A 20 años del debut del Burrito

A los seis años, el “changuito” ya corría detrás de la pelota en Atlético Ledesma, Jujuy, a sólo 200 metros de su casa, camino que hacía con los hermanos Juan y Mauricio Baigorria. “Ya soñaba con jugar en River”, recuerdan los amigos. Eran días en los que la maestra Doña Coca, de la escuela Dorrego, lo retaba: “¡Ay Ortega! Otra vez no estudió por jugar a la pelota. ¿Cree que el fútbol le dará de comer?”.

Ariel jugó poco en la 1ª de Ledesma y dejó su huella desde el debut, cuando estaba arreglado que los equipos de la ciudad empataran 0 a 0. Con un detalle: Ortega no lo sabía. Entró a 10’ del final y metió un golazo. Corrió, y corrió, y nadie lo fue a abrazar: “Ahí se avivó de que había metido la pata”, se ríe Baigorria.

A los 15 años se destacaba en el Argentino C (diciembre del 90) y su entrenador Roberto Gonzalo convenció a la familia para llevarlo a Buenos Aires a probarse en un club. ¿Cuál? Independiente. Pero el Burrito convenció a Gonzalo de que lo llevara a River… En Núñez lo recibió Delem, coordinador de las Inferiores. “Viajaste casi un día en micro. Andá a descansar y mañana te probamos”, le dijo el brasileño. “Vine a jugar y quiero jugar”, contestó el Burrito. Como no tenía botines, jugó en pantalón largo y zapatillas. En apenas 15 minutos, bailó a todos y lo sacaron para que no lo molieran a patadas.

Zambullido en un sueño, días después Ariel se integró a la 6ª de River. Tras 11 partidos, saltó a Reserva y a menos de un año de su llegada, lo subieron a 1ª. Y entre Higuaín y Comizzo le hicieron pagar derecho de piso: en una práctica, Ortega le metió un caño al Pipa y el defensor lo levantó por el aire. El Burrito ni se quejó. Agarró la pelota y lo volvió a encarar. El Pipa miró sorprendido a Comizzo, quien desde el arco gritó: “No le peguemos más, este pibe tiene huevos en serio”.

El sábado 14 de diciembre de 1991, Menem y Collor de Melo firmaron un acuerdo nuclear entre Argentina y Brasil. Por primera vez una mujer era elegida presidenta de la Sociedad Argentina de Cardiología. Fangio conocía a Pavarotti en un hotel porteño y Soda Stéreo metía 25.000 personas en la 9 de Julio. Y esa tarde, en el estadio de Independiente, el River campeón de Passarella derrotaba 1 a 0 a Platense. El Kaiser decidió hacer debutar a su pichón preferido: lo metió a Ortega por Claudio Spontón. Crack precoz, Ariel ganó su segundo título en el Apertura 1993, ya como titular indiscutido. Luego sumó el Apertura 94, torneo en el que disputó uno de los partidos más maravillosos: el 30 de abril ridiculizó a Mac Allister en la Bombonera y cortó una racha negativa ante Boca. Ahí empezó a ser ídolo: “Fue inolvidable, la gente aún se acuerda”, sonríe el jujeño

Dos años más tarde, levantó la Libertadores, el Apertura 96 y se marchó a Europa: el Valencia lo pagó 12.130.000 dólares. Volvió tres veces a River, pero en enero del 2011 pasó a All Boys y no regresó más como jugador; sí como padre. “Hoy disfruto de ver jugar a mi hijo Tomy en el futsal de River”, confiesa, emocionado. Con más canas en su melena, la misma chuequera y esa sonrisa genuina que lo acompañó durante dos décadas.

Tiene los ojos brillosos. Sabe que su vida de futbolista está cerca del final. Su meta, cuando arrancó esta historia, era simplemente que le pagaran por jugar en la liga de Jujuy. Su carrera superó lo soñado. Por caso, si lo más lindo del fútbol es el engaño, hoy Ariel Ortega cumple 20 años siendo el último ilusionista del potrero argentino.

