La moda de los Ex Jugadores y DTs...mamita!!!

Gente esto me lo paso un amigo, y no se si ya lo postearon antes, pero la verdad me cagué de risa con varias fotos y con algunos comentarios del chabon q lo creó…jeje

La moda de transición de los '90s entre los '80 y el siglo XXI…mamita!! jaja

Si tienen otras fotos parecidas de ex jugadores o DTs, posteenlas…y si el thread se repite, cierren…

Si el cholo viera esa foto…:twisted:

Saludos.-
[b]
Navarro Montoya motoquero

Como se nota que Navarro Montoya comenzó a hacer plata con su pase a Boca e inicialmente no supo que hacer con ella. Por eso, es que apareció con este pedazo de moto pero previo a ello se compró un vestuario acorde.
Las gafas son un buen recurso y también una solución para tapar su cara, mientras que lo de la campera es sencillamente de otro planeta…el de los simios.
Y falta el jean, en esa época llamado vaquero, que por su color no dice nada, pero si lo imaginamos ajustado por arriba del ombligo como los suele usar el “Mono”, estamos en presencia de un auténtico mamarracho.
La pregunta que surge es inmediata, ¿la habrá vendido cuando llegó Bilardo?

Mohamed Fluor

Que mejor que inaugurar esta sección con el gran “Turco” Mohamed, un delantero glamouroso que supo romper corazones en los inicios de la década del ‘90 aprovechando sus encantos pero también la explosión de aquellos colores fluor, que con tanta insitencia se impusieron en la moda argentina.
En la foto se lo puede apreciar con una camisa de estampado bastante particular, acompañado con un “chuflín” rosa completando esos peinados mitad atado y mitad suelto que popularizó Fernando Gamboa.

Vivalda increíble

Con este fantástico look del arquero Alberto Vivalda, se abre una sub-sección, la de la moda dentro del campo de juego.
Obviamente que a los nro 1 les resulta más fácil, pero en esta se pasó de mambo. La gorra para atrás marca lo innecesario de la misma, porque si el motivo era sujetarse el pelo, o bien resulta más cómodo una vincha o un buen tijeretazo. El buzo bicolor y la publicidad delatan los ‘80, y que decir del pantalón de Platense, que además de corto, no combina en nada con el resto de la indumentaria. Menos aún los guantes, que podría tratarse de unos ¿Eneve?
Según diseñadores, esta era la moda surfer de la época…por dios.

Amato ¿disfrazado?

Lindo vestuario presentó el Gaby Amato, otro de los “chicos fashion” de los ‘90. En esta oportunidad, recién llegado a Boca, se animó a posar para una desaparecida revista. El cóctel fue con el pelo mojado y suelto, una camisa similar a un empapelado de pared y el desesperante jean amarillo patito.
Pero eso no es todo, el detalle es el reloj verde fluor y una pulcera amarilla como acompañante. Según trascendidos, venía de una fiesta de disfraces.

Los bañeros más locos del mundo

Que imagen más bizarra por dios!! Balneario 12 de Mar del Plata, el preferido de los futbolistas de antes. Un fotógrafo reunió a los que por allí pasaban, armó la producción y salió esto.
Arriba del todo, Oscar Acosta, con malla arremangada, en cuero, con medias y pañuelo en la cabeza haciendo las veces de líder. Abajo a la derecha, Oscar Craviotto con pocas ganas de vivir y con remera manga larga!!! Y que decir de Gerardo Meijide con pantalón rosa mostrando su nuevo peinado.
Pero el que se lleva la catarata de apalusos es el “Puma” Rodríguez, al que vale describir por completo. Un pelo interesante, corto arriba con mechas bien largas como usaba Comitas haciendo juego con una panza de no creer, en la que se aprecian no los abdominales sino abobinables. Y en los pies, para finalizar, zapatillas con medias bien estiradas…y 35º de tempratura.
¿Las chicas? Agradecidas.

Bambi veraniego

Belleza !! Veira es un auténtico galán del fútbol argentino y como tal, debe alimentar esa fama. En esta oportunidad, disfrutando el calor del verano, apareció vestido como un adolescente, aunque la gorra seguramente se debió a que aún no se había dado “un toque relampagueante nene!!”.
Lamentablemente no se le ven los pies, pero quizás haya estado usando las ojotas que él mismo fabricaba.

El Tiburón muestra el tiburón

Los repetidos títulos de River no apagaron la euforia de sus jugadores, y las fotos de vestuarios siempre resultaron aportes interesantes para esta sección.
En cada vuelta olímpica supimos ver a jugadores despojados de sus vestimentas y quedando sólo en slip, pero siempre existen algunas sorpresas.
En esta ocasión, Guillermo Rivarola dio que hablar con este boxer de Bugs Bunny, pero lo curioso es que se logra ver perfectamente el vello pubiano.

GoycocheTa

Qué poco ha quedado con respecto al Goycochea actual, que lleva una onda juvenil e informal, comparado con el jóven de la foto que hacía sus primeras armas en la primera división de River Plate.
No se trata de un partido de golf ni de una fiesta de carnaval, sino de una tarde más del atajapenales.
La camisa blanca no sería para criticar, salvo que tiene cerrado hasta el último botón sin corbata o moño. A su vez, el sobretodo es apenas un detalle comparado al terrible pantalón cuadriculado por encima del ombligo haciendo muy poco juego con esos zapatos marrones con flecos.
En fin, el Vasco siempre fue un dandy, o al menos lo intentaba.

Cambiasso de ropa

En 1996 y con sólo 15 años, Esteban Cambiasso fue transferido al Real Madrid. En el paquete, estaba incluído su hermano Nicolás, arquero. Lo cierto es que algún asesor les aconsejó vestir de etiqueta, por lo que se aparecieron en Ezeiza no sólo peinados y con anteojos, sino vestidos de trajes, prenda que seguramente usaron por primera vez.
Pero lo curioso, además de la “facha”, es que si se observa bien, el saco del “Cuchu” debería ir con el pantalón de su hermano y viceversa.
Claro, así caemos en el chiste fácil de “cambiasso” de ropa.

La camisa del ex-Tachero

Poniéndonos a tono con el Mundial, que mejor que homenajear José Néstor Pekerman, el entrenador de la selección Argentina. Seguramente desde 1995 hasta aquí, habrá mejorado su vestuario a partir de sueldos más abultados. Sin embargo, no hay que renegar ni olvidar a los orígenes.
De la camisa un tanto psicodélica no hay mucho que aclarar, es impresentable, y más aún con la remera abajo ¿para tapar los pelos?
Y que decir del cinturón, que debe ser como aquellos elásticos que ya no se consiguen.
Pero a la foto le falta algo…el taxi al lado.

La de Brasil no, pero ésta si

¿Cuántas veces oímos por parte del mismísimo Oscar Ruggeri, que jamás se pondría la camiseta de Brasil? Bueno, hay cosas mucho más graves como esta que viste con “elegancia” el Cabezón, que no se logra apreciar si se trata de manzanas, cerezas o ciruelas. Lo único claro, es que es tan fea como una patada de las que él solía dar…y más aún metida dentro del pantalón.

Tengo la camisa fea

El mundial se acerca y que mejor que homenajear al máximo referente de la selección Argentina.
Cuando se observan fotos de Ayala, pareciera que antes era un treinton, y en la actualidad, con corte moderno y pelo más largo y planchado, vemos a un joven futbolista.
Así al menos lo refleja esta fotografía, con una camisa que no merece comentarios.

Belleza americana

Si algo no lograron estos tres ganadores (?) de nuestra selección, es pasar desapercibidos. En pleno Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, salieron de paseo por el downtown y decidieron adoptar la moda del lugar, trantando de parecer nativos. No tanto Pablo Cavallero, pero si el “Piojo” López y “La Bruja” Verón, con sus gorras de baseball para atrás y camperita universitaria, hicieron facha por alguna peatonal.
Si! en pleno auge menemista.

Maradona camisa multicolor

En 1993, Maradona llegó a Rosario para concretar su tan esperado regreso al fútbol . Ni bien llegó al aeropuerto se pudo observar la llamativa camisa que llevaba puesta. También la mostró cuando saludó al Tata Martino. Un rejunte de colores impresionante.

Perdido como el Turco…

Finalmente llegó el turno del Turco García, quien será un abonado en esta sección. Además de su pelo batido, antigua nariz y su felina y riojana compañía, hay que resaltar su vestuario.
La remera lila no es fea ni grotesca, pero combinarla con una campera de cuero y para colmo con flecos, da para replantearse algunas cosas frente al placard y sobre todo al espejo.
¿Y de Zuelmita que se puede decir? Que también merece un desaprobado, porque esta foto fue tomada en una reconocida discoteca y ponerse un buzo para salir de noche es tener menos onda que flequillo de coreano.

Que lindo que es estar en Mar del Plata

Continuando con la temporada de verano, parece que este grupo también adoptó la moda de usar zapatillas y medias en la playa.
A la izquierda podemos ver a un sexy Fernando Batista, con su malla rosa y la remera atada dejándose el ombligo o pupo, al aire.
Los otros dos - Leo Rodríguez y Alejandro Mancuso - con sus pelos al viento, optaron por atárselos con vinchas o gorritas un tanto afeminadas y asimismo, decidieron no sacarse los pantalones de fútbol ni siquiera en la costa.
Sin embargo, a pesar de tanto glamour, no se aprecian muchas señoritas por los alrededores, salvo una en el fondo.
Si fueses mujer, ¿a cual de estos tres le harías marca personal?

Beach boys

¡Pero que locos Oscar Acosta y Daniel Delfino en las playas marplatenses! El primero, con jogging, gorra para atrás y una especie de vendas en sus pies…un cóctel explosivo para este pelado con pelo largo.
Y que decir de su compañero, en plena arena, con zapatillas, malla fucsia y gorrita con colores vistosos. ¿Y la remera? Pues como debe ser, bien metida adentro y con estampado “Volley”…bien a la moda.

Que Indio!!

Efectivamente el paso de Tiro Federal por la primera división del fútbol argentino dio para todo y esta foto bien lo refleja.
El entrenador en cuestión es Jorge Solari, quien ante la falta de una campera de la marca que vestía a su club, optó por ponerse el buzo encima de la camisa…y debajo del traje. Todo un dandy, representando a una familia con mucho glamour.

Subí que te llevo

En el mundo del fútbol se insiste y se duda sobre las inclinaciones sexuales del gran arquero Luis Alberto Islas. Inclusive, hay quienes dan por sentado su inclinación hacia el sexo masculino y lo intentan demostrar a través de distintas fotos.
En este caso, si bien podríamos remitirnos a la situación dudosa de llevar a Miguel Ludueña a caballito cual pareja adolescente, nos detendremos en su vestuario.
Podemos apreciar el pantalón bermuda corta por encima del ombligo a lo Navarro Montoya con colores rosa y azul bien combinados con la chomba turquesa y un cinturón negro haciendo poco juego. Bien por Luis, un dandy…una reina!

No Mono, no!!

Ya todos conocen al ex arquero de la selección Argentina, Germán Adrián Ramón Burgos, productor, cantante, líder y hasta cadete de “The Garb”, la banda que con sus iniciales se encarga de hacer sonar una especie rock and roll complementado con blues, mejor dicho “rocanrol de la reputa madre que lo parió” como lo define el mismo Mono.
Sus aires de rebeldía y rock-star surgieron en su adolescencia, pero jugando para Ferro y aún sin un nombre, poco se animaba a mostrarse. Sin embargo, la transferencia a River Plate, los títulos y el arco albiceleste le sacaron los miedos y minimizaron su verguenza.
Con el tiempo se transformó en personaje, y como lo refleja la fotografía, comenzó a convertirse en un provocador.
En la oportunidad, no tuvo mejor idea que calzarse esa remera de Chucky que pretendiendo ser diabólica resulta sinceramente espantosa. Más aún si se la pone dentro del pantalón y la acompaña con un cinturón con hebilla exagerada.
Puede ser que sea perturbadora, original y hasta chocante, pero de ninguna manera rocker.

