Que bien que ve el futbol el Bichi Borghi, tan claro como cuando jugaba…
Creo que es el tecnico ideal y que encaja perfecto en los gustos riverplatenses…
Lo unico que no entiendo es como es hincha de Racing…
Extraigo esta imperdible frase…
Si un jugador de Independiente sale a trabar una pelota con la cabeza yo lo saco por pelotudo. Quiero un pensante, no un tarado…
Cuanta razón…
Nota completa:
“Hay equipos que se merecen ir a Segunda”
“Hay equipos que se merecen ir a Segunda”
El Bichi sorprende. Habla de Racing y de la necesidad de que se “limpie” en otra categoría para “ordenarse un poco”. Asegura que el sábado “tengo que ganar” y que si manda a su club de siempre a la Promoción, “no se va a ir por mi culpa”.
Volviste Claudio. ¿Ya notás cambios de idiosincracia?
-Mucho. El lío se arma entre el santiaguino y el porteño. Las grandes ciudades te hacen diferente. Te defendés o sos boleta.
-¿En el fútbol también?
-Deportivamente están lejos de compararse. Argentina es un país de atletas. Causan envidia Las Leonas, Los Pumas, el canotaje, el fútbol, el básquet. O ves a la gente corriendo por Palermo a cualquier hora. Además, son 40 millones contra 15. Las condiciones de producción resultan muy distintas. Este es un país 100% futbolizado.
-Tus hijos entonces…
-Entran a las 8 y salen a las 18. La doble escolaridad es obligatoria. Poco margen para el deporte, salvo algo amateur. Encima, hay problemas de espacios. No encontrás una cancha en el valle de la capital. Son puros edificios. Los chicos son sedentarios. El fútbol lo juegan con el Nintendo. Y practicarlo… Sólo si van a un colegio inglés. Tres meses de cada cosa. Y no se especializan en nada.
-La pegaste. Según los medios, allá tenías más prensa que Bachelet…
-… Allá sos conocido porque salís en televisión.
-Acá no das el perfil. En la cancha no hacés circo.
-La imagen que proyectás es muy importante. Lo único bueno que tengo es mi nombre. No quiero ensuciarlo ni hacer de payaso. No hago en la cancha lo que no me gustaba que me hicieran. Trato de proyectar tranquilidad, lo que el jugador necesita. Ni mi hijo me hace un gesto. Una vez me vi fumando. Otra, pegándole una piña a un PF rival. Dio vergüenza verme…
-Hablás de imagen. ¿Y con qué ojo ves fútbol?
-Como lo jugaba. Igual, aprendo de todos. Me lo enseñó la vida. Menotti. Convencía, no obligaba. Así crié a mis hijos, a Dominique, a Filippo. Normalmente eligen lo que yo pretendo. Pero sin imposición…
-Igual, les comés la cabeza y lo vas llevando…
-Je. Por supuesto. Tenés que estar convencido de lo que hacés. Cuando sos grande, difícil cambiar. Yo trabajo en base a la confianza. Y no me gusta desconfiar de la gente. Es un tema de formación integral. Es vital que el jugador estudie, lea, vaya al cine, escuche música. Algunos ganaron mucha plata pero no supieron invertirla. ¿Son descartables? ¿Nadie los ayuda? Mirá el caso Ortega. Cuando tengas un problema, hablalo con un gaucho, no con un abogado.
-El qué, no el quién.
-Mi viejo me enseñó que de fútbol y de sexo hablamos todos y todos pensamos que lo hacemos bien. ¿Escuchaste decirle a alguien “qué mal me cogí a esa mina”? Tampoco hay en el fútbol un tipo que diga “qué mal que juego”. Pero ojo, si hablás con un fanático es como hacerlo con un religioso. Mucha bola no le doy. El fanático se aleja un poco de la realidad.
-¿Te encontraste con fanatismos particulares?
-El de Racing, mal entendido. El de River, porque un jugador se la agarró con su hinchada. Son extremos.