Gracias por tanto Ariel

A los seis años, el “changuito” ya corría detrás de la pelota en Atlético Ledesma, Jujuy, a sólo 200 metros de su casa, camino que hacía con los hermanos Juan y Mauricio Baigorria. “Ya soñaba con jugar en River”, recuerdan los amigos. Eran días en los que la maestra Doña Coca, de la escuela Dorrego, lo retaba: “¡Ay Ortega! Otra vez no estudió por jugar a la pelota. ¿Cree que el fútbol le dará de comer?”.

Ariel jugó poco en la 1ª de Ledesma y dejó su huella desde el debut, cuando estaba arreglado que los equipos de la ciudad empataran 0 a 0. Con un detalle: Ortega no lo sabía. Entró a 10’ del final y metió un golazo. Corrió, y corrió, y nadie lo fue a abrazar: “Ahí se avivó de que había metido la pata”, se ríe Baigorria.

A los 15 años se destacaba en el Argentino C (diciembre del 90) y su entrenador Roberto Gonzalo convenció a la familia para llevarlo a Buenos Aires a probarse en un club. ¿Cuál? Independiente. Pero el Burrito convenció a Gonzalo de que lo llevara a River… En Núñez lo recibió Delem, coordinador de las Inferiores. “Viajaste casi un día en micro. Andá a descansar y mañana te probamos”, le dijo el brasileño. “Vine a jugar y quiero jugar”, contestó el Burrito. Como no tenía botines, jugó en pantalón largo y zapatillas. En apenas 15 minutos, bailó a todos y lo sacaron para que no lo molieran a patadas.

Zambullido en un sueño, días después Ariel se integró a la 6ª de River. Tras 11 partidos, saltó a Reserva y a menos de un año de su llegada, lo subieron a 1ª. Y entre Higuaín y Comizzo le hicieron pagar derecho de piso: en una práctica, Ortega le metió un caño al Pipa y el defensor lo levantó por el aire. El Burrito ni se quejó. Agarró la pelota y lo volvió a encarar. El Pipa miró sorprendido a Comizzo, quien desde el arco gritó: “No le peguemos más, este pibe tiene huevos en serio”.

El sábado 14 de diciembre de 1991, Menem y Collor de Melo firmaron un acuerdo nuclear entre Argentina y Brasil. Por primera vez una mujer era elegida presidenta de la Sociedad Argentina de Cardiología. Fangio conocía a Pavarotti en un hotel porteño y Soda Stéreo metía 25.000 personas en la 9 de Julio. Y esa tarde, en el estadio de Independiente, el River campeón de Passarella derrotaba 1 a 0 a Platense. El Kaiser decidió hacer debutar a su pichón preferido: lo metió a Ortega por Claudio Spontón. Crack precoz, Ariel ganó su segundo título en el Apertura 1993, ya como titular indiscutido. Luego sumó el Apertura 94, torneo en el que disputó uno de los partidos más maravillosos: el 30 de abril ridiculizó a Mac Allister en la Bombonera y cortó una racha negativa ante Boca. Ahí empezó a ser ídolo: “Fue inolvidable, la gente aún se acuerda”, sonríe el jujeño

Dos años más tarde, levantó la Libertadores, el Apertura 96 y se marchó a Europa: el Valencia lo pagó 12.130.000 dólares. Volvió tres veces a River, pero en enero del 2011 pasó a All Boys y no regresó más como jugador; sí como padre. “Hoy disfruto de ver jugar a mi hijo Tomy en el futsal de River”, confiesa, emocionado. Con más canas en su melena, la misma chuequera y esa sonrisa genuina que lo acompañó durante dos décadas.

Tiene los ojos brillosos. Sabe que su vida de futbolista está cerca del final. Su meta, cuando arrancó esta historia, era simplemente que le pagaran por jugar en la liga de Jujuy. Su carrera superó lo soñado. Por caso, si lo más lindo del fútbol es el engaño, hoy Ariel Ortega cumple 20 años siendo el último ilusionista del potrero argentino.

Gracias por tanto Ariel

Burro sin vos me Aburro!

//youtu.be/Cz67YbDyfxI

El mejor argentino entre Maradona y Messi.

Burro sos un genio.