Si Corbatta viviera, moriría de nuevo

Si algo no aprendieron estos tres en el Instituto Privado River Plate fue a vestirse, o al menos, de jóvenes, equivocaron el camino.
En esta fiesta de un campeonato, los ilustres Facundo Villalba, Pablo Lavallén y Matías Almeyda parecen haber hecho una de esas típicas llamadas femeninas en las que se preguntan ¿qué te vas a poner?
Lo cierto es que aparecieron idénticos de la mano de sus mujeres, con esa poca glamorosa mezcla de saco, jean y corbata estampada con algún inocente dibujo de Disney o alguna personalidad hollywoodense.
Vale aclarar que la señorita que acompaña al Pelado nacido en Azul fue su primera mujer, a la que abandonó por la ex notera del programa Teleshow”.

Afrancesado

Ya todos conocemos al nuevo Marcelo Gallardo, que desde su llegada de Mónaco, de muñeco pasó a muñequita. Sabemos que araña, que se dejó el pelo largo y se lo plancha…hasta lo vemos “chinchuda” cuando le pegan durante el partido.
Pero si algo faltaba para despejar dudas sobre la nueva vida del 10, acá está la prueba. ¿A quién espera? ¿Se sentará en los conitos? Eso si, que ordinario echarse un barro en el tacho Valot.

NEFFAsto

Si algo causa envidia de Paraguay es la posibilidad que tienen de acceder a autos importantes y lujosos, sin tener en cuenta si carecen de producción propia y la libertad impositiva.
Es por ese tipo de cosas que un jugador como Gustavo Neffa, ex Unión y Boca Juniors, llegó a tener el mismo “carro” que Diego Maradona.
Pero el guaraní no se conformó con eso y aceptó posar para una revista deportiva un tanto desprestigiada en la actualidad.
Se calzó el saco con jean claritos y una de esas corbatas que antes caían simpáticas pero ahora son horribles. Y para seguir con la ostentación, optó por hacerse el canchero sentado en el capot y no con un perro sino con dos. ¡¡Curepí!!

Carnaval toda la vida

Foto archi conocida, pero no por ello como para dejar de postearla.
Héctor Rodolfo Veira y Américo Rubén Gallego pretendían ser los dandys de la época, mejor llamado “ranas”, aunque nunca lo lograrían. Y menos con una ropa así.
El pantalón del Bambino se parece más al de un heladero, enfermero o estudiante de odontología. Y que decir de esa camisa extraída de un sillón, cortina o mantel que bien podría usar Piñón Fijo o Manu Chao.
En el caso del Tolo, el tema es más sobrio, porque esa remera en la actualidad garpa muchísimo y la cadena de oro es apenas un detalle.
Pero lo que realmente se lleva todos los aplausos es el aquel estilo de póster del mono comiendo banana en el inodoro con la camiseta de algún cuadro, que además de ser bien grasa, jamás debería estar colgado en un comedor o living y mucho menos torcido y con una boina al lado!!
Belleza, belleza!!

Yo seré grasún…

Épica producción de este trío de jóvenes futbolistas que a su buen rendimiento en la cancha y la convocatoria de Basile, le agregaron un toque de distinción fuera de la actividad.
De izquierda a derecha se puede observar a un Fernando Gamboa sufrido, debido al corte de luz de su domicilio que lo obligó a tomar lo primero que tenía a mano, mezclando a un gaucho afrancesado (alpargatas y bombacha, pero arremangada) con un vendedor ambulante de colectivos, de chaleco y camisa floreada…y reloj amarillo.
A su lado, José Luis Villarreal, con un tono más clásico peinado a lo pastor Giménez y pose ganadora. Remera de vestir dentro del pantalón Jordache (?) con un fino cinturón marrón y el obvio detalle de las lenguas de las zapatillas fuera del pantalón.
Y por último, el mítico Antonio Mohamed con un jardinero gastado con ¡tiradores!, pulseras, relojes y vinchas flúo acompañados por una cámara de fotos que habrá retratado más de un día en la vida de estos dandys y que seguramente habrá usado Villita, porque si aparecía en escena la arruinaba.

El arte de la combinación

Estaba al caer el homenaje a Rubén Darío Insúa que en apenas una temporada en Ferro y otra en San Lorenzo, dejó un grato recuerdo en sus banquillos imponiendo todo un estilo…pero de vestimenta, no futbolístico.
Qué una persona combine de la forma en que se puede apreciar en las fotos preocupa, pero también intriga como hizo para ganarse a su voluptuosa mujer, que lo acompaña desde sus días de jugador.
De la primera imagen nada se puede decir del saco, pero se asoma una remera complicada, que no queda linda ni de pijama. En segundo orden, aquella camisa naranja con corbatín que ni siquiera se puede justificar con que haya servido de cábala para ganar la Copa Sudamericana. Y por último, el jean rojo y con mocasines, nada más antiguo y atemporal.
Desde ya, hacemos un llamado a la solidaridad a aquellas personas que puedan aportar fotos del personaje en los ‘90, que esas sí, pueden dar mucho que hablar.

Pero Ki lindo!!

Aprovechando la vuelta del Kily González al fútbol argentino, que mejor que hacerle un pequeño homenaje.
Iniciando su camino europeo, con influencias maradonianas y en pleno estado de adaptación, pretendió ser elegante pero informal, pero no logró ni una cosa ni la otra.
El mix de el saco gris a rayas con una remera floreada no tiene combinación alguna, y para colmo la cara no la ayuda.
La intriga quedará entonces en que pantalón tenía y que le dijeron cuando lo vieron así.
Sensible

No le queda fea la ropa a Claudio Cabrera, quizás un poco el detalle de las zapatillas, pero saca una sonrisa porque estamos hablando de un jugador de fútbol.
Algunos escuchan cumbia y se animan a cantar, otros se arriesgan con acordes de guitarra, pero calzarse unos anteojos y agarrar un saxo no es para cualquiera.
Por todo eso, por sus pelos al viento y las tribunas de maderas, vale este humilde cumplido. Tiembla Armstrong!

Choto el chaleco, Cholo

Parece ser que en Europa se visten diferente, y que algunos se van a jugar allá y se refinan.
Pero una cosa es vestirse de etiqueta y otra totalmente distinta es creer, como en este caso, Diego Simeone, que ponerse ropa de realeza eleva el status.
Ya la dijo el Indio, el lujo es vulgaridad…y en este caso mamarracho.

Metió la Zapata

Siempre se dijo que Gustavo Zapata junto a Leonardo Astrada formaban una dupla de gran marca. Pero el volante lo que no marca es tendencia.
A su evidente chuequera no tuvo mejor idea que decorarla de manera poco sutil. La chomba de empapelado con cuello de otro color y exageradamente abierta es de por sí muy desagradable.
Pero más aún lo es si va metida dentro del pantalón y en combinación con ese calzado Adidas de canje con las lenguas estiradas y por fuera del en ese entonces, vaquero.
Una sabia frase asegura que “la moda incomoda”, y cuanta razón tiene.
Pero eso no es todo. ¡Pobre nene! Se dice que los hijos son la mayoría de las veces moldes de sus padres y hoy siendo un adolescente… ¿cómo andará empilchado?

Por los pasillos de la villa se comenta…

A las prendas de Antonio Barijho por separado no se las puede criticar, aunque ver a un futbolista profesional con la camiseta de algún equipo suele ser bastante extraño, más aún si no es una producción por una transacción.
Pero el corte de pelo, la cara y el que viene caminando atrás con calzas y bolsas dan que hablar.
El paisaje también, con piletones naturales y llanura, aunque es la muestra de una realidad. Un Chipi aún no civilizado, después llegó Bianchi con sus jaulas, lo encerró y lo llevó a la ciudad.

Sánchez y el taxi invertido

Si algún integrante de la escenografía del fútbol debe mantener su perfil sobrio, ese es el árbitro. Si bien en los últimos años los jueces se han alejado un poco del inalterable negro luto que los supo identificar, la profesión que ejercen aún es una de las pocas que prefiere lo formal a lo extravagante. Y hay razones, por supuesto. No impondría demasiado respeto un referí enfundado en una camiseta multicolor con un mono manejando un camión estampado en el pecho.
Sin embargo, a Ángel Sánchez poco le importó el qué dirán y para dirigir un partido entre Racing e Independiente, en el verano de 2005, decidió hacer vanguardia. A su clásica chomba negra con ribetes naranja fluo (he aquí la primera incongruencia), le sumó unos alarmantes pantalones amarillos con medias al tono que completaban el conjunto. Duelen los ojos. Para roja directa.

Fabián singing in the rain

El fallecido árbitro Fabián Madorrán no sólo nos dejó algunos malos y polémicos desempeños, sino también el cantito con las letras de Boca Juniors y esta destacada postal.
Ya vestido para saltar al campo, optó por salir a ver y analizar si el césped se hallaba apto para disputar el juego y para ello, se puso ropa para la ocasión.
El sobretodo y el paraguas encima de la ropa de juez, ameritaba este sencillo homenaje…y también una gran expulsión.

Aflojá el cogote, bigote

La saludable aparición de Roberto Ayala en la escena nacional provocó una producción de la revista El Gráfico, en 1992, con los mejores marcadores centrales surgidos en Ferro Carril Oeste. La idea del fotógrafo, la de retratar ese momento en la utilería del club con los jugadores sosteniendo una camiseta, fue finalmente lo que terminó salvando al Ratón de una vergüenza mayor. La casaca verdolaga tapó acertadamente la camisita floreada que había elegido para la ocasión. Quien no se salvó del escrache noventoso fue nuestro abanderado, Sergio Vázquez, que para diferenciarse del estilo sobrio y parco de Héctor Cúper, eligió una camisa multicolor que hoy en día nadie se pondría ni siquiera para pagar una apuesta. Encima la usó con el cuello bien cerrado. Fea, muy fea. Pero el bigote todo lo perdona.

Mohamed Lennon

Queda claro que el Turco Mohamed debería tener un carnet de socio vitalicio de esta sección. Genio y figura durante la época de las vinchas, las colitas, las pulseras y las calzas fluo, no dejó accesorio por conocer…y mostrar. En esta ocasión, lo vemos al ex delantero de Huracán con jardinero de jean azul combinado con blanco y unos tiradores al tono que enmarcan el chivo bien grande de Soho, la marca de la remera. Completan el cuadro y le dan vida a la gloriosa imagen, dos artículos de primera necesidad en la casa de cualquier vanguardista que se preciara de tal a principios de los 90’s: unas gafas oscuras a lo John Lennon y una gorra a lunares, como para descontracturar un poco la formalidad del conjunto. Delicioso, Turquito. ¡Gracias por existir!

¡Ya estás Grande, che!

En su momento más rolling stone, allá por 1995, Andrés Grande se dio todos los gustos habidos y por haber para un pibe de su edad. El título de Campeón del Mundo obtenido con la selección Sub 20 no debe significar nada en su vida, si lo comparamos con la remera que alguna vez habrá comprado creyendo que tenía mucha onda y que mostró en una producción fotográfica de la revista Goles que lo promocionaba como una gran promesa, junto a Mariano Juan, Federico Domínguez y Germán Arangio. La prenda, ceñida por demás y estampada con decenas de cabezas de Mickey Mouse,debería formar parte de algún museo de la ridiculez yanqui-argentina o algo por el estilo. A su vez, Andrés acompañó la remera con unos jeans elastizados en color negro y las infaltables zapatillas blancas de lona que a esta altura, vale aclarar, casi las observamos como un accesorio de distinción.


Rosa…lo homosexual

Sería impensado para el fútbol actual que el arquero sub campeón del Mundo (con gran trascendencia, además) termine jugando dos años después en la liga paraguaya. Eso ocurrió con Sergio Goycoechea en 1992, cuando resignó algo de prestigio y luego de un paso por el Brest de Francia firmó para Cerro Porteño.
Convencido de que su estilo europeo enamoraría al nuevo público, se despachó durante las primeras semanas con un atuendo para la historia. Camisa ancha y floreada adentro de una bermuda muy ajustada…¡¡¡y rosa!!!
Del tiro mejor no decimos nada. Se nota que para calcular la altura de la cintura usaba el mismo criterio que tenía a la hora de cortar un centro.

