también las subidas de Claudio Husain (gestor del tercero) por derecha y de Diego Placente por izquierda, mucho más continuas que contra Independiente. Talleres no le podía tomar la patente al acoplado de fútbol que lo pasaba por arriba. ¿Era 4-2-4?, ¿o 4-2-3-1? Un poco de cada uno. Por momentos River tenía dos volantes de marca (Husain y Berizzo) y cuatro delanteros. En otros, Ortega, Aimar y Saviola flotaban más atrás de Angel, quien quedaba como única punta bien definido. Un jeroglífico indescifrable para Talleres. al mando, Pablito. Jugando como jugaban los diez de los setenta (Bochini, Alonso, Maradona…) Dueño de la pelota, de los ritmos, del humor del equipo. Arrancando, sólo como referencia, desde la izquierda, como aquellos diez. Y volviendo, como aquellos, por ese lado ante el ruego del ocho y del cinco. Aimar volvía, contento, porque sabía que allí recibía enseguida la pelota. Y entonces…

Así fue casi toda la tarde. Con el 2-0 en la bolsa de Pablito, el arranque del segundo tiempo fue demoledor. Subió Placente por izquierda y en la jugada siguiente Aimar bautizó el despegue de Husain por derecha. El Turco metió el centro y Angel selló el 3-0. Después River bajó el volumen. El cansancio, la cancha pesada, el conformismo con la diferencia y el orgullo de Talleres hicieron el resto: más que emparejar el partido frenaron una goleada mayor. Y fue 4-1, una anécdota en medio de la fiesta de Pablito y sus amiguitos.

Diario deportivo Olé | Meta Pablo… y a la bolsa

[u][b]Para Pablito, un grito Monumental

[/b][/u][b]Aimar se llevó una ovación impresionante y el premio “al mejor del partido” que entrega Fútbol de Primera, distinción que le dedicó a… su “gran amigo Pedemonti”.

[/b]El partido ya no daba emociones. Cardetti le había puesto el broche a la goleada y a una nueva producción del River de los cuatro fantásticos para guardar en el corazón. Los hinchas, empapados y pipones de tanto fútbol, tenían la cabeza puesta en la vuelta a casa. Pero el minuto 40 del segundo tiempo marcó un hito en la tarde gris. Gallego mandó a la cancha a Hernán Díaz en reemplazo de Pablo Aimar. Y la explosión de las cuatro tribunas fue mayúscula. Las casi 35 mil personas que se acercaron a Núñez coincidieron en que tenían que despedir a Pablito con un aplauso y una ovación gigante. Y así fue. Por primera vez el Monumental entero le sacó la vista a la pelota y le apuntó al Payaso, quien había dado una verdadera clase de fútbol. Fue emocionante y fue el moño que se merecía Aimar para adornar “su” tarde. Porque a pesar de que alguien podría decir que le faltó hacer un gol, fue tan figura dentro de un equipo plagado de estrellas que pareció ser el protagonista exclusivo del partido.

Quedó claro que esa despedida lo conmovió. Una sonrisa, mezcla de timidez y sorpresa, lo acompañó hasta el banco, donde observó los últimos 5 minutos del triunfo ante Talleres. Y la misma cara de alegría tuvo al enfrentar las cámaras en la boca del túnel y por un momento dejar de lado su costumbre de no hablar ante los micrófonos. “Por suerte pudimos resolver un partido bastante difícil. Ellos se metieron muy atrás y logramos abrirlos”, alcanzó a decir Pablito. ¿Para qué más? Ya había hablado bastante a través de sus pies, con la pelota como socia y el pasto del Monumental como espectador privilegiado.

Mi amigo Pedemonti. Eso sí, a la tarde le faltaba una perlita. Y así como los 85 minutos que estuvo en la cancha sorprendió a todas las camisetas de Talleres que intentaron frenar su indescifrable habilidad, al recibir el premio que entrega “Fútbol de Primera” al mejor jugador de la cancha, Aimar sacó otro conejo de la galera. “Esto se lo dedico a mi amigo Flavio Pedemonti, a quien admiro”, tiró. Y, íííestá bieeennn!!!. Pedemonti es “un futbolista polémico, que con 27 años lleva en su cuerpo las marcas del alcohol, los estupefacientes y las mujeres”, como lo imaginaron los creadores de este personaje de “Todo X 2 pesos”, el programa humorístico de Canal 7.

El dueño de la pelota. De entrada nomás se notó que el Payaso estaba enchufado. La primera vez que entró en acción hizo un par de enganches en velocidad que dejaron por el piso a Avalos, Maidana y Manfredi. Fue el autor ideológico del primer gol de River, luego de hacerle un caño a Sotomayor que fue tan festejado como la definición de Angel que abrió el partido. Metió un tiro en el palo después de lastimar al fondo cordobés con una aparición fugaz de izquierda a derecha en el borde del área. Manejó con inteligencia cada pelota que recibió y todos sus compañeros, seguros de que era el mejor destino, hicieron lo posible para dársela siempre a él.

Fue el amo y señor de River. Fue el amo y señor de la tarde.

Diario deportivo Olé | Para Pablito, un grito Monumental

[u][b]Secretos fantásticos

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Aimar y compañía sonaron como un cuarteto afinado, pero más allá de sus virtudes, gravitaron el dinámico soporte de Husain y algunas picardías tácticas.