Que grande el burritoo ¡¡¡¡¡

No lo vi a Kempes mas que por videos, pero no tengo dudas que esta por encima del Burrito. Seguramente debe estar en el top 10 a top 15.

“Gracias a la camiseta de River y a los hinchas”

El Burrito les agradece a esa banda que tanto lució y a esos fanáticos que lo hicieron ídolo. Olé se suma a una fecha muy especial para el jujeño, que hoy sólo va a River para ver jugar a su hijo Tomás.

Hablaba de temporalidad. Kempes es previo a Maradona.

TE AMO ARIEL, GRACIAS POR EL FÚTBOL, POR LAS ALEGRÍAS!!!

Gracias Burrito, a pesar de que muchas veces te quisieron apagar, siempre vas a ser uno de los maximos idolos de nuestro club, gracias por tanto y perdon por tan poco

Aclaración: Tengo debilidad por este jugador. Ariel Ortega es amor futbolístico puro para mí. La nota, de todas maneras, no lo idealiza. Es un repaso con lo malo también y remarcando que él también se ha equivocado.

A 20 AÑOS DEL DEBUT DE ORTEGA

Un día como hoy, cuando se cumplían cinco años de la obtención de la Copa Intercontinental en Japón, un tal Ariel Arnaldo Ortega debutaba en River. Pocos sabían, más allá de los optimistas de siempre, que con su debut , River empezaba a encontrar un sinónimo eterno para la magia y la gambeta.

Desde Ledesma, Jujuy, el “Burrito”, apodo que le debe a su padre, Ortega llegó a River con el bolso cargado de sueños y necesidades. De aquel momento mágico, que marcó su debut con la Banda Roja en un River que era campeón, a hoy, pasaron 20 años. Ortega ya no es el mismo y River tampoco.

La historia de Ortega, en un principio, fue ovalada. Por su velocidad, y su resistencia a los golpes –que lo diga el Pipa Higuaín, que le pegó su primera gran murra en una práctica con la primera de RIver, allá por 1991- el “burrito” pintaba como un Agustín Pichot en potencia, pero se decantó por la redonda. Primero en Atlético Ledesma, de Jujuy, que militaba en el Argentino C. Pero era tanta la magia que derrochaba que, rápido, desde la gran capital se fijaron en él.

Su destino era rojo, pero él mismo, le añadió blanco. Su DT convenció a la familia para que Ariel se probara en Independiente, pero el “Burrito” quiso probarse en River. Llegó sin botines, en short y zapatillas y fue recibido por el prócer de la joyería Milonaria: Delem. El brasileño le dijo que descanse, pero Ariel, en una conducta que repetiría a lo largo de toda su carrera, sólo quería jugar. Y jugó. Y bailó a todos. Y quedó. Y comenzó a escribir su dorada página en River.

Primero fue la 6º, a los pocos partidos la Reserva y, tiempo después, Daniel Passarella lo apadrinó hasta el día de su debut. Ortega ganó el Apertura 1993 y, al año siguiente, el Apertura 1994, realizando un partido memorable en el 3-0 del equipo de Américo Gallego a Boca, en la mismísima Bombonera, con gol, gambeta y lujos incluidos.

En 1996, el “Burrito” fue clave para ayudar a River a levantar la Copa Libertadores. Goles ante Sporting Cristal, en cuartos de final, gran partido ante la U en semis y, de yapa, los dos centros con los que asistió a Hernán Jorge Crespo para que este anotara el doblete con el que River conquistó América por segunda vez en su historia. Más grande podría haber sido su leyenda si su remate, en lugar de dar en el travesaño, se transformaba en gol frente a la Juventus, en Tokio, en una nueva final Intercontinental.

Luego, el Valencia pagó más de 12 millones por él (una fortuna en tiempos del uno a uno). Después de la experiencia europea volvió a River, la rompió, se fue a Turquía, luego de purgar una suspensión por no querer jugar en Fenerbache pasó a Newell’s y, pasado un tiempo, Ortega volvió a River.