¡Me-diás repugnancia!

A Navarro Montoya se le criticó su pantalones por encima del ombligo, su vestuario exagerado, el buzo del camioncito y con short, sus declaraciones vende humo y hasta su autobombo para integrar la Selección.
Y haciendo leña del árbol caído, vale aprovechar esta foto vestido de jugador con esas medias, símil papel de golosina, para seguir dándole.

Bambino y su campera galáctica

En la plenitud de los 70’s nadie desprendió tanto glamour como Héctor Rodolfo Veira, eterno paladín de la moda extravagante, dentro y fuera de la cancha. Y cuando decimos “fuera” también hablamos de otros ámbitos bien distintos al fútbol. El Bambino tuvo tiempo de todo en su vida, incluso para recorrer los camarines de las obras teatrales más convocantes de la noche porteña y codearse con las figuras de la época. En la foto, lleva puesto uno de sus caballitos de batalla, un pantalón blanco narcotraficante, con una camperita celeste bien abierta que deja ver su masculinidad pectoral. Completan la escena, un peinado beatle, un colgante, un Jorge Martínez y una rubia que lo desborda por todos lados.

Vergüenza al Costo

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Es cierto, se trata de una producción fotográfica. Pero en este caso no hubo disfraces de Batman o Robocop para caricaturizar a los protagonistas. La idea de la revista El Gráfico era simple: colocar a tres jugadores de River en la “vidriera del fútbol“. Nada más que eso.
La falta de buen gusto, hay que aclarar, fue pura y exclusivamente de Sergio Goycochea, Nelson Gutiérrez; y en menor medida de Pipo Gorosito, que mira a su compañero uruguayo sin salir de su asombro.

La Mary Poppins del Parque


Hay que ser bien macho para salir en una revista fútbol con adilets, shorcito blanco, remera violeta, vincha rosa y paraguas rojinegro. ¿O no? Ahora lo llamamos a Gamboa y le preguntamos.

La Máxima de García


[b]No va a pasar nunca. Es muy difícil. A lo mejor ocurre en algún momento, pero sería un milagro. Se tendrían que dar muchas cosas al mismo tiempo. Sería una casualidad. Nunca va a suceder, pero si algún día una persona te para por la calle y te pide que le resumas la década del ‘90 con una imagen, sacá esta foto de tu bolsillo y salí corriendo. Say no more.

Se le subió la Mostaza

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¿Quién dijo que Reinaldo Carlos Merlo siempre repite la misma camisa? ¿Dónde están los que calificaban a Mostaza de conservador, aburrido y poco jugado?
Esta foto desmiente todo aquello, ya que el otrora volante central de River se tiró toda la pilcha encima.
A sus largas y contemporáneas patillas le agregó una buena polera, un saco al tono y…unos pantalones rojos oxford más exagerados que bolsillo de payaso.
Está bien que el “rubio” tenía dos macetas como piernas, pero tampoco como para ponerse una carpa encima.
La intriga quedará entonces en su calzado…aunque algunas lenguas dicen que se gastó el pie derecho pegando y que el izquierdo todavía lo tiene el 10 rival.

Cuando el fluo no alcanza


No hace falta explicar demasiado. Con ustedes, las noventosas calzas cuadriculadas de Turco Mohamed. Los calificativos sobran.

¿Quién te viste, Irina?


Facha y elegancia no son sinónimos. Que Gabriel Batistuta, un tipo reconocido históricamente por sus goles y su pinta, haya caído en el grave error de vestirse como un típico turista para visitar una muestra de motos, no tiene perdón. La camisa floreada y mal abotonada nunca supo que hacer ante la indecisión de su dueño, que jamás supo si ponerla por fuera o por dentro del pantalón. A propósito, el término pantalón es muy generoso. Esa especie de pescador blanco (con la bragueta semi abierta) deja al descubierto un par de…¿zapatillas?, ¿zapatos?, ¿suecos acordonados?. Vaya uno a saber.
Para completarla, un manojo de credenciales que certifica algo concreto: lo menos llamativo de la imagen es la moto.

Ni la abuela se lo hubiese puesto


Verano del ‘92[b] no sólo es un tema de Los Piojos que está hablando de faso También fue una dura etapa en la vida del Cholo Simeone, a pesar de la sonrisa que intenta demostrar lo contrario. Y no es que el yeso en el brazo izquierdo haya significado una tortura. Tampoco sus familiares, cargosos por haberlo extrañado tanto después de un año en Europa. Lo que acosó fatalmente al ex Vélez en aquella época fue la falta de buen gusto, ese sexto sentido que lo llevó a usar esa camisa multicolor y, un tiempito más tarde, un chaleco que nos provoca nauseas de sólo recordarlo.

[/b] [u][b]Se comió todos los amagues y vomitó el buen gusto

[/b][/u]
Mandiyú era un escritorio. No había club ni estructura. Y encima le alquilé la casa al peor tipo de Corrientes, un sinvergüenza de primera categoría que me hizo pasar uno de los momentos más ingratos de mi vida. El club debía pagar el alquiler. Como se atrasó, le dije que me hacía cargo de la deuda, aunque no me correspondía. Para eso debía cobrar el anticipo de mi contrato con el Inter. Salí en camioneta hacia Buenos Aires y me paró la policía. El guacho me había metido un embargo contra la camioneta. Estaba relacionado con la política y quiso ganar chapa conmigo. Pasé una vergüenza bárbara en Curuzú Cuatiá, al entrar en la comisaría. Como el club era un desastre, ni siquiera pedían recibo de lo que pagaban, así que puse hasta la guita que ya le habían pagado. La joda me salió 54.000 dólares. Recuperé la camioneta embargada tres meses después. Y no estaba en la comisaría, ¿eh? La tenía el tipo ése en la casa“, declaró alguna vez Sergio Goycochea en la revista El Gráfico.
Lo que no dijo el caradura es que lo detuvieron por la camisa que llevaba puesta. Y que agradezca que lo largaron.

¿Cuatro meses? la sacaste barata


La pendeja se había encaprichado, quería tener a un jugador de Boca como padrino de su fiesta de quince años. Los padres, que no toleraban ver triste a la nena, hicieron todo lo que tuvieron a mano para cumplirle el deseo. Llamaron a Márcico pero el Beto se excusó diciendo que ese día tenía que hacer un tratamiento para dejar la Coca Cola. Telefonearon a Navarro Montoya, pero en medio de la conversación se cortó la luz y por las dudas no siguieron adelante.
Cuando parecía que el sueño era imposible, a la madre se le prendió una lamparita “¡Ya está, llamemos a Giuntini! Ese seguro agarra por dos mangos

Así fue como lo citaron para un domingo y el rubio aceptó. Despistado como pocos, el defensor no se percató de que ese día jugaba un partido ante Vélez. Para no quedar mal con la familia que lo había contratado, no le dijo nada a sus compañeros y ni bien terminó el match se puso la bermuda rayada, agarró el botinero multicolor y salió rápidamente hacia el salón. Una vez en la puerta, se sacó una foto con la cumpleañera, saludó a un típico fan xeneize y volvió a Liniers para hacer el control antidoping del encuentro que había jugado minutos antes. Cuando llegó se encontró un panorama desolador. El médico no estaba y sus compañeros tampoco. Sólo un ácido plateísta velezano lo vio perdido y le gritó “¡Giuntini, te vas a comer 4 meses de suspensión!“. ¿Por llegar tarde?”, contesto el pelilargo. “No, por vestirte así, hijo e’ puta“.

Para cortarse las venas…con una sevillana


Ya sabemos que al Diego le perdonaban (y le siguen perdonando) cualquier cosa. Pero, ¿nadie le dijo que no hacía falta vestirse íntegramente de lunares? Para quedar bien con la gente de Sevilla hubiese alcanzado con estar más o menos flaco y rendir aceptablemente de la cancha. Pero no, Maradona eligió mutar en una bailarina andaluza y así se mostró ante el Mundo, junto a la pobre Claudia, que no era más que una simple víctima de los lujos del Diez.

El ocaso malla


El campeonato estaba cerca y la alegría era inmensa. La pose relajada de los protagonistas (y hasta dudosa en el caso de Mac Allister) era entendible. Lo que no se puede justificar bajo ningún punto de vista es la malla rosa fluo de Diego Soñora. Si hasta el Beto Carranza, que por aquel entonces todavía conservaba algo de dignidad en su carrera, se animaba a gritarle: “¡Chiche, apagá el short que vas a encandilar al fotógrafo!”.

Vaquero no, jardinero si, croto tal vez…


[b]¿Te agradaría ser modelo?, preguntaba Miguel Pisano, de la revisa El Gráfico, en noviembre de 1990. “Lo veo como un hobby, pero no para dedicarme. Me copa la moda, la ropa informal y toda la onda esta que sale de lo común. No me visto con vaqueros como todo el mundo para sentirme yo mismo. Por eso uso jardineros, bombachas de gaucho y una vincha en el pelo“, respondía Fernando Gamboa.

[u]Re tirado

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Épocas duras para Ricardo Bochini. Recién había abandonado el fútbol y a pesar de su nuevo rol de entrenador, no se animaba a poner un buzo con la sigla DT. Mucho menos lo tentaba la posibilidad de rendirse ante la solemne combinación de saco y corbata.
Obsesionado con un conjunto que ya apareció en esta misma sección, intentó reinventar el concepto de elegancia. No lo logró, está claro. Si hasta Fren parece bien vestido.

El tren del terror


Promediaban los 80’s y un par de jóvenes sin demasiadas esperanzas en el fútbol logran escapar del campo de concentración en plena madrugada. Saltear los controles de seguridad tuvo sus complicaciones. Carlos Tapia salió casi intacto, con su joggin gris y la revista 7 Días en la mano. Su compañero Comitas, en cambio, sufrió la rotura total de sus prendas por parte de los perros asesinos que custodiaban las rejas electrificadas.
Jugados y concientes de que ya no podrían volver, se subieron de polizontes al primer tren que vieron pasar, con tanta mala suerte que abordaron el vagón de carga que llevaba todo tipo de animales. Antes de dirigirse al sector de pasajeros, un Comas tiritante por el frío tuvo un momento de lucidez y le dijo a su socio de huída: “Chino, esperame adentro que en un rato voy“.
A los 10 minutos apareció el hombre de Paraná, con su clásico corte de pelo y un sweater blanco de fabricación artesanal. “¡No sabés lo que me costó esquilar a esa oveja malparida!“, le dijo a su azorado compinche.

Señor, ¿tiene una moneda?


Se ve que en el staff de la revista El Gráfico se había puesto de moda colocar al Beto Márcico contra la pared. ¿Para hacerle preguntas comprometidas? No, para sacarle fotos y escracharlo por la eternidad. Acá lo vemos de veranito, con el Apertura ‘92 en el bolsillo y una vestimenta repudiable, casi de linyera. Camisa floreada y arremangada, jean con dobladillo y alpargatas blancas. Toda la impunidad para alguien que después entraba a la cancha y la rompía.

Orilla lo penoso


Antes de convertirse en una metralladora de anécdotas y frases festejadas hasta el hartazgo por seguidores de risa fácil, el Bambino Veira hizo escuela en eso de ser bufarrón. He aquí una muestra de cómo no hace falta estar bien vestido para que te de bola una mina. En la foto, se lo observa lo más campante junto a su mujer Sonia Pepe, caminando por la playa con una malla impresentable y una camisa mangas largas anudada a la altura del ombligo. ¡Pará de ser tan macho!

Bote la ropa


Ya sabemos. En esas elecciones presidenciales de 1995 mucha gente tomó decisiones equivocadas. Pero no viene al caso ponernos a hablar de política. Lo que indigna es que en su primera fiesta cívica el Lagarto Fleita se haya vestido como un cumbiero noventoso. Si quiso tapar la fealdad de la camisa con ese chaleco le avisamos que obtuvo el efecto adverso. Por suerte tenía cerca el tacho de la basura.