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El cuarteto sonó a la manera de un concierto de música excelsa y con un solista que tocó celestial como Aimar. Fueron Los Fabulosos Cuatro. O los Cuatro Fantásticos. Ahora, ¿cuáles son los secretos de su armonía? ¿Por qué la banda se floreó tanto aunque desafinó algo ante Independiente? Respuesta: en su función de ayer, su repertorio resultó de un tecnicismo supremo, asumió una actitud de grandeza, exhibió un gran afiatamiento, acudió a trampas tácticas y se movió con notable rapidez. Pero además de sus propias virtudes, contó con otros instrumentistas que le aportaron una rotunda apoyatura. Fueron cuatro que cantaron la melodía en medio de una ajustada base rítmica a la que aportaron varios compañeros. Fueron cuatro y compañía. Una orquesta, casi.

Once razones. Es, acaso, un River que no miramos, pero bien visible, en unos cuantos movimientos. Veamos algunos detalles: 1) Aimar arreó rivales, los atrajo y largó el pase a la zona que él contribuyó a despoblar; 2) todos quisieron la pelota; 3) se gambeteó hacia adelante; 4) tocaban dos pero sorprendió el receptor con la pared con descarga, es decir, pase de primera a un tercero destapado en una zona vacía de rivales; 6) todos salieron disparados, sin dormirse porque había picadores que inducían al pase; 7) cortinaron para pasar por delante de la jugada y así engañar al rival al darle una falsa pista de pase; 8) el costado derecho, en ataque, fue zona trampa porque no había nadie estacionado pero siempre llegó alguien (Ortega o Saviola, Aimar, Husain o Lombardi); 9) los de atrás achicaron, desahogaron, tomaron rebotes, reanudaron ataques; 10) en contraataque, funcionó la pared larga para Placente; 11) aprendieron la lección del partido con el Rojo, se movieron para no dejarse asfixiar.

Tributo a los de atrás… Pasa, un poco, como cuando Adolfo Pedernera reivindicaba la importancia de la defensa, en la Máquina de los 40, al comentar que no se le había dado la trascendencia merecida, por ejemplo, al central Ricardo Vaghi. O elogiaba al eje medio Bruno Rodolfi (“Nos cubría a todos”). En el caso de este River 2000, el de Orteguita integrado generosamente al trío encantado formado por Aimar-Saviola-Angel, la colaboración es trascendente en el doble candado en el medio (Husain-Berizzo), más un tiempista que llega a cierres o anticipos (Yepes) y los desdoblamientos de ellos o de los laterales. Además, como debe ser por esencia del juego, pesó la rotación, sintetizada en una simple ecuación de la circulación ofensiva: uno sale, otro entra.

Todo bien entonces, con y sin pelota. Es decir: la Banda sonó con un repertorio completo. Jugó un fútbol para aplaudir. Como pasó cuando se fue Aimar y luego, todo el equipo. Como para pedir bises. Como para gritar durante la función: “íMúsica, maestros!”

Diario deportivo Olé | Secretos fantásticos

Así es como River se mantuvo en la punta y el sueño del Tricampeonato seguía vivo. En la fecha siguiente, River visito a Los Andes y Gallego volvió a poner a los 4 Fantásticos. Fue la primera y única vez que los puso durante 2 partidos consecutivos. El resultado fue, una vez mas, contundente: 4-0, con un golazo de Aimar que arranco desde mitad de cancha y gambeteo a 3 jugadores en una apilada maradoniana y definio mirando al otro palo.

RIVER VENCIÓ 4-0 A LOS ANDES Y SIGUE PUNTERO

[u][b]Aimar siempre es más

[/b][/u][i]
La actuación del volante cordobés fue determinante en la victoria del líder del Apertura, que con los Cuatro Magníficos a bordo viene convirtiendo de a cuatro por partido. Tanto Angel como Saviola y Ortega dependen del rendimiento del Payaso para lustrar sus actuaciones.

[/i]El fútbol parece muy simple cuando es ejecutado por determinados personajes. Porque ellos son capaces de destrabar cualquier inconveniente solamente con su naturalidad. Y además, si un equipo cuenta con varios de estos hombres, sus chances crecen automáticamente, y en el camino por alcanzar el éxito casi no hay distancia. Esa parece ser la realidad de este River que continúa su marcha hacia un nuevo título, y que en la tarde de ayer utilizó la sabiduría de Pablo Aimar como principal argumento de una historia que amenaza con final edulcorado.

En la cancha, Aimar despliega un ritmo superior al resto, y hace quedar en ridículo no sólo a los rivales sino a algunos de sus compañeros. Su visión del juego hace que River apoye todo su andamiaje a partir de su creatividad. Porque ni el repatriado Ortega ha logrado adueñarse de la conducción del equipo. Tanto él como Angel y Saviola alcanzan a explotar sus condiciones después de lo que Aimar genere.

Ante Los Andes, el pibe de Río Cuarto terminó de cerrar la tarde con una joya personal: cuando se jugaban 34 minutos del segundo tiempo, Aimar agarró la pelota en la mitad de la cancha y comenzó su carrera hacia Migliardi. Mientras todos esperaban que descargara hacia uno de los dos costados, Aimar eligió seguir con la pelota, y después de sacarse tres hombres de encima, definió cruzado al palo derecho del arquero. Era el 3-0 para River. Era el aplauso de todo el estadio. A esa altura, ya no había más nada para ver.

Dos minutos más tarde, el técnico Américo Gallego decidió reemplazar al mejor jugador del partido por el veterano Hernán Díaz. Y el reconocimiento llegó desde los cuatro costados. Aimar apenas se “atrevió” a levantar los brazos. Los minutos finales no tenían ningún atractivo, porque toda la fantasía estaba sentada el banco de los suplentes.