-Te presentamos al hincha argentino, Bichi.
-El mensaje de la gente, acá, es muy duro.
-Se pide más ganar que jugar bien. Nada raro…
-Más partidos bien juegues, más chances de ganar tendrás. Sí, tal vez pateás de 50 metros y el arquero se resbala. Aunque tenés 19 fechas por torneo, eh.
-En Independiente se prioriza el ganar jugando bien. Pero sabés que hay un partido especial…
–Racing.
-¿Y cómo manejás ahí tu ideología futbolera?
-Entiendo que los clásicos son partidos aparte. Pero nunca me escucharán decir “de vida o muerte”. ¿Qué es eso? ¿Que puedo hacerle al rival lo que quiera? O escuchás “no anduvimos bien pero transpiramos la camiseta, pusimos huevos…”. Si un jugador de Independiente sale a trabar una pelota con la cabeza yo lo saco por pelotudo. Quiero un pensante, no un tarado. Muchos creen que los jugadores de pelo largo, como corren y se les mueve, se esfuerzan más.
-¿Cuánto dura tu charla técnica más o menos?
-Media hora de hotel. Sin videos. Lengua para sacarle presión al plantel.
-Así, con Racing no habrá un “muchachos, hoy cueste lo que cueste…”.
-¿Creen que los jugadores necesitan charla técnica en el próximo partido?
-Sí.
-¿Mucho tiempo?
-El suficiente.
-Mi trabajo será, más que subirlos, bajarlos. A lo mejor, a un impulsivo como Pusineri tengo que tranquilizarlo. Aunque los hinchas ya me pidan en la calle que a Racing hay que ganarle.
-Y, a la vez, mandarlos a jugar la Promoción…
-También es raro. Porque yo soy hincha de Racing.
-¿En Chile también es tan poderoso ese morbo?
-Yo no me alegro de la desgracia de ningún enemigo mío. Lo que se vivió ahí la semana pasada… No creo que nadie, jugador o técnico, se pueda sentir feliz.
-Lo pensás demasiado desde el profesional…
-Como ser humano. Puedo estar enojado con vos pero te voy a saludar. Es de buena crianza. He mandado como jugador equipos al descenso. Pero no por lo que nosotros hicimos esa tarde sino por lo que ellos hicieron durante un año. A Racing ya le pasó, eh.
-¿Cómo manejar la calma cuando existe detrás un pedido popular para volver a hacer lo del 83?
-Nunca bajé de categoría. Ni como jugador ni como técnico. Debe ser muy duro. Prefiero pelear el torneo y perderlo. Las presiones son tremendas. Quedás marcado. Si hacés el gol del campeonato te recuerdan por cinco, diez años. Si hacés el gol que los deja en el descenso no te olvidan más. Pasa acá.
-¿Tanto te marca?
-Jugué en Reserva el día que Argentinos mandó a San Lorenzo en el 81. Me quedó grabado el sufrimiento, ver a tanta gente llorando desconsolada…
-Y no queda ahí. La tristeza sale a las calles, al trabajo, a la escuela…
-Además. Ahora, creo que hay equipos que merecen irse a Segunda. Que les es necesario. Algunos no deberían estar en Primera.
-¿Racing lo merecería?
-Debe replantear sus bases, determinar qué quiere hacer. Podría ser que irse a Segunda lo limpie, los haga ordenarse un poco y salir de la vorágine que los lleva a cometer tantos errores.
-O que la B Nacional lo termine destruyendo…
-No, no va a morir nunca. Los grandes no mueren.
-Pero la herida…
-En Argentina se da algo muy particular. Hay equipos que hace años que no son campeones y siguen teniendo hinchas jóvenes. Me conmueve. Es tradición. Yo no soy de Racing porque se me cantó. Mi viejo me hizo. Es como el bautismo. Y mi hijo cayó en la volteada. Mi hija no.