Te caes Redondo


Y después dicen que Fernando Redondo fue un jugador elegante. ¡Terminemos con esa mentira!

El miedo Salta a la vista


Muchachos, saquen del placard la mejor pilcha que tengan porque nos vamos a pedirle una ayudita al prócer de la provincia“, anunció Pedro Guiberguis en las horas previas a la final entre Gimnasia y Tiro de Salta y Central Córdoba de Rosario. Con una camisa arremangada y por encima de una remera de cuello redondo, el volante esperó a que sus compañeros salieran de la habitación del hotel.
Primero apareció Alfredo González, que instantánamente fue felicitado por su pantalón blanco, la campera negra de corderoy y la camisa abierta hasta la altura del pecho. Después fue el turno de Popeye Herrera, que rezongó porque había planeado afeitarse ese día y con el repentino paseo no lo iba poder hacer. Por último, Miguel Amaya apareció en el lobby con su sweater, su jean azul, sus zapatillas con lengüeta hacia arriba, y exclamó: “¡Ya estoy, vámonos!“.
Al llegar al pie del cerro San Bernardo, Amaya le dijo a Guiberguis: “¿Estás seguro de que rezarle a San Martín nos va a traer suerte?“. Enfurecido, Pedrito contestó “¡Animal! Es el monumento a Güemes“. “Y bueno…no puedo ser carilindo e inteligente al mismo tiempo“, remató el Tigre.

Representa la vergüenza


Los roperos del Diego Maradona en los 90’s deben haber tenido más oro que los faraones del Antiguo Egipto. Siempre algo con brillo dorado estaba a la orden del día para ser mostrado con total impunidad. Y no es excepción esta camisa Versace, desagradable por donde se la mire. Sobre todo teniendo en cuenta que estaba por dentro del jean.
Más atrás, tratando de que no lo reconozcan, el empresario Marcos Franchi, de impresentable pijama con dibujitos, observa a su representando. Al final, lo menos llamativo es el bigotón de remera rayada.
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Estampado contra el piso

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Calor, mucho calor en Asunción. Dos niños paraguayos se las rebuscan en la calle vendiendo golosinas. De repente, no pueden creer lo que están viendo. El mismísimo Roberto Perfumo, por entonces DT de Olimpia, está sentado en el cordón de la vereda. Rápidamente deciden abordarlo para sacarle unos pesos pero cuando están a escasos centímetros se detienen. Piensan, reflexionan. El pibe de rojo lo mira bien y le dice a su compañero “pará, no me parece una buena idea. Pobre Mariscal, está en la lona. Se compra las camisas en el mismo lugar donde la señora que pasa por atrás se compra las polleras

[u][b]Una bocha de elegancia

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Ya nos parecía que estaban exagerando. Los hinchas de Racing no son tan violentos. Si alguna vez le perforaron el auto a Miguel Angel Ludueña no fue por haber pasado de La Academia a Independiente. No, Señor. Seguramente lo habrán visto con una malla como la de la foto y se les fue la mano a la hora de hacer justicia. La imagen de El Gráfico corresponde al verano de 1991, cuando El Negro hacía las delicias de sus compañeros del Rojo en la cancha de bochas del hotel Las Nieves de Necochea. Y sobre todo asombraba al chico PiVa, que no podía creer como su colega le había opacado su nuevo short a rayas.

¡Qué Cabeza!


En la misma línea estética de su amigo Ricardo Gareca, el Cabezón Ruggeri también mostró su mal gusto a la hora de elegir camisas. A la seda que ya destilaba oro y grasa en grandes cantidades, le sumó un pantalón verde con la bragueta a medio cerrar. ¡Impecable!

[u][b]Olor a Pata

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Remera blanca con mangas 3/4, el pantalón más feo del mundo y alpargatas negras. Todo eso se lo podemos llegar a disculpar al Conejo Tarantini, pero tener al lado a Pata Villanueva en los 90’s es algo que no tiene perdón de Dios. Digan que atrás se observan bellas reliquias, porque sino esta foto no merecería ser publicada.

De la escuela de Saccardi y Corbatta


Quédense tranquilos que las manchas verdes son producto de una error en la impresión de la revista El Gráfico a principios de los 90’s. Ahora bien, de la indumentaria que lucen los bilardistas entrenadores nadie se puede hacer cargo…ni siquiera ellos.
Vayamos por partes. Humbertito Grondona le pidió prestado el saco gris a su padre y no le importó que le quedara grande. Mucho menos se calentó por ponerse una corbata decente.
Lo de Miguelito Russo se comprende un poco más. Ni soñaba con ser técnico de Boca, recién empezaba como DT y no tenía guita ni para hacerse la dentadura nueva. Por eso, interpretamos, entró a una feria americana con 2 mil australes y se fue chocho con una camisa celeste, un saco marrón y una corbata digna de payaso de circo.

El Chino Volpato es mas digno


Era 1993. El Gallego González, histórico abonado a las juergas del ambiente deportivo y farandulésco, quiso llamar la atención en la fiesta de la editorial Atlántida y no tuvo mejor idea que contrastar el negro de su remera con un saco color mostaza. Grande fue su sorpresa cuando entró al salón y se lo cruzó a Quique Wolff, que mientras se tomaba un trago y sin soltar la caprichosa le advirtió “querido Galleguito, la vida es hermosa, y vos le has dado tantas alegrias a la gente, que me parece inoportuno darte una mala noticia porque no te lo merecés. Pero bueno, alguien te lo tiene que decir. Primero, sos un hijo de puta, no te podés poner ese saco. Y segundo, Miguel del Sel te lo quemó. Igual, no te preocupes, vení que te lo presento y arreglan todo. ¡Que lindo y sano es el fútbol, Gallego!”.
Al final de la noche, el actor y el delantero se miraron y se prometieron una tregua. “La próxima vez yo me visto de La Tota“, dijo el hincha de Unión. “Y yo de Batman“, remató el amigo de Verón.

[b][u]Un provechito en el pecho no quedaría tan feo…

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Los chicos vienen cada vez más despiertos, dicen las abuelas. Y no es mentira. Como ejemplo, vale el prematuro gesto de terror de la pequeña Chiara Mancuso, la hija del ex volante de Vélez, que pese a sus escasos días de vida no puede creer que su padre haya sido tan caradura de ponerse esa camisa.

[u][b]Las 3 G (Gordo, Grasa y Gasalla)

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Al borde de cumplir su sanción por doping, Diego Maradona disfrutaba de sus últimos días como condenado. Aquel junio de 1992 lo mostraba con un pico de hiperactividad, típico de su personalidad. Mientras negociaba su situación contractual con el Nápoli de Ferlaino, también jugaba en Ritmo de La Noche, compraba jugadores como Charles y hasta tenía tiempo para ir a ver “la verdá de la milanesa“, el espectáculo de Antonio Gasalla. Esa noche, en honor al nombre del show, se comió una milanga tan aceitosa como la camisa que llevaba puesta.

Desvestitti


La pretemporada de Boca en 1987 era lo de menos. Lo importante, para César, era descansar físicamente y cultivar su mente con Geografías, el libro de Mario Benedetti.
El microclima de Potrerillos, en la Provincia de Mendoza, debe haber colaborado para que se produjera la postura relajada, es cierto. Pero confiamos en que la decisión de ser fotografiado semi desnudo por la revista El Gráfico surgió de Menotti gracias a su espíritu libre y desprovisto de prejuicios.
De la remera de mangas largas mucho no podemos decir. El protagonismo, por supuesto, se lo roban sus largas piernas que empiezan en las aberturas de ese slip que asoma del shortcito azul y culminan en esas medias 3/4 dentro de las zapatillas nauticas. El placer en estado horizontal. Y no preguntemos que hacía sobre la cama esa toalla de color lila. Cada uno es dueño de sus dichos y esclavo de sus desechos.

Charrúa Grasa II


De tanto en tanto aparece algun futbolista que nos recuerda que no es necesario bucear en los archivos de dos décadas atrás para encontrar mamarrachos. Con revisar el material fotográfico del Sebastián Abreu en los últimos 5 años alcanza y sobra. La vulgaridad del oro habla por si sola, está claro. Podriamos referirnos a Paola, la chica que lo acompaña, pero ella no tiene la culpa.
Lo que no le podemos recriminar al Loco es falta de coherencia. ¡Si hasta el pelo le hace juego con la camisa! La fiesta nacional del dorado, un poroto.

Reíte vos que nos reimos nosotros…


Para los que creen que el hijo de viento comenzó a vestirse de forma extravagante después de sus millonarias transferencias, acá va una prueba de que Claudio Paul Caniggia siempre fue un distinto, dentro y fuera de la cancha.
Con 20 años y apenas 24 partidos en Primera, ya recibía a la revista El Gráfico con una pinta un tanto particular. Camisa estampadísima, muy abierta y por adentro del pantalón. No podemos pasar por alto las mangas cortas con dobladillo. Un genio.
¿El jean? Nevado y a la altura del ombligo, como correspondía para un elegante Malvestitti de 1987.

[u][b]Tirá un sombrero

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Adelantado a su época, Diego Simeone siempre trató de innovar, dentro y fuera de la cancha. En cuanto a vestimenta ha dado sobradas muestrasde un mal gusto típico de un argentino disfrazado de europeo. Los años en el exterior le sirvieron para probar de todo un poco. Incluso accesorios para su duro marote, artífice de varios goles decisivos. La foto lo muestra al actual técnico de Estudiantes de La Plata con un sombrero de neto corte mafioso.
Está bien, ya sabemos que te levantaste a una minita hermosa. ¿Hace falta mostrar que aún poniéndote cualquier cosa está muerta con vos?. No, Cholito. ¡Eso es una provocación!

Para vestirse, un burro!


Ariel Ortega se crió en la humildad de su Ledesma natal, pero a partir de su talento y desenfado logró llegar a ser una figura mundial. En sus primeros años fue encandilado por las luces de la gran ciudad, cuestión que continúa hasta el día de hoy.
Subido a un taxi tras llegar a Retiro o Aeroparque, el Burro fue escrachado con una camisa auténticamente noventosa.
Ese mix de poliester y vaquero (?) fue una de las modas más nefastas de la década. Del celeste clarito no hay nada que reprochar, pero la parte roja con pintitas hasta da verguenza ajena.
Todo ello, acompañado por una cara hinchada (tres talles más grande) por el sueño aunque las malas lenguas lo asocien a la ingesta de liquídos para adultos.

[u][b]Decilo Enzo, Decilo!!!

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Si existe alguien con poca onda, ese es Enzo Francescoli, aunque en esta oportunidad intentó lookearse como un joven más…onda Claudio Caniggia a quien aquí saluda.
Lo cierto es que el chaleco de nobuk no sólo se llevó todas las miradas aquella noche, sino que aún hoy recibe los aplausos.
Y si bien la foto no lo muestra, no sería extraño que el uruguayo este acompañado con un chicle al cual mastica en forma grosera. Que glamour Príncipe!!

Gente esto me lo paso un amigo, y no se si ya lo postearon antes, pero la verdad me cagué de risa con varias fotos y con algunos comentarios del chabon q lo creó…jeje

La moda de transición de los '90s entre los '80 y el siglo XXI…mamita!! jaja

Si tienen otras fotos parecidas de ex jugadores o DTs, posteenlas…y si el thread se repite, cierren…

Si el cholo viera esa foto…:twisted:

Saludos.-
[b]
Navarro Montoya motoquero

Como se nota que Navarro Montoya comenzó a hacer plata con su pase a Boca e inicialmente no supo que hacer con ella. Por eso, es que apareció con este pedazo de moto pero previo a ello se compró un vestuario acorde.
Las gafas son un buen recurso y también una solución para tapar su cara, mientras que lo de la campera es sencillamente de otro planeta…el de los simios.
Y falta el jean, en esa época llamado vaquero, que por su color no dice nada, pero si lo imaginamos ajustado por arriba del ombligo como los suele usar el “Mono”, estamos en presencia de un auténtico mamarracho.
La pregunta que surge es inmediata, ¿la habrá vendido cuando llegó Bilardo?