Con esa ventaja extra, River sigue goleando (ocho goles en dos partidos y desde que volvió Ortega, salvo contra Independiente, hizo cuatro por partido) y permanece en soledad en lo más alto de la tabla de posiciones. Con tranquilidad, y sin desesperarse a pesar de que el primer tiempo había terminado sin goles, el equipo de Núñez demolió a Los Andes en la segunda parte. Rápidamente, a los dos minutos de ese período, Aimar fue derribado en el área cuando estaba por fusilar a Migliardi. Trotta convirtió el penal, y después River se dedicó a desgastar a Los Andes. A los siete minutos, Angel marcó el segundo con tiro bajo entrando por derecha. Y el último fue obra del ingresado Gancedo, quien a los 44 minutos definió con un zurdazo cruzado.

En el primer tiempo, River fue el dominador absoluto del partido, pero no logró quebrar la resistencia de Los Andes. Los locales esperaban con siete hombres plantados en la puerta del área, y De Sagastizábal era el que tenía que pelear contra todos. En ese marco, River construyó muchas jugadas con destino de gol. Angel lo tuvo dos veces de cabeza, después, Ortega también tuvo su oportunidad, pero el tiro se fue al lado del palo izquierdo de Migliardi. A River lo único que le faltaba era concretar la puntada final. Los Andes aguantaba como podía y acercarse a Bonano parecía inalcanzable. Pero sorpresivamente, sobre el final de esa etapa, el uruguayo Víctor López tuvo su oportunidad para poner en ventaja a los locales. Aunque se encontró nada menos que con el arquero del Seleccionado Argentino, quien le ganó el duelo tapando su tiro.

Después llegaría toda la fiesta de River. Con contundencia. Pero por sobre todas las cosas, por tener a ese jugador que anda a otra velocidad. De esta manera, resulta difícil saber quién podrá ponerle el freno a tanto fútbol.

Página/12

Lunes 18 de setiembre de 2000

YO DIGO

[u][b]Es así: si te encara Aimar, fuiste

[/b][/u][b]Sergio Plaza. Defensor de Los Andes.

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No hay dudas: Pablito es un verdadero fenómeno. Y ayer lo demostró una vez más. Tiene un cambio de ritmo impresionante que quedó reflejado en ese gol espectacular que nos hizo. Nosotros, como en el segundo tiempo tuvimos que salir a revertir el resultado, estábamos jugados y habíamos quedado mal parados. El agarró la pelota en el medio y empezó a encarar, a gambetear. Nos dejó en el camino sin chances de frenarlo, porque una vez que Aimar te encara ya está, fuiste. No tenés alternativas. Además, Angel y Cardetti se abrieron por las puntas y eso nos desubicó aún más. Se saca de encima a dos o tres jugadores y, sinceramente, no lo podés parar. Es muy difícil marcarlo. Encima, entra al área y define con gran tranquilidad, como los que saben. Ayer lo volvió a mostrar.

Nosotros no salimos a hacerle marca personal. Nuestra intención era tomarlo en zona, apretarlo en el medio y no dejarlo pensar ni que entre en contacto con la pelota. Pero no hay con qué darle: por más táctica o planteo que intentes, si Aimar está iluminado es letal. River es un verdadero seleccionado. Tiene todos jugadores de gran categoría: todos saben mucho con la pelota, todos juegan. Y Aimar sobresale en ese equipo lleno de estrellas.

Diario deportivo Olé | Es asÃ*: si te encara Aimar, fuiste

[u][b]
Récord goleador

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Angel, el goleador con 21 tantos de una racha que se acerca al año.

Fiebre goleadora. ¿Sabía que por torneos locales River ya suma 36 partidos consecutivos en los que al menos ha convertido un tanto? Está a 15 días de extender a un año este registro, ya que el 3 de octubre de 1999 empató 0 a 0 con Vélez, en el estadio Monumental, por la 9a. fecha del torneo Apertura, y aquélla fue la última vez que no gritó un tanto. Desde entonces, se sucedieron 87 conquistas con asistencia perfecta fecha tras fecha.

Se sabe que el gol es el principal condimento del fútbol. Y durante este tiempo, con su inseparable complicidad, River ha sumado dos títulos y hoy también ocupa un liderazgo que se ha vuelto habitual. La marca no distingue preferencias y abarca tanto las conducciones de Ramón Díaz como de Américo Gallego. Durante los 36 encuentros, sólo una vez perdieron los millonarios: cuando recibieron a Unión, por la 13a. jornada del último Clausura y cayeron por 2 a 1. Igualmente, esa tarde Víctor Zapata anotó.

Claro que las goleadas se convirtieron en repetidas protagonistas del pacto con la red que parece atesorar el conjunto de Núñez. En aquel Apertura 99, aún con Ramón Díaz como entrenador, River vapuleó por 4 a 1 a Talleres y repitió el marcador también ante Ferro. Desde la asunción de Gallego se sucedieron victorias por 4 a 1 frente a Colón, 4 a 0 a Gimnasia (LP), 5 a 0 a Chacarita y 3 a 0 a Ferro. Y las más recientes por 4 a 1 con Rosario Central y Talleres, y el aún fresco 4 a 0 a Los Andes.

Todos los rivales que se le cruzaron a River debieron retirar la pelota del fondo de su arco. Un total de 87 gritos donde el colombiano Juan Pablo Angel ha repetido el rito en 21 oportunidades, hasta convertirse en el más eficaz del ciclo. Detrás, le siguen Javier Saviola, con 15 goles; Pablo Aimar, con 9, y Martín Cardetti, con 8. Y una particularidad: únicamente tres de las anotaciones llegaron de penal… y todas las anotó el capitán Roberto Trotta.

Más allá de los apellidos de romance previsible con el gol, también marcaron Yepes, Placente, Berizzo, Hernán Díaz y Guillermo Pereyra, nombres más preocupados por cuidar el arco propio que por inquietar al de enfrente. Es que, en realidad, ¿quiénes no han anotado en River? Coudet, Marcelo Escudero, Damián Alvarez y hasta Nelson Cuevas -hizo uno, pero sirvió para igualar el último superclásico- no faltaron al encuentro con la red. De los históricos, Lombardi, y entre los nuevos, Claudio Husain, no festejaron. Pero esta fiebre goleadora en cualquier momento los puede alcanzar.