-Raro verlo a Filippo de Rojo en las prácticas…
-Je, sí. Igual a Racing nunca lo vio. Preguntale que te nombre a tres jugadores… Filippo es hincha de su padre. Y si quiere ver a su familia contenta…
-Hmm. ¿Dónde vas a dormir si ganan en Vélez?
-Tengo muchos académicos alrededor. Me tendrán que perdonar. He dado mi palabra. Tengo que ganar.
-Mejor te hubiese sido no tener que enfrentarlo.
-No, lo hice miles de veces y nunca se pusieron en duda mis ganas de ganarle. Yo fui deshonesto sólo una vez en mi vida como jugador. Para Platense enfrenté a Argentinos que peleaba abajo. No quería que el Bicho se fuera pero tampoco hice un gol en contra ni la tiré afuera frente al arco. Hice todo lo posible para ganar aunque con la idea íntima de que perdiera.
-Quién lo entendería…
-Me da pena que te toquen bocina por llevar la patente de otro país. Si me subo a un auto argentino voy a manejar exactamente igual que en un auto chileno. Cambiamos. Tengo miedo de equivocarme y no pasar un buen momento…
2º parte
Un Bichi ilustrado
Un Bichi ilustrado
El técnico abre su libro de conceptos y los justifica. Expone lo que quiere para la próxima temporada. Hoy estoy continuando lo que venía haciendo Pepé. Llevo tres semanas de trabajo y no puedo cargar de información a esta gente que viene saliendo de un pozo deportivo. En el semestre que viene será todo completamente diferente. Llego con un chip chileno y tendré más tiempo para aumentarle los giga y armar el equipo como yo creo", anticipó Borghi los cambios que se vienen:
“El pizarrón lo uso todos los días, pero quiero que el equipo juegue y no que los jugadores lleguen al área y empiecen a tirarse o esperen que los toquen pensando en la pelota parada. No entiendo el fútbol así”.
“Me gusta verme como un tipo que transmite tranquilidad, no inseguridad. Es lo que el jugador necesita. Respaldo de sus decisiones. Tampoco quiero muchachos que se agarren la cabeza cuando patean al arco. Crea debilidad”.
“Me enamoré del 3-4-1-2 en México 86. Bilardo nos sacó campeones con tres en el fondo y sin delanteros. Acá, en un grande, te atacan con uno o dos hombres y atrás te sobra gente. Aunque hay tres puestos que pueden sufrir mucho. Uno es el líbero, que debe ser alguien rápido, dispuesto a tomar riesgos. Y los otros son los dos carrileros. Con estos nombres, Ledesma y Pusineri se van a sentir más protegidos. Y los defensas centrales van a sufrir poco. Ahora, a lo mejor llega junio, no encuentro el sistema y sigo con el 4-4-2”.
“El esquema que yo quiero no es aplicable a todos los jugadores. Pero quiero creer que Machín puede ser el de Argentinos. Y que Mareque puede pasar al ataque como contra Newell’s. Buscaré convencerlos, no imponerles. No quiero gente que sólo corra, sino que sea pensante y tome decisiones”.
“No me sirve un jugador que vaya hasta el medio y me diga ‘acá termina mi función’. Si no se adapta a este juego, tendré que sacrificarlo y buscar quién dé con esa alternativa. Tampoco que suba 20 veces mal. Prefiero que el lateral-volante pase cinco veces, pero bien y con la tranquilidad suficiente para decidir. Y no pensando en que va a equivocarse”.
“Cuando empecé con este sistema en Colo Colo me comí cinco contra las Chivas. Entonces, mantenés o cambiás. Cuando lo mantengo estoy poniendo mi cargo a disposición”.
“Creo en los especialistas, en los puestos. Un polifuncional es un jugador que juega mal en todos lados. Yo exijo según las condiciones. A lo mejor en el partido te tengo que cambiar de lado. Y hasta te pido disculpas. Pero no le voy a pedir nunca a Montenegro que haga lo que hace Denis. O al revés”.