Mohamed Fluor

Que mejor que inaugurar esta sección con el gran “Turco” Mohamed, un delantero glamouroso que supo romper corazones en los inicios de la década del ‘90 aprovechando sus encantos pero también la explosión de aquellos colores fluor, que con tanta insitencia se impusieron en la moda argentina.
En la foto se lo puede apreciar con una camisa de estampado bastante particular, acompañado con un “chuflín” rosa completando esos peinados mitad atado y mitad suelto que popularizó Fernando Gamboa.

Vivalda increíble

Con este fantástico look del arquero Alberto Vivalda, se abre una sub-sección, la de la moda dentro del campo de juego.
Obviamente que a los nro 1 les resulta más fácil, pero en esta se pasó de mambo. La gorra para atrás marca lo innecesario de la misma, porque si el motivo era sujetarse el pelo, o bien resulta más cómodo una vincha o un buen tijeretazo. El buzo bicolor y la publicidad delatan los ‘80, y que decir del pantalón de Platense, que además de corto, no combina en nada con el resto de la indumentaria. Menos aún los guantes, que podría tratarse de unos ¿Eneve?
Según diseñadores, esta era la moda surfer de la época…por dios.

Amato ¿disfrazado?

Lindo vestuario presentó el Gaby Amato, otro de los “chicos fashion” de los ‘90. En esta oportunidad, recién llegado a Boca, se animó a posar para una desaparecida revista. El cóctel fue con el pelo mojado y suelto, una camisa similar a un empapelado de pared y el desesperante jean amarillo patito.
Pero eso no es todo, el detalle es el reloj verde fluor y una pulcera amarilla como acompañante. Según trascendidos, venía de una fiesta de disfraces.

Los bañeros más locos del mundo

Que imagen más bizarra por dios!! Balneario 12 de Mar del Plata, el preferido de los futbolistas de antes. Un fotógrafo reunió a los que por allí pasaban, armó la producción y salió esto.
Arriba del todo, Oscar Acosta, con malla arremangada, en cuero, con medias y pañuelo en la cabeza haciendo las veces de líder. Abajo a la derecha, Oscar Craviotto con pocas ganas de vivir y con remera manga larga!!! Y que decir de Gerardo Meijide con pantalón rosa mostrando su nuevo peinado.
Pero el que se lleva la catarata de apalusos es el “Puma” Rodríguez, al que vale describir por completo. Un pelo interesante, corto arriba con mechas bien largas como usaba Comitas haciendo juego con una panza de no creer, en la que se aprecian no los abdominales sino abobinables. Y en los pies, para finalizar, zapatillas con medias bien estiradas…y 35º de tempratura.
¿Las chicas? Agradecidas.

Bambi veraniego

Belleza !! Veira es un auténtico galán del fútbol argentino y como tal, debe alimentar esa fama. En esta oportunidad, disfrutando el calor del verano, apareció vestido como un adolescente, aunque la gorra seguramente se debió a que aún no se había dado “un toque relampagueante nene!!”.
Lamentablemente no se le ven los pies, pero quizás haya estado usando las ojotas que él mismo fabricaba.

El Tiburón muestra el tiburón

Los repetidos títulos de River no apagaron la euforia de sus jugadores, y las fotos de vestuarios siempre resultaron aportes interesantes para esta sección.
En cada vuelta olímpica supimos ver a jugadores despojados de sus vestimentas y quedando sólo en slip, pero siempre existen algunas sorpresas.
En esta ocasión, Guillermo Rivarola dio que hablar con este boxer de Bugs Bunny, pero lo curioso es que se logra ver perfectamente el vello pubiano.

GoycocheTa

Qué poco ha quedado con respecto al Goycochea actual, que lleva una onda juvenil e informal, comparado con el jóven de la foto que hacía sus primeras armas en la primera división de River Plate.
No se trata de un partido de golf ni de una fiesta de carnaval, sino de una tarde más del atajapenales.
La camisa blanca no sería para criticar, salvo que tiene cerrado hasta el último botón sin corbata o moño. A su vez, el sobretodo es apenas un detalle comparado al terrible pantalón cuadriculado por encima del ombligo haciendo muy poco juego con esos zapatos marrones con flecos.
En fin, el Vasco siempre fue un dandy, o al menos lo intentaba.

Cambiasso de ropa

En 1996 y con sólo 15 años, Esteban Cambiasso fue transferido al Real Madrid. En el paquete, estaba incluído su hermano Nicolás, arquero. Lo cierto es que algún asesor les aconsejó vestir de etiqueta, por lo que se aparecieron en Ezeiza no sólo peinados y con anteojos, sino vestidos de trajes, prenda que seguramente usaron por primera vez.
Pero lo curioso, además de la “facha”, es que si se observa bien, el saco del “Cuchu” debería ir con el pantalón de su hermano y viceversa.
Claro, así caemos en el chiste fácil de “cambiasso” de ropa.

La camisa del ex-Tachero

Poniéndonos a tono con el Mundial, que mejor que homenajear José Néstor Pekerman, el entrenador de la selección Argentina. Seguramente desde 1995 hasta aquí, habrá mejorado su vestuario a partir de sueldos más abultados. Sin embargo, no hay que renegar ni olvidar a los orígenes.
De la camisa un tanto psicodélica no hay mucho que aclarar, es impresentable, y más aún con la remera abajo ¿para tapar los pelos?
Y que decir del cinturón, que debe ser como aquellos elásticos que ya no se consiguen.
Pero a la foto le falta algo…el taxi al lado.

La de Brasil no, pero ésta si

¿Cuántas veces oímos por parte del mismísimo Oscar Ruggeri, que jamás se pondría la camiseta de Brasil? Bueno, hay cosas mucho más graves como esta que viste con “elegancia” el Cabezón, que no se logra apreciar si se trata de manzanas, cerezas o ciruelas. Lo único claro, es que es tan fea como una patada de las que él solía dar…y más aún metida dentro del pantalón.

Tengo la camisa fea

El mundial se acerca y que mejor que homenajear al máximo referente de la selección Argentina.
Cuando se observan fotos de Ayala, pareciera que antes era un treinton, y en la actualidad, con corte moderno y pelo más largo y planchado, vemos a un joven futbolista.
Así al menos lo refleja esta fotografía, con una camisa que no merece comentarios.

Belleza americana

Si algo no lograron estos tres ganadores (?) de nuestra selección, es pasar desapercibidos. En pleno Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, salieron de paseo por el downtown y decidieron adoptar la moda del lugar, trantando de parecer nativos. No tanto Pablo Cavallero, pero si el “Piojo” López y “La Bruja” Verón, con sus gorras de baseball para atrás y camperita universitaria, hicieron facha por alguna peatonal.
Si! en pleno auge menemista.

Maradona camisa multicolor

En 1993, Maradona llegó a Rosario para concretar su tan esperado regreso al fútbol . Ni bien llegó al aeropuerto se pudo observar la llamativa camisa que llevaba puesta. También la mostró cuando saludó al Tata Martino. Un rejunte de colores impresionante.

Perdido como el Turco…

Finalmente llegó el turno del Turco García, quien será un abonado en esta sección. Además de su pelo batido, antigua nariz y su felina y riojana compañía, hay que resaltar su vestuario.
La remera lila no es fea ni grotesca, pero combinarla con una campera de cuero y para colmo con flecos, da para replantearse algunas cosas frente al placard y sobre todo al espejo.
¿Y de Zuelmita que se puede decir? Que también merece un desaprobado, porque esta foto fue tomada en una reconocida discoteca y ponerse un buzo para salir de noche es tener menos onda que flequillo de coreano.

Que lindo que es estar en Mar del Plata

Continuando con la temporada de verano, parece que este grupo también adoptó la moda de usar zapatillas y medias en la playa.
A la izquierda podemos ver a un sexy Fernando Batista, con su malla rosa y la remera atada dejándose el ombligo o pupo, al aire.
Los otros dos - Leo Rodríguez y Alejandro Mancuso - con sus pelos al viento, optaron por atárselos con vinchas o gorritas un tanto afeminadas y asimismo, decidieron no sacarse los pantalones de fútbol ni siquiera en la costa.
Sin embargo, a pesar de tanto glamour, no se aprecian muchas señoritas por los alrededores, salvo una en el fondo.
Si fueses mujer, ¿a cual de estos tres le harías marca personal?

Beach boys

¡Pero que locos Oscar Acosta y Daniel Delfino en las playas marplatenses! El primero, con jogging, gorra para atrás y una especie de vendas en sus pies…un cóctel explosivo para este pelado con pelo largo.
Y que decir de su compañero, en plena arena, con zapatillas, malla fucsia y gorrita con colores vistosos. ¿Y la remera? Pues como debe ser, bien metida adentro y con estampado “Volley”…bien a la moda.

Que Indio!!

Efectivamente el paso de Tiro Federal por la primera división del fútbol argentino dio para todo y esta foto bien lo refleja.
El entrenador en cuestión es Jorge Solari, quien ante la falta de una campera de la marca que vestía a su club, optó por ponerse el buzo encima de la camisa…y debajo del traje. Todo un dandy, representando a una familia con mucho glamour.

Subí que te llevo

En el mundo del fútbol se insiste y se duda sobre las inclinaciones sexuales del gran arquero Luis Alberto Islas. Inclusive, hay quienes dan por sentado su inclinación hacia el sexo masculino y lo intentan demostrar a través de distintas fotos.
En este caso, si bien podríamos remitirnos a la situación dudosa de llevar a Miguel Ludueña a caballito cual pareja adolescente, nos detendremos en su vestuario.
Podemos apreciar el pantalón bermuda corta por encima del ombligo a lo Navarro Montoya con colores rosa y azul bien combinados con la chomba turquesa y un cinturón negro haciendo poco juego. Bien por Luis, un dandy…una reina!

No Mono, no!!

Ya todos conocen al ex arquero de la selección Argentina, Germán Adrián Ramón Burgos, productor, cantante, líder y hasta cadete de “The Garb”, la banda que con sus iniciales se encarga de hacer sonar una especie rock and roll complementado con blues, mejor dicho “rocanrol de la reputa madre que lo parió” como lo define el mismo Mono.
Sus aires de rebeldía y rock-star surgieron en su adolescencia, pero jugando para Ferro y aún sin un nombre, poco se animaba a mostrarse. Sin embargo, la transferencia a River Plate, los títulos y el arco albiceleste le sacaron los miedos y minimizaron su verguenza.
Con el tiempo se transformó en personaje, y como lo refleja la fotografía, comenzó a convertirse en un provocador.
En la oportunidad, no tuvo mejor idea que calzarse esa remera de Chucky que pretendiendo ser diabólica resulta sinceramente espantosa. Más aún si se la pone dentro del pantalón y la acompaña con un cinturón con hebilla exagerada.
Puede ser que sea perturbadora, original y hasta chocante, pero de ninguna manera rocker.

Si Corbatta viviera, moriría de nuevo

Si algo no aprendieron estos tres en el Instituto Privado River Plate fue a vestirse, o al menos, de jóvenes, equivocaron el camino.
En esta fiesta de un campeonato, los ilustres Facundo Villalba, Pablo Lavallén y Matías Almeyda parecen haber hecho una de esas típicas llamadas femeninas en las que se preguntan ¿qué te vas a poner?
Lo cierto es que aparecieron idénticos de la mano de sus mujeres, con esa poca glamorosa mezcla de saco, jean y corbata estampada con algún inocente dibujo de Disney o alguna personalidad hollywoodense.
Vale aclarar que la señorita que acompaña al Pelado nacido en Azul fue su primera mujer, a la que abandonó por la ex notera del programa Teleshow”.

Afrancesado

Ya todos conocemos al nuevo Marcelo Gallardo, que desde su llegada de Mónaco, de muñeco pasó a muñequita. Sabemos que araña, que se dejó el pelo largo y se lo plancha…hasta lo vemos “chinchuda” cuando le pegan durante el partido.
Pero si algo faltaba para despejar dudas sobre la nueva vida del 10, acá está la prueba. ¿A quién espera? ¿Se sentará en los conitos? Eso si, que ordinario echarse un barro en el tacho Valot.