RIVER - 19.09.2000 - lanacion.com *

El torneo siguió su transcurso. River enfrento a San Lorenzo en el Monumental y empato 2 a 2 con goles de Saviola y Angel, un empate que terminaría siendo malo ya que Boca le gano a Huracán en el Parque de los Patricios y alcanzaría a River en la cima del campeonato. Para colmo, en la próxima fecha River perdió con una formación alternativa ante Chacarita de visitante, cortando una impresionante racha de 38 partidos consecutivos marcando goles por Torneos Locales, y Boca le gano 3-2 a Lanus en la Bombonera, arrebatandole la punta. Con lo cual River llegaría a la décima fecha con la presión de ganarle a Boca en el Monumental para recuperar la cima perdida, y Gallego consciente de esto puso a los 4 Fantásticos desde el arranque. La formula mágica no funciono y River empato 1-1, un resultado que seria fatal para las aspiraciones de un nuevo Tricampeonato. El único gol de River lo marco Saviola.

//youtu.be/u6zSs5TgeZ0

Luego del empate contra Boca, River entro en un bajón incomprensible y cosecho tres empates consecutivos contra
Argentinos, Unión y Gimnasia de La Plata. Durante este periodo, el Turco Husain se fue al Napoli habiendo jugado apenas 10 partidos con la camiseta de River y Gallego perdería el equilibrio fundamental entre la defensa y los 4 monstruos de arriba; nunca mas volvería a ser lo mismo, el equipo estaba totalmente descompensado sin el Turco. Tal es así, que River se comería 4 contra Vasco Da Gama en Nuñez con los 4 fantásticos en cancha, y esto fue culpa de no tener un mediocampista de recuperación como Husain. River directamente no tuvo medio esa noche, y ese resultado desastroso sello la serie.

Volviendo al campeonato, Boca también entro en un bajón, aunque no tan pronunciado como el de River. El equipo del Tolo recién volvería a ganar 6 partidos después contra Newell’s en el Monumental, y a partir de ahi entendió que ya no se podían perder mas puntos y se abrocharon tres victorias consecutivas, ganándole a Racing en Avellaneda, a Belgrano en el Monumental por 4 a 2 (el ultimo partido de los cuatro Fantásticos) y 5 a 4 a Almagro en Caballito, en un autentico partidazo en donde la rompió Saviola y Aimar marcaría un golazo, su ultimo gol en River. Así, River pasaba de estar a 5 puntos de Boca a estar a 2 puntos, y el sueño estaba mas vivo que nunca. Encima, Chacarita nos daría una mano enorme al ganarle a Boca y era la oportunidad para quedarse con el Tricampeonato. Pero no se pudo, algo falto. River empato inesperadamente contra Huracán en el Monumental en la anteultima fecha y el equipo se fue silbado. Aun con todas las oportunidades que entrego este campeonato, aun desperdiciando puntos increíbles, River podía salir campeón. Incluso aun después de empatar contra el Globo había muchas chances de ganar el campeonato ya que estábamos solamente a 1 punto de Boca, pero en la ultima fecha River perdió 3-2 contra Lanus y Boca le gano 1 a 0 a Estudiantes, y el sueño de un nuevo Tri a tan solo 3 años de haber conseguido uno murió. Fue una injusticia realmente, ya que River había sido el mejor ataque del campeonato, el goleador del torneo fue Juan Pablo Angel con 13 goles y la mejor diferencia de goles la obtuvo River, con 17. Ni hablar que si hablamos del juego River era el mejor equipo de Argentina por escándalo. Se podría decir que el River de los 4 Fantásticos fue nuestra Naranja Mecánica, salvando las distancias.

Es una lastima, este equipo tranquilamente podría haber hecho historia grande. Se podría haber coronado como el Tricampeón del fútbol argentino, o hasta incluso podría haber sido el primer Tetracampeón de la historia ya que en el Clausura 2001 también se estuvo muy cerca de ganar el campeonato. Y si vamos mas allá, el primer Pentacampeón y Hexacampeón de la historia del fútbol argentino ya que en el Apertura 2001 salimos subcampeones y en el Clausura 2002 salimos campeones. Si se hubiera tenido un poco mas de fortuna y se hubiesen aprovechado las oportunidades, el River del 99-2000-2001 podría haber igualado la hazaña de Racing al ganar 7 campeonatos consecutivos.

En el '99 River arrancó una impresionante racha de:

Clausura 99: subcampeón.
Apertura 99: campeón
Clausura 00: campeón.
Apertura 00: subcampeón.
Clausura 01: subcampeón.
Apertura 01: subcampeón.
Clausura 02: campeón.

Eso era hegemonizar el fútbol argentino. Durante 7 campeonatos River no bajo del segundo puesto, y durante 9 campeonatos River no bajo del tercer puesto, ya que en el Apertura 2002 salio tercero y en el Clausura 2003 se consagro campeón. Y siempre llegando a instancias decisivas en Copas Internacionales, eso era ser un equipo realmente competitivo.

River Plate en la Copa Mercosur 2000

La Copa Mercosur tuvo su tercera edición en el año 2000. Participaron 20 equipos que fueron divididos en cinco grupos de cuatro equipos cada uno. En cada grupo se jugarían todos contra todos a ida y vuelta. El equipo que finalizara con mayor cantidad de puntos clasificaría a la siguiente fase, donde también los acompañarán los tres mejores segundos.
River integraría el Grupo A, junto con Flamengo, Universidad de Chile y Vélez. Con 4 triunfos y 2 empates clasificó a cuartos de final como primero del grupo y se midió nuevamente con el Flamengo de Brasil, al que eliminó luego de ganarle ambos partidos. En semifinales quedaría eliminado ante el Vasco da Gama que terminaría siendo el campeón luego de vencer en la final al Palmeiras en un encuentro emocionante en el que perdía por 3-0 y lo dio vuelta, marcando el tanto de la victoria en el minuto 93.