Sus problemas con el alcohol sentenciaron una historia que debería haber terminado con el jujeño retirándose con la camiseta de River. El destino, hoy, lo marca en Defensores de Belgrano, club al que pasó luego de un fugaz y no tan fructífero pasó por All Boys tras una tormentosa salida de River que incluyó tres desafectaciones en un puñado de años: primero Diego Simeone, luego del Campeonato del 2008, después Leonardo Rubén Astrada y luego –y último- Juan José López. Ahí ya no hubo retorno. Una lástima.

El pasado 7 de diciembre, River enfrentó al Dragón de Belgrano por la Copa Argentina. El más aplaudido de la noche fue Ariel Ortega. El mismo que a River le convirtió tres goles, incluso le gritó dos, el mismo que dijo “A River no vuelvo más”, luego que se cayera uno de los regresos. El mismo que se puso, varias veces, por encima del club, enceguecido con su deseo primario de jugar, siempre jugar. Sin embargo, la gente, en su gran mayoría, no se lo reprocha. E incluso aquellos que hoy lo critican y hasta lo insultan por lo que hizo, guardan, en algún rincón de su corazón un gran recuerdo de aquel “changuito” que jugaba sin canilleras y con las medias por los tobillos.

¿Por qué? Por amor. Ariel Ortega ama a River, por más de algunos dichos del pasado y River, sus hinchas, su gente, el pueblo Millonario, lo ama a él. El hombre que redefinió lo que es una gambeta, el tipo que, en plenitud, te pagaba la entrada y, aún en el peor de sus momentos, sabías que algo, aunque sea una gambetita, todavía tenía guardada.

Ortega es, para muchos hinchas de River, el máximo ídolo contemporáneo del club. ¿Más que Enzo Francescoli? Para varios sí. Claro, Ortega tenía algo que Enzo no, Ortega podía compartir los códigos de picardía del Tablón, Ortega entraba por los sentimientos, por la piel de gallina, por , incluso, la humanidad que tiene. Enzo, en cambio, siempre fue inmaculado. Un jugador de la ostia, un tipo que jamás presentó ninguna fisura en la cancha. Un crack, pero de galera y bastón. A lo River. Ortega, además, era un crack que sudaba potrero. Tanto que logró que hasta los hinchas de los demás equipos lo admiraran.

Seguramente, Ariel Ortega es el hombre que más definió y define a River en los últimos años. Cuando él brilló, River brilló, cuando Ariel cayó, víctima de su tozudez, su enfermedad y sus propias miserias, River también desbarrancó. No es que tengan que ver, pero en una historia de amor, cuando uno sufre, el otro muchas veces lo replica. Sí, es casi romántico pensarlo así. Y está bien, porque lo de River y Ariel Ortega es una historia de amor que hoy cumple 20 años. Un amor que, pase lo que pase, se juegue lo que se juegue, no morirá jamás.

Rescate emotivo: A 20 años del debut de Ariel Ortega en River | Rock 'N Ball

Uno de los mejores futbolistas Argentinos de todos los tiempos, sos crack Ariel…

¨Se acuerdan de la mano de Dios? Aca esta el resto del cuerpo¨
Esa publicidad taba en Francia 98 y lo ponian al Burrito, que jugador mama…q bestia, lo que fue, lo que genera…mi idolo, lo que daria por cruzarmelo en la calle.

Excelente Javier. Excelente.
Me quedo con esta parte…

ARiel… que te puedo decir que no te haya dicho.

Nada.
No me quedan palabras.

Solo gracias. Y te amo futbolisticamente, sabelo…
Te amo de verdad.

Como te quiero burrito!! ojala que sigas viviendo con esa sonrisa que siempre luciste, y que te vaya de maravilla, gracias por tanto

Gracias burro. :cry:

Como me emocione con este gol, me cayo una lagrima ese día.

//youtu.be/4iirY1W3nNE&feature=youtu.be

Aca esta la entrevista que le hicieron ayer al Burro en ESPN sobre los 20 años del debut

Ariel Ortega, a 20 años de su debut en River « Videos de River

//youtu.be/ZRszxiwqfYo&feature=related

Gracias por todo genio, te amo.

me enseño lo que es el futbol
por mi que juegue 20 años mas, solo de verlo en la cancha me sale una sonrisa