NEFFAsto

Si algo causa envidia de Paraguay es la posibilidad que tienen de acceder a autos importantes y lujosos, sin tener en cuenta si carecen de producción propia y la libertad impositiva.
Es por ese tipo de cosas que un jugador como Gustavo Neffa, ex Unión y Boca Juniors, llegó a tener el mismo “carro” que Diego Maradona.
Pero el guaraní no se conformó con eso y aceptó posar para una revista deportiva un tanto desprestigiada en la actualidad.
Se calzó el saco con jean claritos y una de esas corbatas que antes caían simpáticas pero ahora son horribles. Y para seguir con la ostentación, optó por hacerse el canchero sentado en el capot y no con un perro sino con dos. ¡¡Curepí!!

Carnaval toda la vida

Foto archi conocida, pero no por ello como para dejar de postearla.
Héctor Rodolfo Veira y Américo Rubén Gallego pretendían ser los dandys de la época, mejor llamado “ranas”, aunque nunca lo lograrían. Y menos con una ropa así.
El pantalón del Bambino se parece más al de un heladero, enfermero o estudiante de odontología. Y que decir de esa camisa extraída de un sillón, cortina o mantel que bien podría usar Piñón Fijo o Manu Chao.
En el caso del Tolo, el tema es más sobrio, porque esa remera en la actualidad garpa muchísimo y la cadena de oro es apenas un detalle.
Pero lo que realmente se lleva todos los aplausos es el aquel estilo de póster del mono comiendo banana en el inodoro con la camiseta de algún cuadro, que además de ser bien grasa, jamás debería estar colgado en un comedor o living y mucho menos torcido y con una boina al lado!!
Belleza, belleza!!

Yo seré grasún…

Épica producción de este trío de jóvenes futbolistas que a su buen rendimiento en la cancha y la convocatoria de Basile, le agregaron un toque de distinción fuera de la actividad.
De izquierda a derecha se puede observar a un Fernando Gamboa sufrido, debido al corte de luz de su domicilio que lo obligó a tomar lo primero que tenía a mano, mezclando a un gaucho afrancesado (alpargatas y bombacha, pero arremangada) con un vendedor ambulante de colectivos, de chaleco y camisa floreada…y reloj amarillo.
A su lado, José Luis Villarreal, con un tono más clásico peinado a lo pastor Giménez y pose ganadora. Remera de vestir dentro del pantalón Jordache (?) con un fino cinturón marrón y el obvio detalle de las lenguas de las zapatillas fuera del pantalón.
Y por último, el mítico Antonio Mohamed con un jardinero gastado con ¡tiradores!, pulseras, relojes y vinchas flúo acompañados por una cámara de fotos que habrá retratado más de un día en la vida de estos dandys y que seguramente habrá usado Villita, porque si aparecía en escena la arruinaba.

El arte de la combinación

Estaba al caer el homenaje a Rubén Darío Insúa que en apenas una temporada en Ferro y otra en San Lorenzo, dejó un grato recuerdo en sus banquillos imponiendo todo un estilo…pero de vestimenta, no futbolístico.
Qué una persona combine de la forma en que se puede apreciar en las fotos preocupa, pero también intriga como hizo para ganarse a su voluptuosa mujer, que lo acompaña desde sus días de jugador.
De la primera imagen nada se puede decir del saco, pero se asoma una remera complicada, que no queda linda ni de pijama. En segundo orden, aquella camisa naranja con corbatín que ni siquiera se puede justificar con que haya servido de cábala para ganar la Copa Sudamericana. Y por último, el jean rojo y con mocasines, nada más antiguo y atemporal.
Desde ya, hacemos un llamado a la solidaridad a aquellas personas que puedan aportar fotos del personaje en los ‘90, que esas sí, pueden dar mucho que hablar.

Pero Ki lindo!!

Aprovechando la vuelta del Kily González al fútbol argentino, que mejor que hacerle un pequeño homenaje.
Iniciando su camino europeo, con influencias maradonianas y en pleno estado de adaptación, pretendió ser elegante pero informal, pero no logró ni una cosa ni la otra.
El mix de el saco gris a rayas con una remera floreada no tiene combinación alguna, y para colmo la cara no la ayuda.
La intriga quedará entonces en que pantalón tenía y que le dijeron cuando lo vieron así.
Sensible

No le queda fea la ropa a Claudio Cabrera, quizás un poco el detalle de las zapatillas, pero saca una sonrisa porque estamos hablando de un jugador de fútbol.
Algunos escuchan cumbia y se animan a cantar, otros se arriesgan con acordes de guitarra, pero calzarse unos anteojos y agarrar un saxo no es para cualquiera.
Por todo eso, por sus pelos al viento y las tribunas de maderas, vale este humilde cumplido. Tiembla Armstrong!

Choto el chaleco, Cholo

Parece ser que en Europa se visten diferente, y que algunos se van a jugar allá y se refinan.
Pero una cosa es vestirse de etiqueta y otra totalmente distinta es creer, como en este caso, Diego Simeone, que ponerse ropa de realeza eleva el status.
Ya la dijo el Indio, el lujo es vulgaridad…y en este caso mamarracho.

Metió la Zapata

Siempre se dijo que Gustavo Zapata junto a Leonardo Astrada formaban una dupla de gran marca. Pero el volante lo que no marca es tendencia.
A su evidente chuequera no tuvo mejor idea que decorarla de manera poco sutil. La chomba de empapelado con cuello de otro color y exageradamente abierta es de por sí muy desagradable.
Pero más aún lo es si va metida dentro del pantalón y en combinación con ese calzado Adidas de canje con las lenguas estiradas y por fuera del en ese entonces, vaquero.
Una sabia frase asegura que “la moda incomoda”, y cuanta razón tiene.
Pero eso no es todo. ¡Pobre nene! Se dice que los hijos son la mayoría de las veces moldes de sus padres y hoy siendo un adolescente… ¿cómo andará empilchado?

Por los pasillos de la villa se comenta…

A las prendas de Antonio Barijho por separado no se las puede criticar, aunque ver a un futbolista profesional con la camiseta de algún equipo suele ser bastante extraño, más aún si no es una producción por una transacción.
Pero el corte de pelo, la cara y el que viene caminando atrás con calzas y bolsas dan que hablar.
El paisaje también, con piletones naturales y llanura, aunque es la muestra de una realidad. Un Chipi aún no civilizado, después llegó Bianchi con sus jaulas, lo encerró y lo llevó a la ciudad.

Sánchez y el taxi invertido

Si algún integrante de la escenografía del fútbol debe mantener su perfil sobrio, ese es el árbitro. Si bien en los últimos años los jueces se han alejado un poco del inalterable negro luto que los supo identificar, la profesión que ejercen aún es una de las pocas que prefiere lo formal a lo extravagante. Y hay razones, por supuesto. No impondría demasiado respeto un referí enfundado en una camiseta multicolor con un mono manejando un camión estampado en el pecho.
Sin embargo, a Ángel Sánchez poco le importó el qué dirán y para dirigir un partido entre Racing e Independiente, en el verano de 2005, decidió hacer vanguardia. A su clásica chomba negra con ribetes naranja fluo (he aquí la primera incongruencia), le sumó unos alarmantes pantalones amarillos con medias al tono que completaban el conjunto. Duelen los ojos. Para roja directa.

Fabián singing in the rain

El fallecido árbitro Fabián Madorrán no sólo nos dejó algunos malos y polémicos desempeños, sino también el cantito con las letras de Boca Juniors y esta destacada postal.
Ya vestido para saltar al campo, optó por salir a ver y analizar si el césped se hallaba apto para disputar el juego y para ello, se puso ropa para la ocasión.
El sobretodo y el paraguas encima de la ropa de juez, ameritaba este sencillo homenaje…y también una gran expulsión.

Aflojá el cogote, bigote

La saludable aparición de Roberto Ayala en la escena nacional provocó una producción de la revista El Gráfico, en 1992, con los mejores marcadores centrales surgidos en Ferro Carril Oeste. La idea del fotógrafo, la de retratar ese momento en la utilería del club con los jugadores sosteniendo una camiseta, fue finalmente lo que terminó salvando al Ratón de una vergüenza mayor. La casaca verdolaga tapó acertadamente la camisita floreada que había elegido para la ocasión. Quien no se salvó del escrache noventoso fue nuestro abanderado, Sergio Vázquez, que para diferenciarse del estilo sobrio y parco de Héctor Cúper, eligió una camisa multicolor que hoy en día nadie se pondría ni siquiera para pagar una apuesta. Encima la usó con el cuello bien cerrado. Fea, muy fea. Pero el bigote todo lo perdona.

Mohamed Lennon

Queda claro que el Turco Mohamed debería tener un carnet de socio vitalicio de esta sección. Genio y figura durante la época de las vinchas, las colitas, las pulseras y las calzas fluo, no dejó accesorio por conocer…y mostrar. En esta ocasión, lo vemos al ex delantero de Huracán con jardinero de jean azul combinado con blanco y unos tiradores al tono que enmarcan el chivo bien grande de Soho, la marca de la remera. Completan el cuadro y le dan vida a la gloriosa imagen, dos artículos de primera necesidad en la casa de cualquier vanguardista que se preciara de tal a principios de los 90’s: unas gafas oscuras a lo John Lennon y una gorra a lunares, como para descontracturar un poco la formalidad del conjunto. Delicioso, Turquito. ¡Gracias por existir!

¡Ya estás Grande, che!

En su momento más rolling stone, allá por 1995, Andrés Grande se dio todos los gustos habidos y por haber para un pibe de su edad. El título de Campeón del Mundo obtenido con la selección Sub 20 no debe significar nada en su vida, si lo comparamos con la remera que alguna vez habrá comprado creyendo que tenía mucha onda y que mostró en una producción fotográfica de la revista Goles que lo promocionaba como una gran promesa, junto a Mariano Juan, Federico Domínguez y Germán Arangio. La prenda, ceñida por demás y estampada con decenas de cabezas de Mickey Mouse,debería formar parte de algún museo de la ridiculez yanqui-argentina o algo por el estilo. A su vez, Andrés acompañó la remera con unos jeans elastizados en color negro y las infaltables zapatillas blancas de lona que a esta altura, vale aclarar, casi las observamos como un accesorio de distinción.


Rosa…lo homosexual

Sería impensado para el fútbol actual que el arquero sub campeón del Mundo (con gran trascendencia, además) termine jugando dos años después en la liga paraguaya. Eso ocurrió con Sergio Goycoechea en 1992, cuando resignó algo de prestigio y luego de un paso por el Brest de Francia firmó para Cerro Porteño.
Convencido de que su estilo europeo enamoraría al nuevo público, se despachó durante las primeras semanas con un atuendo para la historia. Camisa ancha y floreada adentro de una bermuda muy ajustada…¡¡¡y rosa!!!
Del tiro mejor no decimos nada. Se nota que para calcular la altura de la cintura usaba el mismo criterio que tenía a la hora de cortar un centro.

¡Me-diás repugnancia!

A Navarro Montoya se le criticó su pantalones por encima del ombligo, su vestuario exagerado, el buzo del camioncito y con short, sus declaraciones vende humo y hasta su autobombo para integrar la Selección.
Y haciendo leña del árbol caído, vale aprovechar esta foto vestido de jugador con esas medias, símil papel de golosina, para seguir dándole.

Bambino y su campera galáctica

En la plenitud de los 70’s nadie desprendió tanto glamour como Héctor Rodolfo Veira, eterno paladín de la moda extravagante, dentro y fuera de la cancha. Y cuando decimos “fuera” también hablamos de otros ámbitos bien distintos al fútbol. El Bambino tuvo tiempo de todo en su vida, incluso para recorrer los camarines de las obras teatrales más convocantes de la noche porteña y codearse con las figuras de la época. En la foto, lleva puesto uno de sus caballitos de batalla, un pantalón blanco narcotraficante, con una camperita celeste bien abierta que deja ver su masculinidad pectoral. Completan la escena, un peinado beatle, un colgante, un Jorge Martínez y una rubia que lo desborda por todos lados.