En esta edición de la Mercosur, a River le toco enfrentarse al Flamengo tanto en la fase de grupos como en los cuartos de final. Y el Millonario le ganaría 2 veces consecutivas en el Maracana. En la primera victoria, River le ganaría por 2-1 con goles de Sarabia y Cardetti y se afianzaría como líder del grupo, y fue la primera vez que River pudo ganar en el legendario estadio de Río de Janeiro y la tercera victoria de River en suelo brasileño. El segundo triunfo también fue por 2-1, pero por el partido de ida de los cuartos de final de la Mercosur.

Miércoles 01 de noviembre de 2000

FLAMENGO 1 - RIVER 2

[u][b]El Maracaná te queda chico

[/b][/u][b]River sacó pecho en Río de Janeiro. No se metió atrás, se bancó la cancha grande y la presión, y ganó con dos golazos para recordar, uno de Saviola y otro de Ortega.

[/b]RIO DE JANEIRO (ENVIADO ESPECIAL). Y sí, fue un Maracanazo. No hay que buscarle la vuelta: que no es una final, que recién estamos en Cuartos… Nada. Para este presente de River, tan necesitado de emociones positivas, de logros que levanten la autoestima, es un MA-RA-CA-NA-ZO con mayúsculas. Que en medio de tantas dudas lo bancó con un Trotta muy serio en el fondo, con Zapata regando el lateral izquierdo hasta el final y con dos golazos para guardar en la mesita de luz.

La constelación. En la previa, y como contrapartida notable con respecto a la primera ronda, se podía esperar una auténtica constelación de estrellas. Las de Flamengo (Gamarra, Athirson, Edilson, Petkovic…) y las de River (todos menos el colombiano Angel). Y como consecuencia, una contracara del último choque entre ambos rivales en el Monumental, con varios suplentes por cada lado. Por eso: más nombres, más juego… Y a la cancha.

Así fue, de entrada nomás. Sin tantas llegadas, pero con mayor nivel de riesgo. Gallego apostó a su clásica Fórmula SUF (Sin Un Fantástico). O sea: 4-3-1-2. Haciendo anclaje en los carrileros, para que Coudet frenara a Athirson (cosa que no logró) y para que Zapata lastimara a Maurinho, el más limitado del fondo carioca (cosa que logró a veces). Y también, a lo que pudieran hacer Ortega, sobre la derecha, Saviola de izquierda hacia el medio, y Aimar, bastante perdido. La primera pregunta (sobre la audacia del DT) quedó contestada en pocos minutos: el Tolo planteó un partido lejos de su propia área. No se puede hablar de una audacia suprema, pero sí de una intención escasamente conservadora. Al principio el suyo fue un equipo largo, con mucha distancia entre la defensa y los volantes, que no presionó en ataque. Pero eso sí: Coudet y Zapata se pararon de mitad de cancha hacia adelante. Vale.

El partido transcurría sin llegadas claras, con más amenazas que situaciones concretas frente a los arcos. Y algunos detalles: mucho traslado de los carrileros de ambos equipos y poca participación de los enganches. Petkovic tapado, encimado por Berizzo y también por Coudet; Aimar desconocido, con poca participación. Por eso el juego pasó más por Edilson, quien por momentos volvió loco a Placente y lo obligó, claro, a olvidarse de pasar al ataque. O por Athirson, el Sorin del Fla. Y en el área, Flamengo prometía potencia y altura con Adriano, el pibe de moda. El lungo de 18 años acaba de ser convocado a la selección y todo el mundo habla de él. Cabecea muy bien: a los 38 minutos del primer tiempo dejó una muestra gratis y la pelota se fue apenas desviada.

Las estrellas. En el arranque del segundo tiempo, Alex entró por Jorginho. Arriesgó Zagallo: un exquisito por un perro de presa. Sí, el Alex del Palmeiras, nada menos. Un aporte más a la constelación. Pero la estrella mayor la puso River. Al minuto, Ortega obligó a una revolcada de Julio César. Un anticipo. Se vendía lo mejor.

A los seis minutos, la gran constelación estelar. Una jugada colectiva inmensa que arrancó en su propio campo con un par quiebres de Ortega, vio un toque de cola de Coudet y un pase gol de Aimar en el camino y terminó con un zurdazo cruzado de Saviola. Golazo de exportación. En la confusión del local y los espacios que le aparecieron de inmediato al visitante, River tuvo “su” momento. Que de casualidad no tuvo nada: correspondió a los mejores diez minutos de Aimar. Pero no lo supo aprovechar. Y a los 20 lo pagó como suele pagar River los impuestos: con una pelota parada. Córner de Petkovic, nadie se cruzó entre la comba larga y el cabezazo del central Juan. Uno a uno y a empezar de nuevo…

Enseguida, Gallego movió el banco. Franco por Coudet y a renovar el oxígeno por derecha. No olvidemos que se venía Athirson, que se juntaban Alex y Petkovic… Diez minutos después el Tolo volvió a meter mano: Gancedo por Saviola y que me acusen de lo que quieran, pero al partido hay que meterlo en caja. Traducción: había que agarrar la bola. El Pipa se juntó con Aimar, Ortega quedó solo arriba y a apostar a alguna escapada. ¿Te gusta Zapata? Bueno…

A los 38 minutos el zurdo metió cuarta, llegó hasta el fondo con la uña y metió un centro combado increíble, mágico. El Burrito venía tocando bocina desde la derecha y le pegó de primera. La segunda estrella ya estaba cómodamente instalada en el cielo de Río de Janeiro. Creer o reventar: Ma-ra-ca… Pero faltaban unos minutos. Y el Tolo completó su movida con Garcé por Aimar, y Franco arriesgó de más, perdió la pelota y le regaló al Fla el último tiro libre, que se convirtió en el último córner… Y luego, en el último suspiro. Ya está: Maracanazo con todas las letras.

