CON TOCAR DOS PELOTAS SOY FELIZ
El domingo volvió a jugar tras 19 meses y medio. Sólo espera serguir en el banco y entrar de a poco.
La verdad? Estoy muy emocionado por haber vuelto a un estadio de fútbol. Sentir lo que es estar dentro de una cancha, que la gente te grite, eso es lo que yo más quería. Te todo eso me había olvidado". El domingo pasado, en el Luigi Ferraris de Génova, en Genoa 0-Fiorentina 0, se terminó una espera de 19 meses y medio para Lucho Figueroa. Fue el tiempo que tardó en recuperarse de una rotura de ligamento cruzado anterior y de menisco interno de la rodilla izquierda, en River 3-Estudiantes 1 (5/3/06). Ahí se terminó su etapa en la Banda. Y comenzó la peor de su carrera deportiva.
Fue chiquita su experiencia del domingo: apenas diez minutos. Y no se altera: “Me sirve para ir de a poquito. No esperaba jugar en un partido tan difícil”, cuenta Lucho (26 años).
—En la pretemporada habías metido goles. Van nueve fechas de Liga y no jugaste, ¿le preguntaste al técnico Gasperini por qué no te puso antes?
—No, porque yo no estaba bien. Aún mi nivel no da para 90 minutos, me falta para estar de arranque. Creo que lo mejor, y después de tanto tiempo, es ir al banco, jugar 10 ó 15 minutos, para agarrar ritmo. Además, los equipos de la Serie A son muy duros y parejos.
—La sensación es que sos prudente por todo lo que pasaste.
—Sí, no quiero apurarme, pasó mucho tiempo… Tras la primera operación, volverme a operar fue muy difícil (NdeR: hubo una complicación en la recuperación). Por eso lo tomo con paciencia, más que nada por mi experiencia.
—¿Qué chances tenés de ganarte un puesto en el esquema del Genoa?
—El equipo juega casi siempre con tres puntas, al estilo Bielsa, y los wines siguen al lateral rival hasta abajo de la cama. Sólo uno es punta de área. El titular es Borriello (NdeR: Lucho lo reemplazó ante la Fiore), que viene bien, lleva cinco goles en seis partidos, por lo que es difícil que salga. Y eso a mí me viene bien porque no tengo tanta presión encima. No es como cuando estaba en el Villarreal, que iba al banco y me volvía loco. Hoy disfruto de ser suplente.
—¿Te seguís preguntando, como dijiste en julio, si algún día volverás a ser el de antes?
—Siempre me lo pregunto. Aunque tengo mucha fe. Después de tanto tiempo sin jugar, aún me queda la duda. Yo le pongo fe y mucha fuerza.
-De acá a enero, ¿con qué te conformás?
—Yo quiero seguir yendo al banco de acá a diciembre. También sumo minutos en los amistosos. Espero tras el parate, en enero, meter la mayor cantidad posible de goles. Uno siempre sueña con la titularidad…
—Está claro que, a Gasperini, sin reproches…
—No, si él es el que más se da cuenta en qué nivel estoy. Sabe que tuve una inflamación en el tendón y que debía esperar. Me dijo que cuando me vea bien me tendrá más en cuenta. Yo hoy con tocar dos pelotas soy feliz.
Que hijo de puta Sevesso, arruino a uno de los mejores 9 que vi en River