Vergüenza al Costo

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Es cierto, se trata de una producción fotográfica. Pero en este caso no hubo disfraces de Batman o Robocop para caricaturizar a los protagonistas. La idea de la revista El Gráfico era simple: colocar a tres jugadores de River en la “vidriera del fútbol“. Nada más que eso.
La falta de buen gusto, hay que aclarar, fue pura y exclusivamente de Sergio Goycochea, Nelson Gutiérrez; y en menor medida de Pipo Gorosito, que mira a su compañero uruguayo sin salir de su asombro.

La Mary Poppins del Parque


Hay que ser bien macho para salir en una revista fútbol con adilets, shorcito blanco, remera violeta, vincha rosa y paraguas rojinegro. ¿O no? Ahora lo llamamos a Gamboa y le preguntamos.

La Máxima de García


[b]No va a pasar nunca. Es muy difícil. A lo mejor ocurre en algún momento, pero sería un milagro. Se tendrían que dar muchas cosas al mismo tiempo. Sería una casualidad. Nunca va a suceder, pero si algún día una persona te para por la calle y te pide que le resumas la década del ‘90 con una imagen, sacá esta foto de tu bolsillo y salí corriendo. Say no more.

Se le subió la Mostaza

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¿Quién dijo que Reinaldo Carlos Merlo siempre repite la misma camisa? ¿Dónde están los que calificaban a Mostaza de conservador, aburrido y poco jugado?
Esta foto desmiente todo aquello, ya que el otrora volante central de River se tiró toda la pilcha encima.
A sus largas y contemporáneas patillas le agregó una buena polera, un saco al tono y…unos pantalones rojos oxford más exagerados que bolsillo de payaso.
Está bien que el “rubio” tenía dos macetas como piernas, pero tampoco como para ponerse una carpa encima.
La intriga quedará entonces en su calzado…aunque algunas lenguas dicen que se gastó el pie derecho pegando y que el izquierdo todavía lo tiene el 10 rival.

Cuando el fluo no alcanza


No hace falta explicar demasiado. Con ustedes, las noventosas calzas cuadriculadas de Turco Mohamed. Los calificativos sobran.

¿Quién te viste, Irina?


Facha y elegancia no son sinónimos. Que Gabriel Batistuta, un tipo reconocido históricamente por sus goles y su pinta, haya caído en el grave error de vestirse como un típico turista para visitar una muestra de motos, no tiene perdón. La camisa floreada y mal abotonada nunca supo que hacer ante la indecisión de su dueño, que jamás supo si ponerla por fuera o por dentro del pantalón. A propósito, el término pantalón es muy generoso. Esa especie de pescador blanco (con la bragueta semi abierta) deja al descubierto un par de…¿zapatillas?, ¿zapatos?, ¿suecos acordonados?. Vaya uno a saber.
Para completarla, un manojo de credenciales que certifica algo concreto: lo menos llamativo de la imagen es la moto.

Ni la abuela se lo hubiese puesto


Verano del ‘92[b] no sólo es un tema de Los Piojos que está hablando de faso También fue una dura etapa en la vida del Cholo Simeone, a pesar de la sonrisa que intenta demostrar lo contrario. Y no es que el yeso en el brazo izquierdo haya significado una tortura. Tampoco sus familiares, cargosos por haberlo extrañado tanto después de un año en Europa. Lo que acosó fatalmente al ex Vélez en aquella época fue la falta de buen gusto, ese sexto sentido que lo llevó a usar esa camisa multicolor y, un tiempito más tarde, un chaleco que nos provoca nauseas de sólo recordarlo.

[/b] [u][b]Se comió todos los amagues y vomitó el buen gusto

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Mandiyú era un escritorio. No había club ni estructura. Y encima le alquilé la casa al peor tipo de Corrientes, un sinvergüenza de primera categoría que me hizo pasar uno de los momentos más ingratos de mi vida. El club debía pagar el alquiler. Como se atrasó, le dije que me hacía cargo de la deuda, aunque no me correspondía. Para eso debía cobrar el anticipo de mi contrato con el Inter. Salí en camioneta hacia Buenos Aires y me paró la policía. El guacho me había metido un embargo contra la camioneta. Estaba relacionado con la política y quiso ganar chapa conmigo. Pasé una vergüenza bárbara en Curuzú Cuatiá, al entrar en la comisaría. Como el club era un desastre, ni siquiera pedían recibo de lo que pagaban, así que puse hasta la guita que ya le habían pagado. La joda me salió 54.000 dólares. Recuperé la camioneta embargada tres meses después. Y no estaba en la comisaría, ¿eh? La tenía el tipo ése en la casa“, declaró alguna vez Sergio Goycochea en la revista El Gráfico.
Lo que no dijo el caradura es que lo detuvieron por la camisa que llevaba puesta. Y que agradezca que lo largaron.

¿Cuatro meses? la sacaste barata


La pendeja se había encaprichado, quería tener a un jugador de Boca como padrino de su fiesta de quince años. Los padres, que no toleraban ver triste a la nena, hicieron todo lo que tuvieron a mano para cumplirle el deseo. Llamaron a Márcico pero el Beto se excusó diciendo que ese día tenía que hacer un tratamiento para dejar la Coca Cola. Telefonearon a Navarro Montoya, pero en medio de la conversación se cortó la luz y por las dudas no siguieron adelante.
Cuando parecía que el sueño era imposible, a la madre se le prendió una lamparita “¡Ya está, llamemos a Giuntini! Ese seguro agarra por dos mangos

Así fue como lo citaron para un domingo y el rubio aceptó. Despistado como pocos, el defensor no se percató de que ese día jugaba un partido ante Vélez. Para no quedar mal con la familia que lo había contratado, no le dijo nada a sus compañeros y ni bien terminó el match se puso la bermuda rayada, agarró el botinero multicolor y salió rápidamente hacia el salón. Una vez en la puerta, se sacó una foto con la cumpleañera, saludó a un típico fan xeneize y volvió a Liniers para hacer el control antidoping del encuentro que había jugado minutos antes. Cuando llegó se encontró un panorama desolador. El médico no estaba y sus compañeros tampoco. Sólo un ácido plateísta velezano lo vio perdido y le gritó “¡Giuntini, te vas a comer 4 meses de suspensión!“. ¿Por llegar tarde?”, contesto el pelilargo. “No, por vestirte así, hijo e’ puta“.

Para cortarse las venas…con una sevillana


Ya sabemos que al Diego le perdonaban (y le siguen perdonando) cualquier cosa. Pero, ¿nadie le dijo que no hacía falta vestirse íntegramente de lunares? Para quedar bien con la gente de Sevilla hubiese alcanzado con estar más o menos flaco y rendir aceptablemente de la cancha. Pero no, Maradona eligió mutar en una bailarina andaluza y así se mostró ante el Mundo, junto a la pobre Claudia, que no era más que una simple víctima de los lujos del Diez.

El ocaso malla


El campeonato estaba cerca y la alegría era inmensa. La pose relajada de los protagonistas (y hasta dudosa en el caso de Mac Allister) era entendible. Lo que no se puede justificar bajo ningún punto de vista es la malla rosa fluo de Diego Soñora. Si hasta el Beto Carranza, que por aquel entonces todavía conservaba algo de dignidad en su carrera, se animaba a gritarle: “¡Chiche, apagá el short que vas a encandilar al fotógrafo!”.

Vaquero no, jardinero si, croto tal vez…


[b]¿Te agradaría ser modelo?, preguntaba Miguel Pisano, de la revisa El Gráfico, en noviembre de 1990. “Lo veo como un hobby, pero no para dedicarme. Me copa la moda, la ropa informal y toda la onda esta que sale de lo común. No me visto con vaqueros como todo el mundo para sentirme yo mismo. Por eso uso jardineros, bombachas de gaucho y una vincha en el pelo“, respondía Fernando Gamboa.

[u]Re tirado

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Épocas duras para Ricardo Bochini. Recién había abandonado el fútbol y a pesar de su nuevo rol de entrenador, no se animaba a poner un buzo con la sigla DT. Mucho menos lo tentaba la posibilidad de rendirse ante la solemne combinación de saco y corbata.
Obsesionado con un conjunto que ya apareció en esta misma sección, intentó reinventar el concepto de elegancia. No lo logró, está claro. Si hasta Fren parece bien vestido.

El tren del terror


Promediaban los 80’s y un par de jóvenes sin demasiadas esperanzas en el fútbol logran escapar del campo de concentración en plena madrugada. Saltear los controles de seguridad tuvo sus complicaciones. Carlos Tapia salió casi intacto, con su joggin gris y la revista 7 Días en la mano. Su compañero Comitas, en cambio, sufrió la rotura total de sus prendas por parte de los perros asesinos que custodiaban las rejas electrificadas.
Jugados y concientes de que ya no podrían volver, se subieron de polizontes al primer tren que vieron pasar, con tanta mala suerte que abordaron el vagón de carga que llevaba todo tipo de animales. Antes de dirigirse al sector de pasajeros, un Comas tiritante por el frío tuvo un momento de lucidez y le dijo a su socio de huída: “Chino, esperame adentro que en un rato voy“.
A los 10 minutos apareció el hombre de Paraná, con su clásico corte de pelo y un sweater blanco de fabricación artesanal. “¡No sabés lo que me costó esquilar a esa oveja malparida!“, le dijo a su azorado compinche.

Señor, ¿tiene una moneda?


Se ve que en el staff de la revista El Gráfico se había puesto de moda colocar al Beto Márcico contra la pared. ¿Para hacerle preguntas comprometidas? No, para sacarle fotos y escracharlo por la eternidad. Acá lo vemos de veranito, con el Apertura ‘92 en el bolsillo y una vestimenta repudiable, casi de linyera. Camisa floreada y arremangada, jean con dobladillo y alpargatas blancas. Toda la impunidad para alguien que después entraba a la cancha y la rompía.

Orilla lo penoso


Antes de convertirse en una metralladora de anécdotas y frases festejadas hasta el hartazgo por seguidores de risa fácil, el Bambino Veira hizo escuela en eso de ser bufarrón. He aquí una muestra de cómo no hace falta estar bien vestido para que te de bola una mina. En la foto, se lo observa lo más campante junto a su mujer Sonia Pepe, caminando por la playa con una malla impresentable y una camisa mangas largas anudada a la altura del ombligo. ¡Pará de ser tan macho!

Bote la ropa


Ya sabemos. En esas elecciones presidenciales de 1995 mucha gente tomó decisiones equivocadas. Pero no viene al caso ponernos a hablar de política. Lo que indigna es que en su primera fiesta cívica el Lagarto Fleita se haya vestido como un cumbiero noventoso. Si quiso tapar la fealdad de la camisa con ese chaleco le avisamos que obtuvo el efecto adverso. Por suerte tenía cerca el tacho de la basura.

Te caes Redondo


Y después dicen que Fernando Redondo fue un jugador elegante. ¡Terminemos con esa mentira!

El miedo Salta a la vista


Muchachos, saquen del placard la mejor pilcha que tengan porque nos vamos a pedirle una ayudita al prócer de la provincia“, anunció Pedro Guiberguis en las horas previas a la final entre Gimnasia y Tiro de Salta y Central Córdoba de Rosario. Con una camisa arremangada y por encima de una remera de cuello redondo, el volante esperó a que sus compañeros salieran de la habitación del hotel.
Primero apareció Alfredo González, que instantánamente fue felicitado por su pantalón blanco, la campera negra de corderoy y la camisa abierta hasta la altura del pecho. Después fue el turno de Popeye Herrera, que rezongó porque había planeado afeitarse ese día y con el repentino paseo no lo iba poder hacer. Por último, Miguel Amaya apareció en el lobby con su sweater, su jean azul, sus zapatillas con lengüeta hacia arriba, y exclamó: “¡Ya estoy, vámonos!“.
Al llegar al pie del cerro San Bernardo, Amaya le dijo a Guiberguis: “¿Estás seguro de que rezarle a San Martín nos va a traer suerte?“. Enfurecido, Pedrito contestó “¡Animal! Es el monumento a Güemes“. “Y bueno…no puedo ser carilindo e inteligente al mismo tiempo“, remató el Tigre.