Diario deportivo Olé | El Maracaná te queda chico

Miércoles 01 de noviembre de 2000

FLAMENGO 1 - RIVER 2

El Tolo es el rey de Copacabana

Gallego hace pata ancha cada vez que pisa el estadio mais grande do mundo. Es la segunda vez en el año que gana ahí y contra Flamengo, “el” grande de Brasil.

RIO DE JANEIRO (ENVIADO ESPECIAL). No le vayan con que se parece más a una estancia que a una cancha, con que el Maracaná mete miedo, con que el Flamengo es el más grande de Brasil, con que la torcida se siente, con que… No, no le vaya con nada de eso a Américo Gallego cuando su equipo pisa este mítico estadio brasileño. Porque el Tolo ya lo visitó dos veces en el año y cosechó lo que pocos pueden: dos victorias sin discusiones (ambas 2 a 1). Pavada de récord…

River llegó a Río con la ansiedad propia de los equipos que saben que de una vez por todas deben levantar cabeza. La pobre actuación en el Apertura tiene inquietos a los hinchas, a los jugadores y, en especial, al técnico. Y acaso eso se volvió a ver anoche en Brasil. Porque el Tolo, tal como es su costumbre y que había abandonado ocasionalmente ante Unión, el viernes, vivió el partido a mil. Actitud que resaltó más que nunca si se lo compara con la pasividad con que el técnico del Fla, Mario Lobo Zagallo, vive los partidos. A un costado, Gallego inquieto, dando las mil y una indicaciones. “Nos quedamos dos arriba cuando hay un córner…”, fue la primera indicación a los 8 minutos. Y así toda la noche. Un gesto para Aimar, un ojito para Yepes, una consulta a Pitarch…ritó con muchas ganas los dos goles. Se agarró la cabeza cuando el zaguero Juan clavó el empate brasileño. Recorrió seguido el corralito de los técnicos, más grande a los que hay en las canchas argentinas. A tal punto llegaron sus nervios que el árbitro colombiano Ruiz amenazó con echarlo a los 3 minutos del segundo tiempo.

Ma-ra-ca-na-zo… Así, con todas las letras y por segunda vez en el año. Lo que significa la 4 victoria en la historia de River en Brasil. Por eso la alegría del Tolo: “Necesitábamos un triunfo así. No es fácil ganar acá y cuando llegamos al vestuario nos abrazamos muy emocionados” “El equipo tuvo mucha actitud, entregó todo. Se puso el overol, porque a veces hay que dejar cosas (lujos) para otro momento. Es un triunfo muy importante, sirve para el ánimo de los jugadores”.

“Iremos el domingo a La Plata con lo más fuerte que tengo, no estamos muertos…”

Diario deportivo Olé | El Tolo es el rey de Copacabana

Así fue como River gano dos veces en el Maracana en un mismo año. Somos un equipo de cabotaje, che :lol: en el partido de vuelta, River le gano 4-3 al Flamengo con un golazo de antología de Aimar y clasifico a las semifinales de la Copa Mercosur, en donde caería derrotado por el Vasco quien a la larga terminaría siendo el ganador del torneo.

River Plate subcampeón Torneo Clausura 2001

El 2000 ya había quedado atrás. Si bien se logro de forma brillante un Bicampeonato, se estuvo muy cerca del Tri y se llego a semifinales de una Copa Internacional, para el hincha de River esto era gusto a poco. En esa época los hinchas estaban dulces porque venían del Tricampeonato, la Libertadores, la Supercopa y de ser campeones invictos. Y lógicamente, después de semejantes logros, en River se exigía que la nueva camada de jugadores (Aimar, Saviola, D’Alessandro, Cavenaghi, Angel, Cambiasso, Coudet, Lucho Gonzalez, Demichelis, Mascherano, etc) repitan los mismos logros o hasta incluso los superen. Y la racha internacional de los bosteros no hacía mas que aumentar la exigencia. Pero a mi, en lo personal, me parece muy linda esa exigencia. Eso es lo que nos hizo y lo que nos hace grandes: el hincha de River históricamente siempre fue el mas exigente del país. El día que perdimos eso, River dejo de ser River. Por suerte, ahora lo estamos recuperando gracias al laburo extraordinario de Ramón y Gallardo. Pero bueno, ese ya es otro tema…

Volviendo al 2001, River sufrió una fuerte sangría: Angel se fue al Aston Villa y Aimar fue vendido en 24 millones de euros al Valencia, desarmándose así la delantera de los 4 Fantásticos que solo duro 6 meses. En realidad los dirigentes querían que el Payaso se quede a jugar la Libertadores con River, pero el altísimo nivel que había exhibido en el 2000 (tal es así, que fue el único jugador de River que estuvo en el equipo ideal de América) hacia imposible retenerlo por mas tiempo, y también pesaba la propia opinión del jugador, que veía con buenos ojos una transferencia a Europa.