Representa la vergüenza


Los roperos del Diego Maradona en los 90’s deben haber tenido más oro que los faraones del Antiguo Egipto. Siempre algo con brillo dorado estaba a la orden del día para ser mostrado con total impunidad. Y no es excepción esta camisa Versace, desagradable por donde se la mire. Sobre todo teniendo en cuenta que estaba por dentro del jean.
Más atrás, tratando de que no lo reconozcan, el empresario Marcos Franchi, de impresentable pijama con dibujitos, observa a su representando. Al final, lo menos llamativo es el bigotón de remera rayada.
[b][u]
Estampado contra el piso

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Calor, mucho calor en Asunción. Dos niños paraguayos se las rebuscan en la calle vendiendo golosinas. De repente, no pueden creer lo que están viendo. El mismísimo Roberto Perfumo, por entonces DT de Olimpia, está sentado en el cordón de la vereda. Rápidamente deciden abordarlo para sacarle unos pesos pero cuando están a escasos centímetros se detienen. Piensan, reflexionan. El pibe de rojo lo mira bien y le dice a su compañero “pará, no me parece una buena idea. Pobre Mariscal, está en la lona. Se compra las camisas en el mismo lugar donde la señora que pasa por atrás se compra las polleras

[u][b]Una bocha de elegancia

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Ya nos parecía que estaban exagerando. Los hinchas de Racing no son tan violentos. Si alguna vez le perforaron el auto a Miguel Angel Ludueña no fue por haber pasado de La Academia a Independiente. No, Señor. Seguramente lo habrán visto con una malla como la de la foto y se les fue la mano a la hora de hacer justicia. La imagen de El Gráfico corresponde al verano de 1991, cuando El Negro hacía las delicias de sus compañeros del Rojo en la cancha de bochas del hotel Las Nieves de Necochea. Y sobre todo asombraba al chico PiVa, que no podía creer como su colega le había opacado su nuevo short a rayas.

¡Qué Cabeza!


En la misma línea estética de su amigo Ricardo Gareca, el Cabezón Ruggeri también mostró su mal gusto a la hora de elegir camisas. A la seda que ya destilaba oro y grasa en grandes cantidades, le sumó un pantalón verde con la bragueta a medio cerrar. ¡Impecable!

[u][b]Olor a Pata

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Remera blanca con mangas 3/4, el pantalón más feo del mundo y alpargatas negras. Todo eso se lo podemos llegar a disculpar al Conejo Tarantini, pero tener al lado a Pata Villanueva en los 90’s es algo que no tiene perdón de Dios. Digan que atrás se observan bellas reliquias, porque sino esta foto no merecería ser publicada.

De la escuela de Saccardi y Corbatta


Quédense tranquilos que las manchas verdes son producto de una error en la impresión de la revista El Gráfico a principios de los 90’s. Ahora bien, de la indumentaria que lucen los bilardistas entrenadores nadie se puede hacer cargo…ni siquiera ellos.
Vayamos por partes. Humbertito Grondona le pidió prestado el saco gris a su padre y no le importó que le quedara grande. Mucho menos se calentó por ponerse una corbata decente.
Lo de Miguelito Russo se comprende un poco más. Ni soñaba con ser técnico de Boca, recién empezaba como DT y no tenía guita ni para hacerse la dentadura nueva. Por eso, interpretamos, entró a una feria americana con 2 mil australes y se fue chocho con una camisa celeste, un saco marrón y una corbata digna de payaso de circo.

El Chino Volpato es mas digno


Era 1993. El Gallego González, histórico abonado a las juergas del ambiente deportivo y farandulésco, quiso llamar la atención en la fiesta de la editorial Atlántida y no tuvo mejor idea que contrastar el negro de su remera con un saco color mostaza. Grande fue su sorpresa cuando entró al salón y se lo cruzó a Quique Wolff, que mientras se tomaba un trago y sin soltar la caprichosa le advirtió “querido Galleguito, la vida es hermosa, y vos le has dado tantas alegrias a la gente, que me parece inoportuno darte una mala noticia porque no te lo merecés. Pero bueno, alguien te lo tiene que decir. Primero, sos un hijo de puta, no te podés poner ese saco. Y segundo, Miguel del Sel te lo quemó. Igual, no te preocupes, vení que te lo presento y arreglan todo. ¡Que lindo y sano es el fútbol, Gallego!”.
Al final de la noche, el actor y el delantero se miraron y se prometieron una tregua. “La próxima vez yo me visto de La Tota“, dijo el hincha de Unión. “Y yo de Batman“, remató el amigo de Verón.

[b][u]Un provechito en el pecho no quedaría tan feo…

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Los chicos vienen cada vez más despiertos, dicen las abuelas. Y no es mentira. Como ejemplo, vale el prematuro gesto de terror de la pequeña Chiara Mancuso, la hija del ex volante de Vélez, que pese a sus escasos días de vida no puede creer que su padre haya sido tan caradura de ponerse esa camisa.

[u][b]Las 3 G (Gordo, Grasa y Gasalla)

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Al borde de cumplir su sanción por doping, Diego Maradona disfrutaba de sus últimos días como condenado. Aquel junio de 1992 lo mostraba con un pico de hiperactividad, típico de su personalidad. Mientras negociaba su situación contractual con el Nápoli de Ferlaino, también jugaba en Ritmo de La Noche, compraba jugadores como Charles y hasta tenía tiempo para ir a ver “la verdá de la milanesa“, el espectáculo de Antonio Gasalla. Esa noche, en honor al nombre del show, se comió una milanga tan aceitosa como la camisa que llevaba puesta.

Desvestitti


La pretemporada de Boca en 1987 era lo de menos. Lo importante, para César, era descansar físicamente y cultivar su mente con Geografías, el libro de Mario Benedetti.
El microclima de Potrerillos, en la Provincia de Mendoza, debe haber colaborado para que se produjera la postura relajada, es cierto. Pero confiamos en que la decisión de ser fotografiado semi desnudo por la revista El Gráfico surgió de Menotti gracias a su espíritu libre y desprovisto de prejuicios.
De la remera de mangas largas mucho no podemos decir. El protagonismo, por supuesto, se lo roban sus largas piernas que empiezan en las aberturas de ese slip que asoma del shortcito azul y culminan en esas medias 3/4 dentro de las zapatillas nauticas. El placer en estado horizontal. Y no preguntemos que hacía sobre la cama esa toalla de color lila. Cada uno es dueño de sus dichos y esclavo de sus desechos.

Charrúa Grasa II


De tanto en tanto aparece algun futbolista que nos recuerda que no es necesario bucear en los archivos de dos décadas atrás para encontrar mamarrachos. Con revisar el material fotográfico del Sebastián Abreu en los últimos 5 años alcanza y sobra. La vulgaridad del oro habla por si sola, está claro. Podriamos referirnos a Paola, la chica que lo acompaña, pero ella no tiene la culpa.
Lo que no le podemos recriminar al Loco es falta de coherencia. ¡Si hasta el pelo le hace juego con la camisa! La fiesta nacional del dorado, un poroto.

Reíte vos que nos reimos nosotros…


Para los que creen que el hijo de viento comenzó a vestirse de forma extravagante después de sus millonarias transferencias, acá va una prueba de que Claudio Paul Caniggia siempre fue un distinto, dentro y fuera de la cancha.
Con 20 años y apenas 24 partidos en Primera, ya recibía a la revista El Gráfico con una pinta un tanto particular. Camisa estampadísima, muy abierta y por adentro del pantalón. No podemos pasar por alto las mangas cortas con dobladillo. Un genio.
¿El jean? Nevado y a la altura del ombligo, como correspondía para un elegante Malvestitti de 1987.

[u][b]Tirá un sombrero

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Adelantado a su época, Diego Simeone siempre trató de innovar, dentro y fuera de la cancha. En cuanto a vestimenta ha dado sobradas muestrasde un mal gusto típico de un argentino disfrazado de europeo. Los años en el exterior le sirvieron para probar de todo un poco. Incluso accesorios para su duro marote, artífice de varios goles decisivos. La foto lo muestra al actual técnico de Estudiantes de La Plata con un sombrero de neto corte mafioso.
Está bien, ya sabemos que te levantaste a una minita hermosa. ¿Hace falta mostrar que aún poniéndote cualquier cosa está muerta con vos?. No, Cholito. ¡Eso es una provocación!

Para vestirse, un burro!


Ariel Ortega se crió en la humildad de su Ledesma natal, pero a partir de su talento y desenfado logró llegar a ser una figura mundial. En sus primeros años fue encandilado por las luces de la gran ciudad, cuestión que continúa hasta el día de hoy.
Subido a un taxi tras llegar a Retiro o Aeroparque, el Burro fue escrachado con una camisa auténticamente noventosa.
Ese mix de poliester y vaquero (?) fue una de las modas más nefastas de la década. Del celeste clarito no hay nada que reprochar, pero la parte roja con pintitas hasta da verguenza ajena.
Todo ello, acompañado por una cara hinchada (tres talles más grande) por el sueño aunque las malas lenguas lo asocien a la ingesta de liquídos para adultos.

[u][b]Decilo Enzo, Decilo!!!

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Si existe alguien con poca onda, ese es Enzo Francescoli, aunque en esta oportunidad intentó lookearse como un joven más…onda Claudio Caniggia a quien aquí saluda.
Lo cierto es que el chaleco de nobuk no sólo se llevó todas las miradas aquella noche, sino que aún hoy recibe los aplausos.
Y si bien la foto no lo muestra, no sería extraño que el uruguayo este acompañado con un chicle al cual mastica en forma grosera. Que glamour Príncipe!!

Jajajaja Muy bueno che, que hdp el Bamba… eran otros tiempos

Que groso el bambino

Fantástico.

Nuuuuuuuuuuu miren a este adelantado de la moda, con ustedes el creador de la maldita moda “flogger” :lol:

Seeeeeeee…la camperita del bambino me mata…jajaja

No es el actor Jorge Martinez el q está al lado suyo en esa foto?

Como le gusta la joda…jajaja

jajaj el bambino jaja…siempre te saca una sonrisa este tipo

Mas del Bamba…



Bilardo y Silvina Luna, se acuerdan? jaja

Que Facha Carlos Salvador!!!

Todo este material fue sacado de En Una Baldosa - El Veraz del Ftbol

El tiburon muestra el tiburon jajajajaja

Jeje, si es verdad…después le pregunté a mi amigo, que me lo pasó con menos fotos, pero me metí en ese sitio y posteé más…

Están buenas las mujeres de los jugadores en esa página…:wink:

Jajjajajaja hay una foto del Turko mohamed que se parece a Axl Rose,jajajaj

La moda es tan relativa, que capaz lo que se ponian en esa epoca era lo mejor y lo que nosotros nos ponemos ahora dentro de 10 años sea una cagada.

jjaja los mejores el turco y el bambino

Y pensar que hay pendejos de 15 años o de esa edad, que se visten asi 8| 8|…
Jajaja, esta muy bueno.

Excelente, muy bueno.Hay cada uno que estaba un desastre…

“Por los pasillos de la villa se comenta…” ajajajajajajajaja

muy bueno papá

asi es, todo un Personaje. jjjaja aparecio hasta abreu 8|8| 8|8|8|8|8|8|8|

Te pasaste, Pablo, excelente el thread!!!

Lo que es moda no incomoda pero resulta chistoso. Me mató toda la colección del Bambino

Hay una que nos deben: las inolvidables camisas multicolor de nuestro querido pelado Díaz!!! Cómo me mataban esas camisas!!! :lol:

PD: qué bonito sale mi Orteguita, se vestía pa el pomo pero igual era (y es) un solcito