También se fueron Berizzo al Celta de Vigo y Placente al Bayern Leverkusen. Para reemplazar a Berizzo, el Negro Astrada volvió a River tras un año sin pena ni gloria en Gremio, en donde jugo poco y lo poco que jugo no dejo una buena imagen, así que desde Brasil tampoco opusieron mucha resistencia para que River se lo lleve, y el Jefe estaba dispuesto a resignar plata para ponerse la camiseta de sus amores. Y para reemplazar el vacio que dejaron las ventas de Angel y Aimar, se le otorgo la titularidad a Cardetti y se promovió a primera a Cavenaghi y D’Alessandro, dos jugadores que luego serian valores fundamentales para seguir ganando campeonatos y que le darían muchas alegrías al hincha de River. Uno haría su primera pretemporada con el plantel profesional a comienzos del 2001, cuando todavía estaba Aimar, y el otro ya había debutado en primera en el Clausura 2000 y tenia encima algunos amistosos de verano de ese mismo año. También se concreto la vuelta del paraguayo Celso Ayala, proveniente desde el San Pablo.

Con estos juveniles + el retorno de Astrada y Ayala + el resto del plantel subcampeón del Apertura 2000, se encaro el Clausura. River empezó el campeonato de una forma extraordinaria, debutando con una goleada 6-2 ante Estudiantes. En los nueve primeros partidos se consiguieron 7 victorias frente a Velez en el Amalfitani, Colon en el Monumental (con goleada incluida), Independiente en el Monumental, Los Andes de local, San Lorenzo en el Nuevo Gasometro (si, River fue uno de los dos equipos que le gano al San Lorenzo récord de Pellegrini, y el único que le pudo ganar en condición de visitante) y Chacarita en el Monumental. Un empate frente a Central en Rosario y una derrota contra Talleres en Córdoba culminarían el resto de la campaña hasta ahora, nada mal. Y a pesar de la dura derrota contra Boca por 3-0 en la Bombonera, el equipo tuvo personalidad para levantarse y seguir peleando el campeonato palmo a palmo contra un increíble San Lorenzo que no paraba de ganar. River siguió a paso firme ganándole 3 a 2 a Argentinos de local, 3 a 2 a Unión de visitante, 3 a 2 a Newell’s en el Coloso, en un partidazo que empezó perdiendo por 2-0 pero tuvo una gran personalidad para darlo vuelta y establecer el 3-2 definitivo, con goles de Saviola, Yepes y Cardetti. Se lo goleo al Racing de Mostaza Merlo por 3-0 en el Monumental (el mismo Racing que a fin de año saldría campeón después de 35 años), se le gano a Belgrano 3-1 en Córdoba y se lo goleo 5 a 1 a Almagro en el Monumental, con dos golazos de Ortega, dos goles de Cardetti y un gol de Saviola (seria su ultimo gol en River). En este partido se daría un caso curioso: fue la única vez que coincidieron Saviola, D’Alessandro y Ortega en River por Torneos Locales. Un equipazo de la puta madre que merecía ser campeón.

En la fecha 17, tanto River como San Lorenzo tenían la misma cantidad de puntos: 41. Si River hubiese ganado los dos partidos restantes, hubiera alcanzado el récord de San Lorenzo de 47 puntos. Pero perdió increíblemente contra Huracán en Parque Patricios (aunque cueste creerlo, prefirieron cagarnos a nosotros por segunda vez consecutiva antes que perjudicar a su eterno rival, unos hijos de re mil puta) y contra Lanus en el Monumental, y River volvía a salir subcampeón del fútbol argentino, al igual que en el Apertura 2000. Otra injusticia, porque a Boca le había alcanzado con 41 puntos en el torneo pasado para coronarse campeón, y River hizo la misma cantidad de puntos en el Clausura 2001 pero tuvo la mala suerte de cruzarse con un San Lorenzo impresionante que arraso con todo a su paso. Como ya hace varios torneos, River tuvo el mejor ataque del campeonato con 48 goles y a uno de los goleadores del torneo con Javier Saviola, que marco 11 tantos.

A pesar de haber hecho una campaña extraordinaria, el Tolo volvió a quedarse sin el campeonato y fue eliminado en la Libertadores contra el Cruz Azul, y se tuvo que ir. Se merece un reconocimiento por parte de River, por todo lo que logro como jugador y como técnico: campeón del Nacional de 1981 con Alfredo Di Stefano como técnico, campeón del campeonato 1985/86, campeón de la Copa Libertadores de América 1986 y campeón de la Copa Intercontinental 1986, con vuelta olímpica en la Bombonera incluida y siendo el capitán del equipo de la Triple Corona. Su ultimo titulo fue la Copa Interamericana de 1987, bajo la conducción del maestro Griguol. Volvió en 1994 como entrenador y salio campeón invicto goleando a Boca por 3-0 en la Bombonera, en la que podría haber sido la cuarta vuelta olímpica de River en la Boca y con el plus de que seria en el primer campeonato invicto de River de su historia. Se fue a la selección de Passarella en el 95 y volvería en el 2000 para reemplazar a Ramón Diaz que venia de ganar la Libertadores, el Tricampeonato, la Supercopa y el Apertura 99 promoviendo a los pibes Aimar y Saviola y armando un equipo de sus mercados de pases anteriores. Ganaría el Clausura 2000 consagrándose Bicampeón de la Argentina (estuvo a punto de hacerlo otra vez de forma invicta, ya que perdió solo 1 partido) y se mantendría invicto en sus primeros 37 partidos como DT de River, récord absoluto hasta nuestros dias. Obtuvo dos Subcampeonatos consecutivos en el 2000 y 2001, una semifinal internacional y dos cuartos de final de Libertadores, en los que seria eliminado 0-3 ante Boca y 0-3 ante Cruz Azul, lo que mas le reprocha el hincha (sobre todo la vergonzosa eliminación de la Libertadores 2000). Pero mas allá de eso, Gallego es un ganador que no conoce otra cosa en River que salir campeón y subcampeón, y que como jugador gano absolutamente todo. Lo reemplazaría otro ganador que se fue por la puerta grande hace poco mas de un año: Ramón Angel Diaz.

Y hasta acá llego la primera parte del informe que comprende la época de River 1999-mediados del 2005, una época en la que a mi entender fue injustamente menospreciada y desvalorada por el hincha de River, en la que siempre se peleaban los campeonatos, se salia campeón todos los años jugando un fútbol hermoso y con grandes planteles que tenían cracks de nivel europeo y jugadores de mucha personalidad, experiencia y jerarquía que quizás no brillaron tanto en el exterior pero demostraron todas sus capacidades en River, rápidamente se me vienen a la cabeza el Coco Ameli y el Chacho Coudet, por no nombrar a tantos otros :mrgreen:. Yo recuerdo esta época con mucha alegría y nostalgia, que equipazos que tenia River la puta que lo pario, y que bien que jugaba al fútbol.

Ta luego!

7 Me gusta

Uff, ahora estoy con otra cosa en el foro, pero despues lo leo. Marcado como favorito en el chrome.

Si fuera taringa, te dejaba mis 10 (?

Que equipazos…si no ganamos en esa época la Libertadores no la ganamos más,aunque este gallardo team es bueno también

Estabamos casi todos en otra cosa del foro :lol:

Es una época que no se valora tanto por que fue contemporánea a la moda de la boca. Igual a mi entender, fueron grandes equipos a los que le falto el toque extra que se necesita para entrar en la historia. Tal vez, al DT mas ganador de la historia…

GALLEGO LA CONCHA DE TU MADRE: GORDO CAGON

Gran laburo

Que manera de desaprovechar camadas y camadas de buenos jugadores.

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Increiblemente, en esos años teníamos siempre rabietas, y siempre terminabamos disgustados el año (chequear que siempre ganabamos clausuras). Pero es injusto opacar esa época por los mugrosos, que vivieron su mejor era. Ganabamos un título por año y es una locura eso también. La etapa posterior, la segunda presidencia de agulr y pasarella os hicieron estimarla un poco más me parece.

Como se nos escapó esas libertadores en el 98 o en el 99, tambien la Mercosur del 2000. Alguna final tenian que haber jugado, ni te cuento lo del 2000 y Derlis Soto que era para otro tricampeonato.

LABURÓN, Juani.

Espero con ansias el clausura 2002, y agregale fotos eh…

Qué manera de echar todo a la basura con Gallego como DT. Fue un fracaso.

nuy bueno Juani., como todo lo que hacen

aguante la secta Barovero.

Que bronca me dio que ese equipo del 99-2000 no haya podido ganar una copa internacional, teníamos un equipo de la puta madre

Igual no hay que quedarse con eso y hay que ver lo bueno, no cualquier equipo sale campeón todos los años, o pelea siempre los campeonatos y llega a instancias decisivas en la copa. Eso también hay que aprender a valorarlo.

Claro, pasa que en esos años, era normal que ganaramos torneos locales, no nos costaban ni la mitad de lo que nos cuestan ahora, entonces era como algo de todos los días y como que siempre nos quedaba la espina de lo internacional, nunca pensábamos ni en nuestros peores sueños que en unos años iba a pasar lo que paso y una vez que vivimos eso, aprendimos a valorar mas todo

Claro, igual te digo la verdad yo tengo muy buenos recuerdos de esa época. Recuerdo que siempre salíamos campeones, que Cavenaghi no paraba de meter goles todos los partidos y tenia un promedio de gol impresionante, me acuerdo un poquito de D’Alessandro, Demichelis, Lucho…y fue una buena época, por mas que no hayamos ganado nada internacional. Quizás si hubiésemos ganado una Libertadores y la Sudaca del 2003 seria recordado como una época dorada, o si hubiésemos ganado el Tricampeonato del 2000. Pero prefiero quedarme con lo que se logro, que no es poco.

Obvio, yo también disfrute muchísimo de esos equipos y de los títulos locales que consiguieron, como los goles, las goleadas, partidos inolvidables y demás, pero cada vez que nos eliminaban en una copa, me quedaba re caliente y con mucha bronca, me daba mucha impotencia que siempre nos pasara lo mismo y que ni una vez nos pudiera salir bien y que se nos diera, por eso la sudamericana del año pasado como que en mi, cerro todas esas heridas y espinas que me habían quedado clavadas de esos años, sobre todo desde el 99 al 2006, por eso yo decía que había que priorizarla desde que empezamos a jugarla, era muy necesario para River un titulo internacional

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Claro, a mi también me jodía que no se nos diera el titulo internacional, River lo necesitaba. Por eso la Sudamericana del año pasado fue tan importante, porque nos vengamos de la final perdida con Cienciano y de paso también nos tomamos venganza de Boca que nos había eliminado en el 2004. Y ahora no vale la pena lamentarse del pasado, prefiero quedarme con lo bueno. Pero lo que si, no hay que subestimar ninguna copa internacional aunque sea a 1 o 2 partidos como la Suruga y la Recopa, hay que jugar en serio todo, yo quiero ganar absolutamente todo.

Obvio, ya después de lo del año pasado, no hay que volver a lamentarse por los años en los que no ganamos cosas internacionales, esa cuenta se saldo y esas heridas se cerraron, ahora se recuerdan de otra manera y nos quedamos mas con todo lo bueno de esos años que fue mucho, ahora hay que seguir por el mismo camino y seguir engrosando la lista de los títulos Conmebol porque la grandeza de River asi lo requiere, equilibrar esa lista con la de los títulos locales

Lo que pasa de esta epoca es que es la epoca del “extraordinario Boca de Bianchi”

Sumado a las eliminaciones de copa todos los años y a los cruces contra Boca por Libertadores.

Cosa que opaco todos estos equipos de River que jugaban bien.